7 mar 2023

Descenso al infierno (El sueño del demonio) (Dream Demon)


 

La definición "película de culto" se usa muy a la ligera hoy día, cuando es difícil encontrar películas que sean realmente de culto. Es decir, películas que se estrenaron y desparecieron completamente, desconocidas excepto para unos pocos fieles que las mantuvieron vivas. Este es el caso de Descenso al infierno (El sueño del demonio) (Dream Demon, Harley Cokeliss, 1988) que desapareció después de que las compañías que la produjeron entraron en bancarrota allá por los 90 del siglo XX. Pero su director Harley Cokeliss no se dio por vencido y estuvo tres décadas buscando el negativo y quién tenía los derechos para poder resucitar el film.

Diana (Jemma Redgrave) está muy emocionada por su próxima boda con el héroe de las Malvinas Oliver (Mark Greenstreet). Sin embargo, su felicidad pronto se agría cuando es acosada por una pareja de periodistas, Paul (Jimmy Nail) y Russell (Timothy Spall), que buscan descubrir morbosos detalles de la feliz pareja. Además, Diana empieza a experimentar unas vívidas pesadillas, que se hacen cada vez más reales. Sueños que empiezan cuando se traslada a vivir a la casa que será el futuro hogar de la pareja. Mientras, Jenny (Kathleen Wilhoite), una joven americana de visita en Inglaterra, se acerca a la casa donde vive Diana, ya que Jenny siente que tiene una fuerte conexión con esa casa, sin saber por qué. Es entonces que las dos se ven atrapadas en una onírica pesadilla creada por la casa.

Decir que Dream Demon es una película de casa encantada se ajusta al argumento pero, a la vez, no tiene nada que ver con lo que trata la película o su desarrollo argumental. Vamos, es una historia de casa encantada en el mismo sentido que se podría decir lo es la novela La casa de las hojas de Mark Z. Danielewski. El film se empezó a gestar como una imitación de Pesadilla en Elm Street (A Nightmare on Elm Street, Wes Craven, 1984). Pero a medida que se fue desarrollando el guion, este se fue apartando cada vez más del clásico de Wes Craven para convertirse en algo completamente distinto. Una transformación que se completó una vez Cokeliss se unió al proyecto.

Es un film que, para simplificarlo, trata sobre represión y trauma. Dos mujeres que se unen para combatir sus demonios de la mente que la casa hace reales, atrapando a cada una en las pesadillas de la otra. Por si esto no fuera bastante, los dos periodistas de prensa amarilla también quedan atrapados en la casa, lo que hace que sus cuerpos empiecen a mutar y degradarse, haciendo que lo peor de sus naturalezas aflore aumentado.

La trama de Jenny trata sobre un trauma de infancia, algo bastante habitual en el género, si bien la interpretación de Katlheen Wilhoite le añade interés. Más interesante es la trama de Diana, que arranca como una sátira de la situación creada alrededor de la boda de Diana Spencer con el entonces príncipe Carlos de Gales (se casaron el 29 de julio de 1981) y cómo la prensa amarilla había tratado a Lady Di, de ahí el nombre del personaje. Esto se mezcla con la represión sexual, despertando miedos a medida que se acerca la noche de bodas. En una entrevista con la actriz Jemma Redgrave, incluida en la edición en Blu-ray de Arrow, esta da una interesante lectura que no se me había ocurrido. Redgrave señala que los miedos de Diana posiblemente se originen en que es lesbiana y, debido a la moralidad de la época, no había explorado su sexualidad. Una lectura que explica muchas cosas, además de que el trauma de Diana es la que aporta la imaginería onírica más interesante a la película.

Cuando la película se ve hoy día, teniendo en cuenta la vida y el destino que sufrió Lady Di, resulta premonitoria de forma inquietante. También resulta muy moderna por su tema central de amistad femenina. En todo caso, es un film de terror onírico muy interesante, hoy día se diría "terror elevado" -una etiqueta que odio, las películas me encantan-, que merece ser redescubierto como lo está siendo ahora.

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