28 mar 2011

Cuanto más cambian las cosas, más siguen igual



Entre 1950 y 1954, la editorial EC de William Gaines publicó Two-Fisted Tales y Frontline Combat. Aparentemente eran dos series de aventuras bélicas más, pero cuando Harvey Kurtzman se puso a trabajar en ellas, primero en Two-Fisted Tales y luego en Frontline Combat desde el número uno, se transformaron en algo muy diferente de lo que eran el resto de series parecidas que se publicaban entonces.

Lo que las hacía diferentes es que eran historias anti-bélicas. Historias que narraban de forma fiel el horror de la guerra. Historias que en ocasiones se narraban desde el punto de vista de los "enemigos". Aquí no había lugar para la exaltación heroica.

Y hacer eso en los 50, era realmente valiente, ya que nadie más lo hacía. Los movimientos pacifistas eran inexistentes, más allá de algunos intelectuales y la generación beat que no salían del underground. La EC, como ya he comentado en otros posts, cayó víctima de la censura y la avaricia. Sin embargo, el "daño" estaba hecho.

En 1965, la editorial Warren llevó a cabo una acción tan valiente como la de Gaines 10 años antes. James Warren encargó a Archie Goodwin una serie bélica: Blazing Combat. Goodwin recogería el testigo del trabajo de Kurtzman, que había leído en el momento de su publicación, y realizó una genial serie de historias anti-bélicas. Fueron los primeros en hablar de forma negativa de la guerra de Vietnam, la cual hacía relativamente poco que se había iniciado, antes de que se generara toda una serie de protestas y clamor social a lo largo y ancho de Estados Unidos.

Y pagaron el precio por ello.

El primer número pasó desapercibido, se vendió bien, ya que las autoridades no sabían bien de que se trataba. Sin embargo, la cosa se torció a partir del número 2. Éste número incluía la historia ¡Paisaje! Escrita por Archie Goodwin, que de hecho escribió todas las historias que pudieron publicar menos una escrita y dibujada por Wally Wood y un par en las que compartió crédito con los dibujantes respectivos, y dibujada por Joe Orlando. Esta historia está protagonizada por un campesino vietnamita que lo va perdiendo todo a medida que es "liberado" alternativamente por las tropas americanas y la guerrilla vietnamita.

Hablar de forma negativa de cualquier guerra en la que participara Estados Unidos era considerado  en aquel momento anti-americano y una traición, ya que los que dominaban el stablishment era la generación de veteranos de la IIª Guerra Mundial. El primero en actuar fue el Ejército, que prohibió la venta de Blazing Combat en sus bases. Luego vino la Legión Estadounidense que se alió con los mayoristas, que en ese momento llevaban la distribución de todo lo que se publicaba en Estados Unidos, y decidieron por iniciativa propia boicotear esa "basura anti-americana". Lo que hicieron los mayoristas fue no distribuir Blazing Combat y dejarla empacada, para luego devolverla alegando que no se había vendido.

La táctica funcionó y, tras sólo cuatro números, Warren se vio obligado a dejar de publicar Blazing Combat. La compañía de Warren era una pequeña editorial independiente y no se podía permitir el elevado coste económico del boicot de los mayoristas y el Ejército.

Aunque no se dieron por vencidos. James Warren empezó a incluir en la contraportada del resto de sus publicaciones (como Creepy, Eerie o Famous Monsters of Filmland) anuncios en contra de la guerra de Vietnam.

Ahora, que se viven momentos igualmente tensos, Norma Editorial publica en un tomo los cuatro números originales de Blazing Combat, acompañados de unos artículos que explican esta desgraciada historia de manera más completa y sucinta, con entrevistas a James Warren y Archie Goodwin. Los artistas que ilustran las historias de Goodwin son algunos de los mejores de la historia del cómic: Frank Frazzeta (las portadas), Russ Heath, Gene Colan, John Severin, Alex Toth, Reed Crandall... Todos ellos ilustran de manera soberbia las historias de Goodwin, que resaltan el horror de la guerra y el sufrimiento de los civiles en los conflictos, situaciones que luego reflejarían y ampliarían los movimientos de cambio social que surgirían un par de años más tarde y que entonces empezaban a articularse.

Two-Fisted Tales y Frontline Combat fueron publicadas también, en el 2004, por Planeta DeAgostini como Clásicos Bélicos, cuando Planeta empezó a publicar el material de la EC.

Creo que teniendo en cuenta la situación actual, no sólo por los numerosos conflictos que se están desatando, también por el ambiente de censura y prohibición en el cual nos hemos encontrado últimamente, la historia tras Blazing Combat y las historias dentro de Blazing Combat resultan tan relevantes ahora como lo fueron en 1965.

4 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

No conocia la existencia de este cómic, pero parece muy interesante y, por lo que cuentas, tremendamente adelantado para su época.
Me intentaré hacer con el.

Raúl Calvo dijo...

Acaba de salir a la venta, así que no te será difícil encontrarlo.

Einer dijo...

Yo tampoco lo conocía. Me lo apunto. El Mitos era de EC también, ¿no? ¿Sabéis si se puede conseguir fácil?
Has cambiado la letra, ¿verdad? Ahora tiene estilo un poco de cómic.

Raúl Calvo dijo...

El material de EC (bélicos, terror, suspense y ciencia ficción) puede que sea más complicado de conseguir actualmente, aunque no imposible. En Barcelona sé que hay varias librerías especializadas en cómics que tienen todavía varios ejemplares, especialmente en la zona Arc de Triomf y lugares del estilo. Si no estás por Barcelona, prueba ir a la página web de Planeta DeAgostini, en su zona de cómics, ya que venden por Internet.

Sí, cambié el estilo de letra de los posts con un aire más retro y algo de cómic también.