Parents (Bob Balaban, 1989) es una inquietante comedia negra que también podría ser descrita como una película de terror bastante divertida. Lo cierto es que es, simplemente, extraña y perturbadora. La descubrí llevado por la curiosidad que me despertaron los anuncios sobre su estreno en vídeo en revistas de cine como Fotogramas y Fantastic Magazine (cuando la revista se dedicaba al género fantástico y no era una versión Super Pop de una revista de cine). Os seré honesto, la primera vez que la vi no me pareció gran cosa, pero entonces no tenía el gusto muy desarrollado. Actualmente me parece un film brillante, especialmente por la sutil y juguetona manera en que produce inquietud en el espectador. Un buen ejemplo de ello es el propio póster de la película, que capta bastante bien su espíritu.
El film, ambientado en los años 50, está narrado desde el punto de vista del pequeño Michael (Bryan Madorsky), un chico algo retraído y fantasioso que se siente cada vez más inquieto y amenazado por sus padres. Los padres de Michael, Nick (Randy Quaid) y Lili Laemle (Mary Beth Hurt), parecen muy normales. Se integran con facilidad en la comunidad y no parecen particularmente amenazantes. Son la típica pareja americana viviendo el sueño americano, con la mala suerte de tener un hijo propenso a fantasear y alucinar (cuando una amiga le cuenta que viene de la luna, Michael lo acepta sin cuestionarlo). O tal vez la familia de Michael no es tan normal como parece.
La ambientación del film en los años 50 no es casual. Es una época en la que Estados Unidos vendía la idea de ser un país próspero, con Dios de su lado, en el cual la familia y los valores tradicionales eran lo más importante. Una fantasía cuyo lado oscuro ya asomaba en las películas independientes y la exploitation de la época y que acabaría explotando en la siguiente década. Parents es una alegoría de este momento de la historia americana. Mientras la familia Laemle ofrece al exterior una respetable e inofensiva fachada, lo cierto es que se trata de una familia monstruosa que esconde terribles secretos.
En su primer tramo, Balaban, más conocido por su faceta como actor secundario, filma las escenas familiares y la rutina de la familia de forma simple y directa, dejando para las pesadillas y alucinaciones de Michael los toques barrocos. A medida que avanza la película, el estilo reservado al mundo onírico va contaminando el mundo "real", cuando queda claro que la locura y el horror no se reducen a las pesadillas de Michael.
Parents es un film que me acabó seduciendo por la manera en que de forma sutil va provocando inquietud en el espectador, utilizando muy efectivamente el sonido, al mismo tiempo que no pierde nunca el negro sentido del humor.
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