Pesadilla mortal (Nightmare, Romano Scavolini, 1981) tiene un argumento que es poco más que otra copia de La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978), algo bastante habitual por entonces, pero ha adquirido cierto valor de culto por sus sangrientos asesinatos con escenas bastante gore para la época creadas por Tom Savini.
La historia arranca con George Tatum (Baird Stafford), un perturbado que experimenta vívidas pesadillas, sujeto a una técnica experimental con drogas para tratar enfermedades mentales. Aunque parece bastante obvio que sigue igual de enfermo, deciden soltarlo convencidos del éxito de la terapia. George empieza a matar al poco de salir de la clínica y empieza a acosar a una familia de Florida.
El director y guionista Romano Scavolini introduce suficientes variaciones como para ahorrarse una denuncia por plagio, pero, como decía al principio, es obvio de donde surgió el esqueleto de la historia. Las variaciones son tan significativas como, por ejemplo, que si en el film de John Carpenter el doctor Loomis insiste en que Michael Myers está enfermo y que no lo suelten y que sabe que es el asesino, en el film de Scavolini el doctor que trata a George insiste en que está curado y que lo suelten y que no es el asesino. ¡Totalmente distinto! En todo caso, si el film es recordado hoy día es por el gore que le da salsa a los asesinatos y un aspecto visual cargado de sordidez, muy sucio a pesar de que los personajes femeninos se pasan la película entrando o saliendo de la ducha. Otro elemento memorable del film es C.J. Temper, interpretado por C.J. Cooke. Este personaje es el hijo de Susan Temper, la mujer vigilada por George, y es, básicamente, una especie de Daniel, el travieso pero en cabrón.
A pesar de los toques gore, ejecutados muy efectivamente por Tom Savini, el film se hace bastante lento, no solo por la lentitud de su desarrollo, también por la propia torpeza del director (me hace gracia que inicia la película con un cartel que dice "La primera noche" que luego es seguido de "El segundo día"). Claro que también es posible que la película se haga lenta porque el espectador sabe exactamente qué es lo que va a pasar. En todo caso, es una curiosidad para aquellos interesados en el terror ochentero, aunque no la recomendaría como una película particularmente interesante. Si decidís verla, aseguraos de hacerlo en la versión sin censura o será una mayor pérdida de tiempo.
0 comentarios:
Publicar un comentario