En 2013 se estrenó con gran revuelo Escape from Tomorrow de Randy Moore, ya que había logrado filmarse a escondidas en Disneyland sin que nadie del parque se diera cuenta. Pero, más allá de la polémica y con la perspectiva del tiempo, ¿tiene valor esta película?
Para una típica familia americana es el último día de vacaciones en Disneyland. Sin embargo, el día no empieza demasiado bien: a Jim (Roy Abramsohn) lo despiden por teléfono. A partir de aquí, la jornada se irá haciendo cada vez más oscura, convirtiéndose en una auténtica pesadilla para Jim.
El film se ha sostenido bastante bien gracias a su mezcla de comedia negra y elementos de cine de terror. El tono queda establecido en la secuencia de los títulos de crédito, en el que vemos a un montón de felices turistas en una montaña rusa, uno de los cuales acaba decapitado. La música constante, las atracciones, las aglomeraciones... Todo contribuye para convertir algo que se supone es un lugar feliz en algo salido del infierno. A la sensación de desasosiego también contribuye que el film se rodó en blanco y negro (que tenía otra utilidad práctica para disimular cómo se consiguieron algunos planos). Los temas que trata son universales: la desestructuración de la familia, la crisis de la mediana edad y la deshumanización de las grandes corporaciones.
La película gana a medida que va avanzando, introduciendo más elementos absurdos, culminando en un clímax destinado a dejar perplejo al espectador. Por tanto, es un film que funciona más allá del gimmick de haber sido rodado en secreto en un famoso parque temático. Sin embargo, no es una película que recomendaría a todo el mundo, por su peculiar sentido del humor, un pelín lynchniano.
2 comentarios:
Anda recuerdo ahora haber oído hablar de ella, se me había olvidado por completo. Me la apunto para verla.
Un saludo
Es el peligro de estas pelis con gimmick, que es fácil olvidarse de ellas una vez pasa la polémica. Pero tiene cosas disfrutables. Un saludo.
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