No hay forma de suavizarlo o de disimularlo, El guerrero y la hechicera (The Warrior and the Sorceress, John C. Broderick, 1984) es basura, pero es la basura que me gusta.
La película arranca con Kain (David Carradine), que llega a un pueblo perdido en el desértico planeta Ura. Castigado por la presencia de dos soles, el agua es muy importante para sobrevivir en Ura y, en este pueblo al que ha llegado Kain, dos facciones mantienen un precario equilibrio para controlar el único pozo del pueblo. Kain decidirá enfrentar a las dos facciones entre sí, para sacar todo el provecho económico que pueda. Como podéis ver, esta producción de Roger Corman es un plagio descarado de Yojimbo (El mercenario) (Yôjinbô, Akira Kurosawa, 1961), cogiendo elementos también de otro famoso plagio del film de Akira Kurosawa: Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari, Sergio Leone, 1964). Corman había tenido bastante éxito plagiando a Kurosawa en Los 7 magníficos del espacio (Battle Beyond the Stars, Jimmy T. Murakami, 1980), trasladando Los siete samuráis (Shichinin no samurai, Akira Kurosawa, 1954) al espacio, una estratagema ideada tras ver que George Lucas se había "inspirado" en el argumento de La fortaleza escondida (Kakushi-toride no san-akunin, Akira Kurosawa, 1958) para construir el argumento de La guerra de las galaxias (Star Wars, 1977). Supongo que tantos plagios a Kurosawa eran posibles porque por entonces el cine japonés y las películas de Kurosawa solo las habían visto una minoría en festivales o salas de arte y ensayo.
Volviendo a Roger Corman, se decidió repetir la estrategia que tan bien había funcionado con Battle Beyond the Stars con El guerrero y la hechicera, producida para aprovechar la moda de películas de espada y brujería de los 80 a la que Corman contribuyó con diversos títulos. La película mezcla elementos propios de la fantasía y la ciencia ficción con un toque western, con el objetivo de estrenar una película con suficientes cantidades de violenica y desnudos para que el film funcionara en taquilla. El guionista y director John C. Broderick aprovecha la ambientación "de fantasía" para justificar que la hechicera del título, interpretada por Maria Socas, se pase toda la película en top-less, mientras que situar la acción en un planeta lejano justifica la presencia de una bailarina con cuatro pechos, destacada en el póster y el tráiler de la película, aunque ninguna de las dos representaciones se parece en nada a la que realmente sale en el film.
Teniendo todo esto en cuenta, ya os podéis imaginar que El guerrero y la hechicera no es precisamente un gran clásico del género. Como ya he dicho al principio, es una peli basura, pero ofrece suficiente entretenimiento (y es lo bastante corta) como para que resulte divertida. Viendo el tráiler os podéis hacer una idea mejor del tipo de entretenimiento que ofrece, aunque está hinchado con escenas de otras películas del género que Roger Corman estrenó por la misma época, esperando que el espectador no se diese cuenta.