En Al borde de la locura (Edge of Sanity, Gérard Kikoïne, 1989) nos encontramos un Anthony Perkins interpretando a uno de los doctores Jekyll más desequilibrados, junto a uno de los Hyde más perversos, que nos podemos encontrar en la larga lista de adaptaciones del clásico de Robert Louis Stevenson El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
La historia es de sobra conocida por todos, pero en esta versión se hacen algunos interesantes cambios. Al empezar se nos muestra un trauma que sufre Henry Jekyll de niño y que le deja una profunda impresión. Este trauma marca sus posteriores acciones como Hyde, aquí convertido en una especie de Jack, el Destripador. Además, el doctor descubre accidentalmente la forma de convertirse en Hyde, ya que, en el film, trabaja buscando un anestésico fiable y seguro.
El punto fuerte del film es el progresivo desequilibrio de Jekyll, que Perkins muestra de forma brillante, en consonancia con la alegoría a la adicción a las drogas, uno de los temas de esta película, y la habitual reflexión sobre el lado oscuro de la naturaleza humana.
De entre las adaptaciones psicotrónicas que se han hecho de este clásico, esta puede que sea una de las más entretenidas, solo superada por la hammeriana El Dr. Jekyll y su hermana Hyde (Dr Jekyll & Sister Hyde, Roy Ward Baker, 1971). Kikoïne tenía bastante experiencia dirigiendo películas con generosas dosis de erotismo, así que se hace más énfasis en el sexo que en la sangre, aunque hay diversos asesinatos pensados para reflejar los de Jack, el Destripador. Pero uno de los detalles que me llamó más la atención es que, mientras en las escenas de día y con Jekyll "normal" se respeta la ambientación victoriana, cuando llega la noche y se refleja el mundo de las prostitutas, estas van vestidas al más puro estilo ochentero, como salidas de un videoclip de Madonna.
Pero, como he dicho antes, la razón principal por la que esta película es muy disfrutable es por la presencia de Perkins. Especialmente a medida que le va cogiendo el gusto a ser Hyde, culminando con un clímax de cine de terror que no por esperado resulta menos efectivo. De modo que, si queréis ver una adaptación "seria" de este clásico tenéis bastante donde escoger, pero si os apetece ver una versión desmelenada, esta es una buena opción.
Pero, como he dicho antes, la razón principal por la que esta película es muy disfrutable es por la presencia de Perkins. Especialmente a medida que le va cogiendo el gusto a ser Hyde, culminando con un clímax de cine de terror que no por esperado resulta menos efectivo. De modo que, si queréis ver una adaptación "seria" de este clásico tenéis bastante donde escoger, pero si os apetece ver una versión desmelenada, esta es una buena opción.
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