Publicada en Underbrain Mgz mi crítica de Los extraños: Cacería nocturna (The Strangers: Prey at Night, Johannes Roberts, 2018) que se estrena este viernes:
Mucho antes de ser conocido como uno de los productores, guionistas y director de la serie Mystery Science Theater 3000 (de la que no soy muy fan), Jim Mallon debutó como director con Garra sangrienta (Blood Hook, 1985), slasher satírico del que también fue uno de los guionistas.
Peter (Mark Jacobs) regresa con un grupo de amigos al pueblo que dejó poco después del asesinato de su abuelo, coincidiendo su llegada con un concurso de pesca. Su llegada también coincide con una serie de misteriosos asesinatos que es posible guarden relación con el asesinato de su abuelo. ¿Podrán Peter y sus amigos descubrir quién es el asesino antes de los utilice como carnada?
Como he mencionado al principio, la intención de Mallon era hacer una sátira de los slashers que tan populares eran en los 80. Por ello, el arma que usa el asesino es bastante ridícula: un gran señuelo lleno de ganchos que el asesino lanza con su caña de pescar. Sin embargo, una de las razones por las que esta película me parece interesante es que su sátira no es muy buena, resultando más bien en un slasher "serio" con toques de comedia.
No es una buena sátira porque no aparecen representados los personajes tópicos y las situaciones habituales en los slashers de la época. Hay muchos momentos de humor entre los personajes protagonistas, a través de los diálogos, y en la representación del pueblo, muchas veces utilizando el contraste entre campo y ciudad como fuente de comedia. Y, por supuesto, la mencionada imagen del pescador atrapando a sus víctimas como si fueran truchas resulta cómica por si misma. Pero, supongo que por su inexperiencia, Mallon no establece un tono satírico efectivo y, a medida que avanza, el film se va poniendo serio hasta el sangriento clímax.
De este modo, Blood Hook acaba siendo un raro híbrido de comedia y terror, tal vez por ello mantuvo mi interés de principio a fin. Además de la ambientación ochentera y los sangrientos asesinatos, mantiene el interés gracias al tiempo que dedica a sus personajes. Eso también significa que el film es un pelín lento, como sus casi dos horas de duración hacen evidente.
La verdad es que no sé si recomendar o no esta película. Es una rareza y me gustó, sobretodo como aficionado al slasher, pero no tengo claro a quién más puede interesar. En todo caso un importante aviso: la película fue distribuida por Troma en su momento y ahora la ha colgado en su canal de YouTube, pero es una versión recortada a la que le faltan casi veinte minutos de película.
Pocas veces he podido decir esto, pero aquí está: Deadpool 2 es mejor que su predecesora. Me reí a carcajadas de principio a fin (aunque a veces era el único en la sala que se reía). Pecado verla doblada.
Creo que aquellos que estamos más entusiasmados con la nueva era de cine superheroico somos aquellos que recordamos años y años de malas adaptaciones de cómics. Sí, de vez en cuando se estrenaba algún Batman vuelve (Batman Returns, Tim Burton, 1992), pero por cada buena película basada en un cómic, se estrenaban tres o cuatro que eran terribles, mediocres o terribles y mediocres. Es decir, la mayoría eran como Barb Wire (David Hogan, 1996).
La editorial Dark Horse había cosechado considerable éxito con La máscara (The Mask, Chuck Russell, 1994), así que no tardaron en poner en marcha otra adaptación de uno de sus personajes. La escogida fue Barb Wire, integrante de un grupo de superhéroes con el que Dark Horse intentaba hacerse un hueco en el mercado dominado por DC y Marvel durante los 90. De aquel efímero universo, el único personaje que me gustaba era Ghost, una fantasma armada con dos pistolas, nunca me acabó de interesar el cómic Barb Wire. Sin embargo, la película podría haber resultado interesante si no fuera por la actriz escogida para encarnar al personaje.
El film se "inspira" en el argumento de Casablanca (Michael Curtiz, 1942), en lugar de, ya sabéis, adaptar el cómic en que se suponse se basa. Lo que sí es interesante es que lleva este argumento al futuro (de entonces): un 2017 en el que Estados Unidos está gorbernado por un loco de extrema derecha que provoca una segunda guerra civil. En este conflicto, la ciudad Steel Harbor es una especie de zona neutra y allí transcurre la acción. En el gran reparto nos encontramos a gente del calibre de Steve Railsback y Udo Kier. Por desgracia, famosa por sus posados en Playboy y su papel en la serie, es un decir, Los vigilantes de la playa, se escogió como protagonista absoluta a Pamela Anderson. Una popularidad basada principalmente en su atractivo, si te resulta atractiva la silicona. No es mi caso, y si a eso le sumamos su nulo carisma, sus escasas habilidades interpretativas y una inexistente credibilidad en las escenas de acción, el resultado es que lo que podría haber sido una película pasable acaba siendo pura mediocridad. Cómo de diferente podría haber sido Barb Wire con alguien como Cynthia Rothrock al frente:
Dicho esto, lo cierto es que con el tiempo ha adquirido cierto atractivo nostálgico. Es un film muy de los noventa, en el que destacaría la banda sonora, en la que suenan grupos y canciones que he de admitir escuchaba en aquel entonces, como el tema que aparece tanto en la película como en el tráiler. Sin embargo, por mucha gracia que me haga recordar un vergonzante pasado, no basta para salvar la película hoy día. Y repito que es una lástima, ya que las escenas en las que no aparece Pamela Anderson y recrean este "futuro" distópico no están nada mal.
La reciente edición en Blu-ray que Vinegar Syndrome ha editado de El ente diabólico (Terror, Norman J. Warren, 1978), hizo posible que viera esta delirante producción en todo su esplendor. También hizo que me diera cuenta de que, aunque pensaba que ya había escrito un artículo sobre esta película cuando la descubrí hace tiempo en DVD, resulta que no había escrito nada sobre ella. Así que ahora voy a corregir ese despiste, ofreciendo mis impresiones sobre uno de los títulos más populares del cineasta de culto Norman J. Warren.
El argumento de Terror se podría resumir de la siguiente manera: James Garrick (John Nolan) es un director de cine cuya última película trata sobre una maldición que pesa sobre su familia desde hace generaciones. Después de que su prima Ann (Carolyn Courage) sea hipnotizada en una fiesta, extraños fenómenos y sangrientos asesinatos empiezan a tener lugar. Pero la razón por la que disfruto enormemente con esta película es que no tiene sentido, ni lo necesita. Es como ver una pesadilla filmada, lo cual resulta lógico si conocemos su fuente de inspiración.
Es posible que los motivos por los que esta película me encanta sean los mismos por los que muchos no la soporten. El film es una mezcla de influencias: el terror clásico británico a la Hammer o Amicus con el terror italiano a lo Suspiria (Dario Argento, 1977) (artículos sobre Suspiria: 1, 2, 3). Mi ego se hinchó cuando el director en los extras confirmaba mis deducciones e impresiones. Por supuesto, luego descubrí que estas deducciones resultan bastante obvias ya que TODO EL MUNDO menciona esta mezcla cuando habla sobre Terror. La influencia de Suspiria es muy fuerta ya que fue después de ver el clásico de Argento que Warren y el productor Les Young decidieron hacer una película con el mismo estilo: argumento mínimo, mucha atmósfera y más sangre. Warren y Young hicieron una lista de todas las cosas que les gustaba ver en títulos del género y construir el argumento siguiendo esa lista. Así se explica la variedad de secuencias y que la historia no tenga sentido, era algo buscado.
Lo repito, las razones por las que me parece un film fantástico son las mismas por las que a muchos se les hará un film infumable. Me encanta su enfoque abstracto, delirante, onírico. Especialmente cuando en el cine actual se explica absolutamente todo, no sea que al espectador se le ocurra imaginar por su cuenta. Es posible que si sois el tipo de aficionado que disfruta con una película como Terror ya la hayáis visto, si no es así os recomiendo este clásico de Norman J. Warren, especialmente ahora que la podéis ver uncut y en HD.