-¿Por qué escribes siempre sobre asuntos localistas? A la gente de Nueva York no le interesa lo que pasa en Coventry o en Kinsman... ¡Tienes que escribir sobre cosas de importancia nacional o internacional!
-No sé... Puedes escribir sobre cosas locales y tener un atractivo universal. (...)
De la historia Freddy nos visita el fin de semana.
-No sé... Puedes escribir sobre cosas locales y tener un atractivo universal. (...)
De la historia Freddy nos visita el fin de semana.
Ediciones La Cúpula acaba de editar el primer volumen recopilatorio de American Splendor, la gran obra de Harvey Pekar. Ilustrado por un variado número de dibujantes, los diferentes estilos de dibujo quedan unificados por el consistente estilo de la escritura de Pekar. Aunque algunas historias ya aparecieron publicadas por La Cúpula (en el número 12 de las obras completas de Robert Crumb), este es un volumen imprescindible para sumergirse en una de las obras más significativas del cómic independiente, poseedora de una calidad de altura literaria.
Personalmente nunca me han interesado las obras autobiográficas, en ningún medio, salvo excepciones (como Chester Brown y su Nunca me has gustado [editado por Astiberri]) y la obra de Pekar. La razón por la que el trabajo de Pekar, fallecido el año pasado, me atrae es porque tiene realmente un atractivo universal. Es decir, a través de sus experiencias y reflexiones uno puede ver reflejadas sus propias experiencias y sentirse identificado con lo que sucede en la página. También resulta tremendamente divertido, especialmente en historias como la que abre el volumen: Cómo pasé mis vacaciones de verano de 1972, y mezcla la autobiografía con la ficción, de manera que resulta refrescante; más que muchos otros autores que se dedican a relatar su día a día de manera monótona esperando alcanzar alguna gloria artística.
Pekar era un escritor de talento. Mezclaba la autocrítica y el humor sobre si mismo con la crítica hacia los poderes fácticos, la pedantería intelectual y el esnobismo. Él comenta en una de la historias cómo mantener su trabajo y no haberse mudado a alguna de las ciudades artísticas de Estados Unidos le mantiene auténtico y real. Cosa que se revela cierta cuando se dedica a analizar el día a día y las experiencias comunes de gente corriente, ya que se nota que no habla desde fuera en un intento de parecer llano pero sin poder evitar que se note cierta visión burguesa (¿me oyes Fernando León de Aranoa?) sino que habla desde el mismo nivel que los demás personajes. Esta simpatía y comprensión por la gente corriente y trabajadora, por los artistas de talento sin ínfulas y por aquellos "outsiders" de la sociedad contrasta con las críticas feroces antes mencionadas.
El aspecto crítico y el aspecto de simpatía quedan perfectamente reflejados en la historia Boston, noviembre de 1980. En esta historia Pekar habla de su encuentro con un amigo con el que se cartea y un amigo de éste (ambos activistas anarquistas), y los tres se dedican a hablar sobre anarquismo, cómics y la vida: Lo que me gustaba de Marty y Sal es que eran realmente cordiales, que sentían empatía por la gente. He conocido a un montón de radicales y estoy de acuerdo con ellos en muchas cosas, pero no todos me parecen buena gente. Algunos son arrogantes, hambrientos de poder, incluso deshonestos. No les importa la pobre gente a la que dicen ayudar, excepto de una forma abstracta.
A nivel personal, la lectura de American Splendor me ha resultado estimulante y gratificante ya que me he sentido identificado con sus historias, especialmente en las que reflexiona sobre la amistad y las relaciones con las mujeres. Siempre he creído que la gente corriente somos iguales en todas partes, cosa que esta obra parece demostrar.
Su lectura también me ha hecho apreciar mejor la película American Splendor (2003) de Shari Springer Berman y Robert Pulcini. La película capta la esencia de American Splendor, mezclando película y documental igual que hacía Pekar en sus historias para llegar a la verdad de las cosas. Es una de las mejores adaptaciones de un cómic que he visto, aunque no es el tipo de película en la que uno piensa cuando se habla de adaptar cómics a la pantalla. Amigos, el cómic es algo más que superhéroes, algo que no sabe la gente que no lee cómics y que sólo conoce lo que llega las pantallas de forma bombástica. Y tampoco lo entendáis como una crítica a los superhéroes tampoco, ¿eh? A mi me gusta todo y hay sitio para todos.
En pocas palabras, una excelente lectura muy recomendable.
9 comentarios:
Que bueno que hayas hablado de esta peli,yo la vi por culpa de Paul Giamatti (que me encanta)
y el no defrauda en absoluto.las reflexiones de las mujeres son muy ....,jajaja,reales.Y en definitiva las de la vida.
Pues lee el cómic, Atticus, que tendrás la película multiplicada por 1000!
Peliculón de Giamatti. La relación con su mujer es muy especial, y con sus cómics, que son su propia vida y la de la gente corriente que forma parte de su mundo, descrito con espíritu rebelde y bastante sentido del humor. Me gustó mucho también el lenguaje cinematográfico que usa el director para contar la historia, para mí la manera más adecuada. Para mí Pekar era un outsider y formaba parte de la cultura underground. Muy buena entrada, Raül. Hasta otra.
Bueno, yo quería llamar la atención sobre la publicación del cómic, pero veo que os habéis centrado en la película. Leer el cómic si os gustó la peli.
Mira, sería un cómic para empezar a meterse en ese tipo de lecturas...
Es raro que se reedite el comic años después del estreno de la película ¿no? normalmente se intenta aprovechar el tirón comercial.
Me apunto el cómic que, aún conociendo su existencia, nunca me había dado por informarme sobre él. Tengo debilidad por los comics que no tratan temas fantásticos.
No he leído el cómic, pero la peli me aburrió, a pesar de Paul Giamatti. Hace unos meses publiqué una columna en mi blog en la que hablaba de la peli. Cuestión de gustos o de momentos, supongo. Le daré otra oportunidad.
Un saludo, Raúl!!
Dr. Gonzo, se trata de una serie, una colección. Problemas de distribución y demás ha hecho que el cómic permaneciera inédito durante mucho tiempo, sólo cuando empezó a ser publicado por Vertigo (el sello de la DC para cómic para adultos y no relacionado con superhéroes) se publicó en España.
J. feat. J., si en un inicio no te gustó la peli no sé que te parecerá el cómic, pero siempre es mejor salir de dudas que no leer (o ver) algo. Un saludo.
No lo conocía y tampoco la película. La verdad es que tengo muchas cosas pendientes así que pasa a engrosar la lista.
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