El maestro del giallo Dario Argento debutó en la dirección con El pájaro de las plumas de cristal (L'uccello dalle piume di cristallo, 1970). Este film es una adaptación no acreditada de la novela de Fredric Brown La caza del asesino (The Screaming Mimi en su título original). Esta novela había sido previamente llevada al cine en 1958, en un film que, sobra decirlo, es bastamente distinto al de Argento. Pero, ¿hasta qué punto es distinto?
La caza del asesino (Screaming Mimi, Gerd Oswald, 1958) es un perfecto ejemplo de potencial desaprovechado. La novela de Fredric Brown, originalmente publicada en 1949, está protagonizada por un periodista alcohólico (los protagonistas alcohólicos eran habituales en las novelas de Brown) que empieza a investigar una serie de asesinatos en serie después de conocer a la bella mujer que ha estado a punto de converirse en la última víctima de un asesino conocido como el Destripador. Hasta cierto punto, se entiende que Dario Argento decidiera no acreditar la novela de Brown, porque lo cierto es que lo único que cogió de la novela es la identidad del asesino y el giro final. Sigue siendo una maniobra no muy ética, sobretodo teniendo en cuenta que directores/guionistas como Shane Black sí acreditan a un autor aunque solo haya un detalle que hayan cogido de una novela. Pero nadie puede decir que Argento carezca de ego, y teniendo en cuenta la época es fácil de entender lo que hizo.
Sin embargo, La caza del asesino que sí es una adaptación más, relativamente, fiel desperdicia la novela. Es una lástima, porque estrenada un año antes que Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1959), podría haberse convertido en un influyente clásico, sobretodo teniendo en cuenta su giro y que arranca con una mujer atacada en la ducha por un maníaco con un cuchillo. El primer problema es que "ordena" la historia, empezando por sucesos que se descubren mucho más tarde en la novela (y el film de Argento). El segundo problema es que el director Gerd Oswald no consigue nunca elevarse por encima del bajo presupuesto del film y no crea el suspense y la tensión que la historia demanda.
Parece obvio que el film fue hecho como forma de promocionar a Anita Ekberg, ya que el material promocional se centra en su prominente figura. Lo que nos lleva al tercer problema del film, unas interpretaciones mediocres no demasiado convincentes.
A pesar de todo, Screaming Mimi es una interesante curiosidad, presentando elementos que serían muy populares más adelante. También llama la atención cómo presenta a Joann "Gypsy" Masters, personaje lésbico interpretado por Gypsy Rose Lee. Debido a la censura del momento su sexualidad se muestra de forma muy sutil, mediante diálogo, pero es una presentación positiva ya que no se la representa como una pervertida o desviada, sorprendente teniendo en cuenta la época. Rose Lee tiene además una de las frases más divertidas de la película (presente en el tráiler): "Uno pensaría que su busto es algo único" hablando con desprecio del personaje de Anita Ekberg. Una frase divertida si tenemos en cuenta lo que lanzó a la fama a Ekberg.