Este fin de semana pasado Javi de Cinódromo me invitó a jugar a MEME! Escenas para recordar. El juego aparentemente consiste en escoger la que es para uno la mejor escena en una serie de categorías fijas para todos los participantes.
La iniciativa me hizo gracia y, como ya tenía organizados los posts para la semana que entraba, me puse a darle vueltas y ver que salía. La cosa parecía bastante fácil. Total, se trataba de escoger mis escenas favoritas de cada categoría.
Empecé por las mejores escenas de baile, ya que se diferenciaba escenas coreografiadas de números musicales. Mi primer impulso fue hacer algo un poco subversivo y divertido, e inmediatamente me vino a la cabeza el torpemente sexy baile de Tandra Quinn en Mesa of Lost Women. Luego pensé que sería más interesante para los jugadores y lectores algo un poco más serio en lugar de desperdiciar el tiempo en cosas que sólo me harían gracia a mí. Así que me puse a pensar. Entonces me vino a la cabeza la delirante escena de baile y pelea de 1941 de Steven Spielberg. El baile y pelea me llevó entonces a la pelea de Mary Elizabeth Winstead y Kristina Pesic en Scott Pilgrim contra el mundo. Pero eso no era exactamente un baile. Un baile era Fred Astaire dando vueltas por las paredes y el techo en Bodas reales. Pero la película no me gustaba mucho, lo que me llevó a la escena de John Travolta y Uma Thurman en Pulp Fiction, lo que me llevó a la película que inspiró esa escena: Banda aparte de Jean-Luc Godard. Y, bueno, estuve así muuucho tiempo.
Aún fue peor con la mejor escena de suspense. Empecé con la sombra del conde Orlok acechando a Ellen Hutter en Nosferatu pasando por el test de la sangre en La Cosa y Julie Harris y Claire Bloom abrazadas la una a la otra en La casa encantada, aterrorizadas por una cara en la pared ¿o son simplemente sombras? Y la puerta empieza a doblarse...
El caso es que parecía incapaz de quedarme en una sola escena. Una película me llevaba a otra y ésta a otra. De la seducción/tortura de Britt Ekland en The Wicker Man a Donald O'Connor en Cantando bajo la lluvia, de ahí a Robert Torti como el hilarante Jesucristo de Reefer Madness The Movie Musical y de ahí a John Travolta y Olivia Newton-John en Grease. ¿Y cómo no mencionar Rock 'n' Roll High School?
¿Veis el problema? Mi mente iba saltando de película en película. Lo que me llevó a pensar ¿por qué tendría que quedarme con una escena de una película?
De la misma manera que no creo que exista la mejor ni la peor película de la historia, ya que de momento la historia del cine sigue evolucionando y avanzando, he llegado a la conclusión que eso se aplica también a las escenas y momentos.
Por supuesto, hay obras maestras y películas seminales que han influido en películas posteriores como Ciudadano Kane o la grandiosa Metrópolis de Fritz Lang. Y también momentos que nos marcaron emocionalmente. Pero para mí el cine no sólo está vivo: todas sus partes están conectadas formando un enorme y vasto tapiz. Infinito como el universo. Y en continua expansión.
Por ello, prefiero ir ampliando mi visión del tapiz, en lugar de reducirlo a porciones. Lo intenté, pero tengo tantas y tantas películas dentro que simplemente me veo incapaz de escoger un único momento de cada categoría. Además, cada película te lleva a otra y ésta a otra ¿para que cortar el camino? Recuerdo cuando vi Reservoir Dogs y leí en los títulos de crédito las referencias a Monte Hellman y Jack Hill. Lo que me llevó a la obra maestra Two-Lane Blacktop y a Coffy, respectivamente. Y de ahí a todo el cine de los setenta. Y de ahí, ¿quién sabe? Todavía sigo explorando y buscando.
11 comentarios:
Impresionante Raúl, muy buen repaso, me encanta como funciona tu cabeza ;)
Un abrazo
Gracias. Y eso que mi madre decía que tantas películas me iban a pudrir el cerebro!
Esto me recuerda a cuando me preguntan cúal es mi película favorita, cuestión a la que soy incapaz de responder.
Hombre, es que es como cuando de pequeño te preguntaban si querías más a tu padre o a tu madre.
Hola, genial post, e interesante reflexión sobre la amplitud del cine, y como todas las escenas y momentos se interrelacionan en la memoria. Eso demuestra que tu cerebro funciona con amplitud de miras, no como el mío, que es muy rígido y en seguida lo clasifico todo :(
Jo, la mayoría de las películas que nombras, ni las he visto, ni siquiera las conozco de nada. Todavía me queda mucho por aprender de cine, pero bueno, no tengo prisa, seguiré viendo las pelis que vayan surgiendo.
A mí me ocurre como a Ariadna, muchas de las que pones en la lista no las he visto; del resto, buenas elecciones, sobre todo la de Cantando bajo la lluvia. Y es que esa canción es chulísima, y cómo te ponía los pelos como escarpias cuando la cantaba Malcolm McDowell en La naranja mecánica!Buenas elecciones, Raül. Un salutti.
Ariadna, el viaje de cada uno es individual. Estoy seguro que tu trayectoria vital te habrá traído películas que yo no he visto ni conozco. Todo es cuestión de abrirse y explorar.
Javi, me alegro que te haya interesado. No sabía si al no haber hecho lo que se esperaba te gustaría o no.
El cine es como casi todo. A veces sorprende otras cansa y muchas veces abure. Generos, casi todos tienen sus iconos, mundo amplio este.
Tiempo..el necesario para conocerlo, sin prisas y limando gustos...
Escenas de baile, me vienen a la cabeza una delirante en la mascara. Otra plena de tegnica en noches de sol y como no... cualquiera de Sombrero de copa
Yo lo veo bien, has puesto un montón de pelis y muchas que no conozco, que al final es la gracia del juego. De todas formas, tampoco hacía falta poner la escena más graciosa o la más triste, simplemente una que te llamara la atención o te gustará especialmente por algo. Al menos así lo he hecho yo.
Y la reflexión me ha gustado. Es muy acertada.
Gracias por comentar. Pero veo que nadie dice nada del clásico tema de los Kinks que cierra el post.
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