Matthew Leutwyler escribió y dirigió esta divertida comedia terrorífica en 2004. Muerte y desayuno (Dead & Breakfast) combina elementos de la saga Evil Dead de Sam Raimi con el tono de comedia de Peter Jackson en Braindead. Gore como hace mucho tiempo que no se veía en pantalla, Dead & Breakfast tiene un definitivo aire de comic-book realzado por las transiciones entre escenas que imitan las páginas de un tebeo. Eso sin olvidar los momentos musicales por cortesía de Zach Selwyn que actúan a modo de coro griego comentando los diferentes acontecimientos que tienen lugar en la película.
El film va a una velocidad de cien por hora, sin tiempos muertos ni lugar para el aburrimiento. Especialmente se aprecia en dos momentos: al principio, cuando la trama sobrenatural todavía no ha empezado, los diálogos entre los personajes resultan muy divertidos, evitando que uno se ponga impaciente con ganas de que empiece la masacre; el otro momento es en la inevitable parte en la que los personajes están sitiados en el "bed and breakfast" por los poseidos, momento muy familiar debido a la reciente moda zombi, que de nuevo gracias a lo ingenioso de las situaciones y los diálogos resulta un tramo muy divertido.
El director y los actores principales (Ever Carradine, Gina Phillips, Oz Perkins, Jeremy Sisto, Erik Palladino) son todos amigos desde hace tiempo, lo que se traduce en una estupenda química entre todo el reparto, se nota que se lo están pasando pipa y con ellos el espectador. Y eso es básicamente todo lo que pretende la película. Así que todos aquellos que quieran hacerse unas risadas ya saben que ver. Muy recomendada.
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