¿Qué sucede cuando se unen dos gigantes del cine italiano como son Bruno Mattei y Joe D'Amato? Pues que se producen películas como Venganza de mujer (Emanuelle e Françoise (Le sorelline), Joe D'Amato, 1975). Un film cargado de morbo y absurdidad.
La reportera Emanuelle (Rosemarie Lindt) descubre que la razón del suicidio de su hermana, Françoise (Patrizia Gori), fue el abuso físico y psicológico a la que la sometió su novio Carlo (George Eastman). Emanuelle planea entonces vengar la muerte de su hermana, sometiendo a Carlo a una sádica tortura.
Tras el éxito mundial de Emmanuelle (Just Jaeckin, 1974), se
inició toda una serie de imitaciones y franquicias paralelas, además de
la serie oficial, que intentaba aprovechar ese éxito. El nombre
"Emmanuelle" estaba sujeto a derechos, pero "Emanuelle", no, así es
fácil distinguir las oficiales de las que no lo son. Emanuelle e Françoise era un obvio intento de aprovechar el éxito de Emmanuelle
con una falsa secuela. Sin embargo, aunque hay abundantes escenas de
sexo y desnudos, el camino que sigue el film de D'Amato es bastante
distinto, con ingredientes más propios del cine de terror y el suspense.
Me pregunto si Thierry Jonquet vio esta película antes de escribir Tarántula, la novela que inspiró La piel que habito (2011) de Pedro Almodóvar, ya que la novela y este film de D'Amato tienen bastantes puntos en común. La venganza que planea Emanuelle poco tiene que ver con las violentas venganzas más habituales en el cine. Esta venganza consiste en encadenar a Carlo tras un espejo a través del cual puede ver diferentes andanzas eróticas de Emanuelle, que además le somete a una dieta de drogas, con lo que Carlo poco a poco se va volviendo loco. Es la manera que tiene Emanuelle de ir destruyendo la masculinidad de Carlo, aunque no se detendrá ahí, claro.
Lo que le da el toque especial a esta película son las alucinaciones homicidas y caníbales que experimenta Carlo. Un añadido que parece algo extraño para una historia en teoría erótica, pero que D'Amato incluso lo llevaría más lejos en su film Emanuelle y los últimos caníbales (Emanuelle e gli ultimi cannibali, 1977) con Laura Gemser. Pero, la verdad, el film parece poco interesado en la erótica y mucho en explotar la morbosidad del espectador, que no es exactamente lo mismo. Al parecer, otros pensaron que había poco sexo en el film, y a finales de los 70 un distribuidor alemán lo reeditó añadiendo insertos más explícitos con otras actrices, entre las cuales estaba Brigitte Lahaie, incluidas en la edición en Blu-ray/DVD alemana.
A pesar de su argumento morboso, sus alucinaciones caníbales y sangriento final, la verdad es que el film también se puede hacer algo aburrido. El reparto, con la excepción de Eastman, no es muy interesante y el ritmo es algo lento. Detalles que impiden que, para mí, sea un film redondo. Tiene su interés, pero podría haber sido mucho más de lo que es.