Los nudie cuties, o solo nudie, fue un género de corta vida. Producidas en los primeros años sesenta, se trataba de películas ambientadas en campos nudistas que, poniendo como excusa ser películas educacionales o documentales, se dedicaban a mostrar hombres y mujeres desnudos corriendo por el campo, nadando o jugando a tenis. Se caracterizaban por su extrema ingenuidad, la total ausencia de cualquier componente erótico y las inventivas maneras en que se dedicaban a tapar los genitales de los nudistas.
De entre los directores que se dedicaron a este género destaca el nombre de Doris Wishman. Primero, por tratarse de una mujer en un campo dominado por los hombres; segundo, porque sus películas empezaron a incorporar tramas que giraban en torno a la pérdida del amor, anhelos frustrados o el encuentro del amor. Wishman empezó a hacer películas tras la muerte de su marido. Quedó tan devastada que se puso a hacer lo primero que pudo. Productora, directora y guionista, usó la preocupación en hacer las películas como manera de no pensar en la muerte de su marido y tal vez ahí radica la melancolía en sus películas.
Nude on the Moon fue su segunda película, estrenada en 1961. El argumento narra como el doctor Jeff Huntley (Lester Brown) y el profesor (no tiene nombre, le llaman simplemente profesor) (William Mayer) están enfrascados en un proyecto para construir un cohete que les lleve a la luna. Tan enfrascado está el doctor Huntley en su trabajo que no se da cuenta de que su secretaria Cathy (Marietta) está enamorada de él. Cuando finalmente el cohete es construido, el doctor Huntley y el profesor se embarcan hacia la luna. Cuando lleguen allí descubrirán algo que se les había pasado por alto a los científicos que estudiaban la luna: una colonia nudista. Bueno, no exactamente nudista, los hombres, las mujeres y los niños van todos vestidos igual: una especie de shorts de colores brillantes y unas antenas en la cabeza. Con sus no menos ridículos trajes espaciales, Jeff y el profesor empezarán a estudiar esta maravilla recién descubierta. Jeff se enamorará, comprensiblemente, de la Reina Lunar (Marietta).
Los actores son bastante malos. Los que tienen que actuar, claro, el resto se dedica a pasearse desnudo. También está llena de fallos evidentes, producto de alguien que no tenía ni idea de como funcionaría un viaje espacial. Pero Wishman, que hace un guiño a su primera película Hideout in the Sun, sabe que la gente que va a ver esta película no lo hace para ver una precisa recreación de como sería un viaje a la luna, lo hace para ver bellezas en top-less, cosa que Wishman cumple de sobras. Sin embargo, la historia de amor, el triángulo entre Cathy, Jeff y la Reina Lunar, si que se nota que a Wishman le interesa, ya que es como un haiku amoroso entre todos los elementos ridículos que adornan la película.
Divertida, ingenua y tierna, les interesará a aficionados a la exploitation, la psicotronía y el cine serie Z. El resto se echará unas risas, pero poco más.
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