Oscuridad total. De repente, se oye una voz gritar "¡NO HAY DIOS!". Y así empieza Psicosis III (Psycho III, Anthony Perkins, 1986).
Durante mucho tiempo consideré que Psicosis II: El regreso de Norman (Psycho II, Richard Franklin, 1983) era la única secuela de Piscosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960) que valía la pena. Psicosis IV: El comienzo (Psycho IV: The Beginning, Mick Garris, 1990) siempre me pareció mediocre y sin interés y Psicosis III algo aburrida a pesar de su prometedor comienzo. Sin embargo, esta opinión se vio rápidamente alterada cuando no hace mucho revisité la franquicia. Bueno, en realidad solo cambió en lo que respecta Psicosis III, Psicosis IV me sigue pareciendo mediocre y sin interés.
Vi por primera vez Psicosis III justo después de ver Psicosis II, que me pareció genial. No esperaba que esta tercera entrega, que arranca poco después de lo sucedido en el film de Richard Franklin, me gustara de la misma manera, pero esperaba algo del mismo estilo, con la curiosidad añadida de tener al propio Anthony Perkins como director. Pero Psicosis III es un film muy distinto a lo que me esperaba (un simple relato con Norman Bates matando más huéspedes de su motel) con interesantes elementos psicológicos y buenas dosis de humor negro, aunque no supe reconocer estas virtudes en su momento. Ahora estoy convencido de que es una de esas películas que has de ver más de una vez para empezar a apreciar, supongo que porque es lo que me pasó a mí: la primera vez no me acabó de gustar, luego empecé a apreciar la dirección de Perkins y recientemente disfruté con todo el conjunto formado por las interpretaciones, la dirección de Perkins y el guion de Charles Edward Pogue.
Para aquellos que no la hayan visto todavía, el film arranca con Maureen (Diana Scarwid), una monja a punto de suicidarse (es ella la que grita "no hay dios") pero no solo no muere sino que su intento de suicidio acaba con la muerte de otra monja. Deprimida y atormentada, Maureen abandona el convento y empieza a vagar. Primero sus vagabundeos hacen que coincida con Duane (Jeff Fahey), un sórdido personaje que casi la viola. Pero luego la cosa mejora: encuentra refugio en el motel Bates. Donde vuelve a encontrarse con Duane. Norman Bates, por su parte, sigue despachando huéspedes, pero las cosas cambian para él cuando conoce a Maureen. Y con estos personajes, la receta para el desastre y el horror está lista.
Es fácil de explicar porque la dirección de Perkins me sedujo en primer lugar. Perkins hacía poco que había trabajado con Ken Russell en La pasión de China Blue (Crimes of Passion, 1984) y se nota la influencia del director inglés, así como también la influencia del cine europeo, añadiendo a la película un toque giallo. Me llamaron la atención especialmente las brillantes y teatrales transiciones de escena a escena que ideó Perkins.
Me costó más entrar en el guion de Pogue, que presenta una historia que se aparta del terror y el suspense más habitual, que también hay, para explorar el personaje de Norman Bates y, en particular, su conflicto con Madre. Como la primera vez que la vi me esperaba algo más habitual, no supe apreciar lo que Pogue había ideado. Supongo que también ha ayudado que estaba preparado para lo que iba a ver y pude entrar más fácilmente en la película.
Por tanto, aunque la cuarta entrega sigue siendo una pérdida de tiempo, recomiendo Psicosis III a todos aquellos que todavía no hayan disfrutado de esta peculiar película. No muy bien vendida en el tráiler, he de añadir.
2 comentarios:
Amo la segunda parte , ésta tiene algunas cosas chulas (nunca se me olvidará el puto sheriff chupando los hielos ensangrentados jaja) pero es bastante inferior a la 2.
Sí. De hecho la primera vez que la vi no me gustó, pero con el tiempo le he cogido el gusto, de aquí el artículo. Pero queda claro que la segunda parte es la mejor de todas las secuelas (de la cuatro y el remake, mejor no hablar).
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