Cuando un actor o una actriz gana un Oscar, es de esperar que lo utilice para conseguir mejores trabajos. No es el caso de Susan Tyrrell, que actuaba con la misma intensidad demencial fuera la película que fuera: una obra de cine de autor o una oscura producción de serie B. Es su talento para hiperactuar el que hace que Night Warning aka Nightmare Maker aka Butcher, Baker Nightmare Maker (William Asher, 1981) sea tan entretenida de ver. Aunque no es el único motivo.
Este es uno de esos films que sobrevive entre los aficionados no por sus virtudes o por su calidad, más bien por la locura y demencia que impregna cada fotograma. La dirección de Asher es muy televisiva y poco imaginativa, el guion es algo irregular y combina un desarrollo típico con toques de "genialidad". El film es un claro antecedente de otras películas más populares como Atracción fatal (Fatal Atraction, Adrian Lyne, 1987) y posteriores imitaciones, pero dudo que sea muy conocido fuera de los seguidores del género.
Susan Tyrrell es Cheryl Roberts, una mujer que tiene una insana obsesión con su sobrino Billy de tres años. Tras la muerte "accidental" de sus padres, Cheryl puede dar rienda suelta a su obsesión y hacerse cargo del niño. La historia arranca cuando el ya crecido Billy (Jimmy McNichol) está a punto de independizarse gracias a una beca deportiva y le planta la noticia a su tía. Si a eso le sumamos que Billy tiene una novia muy mona (Julia Duffy), da como resultado que la tía Cheryl deberá emprender acciones drásticas para mantener a Billy en casa.
La historia resulta bastante típica para el espectador actual, sin embargo cuando se estrenó a principios de los 80 debería resultar bastante novedosa. El desarrollo, como ya he dicho, es bastante estándar pero aquí y allá nos encontramos con algunos hallazgos interesantes, especialmente en todo lo relacionado con la relación entre Chetyl y su sobrino que evoluciona hacia el incesto de forma acelerada. También resulta curiosa una subtrama homosexual que al principio parece completamente gratuita pero obtiene su compensación al final.
Pero lo que hace que este film resalte es la interpretación de Tyrrell. Cada vez que aparece en pantalla transforma la película en loquilandia, uno se extraña de que el resto de personajes no se dé cuenta de que está completamente loca, lo que convierte todas las escenas en las que aparece en oro puro. Tampoco podemos olvidar al otro gran actor que nos encontramos: Bo Svenson, el cual interpreta un poli chiflado, racista, homófobo y bastante negado para la investigación. A pesar de ello, de lo despreciable de su personaje, es inevitable sonreír cada vez que aparece en pantalla.
Cuando estos dos grandes no aparecen, la película se hace algo sosa. No es que sea mala (o no muy mala), es más bien algo mediocre, normalita. Por lo menos en su primera hora, en la media hora final apreta el acelerador, deja el estilo de thriller normalito y se vuelve una demencial cinta de terror sangriento, con Tyrrell hiperactuando de una manera que haría llorar de envidia al gran Nicolas Cage.
Os he puesto aquí el tráiler de la película, promocionada como Night Warning. Me ha llamado la atención porque directamente mienten al espectador inventándose la trama y convirtiéndola en una especie de slasher, tan populares por entonces, sin explicar de qué trata la película en realidad.
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