Aunque parezca mentira, Jean-Claude Van Damme fue un pionero. La estrella de acción era muy aficionado al cine de idem que se hacía en Hong Kong, así que gracias a él diversos directores de la antigua colonia británica dieron el salto a Hollywood, aunque con diversa suerte. Un ejemplo de esta mezcla de sensibilidades fue la demencial y frenética En el ojo del huracán (Knock Off, 1998) de Tsui Hark. Una película que puede que tenga sus fallos, pero nadie puede decir que no es memorable.
Ambientada durante la devolución de Hong Kong al gobierno Chino por parte de Gran Bretaña, el film se centra en Marcus Ray (Van Damme), un diseñador de moda que, tras trabajar con imitaciones baratas (knock off en inglés), intenta convertirse en un hombre de negocios legítimo. Sus planes se irán al infierno por las maniobras de su compañero Tommy (Rob Schneider), que tendrán como consecuencia que ambos se vean involucrados en una operación terrorista. Hasta aquí el argumento, que podría ser el típico argumento de una película de acción más, pero Knock Off no es una película de acción más.
El guion corrió a cargo de Steven E. de Souza, que tras mucho tiempo escribiendo guiones de cintas de acción quería hacer algo que fuera un poco más subversivo y diferente. De Souza había trabajado con Van Damme en Street Fighter: La última batalla (Street Fighter, Steven E. de Souza, 1994), de modo que no fue una gran sorpresa para él que el guion fuera a parar al actor belga. Pero a medida que avanzaba la producción se dio cuenta de que su intención de hacer una cinta de acción subversiva no se iba a hacer realidad, ya que se estaban haciendo cambios en el guion de cara a convertirlo en una cinta de acción con un argumento más habitual. Sin embargo, la realidad es que el guion era lo de menos, ya que Tsui Hark, que contó con Sammo Hung como director de segunda unidad, le imprimió una frenética energia al film, plagado de toques absurdos, con un ritmo acelerado que da la sensación de que la película va puesta de coca.
El guion es lo de menos en Knock Off. Lo importante son las explosiones de fuego verde, las escenas de acción pasadas de vuelta y las imposibles coreografías de las peleas. Tsui Hark y Van Damme habían estrenado anteriormente Double Team (1997), que ya era una película bastante loca, coprotagonizada por Dennis Rodman y Mickey Rourke, con una de las mejores muertes de un villano de la historia del cine, pero Double Team no es más que el prólogo a la absoluta demencia del film que nos ocupa.
No soy completamente ignorante de la realidad. Entiendo que la única y especial naturaleza de esta película cause un fuerte rechazo en algunos espectadores, que posiblemente se vean sobrecargados por el asalto sensorial que lanza Hark sobre el espectador. No es una película para todo el mundo, está claro. También está claro que es un film memorable, una explosión cinemática que os dejará ojipláticos.