Teniendo en cuenta la manera en que están evolucionando la política, las redes sociales y la sociedad en general, es posible que a muchos les parezca que la única opción cuerda para seguir adelante es la locura. Para aquellos/as que compartan esta opinión o sientan una negra nube sobre sus cabezas, les recomiendo para volverse loco pues, eso, Volverse loco (Get Crazy, Allan Arkush, 1983).
Sobre el papel, la trama de Get Crazy no sorprende: mientras la veterana sala de conciertos Saturn Theatre se prepara para celebrar su concierto de Año Nuevo, un malvado ricachón, que quiere hacerse con el local para construir un edificio de apartamentos, intenta sabotear la celebración. Lo que hace que esta película te vuelva el cerebro del revés es su continuo asalto de chistes absurdos y chorradas premium. Un continuo de locura que hace que los momentos flojos queden compensados (o enterrados) en la avalancha de comedia delirante. Y si no, las actuaciones musicales te llenan de energía. En otras palabras, la simple trama es lo de menos, algo de lo que incluso la misma película se ríe colocando carteles: cuando el villano Colin Beverly, al que da vida Ed Begley Jr., aparece junto a sus esbirros aparece el letrero "los malos", cuando Neil Allen (Daniel Stern) y Willy Loman (Gail Edwards) se conocen aparece el letrero "chico conoce chica", etc. Un tono y un estilo que para mí hacen que esta película sea una secuela espiritual del clásico de Allan Arkush Rock 'n' Roll High School (1979), con la que comparte la pasión por la música rock/punk aunque ahora ya sin limitaciones y apuntando a una clasificación "R" (para adultos) en Estados Unidos. Y para "adultos" quiere decir drogas, desnudos y palabrotas.
No obstante, esta no era la intención original del director. Para recuperarse de las heridas dejadas por el monumental fracaso de Heartbeeps (1981), Arkush quería hacer una película autobiográfica, una comedia relatando sus vivencias cuando trabajó en el Fillmore East Theatre de Nueva York a finales de los 60. El proyecto no despertó mucho interés, hasta que unos productores aceptaron financiar la película a condición de que se situara en el presente y se convirtiera en una comedia loca al estilo de Aterriza como puedas (Airplane!, Jim Abrahams, Jerry Zucker, David Zucker, 1980). En la transición, la idea de hacer algo autobiográfico se perdió en el camino, aunque algunas anécdotas se infiltraron, pero Arkush ya había hecho algo parecido en el pasado, la mencionada Rock 'n ' Roll High School, así que el cambio no fue muy traumático.
En esta ocasión, en lugar de tratar con grupos reales, Arkush decidió crear bandas ficticias para la película más o menos inspiradas en bandas o artistas reales. Por ejemplo, Malcolm McDowell es Reggie Wanker ("wanker" en inglés británico quiere decir algo como capullo o pajillero), una mezcla de Mick Jagger/David Bowie/Rod Stewart, cuyo batería es un loco en referencia al fiestero batería de The Who Keith Moon, interpretado por John Densmore, el batería de The Doors. Lee Ving, el que era el cantante de la banda punk Fear, interpreta a Piggy, una mezcla de Iggy Pop y Sid Vicious. Lori Eastside, cantante y letrista, es la líder de la banda Nada, una banda que hace referencia a bandas como The Bangles y The Go-Gos. Finalmente, Auden es un poeta roquero folk a lo Lou Reed que está interpretado por Lou Reed. Es una lástima que la banda sonora, que incluye también a Sparks que hacen el tema principal de la película, solo se pueda encontrar en vinilos de precio desorbitado, porque muchas canciones se te quedan pegadas.
Entre la comedia absurda y la música, Get Crazy es un gran chute de energía que te hace reír a carcajadas. Con el tiempo se ha convertido en una película de culto, con una azarosa vida comercial. En su día, los productores decidieron que obtendrían más dinero librándose de impuestos si la película era un fracaso que si la película era un éxito, algo parecido a lo que la Warner hizo con Batgirl y que es la trama de Los productores (The Producers, Mel Brooks, 1967). Eso se tradujo en que la película no fuera apenas anunciada (y el tráiler es bastante malo) y sacada de los cines rápidamente. Esto dejó a Allan Arkush devastado, tras un rodaje enérgico en el que el reparto se lo había pasado bomba. Get Crazy aparecía de forma esporádica en televisión y fue editada en VHS, pero el negativo y la banda sonora se perdieron y no fue editada ni en DVD ni en Blu-ray hasta hace un par de años. Para los amantes del humor delirante que sabe apreciar una buena chorrada (como penes parlantes o porros antropomórficos), esta película está recomendada sin reservas.