Producción española que intentó aprovecharse del éxito de El Exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973), como lo intentó La endemoniada (Amando de Ossorio, 1975). Pero, al contrario del ridículamente divertido esperpento de Amando de Ossorio, Exorcismo (Juan Bosch, 1975), protagonizada por Paul Naschy, resulta bastante interesante gracias al guion de Naschy.
Tras participar en una ceremonia satánica, la joven Leila (Grace Mills aka Mercedes Molina) sufre un accidente de tráfico. A partir de entonces, empieza a actuar de forma extraña y desagradable, mientras las muertes se multiplican a su alrededor. El padre Adrian Dunning (Naschy) se encargará de investigar qué sucede.
Naschy aseguró en muchas ocasiones que escribió el guion de Exorcismo mucho antes de que se estrenera el clásico de William Friedkin. Es cierto que el guion se registró un par de años antes de que se estrenara El exorcista. Pero resulta obvio que, durante el rodaje, se cambió para que se pareciera lo más posible al film de Friedkin, las semejanzas visuales son demasiado obvias para intentar negarlas. Al fin y al cabo, fue el éxito de El exorcista lo que hizo que el guion de Naschy se rodara. Sin embargo, la mezcla de un guion previo con la imitación de una película de éxito le otorga personalidad propia a esta película.
En cierto modo, el título y la copia de los momentos míticos de El exorcista son un spoiler. Está claro que Exorcismo fue originalmente concebido más como un film que mezclaba misterio y terror, ocupando gran parte del metraje la investigación de los misteriosos asesinatos que van disminuyendo el reparto. La revelación de la posesión de Leila debía ser una sorpresa (aunque se mantiene la sorpresa en cuanto a la naturaleza de la posesión). Pero la alteración del guion y la promoción de la historia hacen que sea obvio desde el principio quién se encarga de asesinar al personal retorciendo su cabeza.
El mérito de la película es que, a pesar de todo, sigue siendo entretenida y divertida. Es cierto que los momentos "exorcista" resultan algo cutres e involuntariamente divertidos, pero el desarrollo y la construcción de la historia, así como su ágil ritmo, logran mantener al espectador enganchado. Por supuesto, este juicio se hace a partir de la versión sin censurar internacional, ya que la versión española fue censurada para apaciguar a la censura franquista. Es una lástima que hoy día se siga teniendo que recurrir a la importación para ver las mejores versiones del cine fantástico español de los 70, en este caso en particular la edición en Blu-ray que hizo Shout! Factory.
Exorcismo no es una película que recomendaría a todo el mundo. Es un film que creo disfrutarán los fans de Paul Naschy y los aficionados al euroterror y al cine de género de los 70. Un film que, insisto de nuevo, se ha de ver en su versión sin censurar.