Con un humor más corrosivo que la sangre de un xenomorfo y más negro que el agujero del culo de un toro en una mina de carbón, Un mes de abstinencia (Cold Turkey, Norman Lear, 1971) es una gran comedia adelantada a su tiempo. Tan adelantada que, aunque fue rodada en 1969, no se pudo estrenar hasta 1971 debido a la aparición del presidente Richard Nixon (un doble, obviamente) en una de las escenas más divertidas de la película, sin olvidar los recortes de la censura española.
El publicista Merwin Wren (Bob Newhart) idea una gran campaña para lavar la imagen de las compañías tabacaleras: darle 25 millones de dólares a la ciudad que logre que todos sus habitantes deje de fumar. Lo hace convencido de que ninguna ciudad lo conseguirá, en todas habrá alguien que acabe encendiendo un pitillo. Sin embargo, ni Wren ni las compañías tabacaleras cuentan con lo motivadora que puede ser la pura desesperación. Y desesperación es lo que abunda en Eagle Rock, una pequeña ciudad al borde del colapso. Bajo el liderazgo del reverendo Clayton Brooks (Dick Van Dyke), Eagle Rock llegará incluso a convertirse en una pequeña dictadura con tal de lograr los 25 millones que pueden evitar que la ciudad desaparezca.
A primera vista, Cold Turkey no se aparta demasiado de las otras comedias corales disparatadas que se hicieron populares en los 60 tras el éxito de la genial El mundo está loco, loco, loco (It's a Mad, Mad, Mad, Mad World, Stanley Kramer, 1963). Pero lo que diferencia esta película de otras estrenadas en la misma época es un espíritu satírico que arrasa con todo. Una sátira que queda establecida ya en el prólogo del film, en el que se propone el plan, y queda definitivamente ilustrado en la secuencia de los títulos de crédito, en la que vemos cómo la ciudad ha caído en decadencia siguiendo a un perro que se acaba meando en el cartel de la iglesia del reverendo protagonista. Ningún estamento se salva, todo el mundo pasa por la trituradora satírica a medida que la situación se va haciendo cada vez más delirante mientras los ciudadanos son presa del síndrome de abstinencia (cold turkey en inglés) y la nación está cada vez más pendiente de si la ciudad conseguirá los 25 millones o no.
El reparto coral, integrado principalmente por estrellas de la comedia televisiva americana populares en EUA en aquella época, hace un gran trabajo en conseguir que el guion de Norman Lear y William Price Fox arranque carcajadas al espectador. Desde el fascista de pueblo que interpreta Graham Jarvis, hasta el doctor con serios problemas de abstinencia que interpreta Barnard Hughes, todos están realmente brillantes. Personalmente, me sorprendió la interpretación de Van Dyke como el abusivo, hipócrita y ambicioso reverendo Brooks, acostumbrado a verle en papeles de buena buena persona.
Esta es una comedia genial que merece ser más conocida y aplaudida. Si os va el humor negro y la sátira como a mí, os la recomiendo encarecidamente.
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