11 feb 2011

Las crónicas de Crystal Lake. Primera Parte: KI-KI-KI, MA-MA-MA



Llevo mucho tiempo dándole vueltas a hacer un recorrido exhaustivo por la saga Viernes 13 y todo lo que ha generado. Para mí son películas por las que, aparte de su mayor o menor importancia en el cine de terror, tengo un gran cariño por razones sentimentales, ya que las empecé a seguir cuando era adolescente y llevan conmigo mucho tiempo. Por ello, al contrario que un crítico profesional, no intentaré convenceros con chorradas de que las opiniones aquí vertidas son objetivas, racionales y certeras. Todo lo contrario, mis opiniones son completamente subjetivas, teñidas por mi afición a los chorros de hemoglobina cinematográficos y las chicas ligeras de cascos, de lo cual esta saga ofrece un montón.

Viernes 13 (Friday the 13th, Sean S. Cunningham, 1980): Posiblemente Black Christmas (Bob Clark, 1974), La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978) y Viernes 13 fueron las tres películas fundamentales que dieron forma al cine de terror de los 80, ya que fueron las que crearon el género slasher. Cada película recogió el testimonio de la anterior, sumándose las dos primeras en la tercera, y el éxito de ésta y sus imitaciones acabaron de perfilar el género.

La creación de Viernes 13 se debe a Sean S. Cunningham, que después de ver el éxito que había tenido Halloween, le vino el título a la cabeza y puso un anuncio en el periódico para asegurarse de que no se lo robaban y de que nadie lo hubiese usado antes. Cuando vio que el título no había sido usado, le encargó a Victor Miller que escribiera el guion de una película de terror con ése título. Miller no era muy fan del género, así que, en sus propias palabras, se fue al cine a ver Halloween y copió la estructura y los elementos que usaba. Es por ello que la primera Viernes 13 no es un slasher como lo entendemos ahora, tiene elementos más propios del giallo y las películas de misterio a lo Agatha Christie. Hasta le gusta a mi madre.

Cunningham hace un buen trabajo a la hora de crear suspense, a pesar de que sabemos que cuando un personaje se queda solo se lo van a cargar, ya que se centra en nuestra anticipación en que va a suceder algo horrible. Al disfrute de la película también contribuyen los fabulosos efectos de maquillaje de Tom Savini, incluidos por Cunningham para darle algo a la audiencia que no hubiese visto antes; y la efectiva banda sonora de Harry Manfredini, creador del tema principal que todo el mundo tararea cuando se habla de Viernes 13.

Esta modesta producción de bajo presupuesto fue distribuida por la Paramount para aprovechar el éxito que estaban teniendo las películas de terror en aquel momento, cosa que facilitó que Viernes 13 se convirtiera en un tremendo éxito de taquilla. Creo que la razón por la que gustó tanto, y porque me gusta a mí incluso hoy día, es que es una película de terror "divertida". Divertida en el sentido de que te pegas unos sustos, hay chicas guapas y abundante sangre, en contraste con películas realmente angustiantes y perturbadoras como La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, Tobe Hooper, 1974). Viernes 13 era (y es) una película ideal para ver cuando eras un chaval con una chica, los dos sentados en el sofá, y aprovechar los sustos para abrazarse y pillar cacho, especialmente en el memorable susto final. O al menos así era hace veinte años.

Lo que resulta innegable es que Viernes 13 conserva intacto su encanto y atractivo, los mismos que tienen los cuentos explicados alrededor de una hoguera, historias básicas y elementales que van directas a los miedos más básicos y primitivos: la oscuridad, los extraños, el bosque oscuro. También es de notar que al ser la primera no aparecen los tópicos que luego se le aplicaron a toda la serie. El más importante: la final girl virgen. Aquí se insinúa que Alice (Adrienne King) ha tenido una relación con Steve Christie (Peter Brouwer) y fuma marihuana con sus compañeros en la escena del strip-monopoly. También resaltar que el resto de los personajes no son los insufribles adolescentes idiotas de posteriores entregas, sino que son bastante normales y vulgares.




Viernes 13, 2ª parte (Friday the 13th Part 2, Steve Miner, 1981): Fantástica continuación escrita por Ron Kurz, que también participó en el guion de la primera, con Miner, que había trabajado en la producción de la primera y era un viejo colaborador de Sean S. Cunningham, a la dirección.

Tras los terribles asesinatos, el campamento Crystal Lake se ha cerrado. Sin embargo, se acaba de abrir muy cerca un centro de reciclaje para monitores de campamento. Nadie se lo espera, pero cuando llegue viernes 13, los monitores empezarán a ser asesinados uno a uno.

Ésta entrega sí que es un slasher con todas las de la ley. Aquí tenemos al asesino enmascarado despachando alegremente jovencitos y jovencitas. Es la primera en la cual aparece Jason Voorhees (Warrington Gillette), con un saco tapándole la cara deforme. La aparición de Jason fue la excusa barata que buscaron para crear una continuación, ya que la primera entrega tiene su origen en que, de hecho, Jason está muerto. En fin, qué más da si la película está bien.

Tiene un detalle genial, el de explicar la historia de Jason alrededor de una fogata, enlazando con la tradición de los mitos urbanos. Algo que ya comenté en el post sobre otro gran clásico ochentero: The Burning (Tony Maylam, 1981).

Uno de los aciertos de la película es su protagonista, Amy Steele, que no es para nada una inocente y virginal final girl típica y usa su cerebro para lidiar con la bestia parda que es Jason Voorhees. Otro acierto de la película es que es brutal e implacable a la hora de ir eliminando personajes, incluido el pobre chaval deportista que va en silla de ruedas. También incluye un asesinato sacado del clásico giallo Bahía de sangre (Reazione a catena, Mario Bava, 1971). Lo podéis interpretar tanto como un guiño a los orígenes italianos del slasher o como que pensaron que era un asesinato fantástico y decidieron copiarlo para la película.

Personalmente, esta segunda entrega es de las que más me gusta de toda la saga, especialmente el tenso tramo final.



Viernes 13, 3ª parte (Friday the 13th Part III, Steve Miner, 1982): Con Miner de nuevo en la dirección, esta tercera entrega es famosa por dos motivos: fue originalmente rodada en 3-D y es la primera en la cual aparece Jason (Richard Brooker) llevando la máscara de hockey que le quita a una de sus víctimas.

Después de un prólogo que transcurre momentos después del final de la segunda entrega, nos encontramos con la joven Chris Higgins (Dana Kimmell) que lleva a unos amigos a la casa que tienen sus padres cerca de Crystal Lake. Allí se reencuentra con su rollete de la infancia Rick (Paul Kratka) y con los recuerdos de un fugaz encuentro con Jason. En un inesperado giro de los acontecimientos, sus amigos empezarán a ser asesinados uno a uno, junto a un grupo de moteros, por Jason.

Hace poco me compré la versión en 3-D de la película y me pasé la tarde viéndola con las gafas 3-D incluidas en el pack, pero no le añadió mucha cosa. El guion de Martin Kitrosser y Carol Watson no resulta especialmente interesante o innovador, aunque se esfuerzan en ofrecernos alguna sorpresa y una final girl a la altura de las anteriores. A pesar de ello, es un film entretenido y efectivo.



Viernes 13: capítulo final (Friday the 13th: The Final Chapter, Joseph Zito, 1984): Paramount estaba algo avergonzada de producir las películas de la saga Viernes 13, así que decidió poner punto y final a la serie con esta cuarta película. Y así se anunció que esta entrega sería la última. Obviamente, el anuncio de que iba a ser la última de la saga hizo que la película recaudara un montón de dinero, lo que hizo pensar a los ejecutivos de la Paramount que tal vez se habían precipitado a la hora de poner punto y final a la saga.

En esta entrega, la señora Jarvis (Joan Freeman) decide llevar a su hija Trish (Kimberly Beck) y su hijo Tommy (Corey Feldman) ha pasar unos días en una cabaña en Crystal Lake. Da la casualidad que la cabaña de al lado ha sido alquilada por un grupo de adolescentes que se dedicarán a beber cerveza, fumar y fornicar, provocando que el bueno de Jason (Ted White) haga acto de presencia para poner un poco de orden.

La película resulta bastante interesante y entretenida, y no sólo por que aparezcan algunas de mis chicas Viernes 13 favoritas. Tom Savini vuelve a hacerse cargo del departamento de maquillaje, muchos aseguran que el pequeño Tommy y su obsesión por construir máscaras y efectos de maquillaje es un homenaje a Savini, y la dirección de Zito es bastante competente (el hombre había dirigido el efectivo slasher El asesino de Rosemary (The Prowler, 1981) y, posteriormente, la descacharrante Invasión USA (Invasion U.S.A., 1985)). La historia avanza sin muchas sorpresas pero no se hace aburrida y sí agradable de ver.

Curiosamente, al final el protagonismo pasa de Trish a su hermano pequeño Tommy, y en un plano final se sugiere que tal vez Tommy se acabe convirtiendo en un nuevo Jason. Y, a pesar de lo insufrible de alguno de sus personajes, hubiera sido un estupendo colofón para la serie. Para bien y para mal, no fue así.



Viernes 13, parte V (Friday the 13th: A New Beginning, Danny Steinmann, 1985): Ah, la infame quinta parte, la del Jason sin Jason. Muchos seguidores de la serie odian esta entrega, pero la verdad es que tiene algunas cosas a su favor como la estimulante presencia de Debi Sue Voorhees.

La película fue dirigida por Danny Steinmann, director de la pedazo de superexploitation Calles salvajes (Savage Streets, 1984), y escrita por Steinmann, Kitrosser de la tercera entrega y David Cohen. Estos guionistas se encontraron con la tarea de hacer una película de Viernes 13 cuya figura central había muerto en la cuarta entrega y creo que hicieron un buen trabajo a pesar de que en el momento que aparece en pantalla se sabe quién es el asesino.

Tiempo después de los eventos en la anterior película, unos cinco años aproximadamente, Tommy Jarvis (John Shepherd) va a un centro para jóvenes con problemas emocionales, situado no muy lejos de Crystal Lake. Tommy tiene alucinaciones en las que Jason vuelve de entre los muertos para vengarse porque Tommy lo liquidó de mala manera (en la cuarta entrega, más arriba, lo acabas de leer). Cuando nuevos asesinatos empiecen a perpretarse, Tommy empezará a dudar de su propia cordura.

Como decía, el hecho que fuera una película de Viernes 13 sin Jason enfadó a muchos fans. Pero no deja de ser un efectivo slasher, con sus asesinatos sangrientos y su carne adolescente. Resulta un cambio refrescante que haya un desarrollo de personajes, que además resultan bastante interesantes gracias a la idea de situar la película en un centro para jóvenes problemáticos (algo que luego también haría la serie Pesadilla en Elm Street en su tercera y mejor entrega). Los asesinatos no son particularmente imaginativos, pero sí sangrientos y bien realizados. Y en el final se juega de nuevo con la idea de convertir a Tommy en el nuevo Jason.

Para mí es un título poco apreciado pero que tiene bastantes cosas a su favor.

4 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

gran primera parte de esta entrada.

Me encanta Viernes 13, todas excepto jason X (aunque tiene su cosa...) Freddy VS Jason (insufrible) y el remake, que no hay por donde cogerlo.

Pero las ochenteras son cojonudas. Esta saga es un poco como el porno. Todos sabemos lo que va a pasar; nuestra única esperanza de sorpresa es que las tias estén buenas y que los polvos nos pongan a 100. En el caso de Viernes 13, el factor sorpresa reside en la creatividad de los asesinatos, porque todo lo demás es el mismo refrito en cada nueva entrega.

Hay 3 partes que me gustan especialmente:
-Esa en la que Jason se enfrenta a Carrie (que le cambiaron el nombre por problemas de derechos, creo)
-Viernes 13: Jason va a Manhattan (es la que mas veces he visto)
-Viernes 13 Parte 9: no es un viernes 13 puro y duro, ya que Jason no sale demasiado, pero me pareció entretenida y original.

Ya hablarás tu de ellas.

Un saludo!

Raúl Calvo dijo...

Uy! Si hablare de ellas...

Lo bueno de esta saga es que cada cual tiene sus favoritas (1,2 y 6 para mí).

Tomi Roberts dijo...

Muy buenos comentarios, pero solo una cosa que has dicho que no es cierta. Has dicho que en la primera se intuye que Alice tiene una relación con Steve Christy, eso no es verdad, al contrario Steve parece que va tras Alice pero ella le rechaza, sino mira un momento en el que él le pone la mano sobre la nuca en plan cariñoso y ella lo mira como con cara un poco de asco, en pla ¡no te pases! Alice no se salva de ser una final girl virgen...

Raúl Calvo dijo...

Bueno, supongo que depende de cómo lo interpretes, el hecho de que a ella no le interese no quiere decir que no hayan cabalgado la bestia de dos espaldas. De todos modos, no parece que Alice sea una adolescente recién salida del instituto.