29 feb 2016

Perseguido (The Running Man)

 
Cuando vi esta película siendo un chaval por televisión me pareció buenísima. Luego leí la novela de Stephen King en que se basaba, que la publicó por primera vez bajo el pseudónimo Richard Bachman, y mi concepción de la película cambió drásticamente, hasta que casi me olvidé de ella. Hace poco la volví a ver y me sorprendió lo ochentera y premonitoria que es al mismo tiempo.

Perseguido (The Running Man, Paul Michael Glaser, 1987) cuenta la historia de Ben Richards (Arnold Schwarzenegger), un policía del año 2019 que tras ser condenado por un crimen que no ha cometido es enviado a prisión. Tras escapar, es atrapado de nuevo y obligado a participar en el juego mortal que da título a la película. Es un juego a muerte transmitido en directo por televisión, en el que Ben y sus compañeros serán perseguidos por una serie de gladiadores.

Como ya he comentado, King publicó la novela en 1982 usando el pseudónimo de Richard Bachman, pero para cuando la película se puso en marcha ya se sabía que en realidad se trataba de Stephen King (salió a la luz hacia 1985), así que resulta extraño que no lo aprovecharan para hacer publicidad de la película. Aunque supongo que ya tenían bastantes problemas con un presupuesto bajo y tremendas dificultades para encontrar un director. Cuando empezaron a rodar tras muchos retrasos con Andrew Davis al frente, este provocó más problemas y todavía más retrasos. Como consecuencia de ello fue despedido y sustituido por Paul Michael Glaser.
 
La novela es mucho más oscura y cínica que la película. La gente se presenta voluntaria a estos concursos mortales para solucionarse la vida. El protagonista se presenta para poder conseguir medicinas para su hija y la descripción que se hace de él encaja bastante con la de Schwarzenegger. El juego consiste sobrevivir durante un mes sin que te cojan antes los cazadores y policías que lanzan tras de ti. El film opta por un estilo más de cómic, exagerado y colorido, con un tono más cómico, plagado de inevitables one liners (algunos tan malos que es inevitable que te hagan reír), que pretende darle un toque más cyberpunk y pasado de vueltas.

El género de juegos mortales en distopias ya contaba con antecedentes geniales como Rollerball (Norman Jewison, 1975) y La carrera de la muerte del año 2000 (Death Race 2000, Paul Bartel, 1975). La novela no es lo mejor de King, pero sí que resulta visceral y muy entretenida con un final realmente antológico. Algo que era imposible de filmar, sobretodo teniendo en cuenta el cambio de tono y desarrollo de la historia, así que el final de la película es bastante predecible y lo más flojo de un film que resulta bastante divertido en su mayor parte.

El resultado final es una sátira sobre la televisión y su poder sobre la sociedad, sobre la manipulación del estado para crear una verdad a su medida que entonces parecía exagerada y se ha convertido en nuestro presente. Por otro lado, el film resulta en algunos momentos tan ochentero que es casi una parodia del cine de acción de entonces. Creo que sería oportuno realizar una nueva adaptación de esta novela con los medios actuales (aunque imagino que dirían que es una copia de Battle Royale o Los juegos del hambre) ya que su premisa sigue siendo vigente.


25 feb 2016

13 horas: Los soldados secretos de Bengasi (13 Hours: The Secret Soldiers of Benghazi)


Ya podéis leer mi crítica de la nueva película de Michael Bay 13 horas: Los soldados secretos de Bengasi (13 Hours: The Secret Soldiers of Benghazi, 2016) en Underbrain Mgz, clicando aquí:


Para mí fue una agradable sorpresa volver a disfrutar de una película de Michael Bay y espero que también la disfrutéis vosotros.


24 feb 2016

El bosque de los suicidios (The Forest)

 
Ya podéis leer en Underbrain Mgz mi crítica de El bosque de los suicidios (The Forest, Jason Zada, 2016), clicando aquí:


De películas como esta son de las que se deberían hacer remakes: películas que desperdician una buena premisa con un desarrollo mediocre.

20 feb 2016

La muerte viaja en vídeo (The Video Dead)

 
Es por culpa de películas como La muerte viaja en vídeo (The Video Dead, Robert Scott, 1987) que el cine actual de zombis me parece mediocre, aburrido y repetitivo en un 99% (98% si me siento optimista). Esta es una entretenida y divertida película con generosas dosis de gore cuyo bajo presupuesto se ve compensado por grandes dosis de imaginación y entusiasmo.

En casa del escritor Henry Jordan (Michael St. Michaels) dejan por error una caja que contiene un viejo televisor. Jordan no le da importancia, hasta que la televisión empieza a encenderse sola emitiendo únicamente una película de zombis llamada Zombie Blood Nightmare, aún estando desenchufada. Y en mitad de la noche, zombis salen de la televisión y matan a Jordan. Un par de meses más tarde, los hermanos Zoe (Roxanna Augesen) y Jeff Blair (Rocky Duvall) se instalan en la casa, recién comprada por sus padres, que en ese momento se encuentran de viaje. La televisión volverá a ponerse en marcha y nuevos zombis surgirán de la pantalla para matar a todo aquel que se les ponga por delante. Los hermanos se enfrentarán a los zombis con la ayuda de Joshua Daniels (Sam David McClelland), que ya se ha enfrentado a estos zombis antes.

Filmada con un presupuesto muy, muy bajo en 16 mm y luego estrenada directamente en vídeo, esta película ha sobrevivido gracias a su mezcla de terror y comedia y los toques originales que le otorgan personalidad propia. En ese sentido, me recuerda a Criaturas asesinas (The Deadly Spawn, Douglas McKeown, 1983), otra genial película de serie B que supera las constricciones de su bajo presupuesto con grandes dosis de imaginación, sangre y diversión. Especialmente me hacen gracia los zombis que cuando matan a alguien se parten la caja viendo como muere su víctima. Además, estos zombis no se mueren destruyendo su cerebro, se necesitan métodos mucho más imaginativos (y absurdos) para acabar con ellos.

Los personajes humanos también contribuyen a la diversión que ofrece The Video Dead, aunque las interpretaciones no son nada del otro mundo. Sin embargo, tiene momentos muy divertidos, como cuando Jeff y Joshua tumban a su primer zombi y Joshua saca una sierra mecánica de su bolsa, momento en que tiene lugar este diálogo:

Jeff: No te lo vas a creer, pero mi película preferida, mi favorita absoluta, es La matanza de Texas. La he visto seis veces.

Joshua: Esto no es un juego, señor Blair.

Jeff: Ya sé que no es un juego. Pero le disparé primero, lo he tumbado. Es justo que yo use la sierra mecánica.

Joshua: Supongo que quieres que te enseñe cómo funciona.

Jeff: ¿Estás de broma? Ya te he dicho que he visto la peli seis veces. Apártate y observa trabajar al maestro.

Momento en que Jeff parte por la mitad al zombi, entre cuyos órganos internos aparecen ratas que al parecer vivían dentro del zombi. Tal vez tenga un problema, pero a mi es escenas como esta me hacen reír bastante. Estos momentos más cómicos se ven equilibrados por momentos de terror más serio. La comedia te ayuda a aceptar lo ridículo de la historia y el terror hace que impresione más el gore (para la época, era bastante sangrienta).

Los 90 minutos que dura se pasan bastante rápido, así que la recomiendo a todos aquellos que quieran pasar un buen rato zombi pero sin tener que tragarse otra vez la típica historia apocalíptica. Esta editada en Blu-ray por Scream Factory junto a la psicotrónica TerrorVision (Ted Nicolaou, 1986), aunque solo para zona A. Está editada en DVD en España, pero según la carátula su duración es cuatro minutos más corta que la edición americana. No he comprobado de primera mano si es un error o realmente es cuatro minutos más corta (en Alemania recortaron la película bastante, así que puede que sea esa versión), de modo que actuad con cautela.


17 feb 2016

Cherry Falls

 
El reciente anuncio por parte de Scream Factory de una edición coleccionista en Blu-ray de Cherry Falls (Geoffrey Wright, 2000) inspiró que volviera a ver esta película que hacía años que no veía. ¿Se sigue manteniendo fresca? Nop, para nada.

En Cherry Falls, un pequeño pueblo americano, aparece asesinada una pareja de adolescentes. Cuando se produce una nueva víctima, el sheriff Brent Marken (Michael Biehn) está convencido de que al pueblo ha llegado un asesino en serie cuyas víctimas son adolescentes vírgenes. Jody (Brittany Murphy), la hija del sheriff, se convertirá en objetivo del asesino lo que provocará que empiece a investigar los oscuros secretos de la ciudad.

Vista hoy día resulta increíble que esta película obtuviera tantos halagos y fuera considerada rompedora y subversiva. Le pasa lo mismo que a The Faculty (Robert Rodriguez, 1998), que entonces parecía moderna y políticamente incorrecta y al verla hoy te das cuenta de que es todo lo contrario. En la caratula del DVD que editó Filmax incluso se ve que ganó el premio al mejor director en el Festival de Sitges de entonces, señal de lo mal que estaba el panorama en aquella época. Claro, hoy en día disfrutamos de un panorama más variado y de mayor calidad en lo que se refiere al cine de terror, pero durante mediados y finales de los 90, la verdad es que realmente Cherry Falls es de lo mejor que había.
 
En los 90, el éxito de Scream. Vigila quién llama (Scream, Wes Craven, 1996) insufló nueva vida al género (que estaba tan mal visto que incluso Scream se promocionaba como una película de suspense, no de terror) pero provocó también un sinfín de imitaciones y derivados. Cherry Falls fue prácticamente la última de estas películas en estrenarse y, aunque nos llegara en el 2000, su estética grita años 90 por los cuatro costados. La censura americana por algún motivo se cebó con ella, como resultado en los asesinatos no hay apenas sangre y no resulta impresionante ni imaginativa. Al parecer el gore que se tuvo que cortar no está disponible, pero dudo que el film mejorara mucho con su inclusión, ya que su desarrollo resulta muy rutinario, la historia no tiene ningún sentido (¿cómo sabe el asesino quién es virgen y quién no?) y acaba resultando un film aburrido. Sorprende también que la censura se cebara tanto con esta película, ya que unos pocos años después películas como Saw (James Wan, 2004) llenarían las pantallas de sangre.

La película en su momento me gustó, lo suficiente como para después de verla en el cine la comprara en DVD, pero ya no soy el de mismo y la nostalgia no la salva. No crea suspense ni resulta imaginativa en ningún aspecto. Lo único que destaca es el reparto, con la malograda Brittany Murphy al frente, pero nada más. Podéis seguir con vuestra vida sin verla de nuevo o por primera vez.


16 feb 2016

Deadpool

Ya podéis leer lo bien que me lo pasé con esta orgía de diversión que es Deadpool (Tim Miller, 2016) en Underbrain Mgz, clicando aquí:


La traslación de Masacre a las pantallas realmente hace justicia al personaje. La recomiendo por lo mucho que me reí y disfruté con ella y especialmente en VOSE.


9 feb 2016

La máscara del demonio (La maschera del demonio)

 
Muchas veces he recibido correos o comentarios en los que se me pedía ayuda para localizar una película en particular. Siempre procuro responder a estas peticiones porque yo mismo me he visto en la situación de buscar una película de la que tenía simplemente un vago recuerdo, sin título o nombres de actores para servirme de guía. Hace tiempo comenté el caso de Alarma: catástrofe (The Medusa Touch, Jack Gold, 1978), una genial película fantástica que me marcó de pequeño y que me pasé mucho tiempo buscando sin suerte hasta la llegada de Internet. La máscara del demonio (La maschera del demonio, Lamberto Bava, 1989) era el otro título que me quedaba pendiente de encontrar al que por fin pude poner título y responsable.

Un grupo de amigos está de vacaciones esquiando cuando caen todos por una grieta oculta por la nieve. En el fondo, descubren una misteriosa tumba, en la que hay una mujer enterrada llevando una máscara. Le sacan la máscara y a partir de entonces se ven todos envueltos en una pesadilla interminable.

Originalmente esta película, en una versión más corta, formaba parte de una serie hecha para la televisión. Fue entonces que recuerdo verla de pequeño por televisión, seguramente entre 1989 o 1990 teniendo en cuenta el año de producción. No recordaba mucho, excepto una escena que se me quedó grabada, en la que los poseídos protagonistas hacen una fiesta y una de ellos se va arrancando los dientes. Esa imagen se había quedado conmigo, pero poco más. No fue hasta que, por casualidad, estaba leyendo un artículo sobre las falsas secuelas de Demons (Dèmoni, Lamberto Bava, 1985, artículos: 1, 2) que deduje que era posible que la escena que recordaba perteneciera a La máscara del demonio, que se había estrenado en otros países como Demons 5: The Devil's Vail.

La película es imposible de encontrar en DVD, a pesar de que juraría que la había visto en alguna página, lo cual me resulta extraño ya que lo que sí encontré es un DVD-rip de la película en italiano con subtítulos en inglés (de bastante buena calidad en lo que se refiere a audio-imagen, si bien los créditos al final de todo están cortados), así que tiene que estar editada en algún lado.

Cuando finalmente me dispuse a verla estaba algo reticente, ya que anteriormente había visto, en la edición Arrow Video en Blu-ray, como Lamberto Bava y el productor Alfredo Leone habían destrozado a mediados de los 90 la genial película de Mario Bava Canni arrabiati aka Rabid Dogs (1974), conocida aquí en la igualmente pésima versión Semáforo rojo, de la que recientemente se ha hecho un remake francés. La idea de Bava hijo haciendo un remake del gran clásico de Bava padre La máscara del demonio (La maschera del demonio, 1960) me parecía abocada al desastre, pero me llevé una sorpresa.

Lo cierto es que la película de Bava hijo solo toma el título y la presencia de la máscara, para luego contar una historia que nada tiene que ver con la que filmó Bava padre. De hecho, se entiende que se estrenara en algunos lugares como Demons 5, ya que tiene más en común con la clásica Demons que con La máscara del demonio original. Eso no quiere decir que sea una gran película, pero sí que resulta entretenida y tiene varios buenos momentos (el momento que recordaba resulta igualmente efectivo), que compensan los momentos de bajón de la película.

Tiene toques muy lovecraftianos, como cuando los protagonistas descubren una iglesia abandonada enterrada en la nieve, que luego los lleva a un misterioso pueblo vacío. Algunas transformaciones y algunas escenas de posesiones están muy conseguidas, de modo que, por lo menos visualmente, la película mantiene su interés. En el lado negativo estarían las interpretaciones, nada del otro mundo, y un guion bastante flojo.

En conjunto, me alegro de haber encontrado la película y poder compartirla con más gente. Antes mencionaba que es imposible de encontrar en DVD, pero hay una versión que recoge las películas que formaban esta serie de televisión, bajo el título Sabbath vol. 1 y 2. La máscara del demonio estaría en el vol. 1, pero solo contiene el audio castellano y, mucho peor, es la recortada versión televisiva, por lo tanto es como si no existiera.

4 feb 2016

Esto SÍ es la guerra


Tras disfrutar de un enorme éxito con El vengador tóxico (The Toxic Avenger, Michael Herz, Lloyd Kaufman, 1984) y Mutantes en la universidad (Class of Nuke 'Em High, Richard W. Haines, Lloyd Kaufman, 1986), Troma's War (Michael Herz, Lloyd Kaufman, 1988) iba a sumarse a esta lista de éxitos pero acabó siendo una decepción. Pero Troma's War resurgió años después como el fénix de entre las cenizas y ahora disfruta de su merecido lugar entre los mejores títulos creados por Troma.

Un avión procedente de Tromaville se estrella en una misteriosa isla. Los supervivientes descubren que no están solos en esta isla: allí se han concretado todos los grupos terroristas imaginables con la idea de asaltar Estados Unidos. Quedará en las manos de los buenos ciudadanos de Tromaville acabar con este gigantesco ejército y defender los valores que han hecho América grande.

Troma's War es una divertida sátira de las cintas de acción pasadas de vuelta de los 80 como Rambo III (Peter McDonald, 1988) o Invasión USA (Invasion U.S.A., Joseph Zito, 1985) (su argumento es bastante parecido al de esta última). No solo satiriza sus exageradas escenas de acción, también la ideología que en la era Reagan se propagaba en estas películas. Por supuesto, una película como Invasión USA es bastante ridícula y delirante de por sí (yo la recomiendo por lo que te ríes con ella, aunque su trasfondo ideológico me repugne), por lo que una sátira o parodia de este tipo de cine ha de intentar ser más delirante y absurda si cabe. Algo que Troma's War consigue de forma genial. Cosa que no se pudo ver en el momento que se estrenó a finales de los 80, gracias a la censura que sufrió.

Comparando la violencia que se mostraba en su película con la que se veía en la citada Rambo III o la genial RoboCop (Paul Verhoeven, 1987), Lloyd Kaufman pensó que no tendría problemas con la censura americana. Pero la censura atacó la película de forma absurda, especialmente si tenemos en cuenta el tono de comedia que tiene el film. Los cortes que ordenaron hacer eran increíblemente ridículos (como cortar el momento en que un personaje escupe en su mano tres dientes obviamente falsos en una mano tras recibir un puñetazo), lo que me hace pensar que simplemente atacaron el film por ser Troma. Perder casi veinte minutos de película provocó que Troma's War fuera un fracaso, una decepción para los fans y perdiera toda su garra satírica.

No es hasta unos años más tarde, con la llegada del DVD, que finalmente se pudo ver el film tal y como querían sus creadores. Es entonces que empieza su renacimiento y, poco a poco, empieza a ganar popularidad y adquirir su estatus de film de culto actual, siendo considerada una de las mejores películas de la Troma tras El vengador tóxico y Tromeo and Juliet (Lloyd Kaufman, 1996). Algo con lo que estoy completamente de acuerdo.

Es posible que algunos elementos de la película no acaben de hacer gracia a algunos espectadores, como el malvado Señor Sida y su brigada de sidosos, pero he de decir que en mi caso nunca falla en hacerme reír de principio a fin. Si al humor negro le sumamos su banda sonora cutreochenta, la violencia y la acción, un memorable grupo de personajes y su subversivo mensaje; el resultado final es un fantástico film que no aburre ni un minuto.


1 feb 2016

El infierno verde (The Green Inferno)


Al finalizar los títulos de crédito de El infierno verde (The Green Inferno, Eli Roth, 2013) aparece una selección de títulos de cine "caníbal" en orden cronológico llevada a cabo por el director. Roth también incluye una dedicatoria a Ruggero Deodato, director de Holocausto caníbal (Cannibal Holocaust, 1980), una de las películas favoritas de Roth. Con estos dos detalles queda claro que la intención de Roth es homenajear las películas de caníbales e introducir a nuevos espectadores en el género. La ironía es que The Green Inferno es mucho mejor que la mayoría de las películas que homenajea.

En el documental Eaten Alive se cuenta la fascinante historia de este particular género de corta vida. Aunque se asocia al cine de terror por lo explícito de su violencia y sus truculentas imágenes, en realidad el cine caníbal italiano tiene más en común con el cine de aventuras, si bien llevado al extremo más salvaje posible. Son películas muy nihilistas, crudas y bestias, en ocasiones racistas, moralistas y misóginas (repito: en ocasiones, no todas). Las abundantes y salvajes mutilaciones, la crueldad animal (aunque Umberto Lenzi asegura que no es real en su film Caníbal feroz [Cannibal Ferox, 1981]) y la ocasional violación hacen que ver una de estas películas sea casi un desafío. Como si los cineastas te desafiaran a que llegaras hasta el final. Elementos que hacen que una vez vista, uno no sienta la necesidad de revisitar ninguno de los títulos que forman parte de este breve género.

Hay excepciones, por supuesto. Personalmente, me gustan Cannibal Ferox, Emanuelle y los últimos caníbales (Emanuelle e gli ultimi cannibali, Joe D'Amato, 1977) y algún otro film, películas que he vuelto a ver en más de una ocasión -aunque la de Emanuelle por razones que poco tienen que ver con el canibalismo-. Lo mismo sucederá en el futuro con la película de Roth, cuyo argumento (unos activistas sufren un accidente de avión que los pone en manos de una tribu caníbal) es casi igual al de otras películas de este minigénero pero está mucho mejor ejecutado.

Para empezar, la ausencia de crueldad animal hace que sea una película más "digerible", por lo menos en mi caso. En el audiocomentario incluido como extra en el Blu-ray (en la edición americana), Roth explica que en su película caníbal no hay crueldad animal porque la odia y además ha trabajado con asociaciones como PETA, así que ese es un aspecto del cine caníbal que queda ausente. Los personajes resultan bastante simpáticos y lo suficientemente sólidos como para que te involucres en lo que les sucederá, de modo que las escenas de peligro y muertes son bastante efectivas. También me gustó mucho el villano que interpreta Ariel Levy, Alejandro, uno de esos personajes que te encanta odiar. El racismo y la misoginia que en ocasiones abunda en estas películas, se encuentra ausente en el film de Roth. La tribu no se presenta como malvada, simplemente reacciona ante lo que se interpreta como una invasión de su territorio.

Todas estas son las razones por las que me gustó y disfruté esta película. Hay otros aspectos que son más personales, como la forma en que Roth consigue imitar, de forma inconsciente, la "extrañeza" de las películas italianas intentando pasar por americanas. Esto lo consigue gracias al hecho de que la película es una coproducción entre Estados Unidos y Chile y Roth trabaja con gran parte del mismo equipo que realizó Aftershock (Nicolás López, 2012). Hay exteriores rodados en Nueva York, pero todos los interiores fueron rodados en Chile, donde se trabajaron también los efectos especiales y el resto de la posproducción, y en los escenarios naturales de Perú. En el reparto hay una mezcla de nacionalidades, lo que da un conjunto variado de acentos, aunque se supone que todos son americanos. Esta mezcla de acentos y el uso de exteriores/interiores le da ese toque que le daba personalidad a la italoexploitation.

Aunque hay críticas actuales que le quieren dar un ridículo trasfondo político a esta película, mi recomendación es que disfrutéis de The Green Inferno por lo que es: un retorno a la exploitation italiana de finales de los 70 y primeros 80, una mezcla de cine de aventuras y terror llena de sangre y vísceras. ¡Buen provecho!