En el comentario que escribí sobre El hombre de acero (Man of Steel, Zack Snyder, 2013) me tuve que morder la lengua para no "spoilear" la película a aquellos que no la hubiesen visto. De modo que no podía entrar en detalle sobre por qué me dejó una sensación agridulce en lugar de salir encantado del cine. Por tanto, este es un artículo en el cual me explayaré con detalle sobre los puntos del film que me parecieron equivocados y está pensado para todas aquellas personas que ya han visto la película. Si no la has visto y estás leyendo esto que sepas que voy a hablar en detalle de cosas como el final del film, luego no te quejes.
Yo no soy un fan de los cómics de Superman. He leído unos cuantos, como el interesante Superman Rojo, pero no soy ningún experto ni conozco íntimamente la historia comiquera del personaje. Lo digo para dejar claro que mis quejas no son las del fanático lector de cómics ofendido por la "violación" que ha sufrido un personaje muy querido para él. Todas las quejas que leeréis son puramente cinematográficas. Bueno, casi todas mis quejas son puramente cinematográficas.
Primero, Jonathan Kent (¿Por qué las películas sienten la necesidad de matar este personaje continuamente?). La interpretación de Kevin Costner es buena, por desgracia el personaje es completamente inútil, más que nada por los pésimos diálogos que tiene que decir. Todas sus escenas se podían haber condensado en una, ya que se limita a repetir lo mismo una y otra vez de forma nada eficaz.
Segundo, el tono. Esto ya lo comenté en mi primera crítica sobre el film, pero el ejemplo principal de lo equivocado del tono tiene lugar al final de la película. Al parecer, los realizadores tenían la idea de que para que el espectador se tome algo en serio, la película ha de ser seria. Lo cual me parece una idea estúpida, además de que Marvel ha demostrado una y otra vez que puedes tomarte en serio unos personajes haciendo divertida la película y sin que la amenaza parezca por ello menos real. Pero los escasos toques de humor de El hombre de acero parecen fuera de lugar y no son muy afortunados. El más equivocado de ellos para mí es cuando Superman (Henry Cavill), del cual repiten hasta la saciedad que es un extraterrestre como si les diera miedo que se nos olvidara, y Lois Lane (Amy Adams) se besan y sueltan un diálogo pretendidamente gracioso. El problema es que esta escena tiene lugar entre las cenizas de una ciudad destruida, donde seguramente hay cientos de personas atrapadas bajo las ruinas. Me parece completamente equivocado un Superman que se pone a dar morreos en lugar de ayudar a los heridos y atrapados. "Nos ha salvado", dice uno de los personajes que sale por si solo de bajo unos escombros de los que ha tenido que ser rescatado por Laurence Fishburne. ¿Os ha salvado de qué?
Finalmente, el asunto más polémico y que ha polarizado más a los espectadores del film: Superman mata a al general Zod (Michael Shannon). Para mí, el problema no es que mate a Zod, es que no está justificada la acción y no hay un impacto dramático porque ya hemos visto como Superman dejaba morir cientos de miles de personas. La esencia misma del personaje es el de ser el protector de la humanidad. Y, señor Goyer, esto no es algo que se ha de respetar simplemente "porque sale en los cómics" sino porque forma parte de la naturaleza más básica del personaje: Superman protege.
Pero Snyder y Goyer, los impulsores de este giro dramático, parecen más interesados en mostrar la destrucción que provocan estos personajes súperpoderosos que cualquier otra cosa. Por ejemplo, la escena en el pueblo donde Superman se ha criado y que resulta completamente destruido. Hay campos enormes vacíos, sin personas inocentes, alrededor del pueblo pero en ningún momento Superman se lleva allí la pelea, incluso contribuye a la destrucción. Y esto es algo que hicieron bien incluso en la insulsa Superman Returns (Bryan Singer, 2006). Continuamente me venía a la cabeza esa escena de Superman II (Richard Donner, 2006) en que al ver la destrucción que están provocando los malvados, Superman (Christopher Reeve) decide fingir que se rinde y abandona para que no se destruya más la ciudad ni se pongan en peligro vidas inocentes.
Todo esto llega a su clímax en la orgía de destrucción que marca la parte final de la película. Queda claro que destruyendo una de las máquinas se detiene el rayo que está terraformando la Tierra, pero los cineastas deciden que Superman vaya a destruir el que está en un lugar completamente vacío mientras que el que pone en peligro la vida de cientos de miles de personas sea destruido por los militares, que no pueden hacer nada en contra. Luego, Superman no hace ningún esfuerzo por salvar vidas en peligro, centrado en la pelea contra los kryptonianos (porque son todos extraterrestres, ¿eh?, que quede claro que Superman es un extraterrestre). Así que para cuando llega el momento en que Zod amenaza a cuatro personas, las cuales podían huir fácilmente del rayo calorífico que lanza Zod pero prefieren quedarse quietos viendo como se acerca (cosa que me recordó a un gag de Austin Powers [Austin Powers: International Man of Mystery, Jay Roach, 1997]) y Superman lo mata, no tiene el impacto que debería tener ya que el film no ha mostrado en ningún momento hasta que punto la vida es sagrada para Superman. Por tanto, no se trata de que me pareciera equivocado porque fuera algo que va en contra de los cómics, sino porque me pareció pobremente ejecutado por los cineastas. Una oportunidad desperdiciada.
En fin, ahora que me he quedado más tranquilo tras sacarme todo esto de dentro, me gustaría recordar que la película, a pesar de todo, me gustó y tengo mucho interés en ver si arreglan los problemas de este film en la secuela. Pero no me parece ni la mejor película de superhéroes de la historia, ni la mejor película protagonizada por Superman.
Finalmente, el asunto más polémico y que ha polarizado más a los espectadores del film: Superman mata a al general Zod (Michael Shannon). Para mí, el problema no es que mate a Zod, es que no está justificada la acción y no hay un impacto dramático porque ya hemos visto como Superman dejaba morir cientos de miles de personas. La esencia misma del personaje es el de ser el protector de la humanidad. Y, señor Goyer, esto no es algo que se ha de respetar simplemente "porque sale en los cómics" sino porque forma parte de la naturaleza más básica del personaje: Superman protege.
Pero Snyder y Goyer, los impulsores de este giro dramático, parecen más interesados en mostrar la destrucción que provocan estos personajes súperpoderosos que cualquier otra cosa. Por ejemplo, la escena en el pueblo donde Superman se ha criado y que resulta completamente destruido. Hay campos enormes vacíos, sin personas inocentes, alrededor del pueblo pero en ningún momento Superman se lleva allí la pelea, incluso contribuye a la destrucción. Y esto es algo que hicieron bien incluso en la insulsa Superman Returns (Bryan Singer, 2006). Continuamente me venía a la cabeza esa escena de Superman II (Richard Donner, 2006) en que al ver la destrucción que están provocando los malvados, Superman (Christopher Reeve) decide fingir que se rinde y abandona para que no se destruya más la ciudad ni se pongan en peligro vidas inocentes.
Todo esto llega a su clímax en la orgía de destrucción que marca la parte final de la película. Queda claro que destruyendo una de las máquinas se detiene el rayo que está terraformando la Tierra, pero los cineastas deciden que Superman vaya a destruir el que está en un lugar completamente vacío mientras que el que pone en peligro la vida de cientos de miles de personas sea destruido por los militares, que no pueden hacer nada en contra. Luego, Superman no hace ningún esfuerzo por salvar vidas en peligro, centrado en la pelea contra los kryptonianos (porque son todos extraterrestres, ¿eh?, que quede claro que Superman es un extraterrestre). Así que para cuando llega el momento en que Zod amenaza a cuatro personas, las cuales podían huir fácilmente del rayo calorífico que lanza Zod pero prefieren quedarse quietos viendo como se acerca (cosa que me recordó a un gag de Austin Powers [Austin Powers: International Man of Mystery, Jay Roach, 1997]) y Superman lo mata, no tiene el impacto que debería tener ya que el film no ha mostrado en ningún momento hasta que punto la vida es sagrada para Superman. Por tanto, no se trata de que me pareciera equivocado porque fuera algo que va en contra de los cómics, sino porque me pareció pobremente ejecutado por los cineastas. Una oportunidad desperdiciada.
En fin, ahora que me he quedado más tranquilo tras sacarme todo esto de dentro, me gustaría recordar que la película, a pesar de todo, me gustó y tengo mucho interés en ver si arreglan los problemas de este film en la secuela. Pero no me parece ni la mejor película de superhéroes de la historia, ni la mejor película protagonizada por Superman.