24 mar 2020

Run and Kill (Wu syu)

 
Cuando, a mediados de los 90 del siglo XX, el cine asiático empezó a ponerse de moda, por lo menos en Cataluña, gracias al anime y a las películas de John Woo, dos palabras mágicas empezaron a popularizarse entre los aficionados de la época: Categoría III. Así se designaban las películas consideradas solo para adultos en Hong Kong por su excesiva violencia y escenas eróticas. Y, habiendo visto obras maestras como Hard Boiled: Hervidero (Lat sau san taam, John Woo, 1992), la imaginación volaba pensando qué podían considerar los hongkoneses excesiva violencia. La respuesta era maravillas como Historia de Ricky (Lik wong aka Riki-Oh, Ngai Choi Lam, 1991) y la película que tratamos hoy Run and Kill (Wu syu, Hin Sing "Billy" Tang, 1993).

Como otras muchos títulos que podéis encontrar por el blog, supe de esta película gracias al libro Pantalla de sangre. Las 50 películas más salvajes de la historia del cine gore de Mike Hostench y Jesús Martí. Por desgracia, mientras que películas como Historia de Ricky o Hard Boiled eran relativamente fáciles de encontrar en VHS, más complicado era Run and Kill, sobre todo para un chaval sin muchos recursos. Por suerte no me decepcionó cuando finalmente la pude ver, esperaba una película salvaje y eso es lo que es, pero también es un film con una trama delirante que evoluciona de manera inesperada, de forma que llega un punto en que te preguntas "¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Es esta la misma película que estaba viendo?".

El film arranca con Cheng "Fatty" Kau Ng (Kent Cheng), un bonachón empresario que, sin una preocupación en el mundo, disfruta de su cómoda y tranquila vida doméstica. Es así hasta que un día llega antes de la cuenta a casa y sorprende a su esposa (Lily Lee) con otro en la cama. De repente, toda su feliz vida se desmorona y acaba la noche bebiendo en un bar. Borracho perdido, sin darse cuenta contrata a un sicario para que mate a su mujer y a su amante. A partir de aquí, Cheng se va sumergiendo en una espiral de violencia cada vez más terrible. Una pesadilla de la que es dudoso pueda escapar.

Aunque no estoy seguro de que pueda calificarse de película de terror, la he calificado así porque la experiencia que sufre Cheng tiene momentos ciertamente aterradores y escalofriantes. Por otro lado, muchas de las escenas que implican mafiosos ultraviolentos son tan exageradas, con un diseño de sonido artificial y nada realista, que es difícil que afecten al espectador de la misma manera que una escena tal vez no tan cruel y pasada de vueltas pero más cruda y real. Así, se mezclan escenas que no es posible tomarse en serio o provocan risas por lo demencialmente pasadas de vueltas que son concebidas, con otras que te dejan clavado en la butaca. Pero lo más interesante del film es como va evolucionando y llevando al espectador por caminos insospechados. Cuando crees que ya sabes por dónde irá la historia, gira de forma sorprendente.

Run and Kill es un film excesivo, de la mejor manera posible. Arranca como una comedia de Fernando Esteso y acaba como, bueno, ya lo veréis. Para los aficionados al cine asiático extremo.


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