Solo hace falta que diga que esta película trata sobre un alienígena que viene a cazar humanos como otra gente caza ciervos para que todo el mundo sepa que estoy hablando de Depredador Llegan sin avisar (Without Warning, Greydon Clark, 1980).
Dos jóvenes parejas, Greg (Christopher S. Nelson) y Sandy (Tarah Nutter) y Beth (Lynn Theel) y Tom (David Caruso), se las prometen muy felices con el fin de semana en el lago que han preparado. Sin embargo, todo se convierte en un infierno cuando Tom y Beth desaparecen. Greg y Sandy encuentran sus cadáveres, junto a otras víctimas de una extraña criatura que utiliza armas aún más extrañas para acabar con sus presas. Greg y Sandy huyen, pero no podrán evitar verse envueltos en la batalla contra esta criatura que lleva a cabo un superviviente de uno de sus ataques, Joe (Jack Palance), y un desequilibrado veterano de Vietnam, Fred (Martin Landau).
Es obvio, por la fecha de su estreno, que esta película se hizo a rebufo del arrollador éxito de taquilla de Alien, el octavo pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979), pero lo cierto es que tiene poco que ver con el clásico de Scott y mucho con las películas que inspiraron el clásico de Scott. La estructura del film recuerda bastante a la de otros títulos de los años 50 como Adolescentes del espacio exterior (Teenagers from Outer Space, Tom Graeff, 1959). Tenemos un primer ataque misterioso, luego llegan los jóvenes protagonistas, nadie les cree y todo queda en sus manos... Sin olvidarnos de la indispensable escena en la que los chicos llegan a una destrozada gasolinera y les advierten que no vayan al lago pero ellos van. Vamos, todo aquello que La cabaña en el bosque (The Cabin in the Woods, Drew Goddard, 2011) resumía tan bien.
Pero con esto no quiero sugerir que Llegan sin avisar sea una película tópica o aburrida. Todo lo contrario, la manera que tiene de hacer eco de estos momentos habituales en el género hace que destaquen más los detalles propios y la forma de presentarlos. Por ejemplo, un detalle que me gustó mucho es que las dos primeras víctimas que aparecen al principio de la película podría haberlas despachado rápidamente, ya que se trata simplemente de mostrar que hay algo chungo en esos bosques, pero en lugar de ello se hace un minidrama sobre un padre y un hijo, Cameron Mitchell interpreta al padre, que no se han llevado nunca bien. Las armas que tiene el alien son una especie de discos de carne con dientes que dan bastante cosica. También tiene un sutil mensaje ecológico, haciendo bastante énfasis en el asunto de la caza, trazando paralelismos entre lo que hace el alien y lo que hacen los humanos.
También se ha de mencionar que las interpretaciones están bastante bien. Aunque hoy día tal vez llame más la atención ver a un joven Caruso, los veteranos Palance y Landau ofrecen entretenidas interpretaciones, especialmente Landau como el pirado conspiranoico veterano de guerra. Curiosamente, el actor que va dentro del traje del extraterrestre cazador, Kevin Peter Hall, interpretaría, al cabo de unos años, otro extraterrestre cazador. Sí, ese.
Llegan sin avisar es una película de terror con toques de ciencia ficción que resulta muy entretenida y efectiva, especialmente en la forma que tiene de crear suspense al principio. Un título que seguro satisfará a los aficionados al género, ya que no es muy diferente a comer en tu restaurante favorito: ya te conoces de sobra el menú pero te gusta cómo lo preparan.
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