16 abr 2021

Contagio en alta mar (Sea Fever)

 

Muchas veces para que una película triunfe lo que necesita es estrenarse en el momento adecuado. Un perfecto ejemplo de esto es Contagio en alta mar (Sea Fever, Neasa Hardiman, 2019), ya que es inevitable que es este film resuene con fuerza en esta época pandémica.

Siobhán (Hermione Corfield) es una estudiante que, para lograr su título, debe pasar una temporada en un barco. El destino quiere que sea el barco de Gerard (Dougray Scott) y Freya (Connie Nielsen), que se encontrará metido en una aterradora situación cuando el barco sea invadido por un desconocido parásito marino.

La intención original puede que fuera que el film llamara la atención por sus toques lovecraftianos y de ecoterror. Sin embargo, cuando empiezan los conflictos en la tripulación por la forzada cuarentena a que se deben someter o la paranoia por ver quién está infectado, es cuando realmente el film impacta debido a la situación con el COVID-19. La claustrofobia se apodera del espectador al tiempo que los protagonistas se ven atrapados en una situación terrible en un lugar tan estrecho como es el barco en que trascurre la acción.

Es debido también al presente en que vivimos que es difícil juzgar si la película hubiera funcionado igual de bien en otro contexto. ¿Estaríamos hablando de ecos narrativos de William Hope Hodgson en lugar de claustrofobia y paranoia provocadas por un terrible parásito procedente de una extraña criatura? No lo sé. En el presente sí que sé que Contagio en alta mar es una efectiva y directa película de terror, con buenas interpretaciones, en la que la directora Neasa Hardiman sabe crear una sofocante atmósfera en el pequeño espacio en el que transcurre la acción.

Pero, ¿realmente importa si la película es efectiva por si misma o por la situación actual? Lo importante es que es una interesante, tensa y conseguida película de terror.

9 abr 2021

El chico de oro (The Golden Child)

 

Recuerdo ver de pequeño trozos sueltos de esta película por televisión, pero nunca la vi entera. Recientemente se ha editado en Blu-ray, así que la compré para descubrir si la película valía la pena o el misterio que había creado a su alrededor no tenía mucho sentido. Y resulta que está un poco entre ambas opciones.

Chandler Jarrell (Eddie Murphy) es un detective privado especializado en localizar niños desaparecidos. Kee Nang (Charlotte Lewis) le encarga encontrar a un chico muy especial, debido a que Jarrell es el elegido escogido como su protector. Jarrell no se toma nada de lo que dice Nang en serio, hasta que las muertes y los extraños sucesos empiezan a acumularse y Jarrell empieza a darse cuenta de que se enfrenta a fuerzas demoníacas.

Esta fue la primera película de Eddie Murphy calificada como PG-13 en Estados Unidos y viéndola tuve la sensación de que la historia original es posible que hubiese estado enfocada a un público más adulto y luego reducida a algo más para todos los públicos. Más allá de que el guion fuera reescrito para acomodar a la personalidad de Eddie Murphy cuando fue escogido como protagonista, curioseando por "el Internet", sí que se cuenta que la película original era bastante diferente a la que se estrenó en cines. Tras unos pases de prueba, Paramount decidió hacer varios cambios de modo que los protagonistas del film quedaron bastante insatisfechos con la versión que se estrenó en cines. La película tampoco fue un gran éxito de taquilla, precisamente, así que esos cambios tampoco lograron su objetivo. Sin embargo, el mayor punto negativo que tiene la película creo que ya debería encontrarse en el guion original y nada tiene que ver con los cambios demandados por la Paramount: me refiero a la manera en que es tratado el personaje de Charlotte Lewis, Kee Nang. Nang es presentada como una experta luchadora, y en la primera escena en que demuestra sus habilidades, de forma bastante gratuita su ropa acaba mojada de modo que se transparenta la blusa que lleva, aunque debido a la calificación no se ve nada, lo que hace que destaque aún más lo innecesario de la escena. Luego, el guion se las arreglas para dejarla fuera de combate de modo que no pueda hacer sombra al personaje de Eddie Murphy durante las escenas finales.

El film también tiene puntos a favor. Los elementos de fantasía son, pues eso, fantásticos, con algunas escenas de efectos especiales que son destacables aún hoy día. Charles Dance como villano hace un gran trabajo, se le echa de menos en las escenas finales. También hay escenas en que la comedia funciona y logra hacer reír al espectador.

En conjunto, creo que es un film bastante entretenido a pesar de sus problemas. Los efectos y las criaturas, así como algunos momentos de comedia contribuyen a que la película nos haga pasar un buen rato.

6 abr 2021

Curse of the Blind Dead

 
 
Por sorpresa ha aparecido esta secuela italiana que sigue las andanzas de los templarios ciegos de ultratumba creados por Amando de Ossorio, inspirados por la obra de Gustavo Adolfo Bécquer. Y no se trata de un homenaje o guiño, como hacen en Los Resucitados (Arturo de Bobadilla, 2017), sino que el objetico de Curse of the Blind Dead (Raffaele Picchio, 2020) es formar parte de la saga original.

El film arranca como otros de la saga que se inició con La noche del terror ciego  (Amando de Ossorio, 1971), con los templarios en el siglo XIV celebrando una ceremonia satáncia que se ve interrumpida por pueblerinos con ganas de linchar. Cegados, antes de morir los templarios prometen venganza y obtener vida eterna. Salto al futuro, en un inhóspito paisaje posapocalíptico Michael (Aaron Stielstra) y Lily (Alice Zanini) son padre e hija en busca de refugio. La mala suerte hace que acaben siendo acogidos por una secta religiosa que sigue las enseñanzas de los templarios.

El giro futurista puede que coja a muchos seguidores de la saga desprevenidos, ya que se aparta bastante de los argumentos más habituales de las otras películas, aunque en el fondo la estructura es la misma que la de las anteriores entregas: los protagonistas tropiezan con los templarios y estos se disponen a perseguirlos y matarlos de sangrientas maneras. El ambiente posapocalíptico también sirve para disimular un poco el bajo presupuesto de la película, que obviamente se hizo con más ganas que dinero. Las interpretaciones tampoco son gran cosa, pero se ha de tener en cuenta que la mayoría de actores trabaja en una lengua que no es la suya.

A pesar de sus mancanzas, el film es bastante entretenido y sangriento. No está a la altura de las mejores entregas de la saga, que para mí son El ataque de los muertos sin ojos (Amando de Ossorio, 1973) y La noche de las gaviotas (Amando de Ossorio, 1975), eso está claro, pero es un buen complemento si la ponemos al lado de la entrega más floja de la saga, El buque maldito (Amando de Ossorio, 1974). Curse of the Blind Dead carece del encanto setentero de las anteriores entregas, claro, pero los esfuerzos por superar el bajo presupuesto, su corta duración y el intento de contar una historia (más o menos) original dentro de la serie son factores que hicieron que viera el film con simpatia. No es un gran film dentro del género, pero me dio lo que buscaba: templarios ciegos resucitados matando gente con alegría. A veces, es todo lo que necesitas.