Hay ciertas películas cuya importancia es más social que cinematográfica. Sweet Sweetback's Baadasssss Song (Melvin Van Peebles, 1971) es una de esas películas. En el momento de su estreno fue muy polémica y perseguida, hoy día es conocida por ser la iniciadora de lo que se conoce como blaxpoitation.
Originalmente, igual que pasó con punk, el término blaxpoitation era peyorativo. Era utilizado principalmente por las asociaciones conservadoras afroamericanas que consideraban que la imagen que se daba de su comunidad en este tipo de películas era negativa. Lo cual es cierto en algunos casos, pero en otros como en Foxy Brown (Jack Hill, 1974) o en Las noches rojas de Harlem (Shaft, Gordon Parks, 1971) era todo lo contrario. Lo que queda claro es que la mayoría de estas películas se estrenaban con la única intención de ser entretenidas y proporcionar una buena dosis de escapismo y diversión. Sin embargo, Sweet Sweetback sí que tenía contenido político y un fondo reivindicativo, como deja claro el director al principio de la película con el siguiente mensaje:
Trad.: Esta película está dedicada a todos los Hermanos y Hermanas que ya han tenido bastante del Hombre. |
Sweet Sweetback, a pesar de los intentos de suprimirla, censurarla y prohibirla, fue un gran éxito que hizo que Hollywood empezara a darse cuenta de que tenía todo un mercado de clientes a los que había sistemáticamente ignorado, algo parecido a lo que sucedió con el estreno de Easy Rider: Buscando mi destino (Easy Rider, Dennis Hopper, 1969). Van Peebles utiliza la historia de Sweetback, interpretado por el propio director, como plataforma para reivindicar los derechos de la comunidad afroamericana en una época donde el racismo todavía era bastante común. El film cuenta como Sweetback es arrestado de forma arbitraria y se ve forzado a huir cuando ataca a los policías que lo llevaban preso, policías que en ese momento se dedicaban a darle una paliza a otro detenido. De este modo empieza la odisea de Sweetback, un viaje que le llevará a encontrarse con extraños personajes y situaciones extremas.
Contado así parece un film bastante directo y sencillo, pero Van Peebles utiliza una narrativa en la que experimenta con el montaje, el color y el sonido, mezclando escenas surrealistas con otras realistas. Este estilo hace que el film esté algo anticuado, pero sirve como testamento de la época en que fue realizado, otra cosa que tiene en común con Easy Rider.
Lo cierto es que es un film que me ha dejado algo frío. Me interesaba por su importancia histórica y por ser el origen de la blaxpoitation, hechos que son innegables, pero no lo he disfrutado como ejercicio cinematográfico. Aunque tiene algunos detalles interesantes, y una muy buena banda sonora, es un tipo de película que creo interesará a los estudiosos del género, pero no sé hasta que punto puede gustarle a alguien que no esté interesado en el cine de los años 70.
2 comentarios:
Oh, dios mío, ¡esta película es una ida de pinza muy seria! De hecho por momentos es una especie de "nouvelle vague meets blaxploitation" o algo así.
Recuerdo verla con unos amigos, un día en el que nos reunimos en casa de uno de ellos, y nos pareció una peli tan, pero tan delirante y por momentos absurda que nos terminó encantando. El momento en que el protagonista se acuesta con la líder de unos moteros es impagable, y ese otro momento en el que de repente aparece una escena en la que un negro se pone a limpiarle los zapatos a un blanco con su trasero es... euh... sin comentarios. Recuerdo que yo y mis amigos estallamos en carcajadas con esa escena por lo absurda que nos parecía. Lo mismo nos pasó cuando vimos el plano en el que vemos al protagonista aferrado al techo de una furgoneta.
De todos modos, lo mejor de esta película es que no sólo dio el escopetazo de salida a la blaxploitation, sino que también hizo posible que se hiciera en el año 2004 el interesantísimo documental "Baadasssss!", un documental dirigido por Mario Van Peebles, el hijo de Melvin Van Peebles, sobre cómo su padre hizo esta película. Te lo recomiendo fervientemente si no lo has visto todavía.
¡Un saludo!
Pues no sé si es que ya hace mucho que estoy desensibilizado o qué pero no me pareció tan delirante. No sé si es cosa de la peli o mía.
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