Regresamos al universo de Andy Sidaris con Picasso Trigger (1988), en la que el director nos sumerge, como es habitual, en una historia llena de agentes federales, espías, narcos y mafiosos al lado de la cual las películas de James Bond parecen crudo realismo.
Todo empieza cuando Miguel Ortiz (Rodrigo Obregón) contacta con el asesino Picasso Trigger (John Aprea) mediante una cinta de vídeo. Ortiz le informa que ha puesto una operación en marcha para vengarse de los agentes federales que pusieron a su hermano en prisión y le agradece su papel en esta misión. Pero Picasso Trigger es asesinado poco después y se inicia así toda una serie de muertes y ejecuciones en una lucha criminal por llenar el vacío de poder dejado por la muerte de este asesino. Un intento de asesinato afecta al agente Travis Abilene (Steve Bond), que inmediatamente pone en marcha a su equipo de L.E.T.H.A.L., en el cual encontramos las estupendas agentes Donna (Dona Speir) y Taryn (Hope Marie Carlton), el experto en artes marciales Jade (Harold Diamond), el técnico Profesor (Richard LePore) y las agentes Pantera (Roberta Vasquez) y Edy (Cynthia Brimhall). Para impedir la muerte de más agentes y acabar con la guerra de bandas, los agentes de L.E.T.H.A.L. deberán ejecutar una complicada operación.
Sidaris reúne al equipo protagonista de Hard Ticket to Hawaii (1987) para enfrentarlo a una nueva amenaza que es (ligeramente) menos absurda que la de su primera aventura juntos, pero no por ello menos de tebeo. Como ya comenté en su momento, este film tiene una estructura parecida a la de Seven (1979): se inicia con distintas escenas de acción, se desarrolla el argumento y se prepara la misión y se termina con un tramo final repleto de acción. Aunque sus argumentos y personajes son distintos, lo cierto es que ambas películas se parecen bastante, si bien Picasso Trigger tiene más acción y es algo más "seria". Uno de los momentos álgidos es una persecución con lanchas motoras en un río en la que, de nuevo, el agente Abilene es incapaz de acertarle a nada ("¡se ha movido!" es su excusa habitual). Por supuesto, las agentes Donna y Taryn concentran toda la atención del espectador, ya sea despachando criminales o, simplemente, apareciendo en pantalla.
Es algo más floja que Hard Ticket to Hawaii, pero proporciona suficiente absurdo y acción como para no resultar aburrida ni un momento. Os recomiendo ver el tráiler alemán quitando el volumen y escuchando el audio del tráiler americano.
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