22 jul 2022

Twixt

 

A principios del siglo XXI, el cineasta Francis Ford Coppola decidió dar un giro a su carrera para revitalizarla. Se propuso dirigir tres películas con poco dinero, pocos medios y un equipo de filmación reducido. El objetivo era recargar las "pilas artísticas" volviendo a sus orígenes en el cine de bajo presupuesto bajo las órdenes de Roger Corman. Las dos primeras películas que dirigió en esta etapa fueron Tetro (2009) y El hombre sin edad (Youth Without Youth, 2007), que fueron, más o menos, bien recibidas aunque sin resonar demasiado. No pasó lo mismo con la tercera, Twixt (2011), que fue recibida con un sorprendente odio y atacada sin piedad.

Protagonizada por Val Kilmer, Bruce Dern y Elle Fanning, Twixt cuenta la historia de Hall Baltimore (Kilmer), un escritor de segunda alcohólico que, durante la triste promoción de su última novela publicada, decide quedarse en un peculiar pueblo para investigar una misteriosa muerte que puede estar relacionada o no con vampiros. Baltimore recibirá la ayuda en la investigación del fantasma de Edgar Allan Poe (Ben Chaplin).

El estreno de esta película fue más anticipado que las otras ya que se trataba del regreso de Coppola al cine de terror tras la espectacular y fantástica Drácula de Bram Stoker (Bram Stoker's Dracula, 1992). Pero Twixt no podía estar más alejada de la exuberancia estética de Drácula. Filmada en formato digital, los pocos medios a disposición de Coppola hacen que Twixt sea visualmente más pobre, a pesar de algunas secuencias oníricas que le dan un toque surrealista al film. Durante el paso del film por salas en Estados Unidos, Coppola experimentó con un sistema de edición en línea para editar la película al mismo tiempo que la mostraba al público, haciendo así partícipe a la audiencia del proceso creativo. Pero el rechazo al film cortó por lo sano con estas proyecciones especiales.

El visceral rechazo al film en Estados Unidos siempre me dejó algo perplejo. Es posible que la raíz de este rechazo se encuentre en que el film no era exactamente lo anunciado. Fue promocionado como una película de terror vampírica, cosa que Twixt no es. Tiene elementos propios del género, toques góticos, el fantasma de Poe, criaturas de la noche diversas... Pero, aún con escenas propias del género fantástico y de terror, el tono que domina es el de comedia extraña a lo David Lynch.

En el centro de la trama hay un misterio, pero lo que interesa más al film es explorar la angustia de un artista en decadencia que intenta renacer y crear algo nuevo. Coppola se centra más en este aspecto autobiográfico que en el de crear miedo en el espectador.

Twixt es, ciertamente, una película extraña con un sentido del humor más extraño. Son estos elementos, más los toques góticos y oníricos, los que hicieron que el film funcionara para mí. Otra película más odiada por la mayoría que a mí me gustó, algo que, con el paso del tiempo, cada vez me siento más cómodo.

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