Daria Nicolodi y Luigi Cozzi. Estos son dos nombres que resultan muy familiares a todos los aficionados al fantaterror italiano de los 70 y 80. Nicolodi por sus interpretaciones y su relación con Dario Argento; Cozzi, también relacionado con Argento, por dirigir películas como Star Crash, choque de galaxias (Starcrash, 1978) y Contaminación - Alien invade la tierra (Contamination - Alien arriva sulla terra, 1980). Nicolodi y Cozzi colaboraron en el guion de El gato negro (Il gatto nero aka The Black Cat aka Edgar Allan Poe's The Black Cat aka Demons 6: De profundis, 1989), que Cozzi dirigió como homenaje a Argento. Antes, ambos colaboraron en la escritura de otro guion, con Cozzi dirigiendo y Nicolodi también interpretando un papel. El resultado fue el delirio Melodía de horror (Paganini Horror, 1989).
Realizada con un presupuesto más bien magro, con una historia que no tiene ni pies ni cabeza y una banda sonora deliciosamente hortera y pegadiza, Paganini Horror es un tipo de película que gustará a aquellos que disfruten con el cine trash y el horterismo ochentero. Es una película con la que me lo paso de fábula no porque sea una buena película en el sentido convencial, sino por la suma de sus despropósitos. Cozzi siempre dirigió con más pasión que habilidad, lo cual resulta más que evidente en esta película sobre una banda de rock femenina que decide filmar un videoclip en una casa supuestamente encantada, en la que pasarán una noche llena de terror y espándex.
El guion de la película está lleno de datos históricos que sirven para crear argumentos de cine de terror y ganar algún quesito en el Trivial. Todo ello queda en nada cuando se revela el final, por supuesto, pero contribuye a hacer amena una historia llena de elementos fantásticos. Aunque el elemento más fantástico tal vez sea que el equipo de rodaje del videoclip consiste solo en el director cargando la cámara, cuando se supone que el grupo de rock protagonista es un grupo de éxito. No importa, estamos en un mundo de fantasía y ni siquiera los elementos reales se presentan de forma realista.
El limitado presupuesto afectó a los efectos especiales, como es de esperar, pero aún así el film contiene buenos momentos y escenas de asesinatos muy logradas. Tal vez el mayor efecto especial son las interpretaciones de los actores y actrices, en particular de la protagonista Jasmine Maimone. El reparto no se dedica a interpretar, sino a INTERPRETAR, dándole un nuevo significado a la palabara sobreactuar. Entre semejante despliegue de talento, Nicolodi parece Meryl Streep en el pequeño papel que se reserva para ella. Donald Pleasence hace una breve aparición, pero está doblado por otro actor que intenta imitar la voz de Pleasence, así que el efecto resulta bastante extraño.
Esta película está destinada a un espectador con un tipo muy concreto de sensibilidad. Para los que sepan apreciar los peculiares placeres de la serie B más desmelenada, solo viendo el tráiler ya sabrán si este es el tipo de veneno que les gusta.
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