4 abr 2011

Fluyan mis lágrimas, dijo Philip K. Dick



Norma editorial acaba de publicar el primer tomo de la versión en cómic de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Tony Parker ilustra y Blond colorea, ambos cogen el texto original de Philip K. Dick y lo transforman en arte secuencial. Una gran manera de introducirse en la obra de un escritor fascinante para todos aquellos que desconozcan las alucinantes y fantásticas novelas de Philip K. Dick.

Como muchos, mi introducción al universo de PKD fue a través de Blade Runner (Ridley Scott, 1982), que a pesar de verla en una pobre edición en vídeo me fascinó. Sin embargo mi entusiasmo no lo compartían ninguno de mis conocidos, de modo que cuando se estrenó en 1992 el provisional montaje del director, me vi obligado a ir solo a verla. De todos modos, después de ver la película por primera vez busqué el libro en que se basaba.

Encontré una copia en el mercado de San Antonio, una edición que se publicó dentro de una gran colección de ciencia ficción, recordada por unas características cubiertas azules, de la cual tenía algunos ejemplares en casa, mas ninguno de PKD.

El libro me sorprendió ya que era radicalmente diferente de la película, tanto en tono como en intenciones. Mientras que en la película Deckard estaba interpretado por Indiana Jones, como héroe reluctante y romántico deudor de la serie negra de los 30 y 40, el Deckard del libro tiene una triste vida matrimonial y no es un héroe en absoluto. Su incentivo para exterminar a los androides es conseguir suficiente dinero para comprarse un avestruz (o en su defecto un animal real) que sustituya la oveja eléctrica que tiene actualmente. Los androides del libro son monstruos que carecen de empatía y sentimientos, tema alrededor del cual gira la novela.

La novela evoluciona y va introduciendo varios temas muy interesantes que no aparecen en la película, la cual cambia las tornas haciendo a los androides más humanos que los propios humanos. Pero la película me sigue pareciendo una obra maestra. Y como resultan ser obras tan diferentes en temática, se pueden disfrutar ambas sin que una pese sobre la otra.

Una de las características más interesantes de la obra de PKD y que nunca aparece en ninguna de sus adaptaciones cinematográficas, desde Desafío Total (Total Recall, Paul Verhoeven, 1990) hasta Minority Report (Steven Spielberg, 2002), es que los protagonistas de sus historias son gente corriente que se ve envuelta en situaciones extrañas, normalmente en contra de su voluntad, lo más alejados de Tom Cruise o Arnold Schwarzenegger que os podáis imaginar. La posible excepción sería Una mirada a la osuridad (A Scanner Darkly, Richard Linklater, 2006), adaptación bastante fiel de la obra homónima.

La experiencia religiosa de Philip K. Dick, incluida en el tercer volumen de las obras completas de Robert Crumb: La historia de mi vida publicado por La Cúpula, se basa en textos autobiográficos de PKD que narran, como el título indica, una experiencia religiosa que PKD liga a una fuerte crisis mental. La vida de PKD resulta tan interesante de leer como una de sus novelas, prueba de ello son esta fantástica historia de Crumb que usa texto del propio PKD y la fascinante biografía Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos de Emmanuel Carrère publicada por Minotauro.

Pero el centro de la obra de PKD gira en torno a la pregunta: ¿qué es la realidad? Una constante en toda su obra es investigar qué hay más allá de lo que creemos es la realidad en busca de la verdad definitiva. Por ejemplo, en El hombre del castillo, los protagonistas viven en el futuro de una realidad en la cual Alemania ganó la IIª Guerra Mundial, realidad que cuestionarán cuando se encuentren con un libro titulado El hombre en el castillo que habla sobre una realidad alternativa en la cual Alemania perdió la IIª Guerra Mundial. En La penúltima verdad una comunidad vive de manera precaria bajo tierra, creyendo que se desarrolla una terrible guerra en la superficie para la cual construyen piezas de maquinaria sin saber que la guerra hace tiempo que acabó y la sociedad de la superficie vive de forma acomodada gracias al duro esfuerzo de la comunidad subterránea.

Fluyan mis lágrimas, dijo el policía es una de mis novelas favoritas de PKD. La trama gira en torno a Jason Taverner, un famoso presentador que es seguido por millones de personas, que una mañana se despierta en la habitación de un hotel y descubre que le han robado no sólo sus tarjetas de identidad sino toda su existencia. La que fuera una de las personas más famosas del planeta se encuentra en una realidad en la cual es un completo desconocido, algo que en el estado policial que nos presenta PKD es algo muy peligroso.

Sin embargo, más allá de la representación de un estado policial donde se controla hasta el último detalle de la existencia de sus ciudadanos, la novela me resulta particularmente interesante por las reflexiones  que sus personajes hacen en torno a cómo lidiar con aquellas emociones que nos abruman y con las cuales tenemos dificultades para afrontar. Un toque humano universal que hace que las historias de PKD resulten interesantes y relevantes más allá de la ciencia ficción, principalmente porque el futuro que imaginaba PKD se ha acabado convirtiendo en nuestro presente.

Aunque lo cierto es que la obra de PKD desafía cualquier clasificación y es casi un género en sí misma, ya que su temática se desarrolla a partir de elementos comunes del presente a pesar de ambientarse en el futuro. Sus protagonistas, como decía, suelen ser gente corriente no intrépidos astronautas y parecen sacados del presente actual, con lo que muchas de las historias de PKD podrían suceder en nuestro presente. El mundo de PKD y sus intereses van mucho más allá de la ciencia ficción y podemos encontrar influencias suyas en películas y novelas de diferentes estilos y géneros. Por ejemplo, recuerdo cuando en la película No-Do de Elio Quiroga vi a la protagonista leyendo (y la misma edición que tengo en casa, además) Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos, un interesantísimo viaje a la mente de PKD que escribió Emmanuel Carrère, empecé a prestar más atención a la película, ya que intuí que sería algo diferente a la típica historia de casa encantada.

En definitiva, toda esta parrafada es para animaros a leer la fascinante obra de este autor. Llevo mucho tiempo intentando convencer a mis amig@s y conocid@s de que lean a PKD sin mucho éxito. La única vez que vi a un conocido leyendo una novela de PKD fue porque había visto a uno de los personajes de Perdidos leyendo Valis (otra de mis favoritas de PKD), con lo cual me sentí bastante frustrado. Así que si alguien se anima a leer alguna novela suya después de este post, me sentiré satisfecho.

Podéis encontrar en Internet varias bibliografías de PKD, aunque lo más fácil es que os acerquéis a la librería más cercana y preguntéis. A continuación os dejo una lista de las películas que se han rodado hasta ahora a partir de obras de PKD (ya hay varias más proyectadas para rodarse en el futuro), aunque a mí sólo me han gustado cuatro (la última no la he visto),  para introduciros en su mundo, aparte del cómic que he mencionado al principio. La lista la he sacado de la página oficial philipkdick.com, los relatos los podéis encontrar en los volúmenes de Cuentos completos publicados por Minotauro:

Blade Runner (Ridley Scott, 1982), novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Desafío Total (Total Recall, Paul Verhoeven, 1990), relato Podemos recordarlo por usted al por mayor

Confessions d'un Barjo (Jérôme Boivin, 1992), novela Confesiones de un artista de mierda

Asesinos cibernéticos (Screamers, 1995), relato La segunda variedad

El infiltrado (Impostor, Gary Fleder, 2001), relato Impostor

Minority Report (Steven Spielberg, 2002), relato El informe de la minoría

Paycheck (John Woo, 2003), relato La paga

Una mirada a la oscuridad (A Scanner Darkly, Richard Linklater, 2006), novela Una mirada a la oscuridad

Next (Lee Tamahori, 2007), relato El hombre dorado

Destino oculto (The Adjustment Bureau, Geoge Nolfi, 2011), relato Equipo de ajuste

A continuación un interesante documental sobre Philip K. Dick, atención a la aparición de Terry Gilliam.

 








5 comentarios:

Javier Simpson dijo...

Lo más parecido que leí a K Dyck es el fascinante Ray Bradbury. Crónicas marcianas o El vino del estío son fascinantes. Me tira mucho Dyck y las adaptaciones de sus obras al cine son muy buenas, especialmente Blade Runner (para mí esta sí que es una obra de arte, como para ti); Minority report es de lo mejor de Spielberg para mi gusto, buenísima aunque no llegue a la altura de Blade Runnner, y en ella hasta Tom Cruise está bien, y Desafío total es super entretenida. El maquillaje en ésta tiene un algo de serie B me parece a mí ;)
Muy buena entrada, Raül.

Einer dijo...

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? no me gustó demasiado. Prefiero Blade Runner.
De las pelis me gustan las mismas que cita Javi (Desafío total me pierde) y A scanner darkly, que está muy bien.
Un cómic sobre PKD no me llama mucho pero tal vez esté bien.
Valis no la he leído, pero para que veas que te hacemos caso, la leeré y te diré lo que me parece.

Javier Simpson dijo...

Vi Machete de Robert Rodríguez y no sé, tal vez esté perdiendo facultades porque a mí me parece casi una obra maestra. IMPRESIONANTE la capacidad de este tío para hacer cine. Está claro que es pura serie B, renacimiento artístico de la serie B, es un acojone la habilidad para contarnos esas historias que no hay por donde cogerlas por surrealistas y exageradas, pero que con Rodríguez resultan divertidísimas y ...aunque parezca increíble decirlo CREIBLES porque es un cine muy coherente y es algo así como una viñeta de cómic. Cuánto me reí y qué bien me lo pasé con esta peli, Dios santo! Y lo malo es que hay gente que si lee esto dirá que menuda gilipollez que dice, gente a la que una peli como esta no la podría meter nunca en sus favoritas... Un saludo y estoy impaciente por saber tu opinión...si es que tienes una...tal vez no la hayas visto...

Raúl Calvo dijo...

Einer, cuando leas Valis ten en cuenta que ahí PKD utiliza la ficción para hablar de experiencias que realmente le sucedieron, o al menos él lo creía así. Y siguiendo mis recomendaciones podrás formar parte de la conspiración friki para dominar el mundo.


Javi, Ray Bradbury me gusta, especialmente Crónicas marcianas y La feria de las tinieblas, sin embargo es diferente de Dick en el sentido que Bradbury es un amante de la fantasía y se nota en la prosa que escribe, a veces casi prosa poética, mientras que Dick usaba la ciencia ficción para hablar de cosas que para él eran reales. No es que le gustase, es que era su vida.

En cuanto a Machete te diré que me pareció una pasada. Me divertí muchísimo, ya que soy fan de las mismas películas a las cuales Rodriguez rinde homenaje. Pura y desvergonzada exploitation.

Creo que la gente a la cual no le gustó la película simplemente no entendió el chiste ni habría oído hablar de la exploitation. Es decir, gente que se tomó la película en serio, en lugar de disfrutar del puro cachondeo que creó Rodriguez. La única pega que le encuentro a la película es que se me hace muy corta y desearía que hubiese incluido toda la subtrama de la hermana gemela, para tener además doble ración de Jessica Alba, que aparece en las escenas eliminadas que hay en el Blu-ray. Lo cual es otra manera de decir lo mucho que me gustó. Además, tengo una amiga que es clavada a las gemelas que hacen de enfermeras, lo cual le añade otra capa de diversión personal. Ya me estoy preparando para organizarme unas maratones de Grindhouse más Machete.

Javier Simpson dijo...

Eso suena bien, Raül. Espero no perderme esa entrada...