Imagino dos posibles reacciones ante esta película:
1) Esta película apesta, no es posible que nadie pierda el tiempo comentándola.
2) Esta película es genial, ¿por qué no hay más comentarios sobre ella?
Teniendo en cuenta los altos criterios de calidad que mantengo en este blog, no os habrá costado mucho imaginar que yo soy de los que consideran Transylvania 6-5000 (Rudy De Luca, 1985) una comedia fantástica llena de chorradas como pianos. Admito que esta película es más tonta que un mordisco en la p***a, pero eso es lo que hace que me ría tanto.
La película cuenta la historia de dos reporteros, Jack Harrison (Jeff Goldblum) y Gil Turner (Ed Begley, Jr.), que investigan la supuesta aparición de un monstruo de Frankenstein. Al llegar a Transilvania se encontrarán un montón de personajes absurdos y situaciones ridículas, hasta que la película llega a su previsible final feliz y se acaba.
Fue escrita y dirigida por Rudy De Luca, habitual colaborador de Mel Brooks, lo cual es completamente secundario ya que lo que hace que esta película funcione, para mí, es el reparto de expertos comediantes cuyas improvisaciones crean momentos brillantes entre otros de mediocres. Goldblum y Begley trabajan muy bien como dúo cómico, y a este par se ha de añadir: Geena Davis (aquí se conocieron ella y Goldblum) como una vampiresa salida; Carol Kane y John Byner como Lupi y Radu, un disfuncional matrimonio al servicio del doctor Malavaqua (Joseph Bologna); Jeffrey Jones como el alcalde de Transilvania y Michael Richards como Fejos. Richards es de lejos lo mejor de la película y cada escena suya hace que me parta de risa. He aquí un ejemplo de los muchos que que podemos encontrar en Transylvania 6-5000:
A lo largo del film se juega con los tópicos de los monstruos clásicos de la Universal, lo que hace que muchos de sus chistes sean previsibles pero no por ello menos efectivos. Como ya he dicho, vuestra tolerancia hacia las chorradas tamaño industrial jugará un papel importante a la hora de reíros o no con esta película.
Mentiría si dijera que la mayoría de los espectadores coinciden conmigo y todos consideran este film una joya de la comedia. No es así, fue un fracaso en su momento y su reputación no es que haya mejorado excesivamente, a pesar de las dos o tres personas que pensamos que sí es divertida. Desde luego, te ríes más con esta película que con cualquier debate electoral.
Si la conocéis y habéis pensado dejar de leer este blog por recomendarla, pues que se le va a hacer, por lo menos dadle otra oportunidad. Si no la conocéis, estas fechas de saturación navideña y electoral pueden ser las ideales para dejarse llevar por la tontería cum laude que nos ofrece Transylvania 6-5000.
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