Frank Henenlotter es un genio. Un genio y un auténtico autor criminalmente infravalorado y a menudo malinterpretado. No sólo por aquellas personas que prejuzgan las películas y desprecían cualquier cosa que no entre dentro de lo que ellos/as creen es cine "de verdad" -no hay peor ciego que el que no quiere ver-; también por muchas personas a quienes sí les gusta lo que han visto, pero se toma por una simple comedieta con sangre que no merece mucha más consideración. Parece un cliché pero es cierto, la gente tiene tendencia a infravalorar y no apreciar artísticamente una película que les hace reír, como si fuera algo fácil. ¿Por qué la gente se toma más en serio una película dramática que una cómica? ¿Es que sólo dentro del drama se puede hacer arte serio? No lo creo. Para mí, una comedia como El Apartamento (The Apartment, Billy Wilder, 1960) es arte serio, aunque me haga reír bastante.
Las películas de Henenlotter son tan rabiosamente originales, únicas, personales, inteligentes, grotescas y divertidas que se merece un lugar en lo más del panteón del cine fantástico. El caso de Henenlotter me recuerda a Guido Crepax, el creador y autor del cómic Valentina, que temía que si su obra era calificada de erótica la gente no tendría en consideración lo onírica, poética y, a riesgo de sonar pretencioso, intelectual que es con todas sus referencias literarias y cinematográficas. En otras palabras, no lo tomarían por un autor serio (podéis leer el comentario de la adaptación cinematográfica de las aventuras de Valentina aquí). Por suerte, a Henenlotter no le preocupa mucho ser considerado un autor serio o no, simplemente hacer películas tal y como él las concibe, sin suavizarlas ni "normalizarlas" (esta integridad provocó que pasaran 16 años hasta que Henenlotter se puso de nuevo a dirigir tras rodar su última película en 1992. Si no podía hacer las películas que él quería hacer sin comprometerse, prefería no hacer películas).
La filmografía de este gran director está comentada en este blog, (aquí, aquí y aquí), y para completarla sólo faltaba Frankenhooker (1990) y aquí la tenéis (en el próximo futuro espero poder comentar el documental que acaba de hacer sobre Herschell Gordon Lewis).
Frankenhooker nace de forma más o menos improvisada en una reunión entre Henenlotter y el productor Edgar Ievins. Éste había rechazado financiar una idea de Henenlotter y le preguntó si tenía algo más. Henenlotter, no queriendo perder la oportunidad que le financiaran una película, empezó a inventar el argumento del film, añadiendo detalles mientras hacía reír a Ievins. Para asegurar el tiro, el director le propuso también hacer una secuela de Basket Case. Ievins decidió financiar el film que acabaría siendo Frankenhooker y la secuela de Basket Case, rodadas ambas seguidas (de ahí que ambas películas tengan parte del mismo equipo de rodaje).
Ésta película puede que sea muy, muy divertida de ver, pero no fue tan divertida de rodar. El rodaje tuvo lugar en una atmósfera tensa y cargada debido a la guerra política entre Henenlotter y el director de fotografía Robert M. Baldwin. Todo empezó cuando el primer director de fotografía contratado para la película, Peter Clark, tuvo que dejar el rodaje ya que tenía otro trabajo y entraba en conflicto con su horario. Durante un tiempo, Henenlotter se encargó de la fotografía hasta que el productor James Glickenhaus le insistió en que contratara a un director de fotografía. Baldwin llegó al set y casi de forma inmediata entró en conflicto con Henenlotter, ya que Baldwin tenía sus propias ideas de cómo se habían de rodar las tomas. Este continuo tira y afloja entre el director y el cinematógrafo hizo que no fuera un rodaje para ser recordado. Además, se ha de añadir que Henenlotter se sintió bastante incomprendido por parte del equipo en cuanto al tipo de película y el tipo de humor que quería hacer.
A pesar de todo, Frankenhooker se completó. Por supuesto, tras completar la película llegó el momento de pasarla por el comité calificador, la MPAA. Este también fue un conflicto sonado. El primer calificativo que recibió fue, literalmente, M de Mierda. Esto, obviamente, hizo que el productor se cabreara bastante e hizo público en la prensa el abuso. Hacer público el abuso no ayudó a que la película fuera calificada de forma justa. A pesar de que no había sangre y el número de desnudos no era mayor que el que se podía encontrar en un centenar de comedias picantes calificadas R (mayores de 17 años acompañados), la película fue calificada X. Lo cual, si habéis visto Frankenhooker, es completamente absurdo. Más aún si la comparáis con otras películas de aquel mismo año que sí fueron calificadas R, como Desafío Total (Total Recall, Paul Verhoeven), estupenda película que tiene el triple de sangre y violencia, lo que hace evidente el doble rasero que aplica (todavía) la MPAA en Estados Unidos según la película sea una gran producción o un film independiente. Decidieron entonces estrenar Frankenhooker sin calificar. Para la edición en vídeo sí que se hizo una versión censurada, que por desgracia era la que apareció también en DVD.
El film cuenta la historia de Jeffrey Franken (James Lorinz), el cual es horrorizado testigo de cómo su novia, Elizabeth Shelley (Patty Mullen), muere en un trágico accidente con una cortadora de césped. Desesperado, Jeffrey idea la manera de resucitar a su novia, usando los miembros obtenidos de prostitutas a las que mata usando un supercrack que literalmente hace que exploten. Por supuesto, el resultado final, la Frankenhooker (Mullen), no es cómo Jeffrey esperaba que fuera.
Frankenhooker es tremendamente divertida y delirante de principio a fin. De hecho, casi me había olvidado de lo carcajeante que es. Ya desde el plano inicial, con Jeffrey experimentando con una cosa que es básicamente un cerebro con un ojo gigante flotando en un líquido púrpura en lo que creemos es un laboratorio pero resulta ser la cocina de una casa. Otra escena memorable es la de las prostitutas que explotan, que Henenlotter especificó que fuera sin sangre para que fuera semejante al estilo de los dibujos animados. Y todas las escenas con Frankenhooker son descacharrantes.
A la efectividad de la película contribuyen las interpretaciones de la pareja protagonista. James Lorinz maneja muy bien la progresiva demencia del personaje y consigue que resulte simpático al espectador. Pero particularmente destaca Patty Mullen, que hace un trabajo muy bueno como Frankenhooker. Tan bueno que me sorprendió que sólo hubiera hecho otra película más y un par de teleseries. Luego descubrí que había sido modelo de la revista Penthouse, lo cual tuviese algo que ver, ya que en Hollywood tienen bastantes prejuicios contra posar desnuda (a no ser que sea en Playboy) o hacer porno. Mullen nunca hizo porno, pero una de las actrices que aparece en Frankenhooker sí, y es casi imposible para un actor o una actiz que ha hecho porno que le dejen participar en películas "normales".
Tras años y años esperando para que apareciera una edición buena de Frankenhooker en DVD, con la película sin censurar y con unos buenos extras, aparecen nada menos que dos ediciones distintas en Blu-ray. Una americana y otra inglesa (yo me he decidido por la edición inglesa, creo que tiene mejores extras). Una gran oportunidad para conocer una estupenda película de un gran autor. Para mí, Frank Henenlotter es como David Cronenberg en clave comedia surrealista.
10 comentarios:
No la he visto pero justo ayer estuve mirando la review de Bluray.com de la edición de Arrow y destacan los extras aparte de la calidad de imagen. Creo que voy a tirarme también también a por la inglesa.
Siempre me ha divertido este tipo de filmes,pero desconozco esta.
Es facil bajarsela?
Einer, después de años viéndola en una copia chunga de video, la imagen del Blu es orgásmica. La inglesa además tiene extras exclusivos, y el comentario es más interesante, pq ya hay dos reportajes en los que se habla de los efectos especiales, así que el comentario con Bartalos creo que sería redundante.
Atticus, no tengo ni idea, yo las pillo originales.
El argumento es cuanto menos extravagante jaja no conocía nada más de este director salvo la saga Basket Case y Bad biology.
Por lo que leí en no sé dónde, el hombre está un poco ido de la olla.
Me encanta esta peli y ese ambiente de los barrios bajos ochenteros neoyorkinos
Si he de hablar de cine infravalorado, he aquí un título claro. Excelente film, de aura diferenciadora.
PD: Hey man podrías añadir mi blog en tu blogroll, yo agregaré al tuyo, porfavor es nuevo. Gracias y larga vida a tu gran blog.
Bueno, supongo que la gente se tomará más en serio un drama que una comedia porque el drama de por sí es más serio, aunque no necesariamente. También es cierto que hay comedias con trasfondo muy serio y muy bien hechas y a eso también se le podría poner la etiqueta de serio en cuanto a formalidad, importancia y buen hacer.
Lo de las calificaciones en el cine sí es una coña. No sé con qué vara de medir hacen tales valoraciones. Eso es una doble moral en la mayoría de los casos, me da a mí.
La idea es muy como La residencia, de Ibáñez Serrador. No sé cuál fue antes.
Si es tan desternillante y tal habrá que intentar conseguirla. Eso sí, suena de lo más surrealista, como apuntas al final, algo que seguro que no le va mal, ahora… ya te diré si también me parece seria o no, Raül :-P
Un saludo
Dr. Gonzo, este es uno de mis directores favoritos, un pozo sin fondo de sabiduría en cuanto a cine raro y exploitation se refiere (trabaja con los de Something Weird Video). A juzgar por los audiocomentarios, entrevistas y documentales que he visto/oído sobre y de él, es tan divertido como inteligente.
Moniruki, Henenlotter conocía a la perfección esa zona de Nueva York ya que rodó sus películas en ella, retratando Times Square y la calle 42 antes de que cambiase para siempre (en unos casos para mejor, en otros para peor). La autenticidad de las imágenes se debe a que filmaron sin permisos, se metían en una furgoneta y rodaban a escondidas.
Críticas de cine, sí, como digo, criminalmente infravalorado. Como verás, ya te he puesto en el blogroll (no sabía que se llamaba así).
Javi, creo que una película sea seria en sus intenciones no tiene nada que ver con que su tono sea serio. Es decir, un drama tiene un tono dramático serio, pero eso no quiere decir que la película sea más seria artísticamente o mejor que una comedia. No sé si lo he dejado más claro o lo he confundido más. En otras palabras, una cosa es el tono del contenido y otra su calidad. Y sí, en las clasificaciones hay una doble moral. Ya comenté aquí un documental al respecto llamado Los censores de Hollywood y seguramente el miércoles volverá a salir el tema en mi blog. Saludos.
Ah, ya, así sí. Te refieres entonces a seriedad en cuanto a buen hacer.
Muchas gracias señor Raúl, seré un constante seguidor de su blog, sigue así. Saludos. (felicitaciones por este pedazo de reseña)
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