30 jul 2010

Bug



Dirigida por William Friedkin en 2006, Bug es un absorbente drama psicológico que acaba adquiriendo tintes terroríficos. Digamos que es una película de terror que transcurre en ese castillo encantado que es nuestro cerebro. La película adapta una obra de teatro de Tracy Letts que él mismo se encarga de convertir en guión cinematográfico.

El título, Bug, tiene diferentes connotaciones en inglés. La traducción más común es "bicho". Pero también se denominan así los micrófonos en miniatura usado en escuchas secretas y como forma verbal ("to bug") significa molestar o irritar a alguien. Todos estos aspectos se ven reflejados de una u otra manera en la película.

La historia gira en torno a Agnes White (Ashley Judd) que vive en un motel venido a menos en Oklahoma. Agnes intenta recuperarse de la depresión que le provocó la desaparición de su hijo con la ayuda de su amiga R.C. (Lynn Collins). Sin embargo, la ocasional presencia de Jerry Goss (Harry Connick Jr.) su exmarido maltratador le dificulta el camino a la felicidad. Las cosas parecen enderezarse cuando Agnes conoce a Peter Evans (Michael Shannon), un veterano de guerra. Cuando descubran una infección de insectos en el motel, Agnes y Peter se adentrarán en un universo de paranoia y locura.

De todo el reparto me sorprendió agradablemente Ashley Judd. Acostumbrado a verla protagonizar thrillers de poca monta como El coleccionista de amantes (Kiss the Girls, Gary Fleder, 1997), me tomó desprevenido la gran actuación que hace dando vida a la solitaria y triste Agnes. El resto del reparto también está en estado de gracia, especialmente Shannon como Peter Evans y Connick Jr. como el despreciable Jerry Goss.

Friedkin ya había tratado anteriormente la locura y la obsesión en películas como A la caza (Cruising,1980) y Desbocado (Rampage, 1987) pero siempre dentro de una trama criminal o policíaca. Aquí sin embargo entra en territorios que antes había explorado Roman Polanski en Repulsión (Repulsion, 1965). Friedkin nos convierte en testimonios privilegiados de como Agnes y Peter construyen una obsesiva y disfuncional relación que a cierto nivel les hace felices ya que se sirven de apoyo el uno en el otro en la creación de su universo demente.

Ésta obra cumbre de la paranoia en pareja fue vista en el Festival de Sitges pero que yo sepa no ha sido todavía editada en DVD, sin embargo la podéis encontrar fácilmente en el resto de Europa y en Estados Unidos; cosa que os recomiendo que hagáis. Pero ya. Venga, con ritmo.

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