Vivimos en un país en el que ha llegado antes The Neon Demon (Nicolas Winding Refn, 2016) a mi casa en edición de dos discos en Blu-ray que a las salas de cine. Pero no nos lamentemos por lo que no podemos cambiar y celebremos, en cambio, que la nueva película de Nicolas Winding Refn vuelve a demostrar que es uno de los directores contemporáneos más interesantes de la actualidad.
Como muchos ya sabéis, esta película causó bastante polémica en el festival de Cannes, donde parte de los espectadores la aplaudieron, mientras que la mayoría la abucheó. La verdad es que no entiendo la polémica, ya que en The Neon Demon Refn sigue el mismo estilo que en sus filmes anteriores, subvertiendo expectativas y creando momentos de una gran belleza. Por otro lado, entiendo que no fuera apreciada o entendida por los sectores más esnob de la crítica y la más rancia cinefília. Pero si sois lectores de este blog y sentís el mismo interés por el cine comercial de Hollywood que por el cine experimental e independiente; si sentís el mismo interés por los respetados clásicos del cine que por la serie B más delirante, no os costará apreciar esta película ya que es el mismo background por el que se mueve Refn, mezclando exploitation y arte. Una mezcla que se hace más evidente en la obsesión de Refn por usar el neón y los colores propios del cine de terror de los 80 en un ambiente casi futurista.
La historia que cuenta el film es bastante sencilla: la típica chica inocente de pueblo, Jesse (Elle Fanning), que llega a la gran ciudad, Los Ángeles, para probar suerte como modelo. Lo extraño es que de forma inmediata empieza a tener éxito y logra, sin mucho esfuerzo, lo que ha otras les ha costado mucho trabajo. En un principio, este argumento podría fácilmente convertirse en una sátira o crítica del superficial mundo de la moda, al estilo Bret Easton Ellis, pero Refn opta por seguir un camino más personal.
El film trata sobre la fascinación y la obsesión por la belleza, la belleza pura sin adulterar. El lugar más indicado para tratar este tema es el mundo de la moda, en el que la belleza de Jesse parece provocar un extraño efecto en la gente que la rodea. Como trata sobre la belleza, el film de Refn es increíblemente bello, casi saturando al espectador con imágenes de gran potencia a las que da el toque final la banda sonora de Cliff Martinez.
Refn mezcla comedia, melodrama y terror, dando como resultado algo que parece un cruce imposible entre El valle de los placeres (Beyond the Valley of the Dolls, Russ Meyer, 1970) y Suspiria (Dario Argento, 1977). El director encadena escenas con toques de humor negro con escenas dramáticas con escenas que son puro surrealismo, logrando que todo fluya al adoptar un estilo casi onírico, como si el espectador estuviera soñando el film.
The Neon Demon es un film que puede ser divisivo, pero sin duda es fascinante. Yo caí bajo el hechizo de la película de la misma forma que los personajes caen bajo el hechizo de Jesse. Para mí es un film genial que recomiendo sin dudarlo.
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