La muerte de Roger Corman, hecha publica el fin de semana pasado, ha causado un gran impacto en el mundo de cine, especialmente en el mundo del cine de género e independiente, como no podía ser de otro modo teniendo en cuenta la marca que dejó en el séptimo arte. Para este blog, Roger Corman ha sido una inspiración, ya fuera como director o productor, estando detrás de un buen número de las películas aquí celebradas. Corman no era un santo, tenía también su lado oscuro y sus manías, que en ocasiones perjudicaron las películas que producía como su obsesión en que durasen menos de 90 minutos para que ocupasen menos latas o no mezclar comedia y terror. Pero eso no le quita valor a su legado. El ciclo Poe solo ya le garantiza un sitio entre los grandes del terror, con títulos como la genial La máscara de la muerte roja (The Masque of the Red Death, Roger Corman, 1964), incluso dirigiendo una de las primeras y mejores adaptaciones de una novela de H. P. Lovecraft como fue El palacio de los espíritus (The Haunted Palace, Roger Corman, 1963) y clásicos como El hombre con rayos X en los ojos ("X" The Man with X-Ray Eyes, Roger Corman, 1963).
Mucho se ha hablado de que Corman fue el primero en dar trabajo a directores y actores convertidos luego en grandes como Martin Scorsese y Jack Nicholson. Pero lo que se tendría también que destacar es que trabajaba contra grandes estudios, y que muchas veces les pasaba la mano por la cara, sin tener los medios ni los presupuestos que manejaban estos estudios. A lo largo de su carrera trabajó en multitud de géneros y experimentó toda la evolución de la serie B y la exploitation: empezando por ofrecer lo que los estudios no se atrevían a ofrecer, pasando luego a explotar las modas iniciadas por Hollywood para pasar a la etapa actual que mezcla las dos anteriores.
Roger Corman fue un grande, un nombre imprescindible dentro del género, que para este blog y los amantes de la serie B será siempre un referente.
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