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11 ene 2021

Dune. La novela gráfica. Libro 1


He publicado en Underbrain Mgz una, espero que interesante, crítica de Dune. La novela gráfica. Libro 1, publicada recientemente por Norma Editorial:

https://underbrain.com/comic/dune-la-novela-grafica-libro-1/

Como ya digo en el artículo, recomiendo su lectura tanto a los fans como a los que no conozcan la saga y busquen familiarizarse con ella antes de que se estrene la adaptación de Denis Villenueve.

21 ene 2019

Sobre Howard, el pato

 
A todos los que estén interesados en el cómic de los setenta del siglo XX: acabo de publicar un artículo en Underbrain Mgz sobre el cómic Howard, el pato que espero os sea de interés:


Aprovecho para recordaros que hace tiempo comenté la película aquí:


Un cómic y una película irrepetibles.


9 jul 2018

Crítica de The Fade Out: Auténtico Hollywood Noir

 
Acabo de publicar en Underbrain Mgz una crítica de The Fade Out, la nueva obra maestra de la pareja formada por Ed Brubaker y Sean Phillips:


Soy fan de este par desde Sleeper, me encanta la manera en que fusionan la novela negra con otros géneros como el superheroíco y el terror, pero especialmente me hacen disfrutar cuando se meten de lleno en el relato criminal y más si, como en este caso, lo mezclan con el Hollywood clásico. The Fade Out es lectura imprescindible.

23 nov 2017

Providence: H. P. Lovecraft según Alan Moore


Panini Comics acaba de publicar el tercer y último volúmen recopilatorio de Providence, cómic de terror escrito por Alan Moore y dibujado por Jacen Burrows. Ahora que la serie ya está completa, es el momento de ver qué nos han ofrecido los autores a lo largo de los doce inquietantes y perturbadores números recopilados en estos tres volúmenes.

La serie recuerda la estructura e intenciones de Watchmen, en el sentido que a lo largo de estos doce capítulos no solo se nos cuenta una compleja historia. Al mismo tiempo, a través principalmente de la reproducción del diario del protagonista, se nos ofrece un análisis del género y la figura del escritor H. P. Lovecraft. Pero esto forma parte del subtexto, lo principal es la historia, por supuesto. Una historia que mezcla realidad y ficción, inspirándose algunas situaciones y escenarios en sucesos reales y cartas del propio Lovecraft. Además de mezclar personajes ficticios con personajes que realmente existieron. Así, mientras acompañamos al periodista Robert Black por su viaje hacia la América secreta, adentrándose en un mundo aterrador, vemos cómo la realidad y la "irrealidad" se confunden.

Moore ofrece equivalentes "reales" de los personajes y situaciones que aparecen en diversos relatos de Lovecraft. De modo que, si uno es entusiasta del creador del terror cósmico, disfruta enormemente con estos guiños, pero creo que aquel que no conozca a este autor puede disfrutar igualmente la historia por si misma. En este sentido, se ha de mencionar que los volúmenes editados por Panini incluyen, al final, unos artículos en los que Antonio Solinas apunta los distintos relatos a los que Moore hace referencia, precisamente para aquellos no iniciados.

Entrando ya en el comentario más subjetivo, he de decir que Providence me ha parecido una pequeña obra maestra del género. Hacer terror en cómic de forma efectiva es muy complicado. Las ilustraciones de mutilaciones, monstruos y demás me dejan muy indiferente y no me afectan. Me afecta cuando la historia y los personajes me interesan. Moore tejió un argumento, unos diálogos y unos personajes que me atraparon completamente; le sumamos el arte de Burrows para ilustrar lo que escribe Moore y el resultado es que con gran éxito se sumerge al lector en una atmósfera perturbadora. Creo, sobretodo, porque el estilo de dibujar de Burrows, limpio y clásico, transmite de forma mucho más efectiva el terror por su realismo. Estilos más barrocos como, por ejemplo, el de Ben Templesmith, son más usados en el cómic de terror pero siempre me ha parecido que le quitan efectividad a las historias que ilustran, precisamente por alejarse demasiado del realismo. Burrows, además, muestra una gran habilidad a la hora de dar vida a las criaturas indescriptibles de Lovecraft.

Ya he mencionado el subtexto de Providence, o parte de este subtexto, en el que Moore parece analizar la obra de Lovecraft y su influencia en el mundo. Pero lo que más me ha llamado la atención es como Moore hace explícito todo aquello que en la obra de Lovecraft está soterrado o reprimido, en especial el sexo y las escenas gráficas de violencia. Es algo que Moore empezó a hacer en las primeras historias realizadas bajo la influencia lovecraftiana, recopiladas en el volúmen Relatos de Yuggoth y otras historias editado por Editores de tebeos dentro de su colección Avatar, pero que realmente explota en Neonomicon, editado por Panini. Ambos títulos son muy recomendables, pero especialmente Neonomicon, ya que, en cierto modo, Providence es su secuela y algunos hechos se entienden mejor después de leerlo, además de que en Neonomicon se introducen personajes que luego aparecen en Providence.

También recomendaría ver, antes o después, la para mí clásica cinta de John Carpenter En la boca del miedo (In the Mouth of Madness, 1994), ya que tiene algunos puntos en común con el argumento de Providence, aparte de ser ambas tributos a Lovecraft.

En conclusión, recomiendo la lectura de Providence (y mejor después de leer Neonomicon), a todo aficionado al cómic de calidad, al terror y, por supuesto, a la obra de H. P. Lovecraft.

23 sept 2014

Desde el más allá y otras historias, ilustrado por Erik Kriek

 
No hace falta decir que soy un gran seguidor de H. P. Lovecraft. Harto de tener cuentos repetidos en diversas antologías, me vendí los libros que tenía en una librería de segunda mano y otros los regalé (menos algunas curiosidades, como un libro de relatos inéditos de Lovecraft terminados por August Derleth) y luego me compré los dos volúmenes con la narrativa completa de Lovecraft que editó Valdemar. Y aunque terminó así mi compra de libros de Lovecraft, más algún libro de poesía y la recopilación de colaboraciones con otros autores que editó también Valdemar, eso no significa que la búsqueda de materiales inspirados por el autor se haya terminado. El universo creado por Lovecraft ha inspirado novelas, relatos, películas, videojuegos, juegos de rol e incluso un musical (ver vídeo abajo) y, por supuesto, cómics.

Erik Kriek adapta e ilustra cinco relatos del maestro del terror cósmico en el volumen Desde el más allá y otras historias: El intruso, El color que cayó del espacio, Dagon, Desde el más allá y La sombra sobre Innsmouth. Son cinco de los relatos más populares y conocidos del autor, algunos adaptados ya al cómic en anteriores ocasiones, convertidos en viñetas con gran maestría por parte de Kriek, en un glorioso blanco y negro que hace perfectamente posible que estas adaptaciones hubieran aparecido en las páginas del clásico Creepy.

Ilustración perteneciente a la adaptación de Desde el más allá

La maestría de Kriek a la hora de adaptar es la principal razón por la que recomiendo este cómic, no solo a los fans de Lovecraft, también a los fans del terror y el cómic en general. El color que cayó del espacio, genial ejemplo de primerizo body horror, Desde el más allá  y La sombra sobre Innsmouth son tres de mis historias favoritas de Lovecraft, pero las ilustraciones de Kriek hicieron que las viviera como si fuera la primera vez, especialmente El color que cayó del espacio. Por eso, si alguien piensa que debido a lo conocidas que son estas historias, este cómic no tiene demasiado interés, creo que se equivoca. Ya la historia que abre el volúmen, El intruso, es una muy acertada adaptación de un breve relato del maestro, con un innegable toque E.C. en el panel final, que resulta una interpretación fresca y poderosa del cuento.

La popularidad e influencia de Lovecraft ha hecho que abunden las adaptaciones de material suyo, pero muchos se limitan a explotar los tópicos asociados con el autor. Kriek va más allá y transmite hábilmente a través de las viñetas la sensación de amenaza y angustia, de horrores cósmicos al acecho, que han hecho de Lovecraft uno de los escritores más influyentes del género.


2 dic 2013

Hombre

 
Acaba de aparecer el segundo tomo recopilatorio de Hombre, creación de Antonio Segura (guion) y José Ortiz (dibujo). De este modo, en dos lujosos libros el afortunado lector puede poseer en su integridad una de las obras más interesantes surgidas en la época dorada del cómic español.

Una manera rápida pero injusta de definir Hombre sería decir que es una especie de Mad Max a la española. Injusta porque, a pesar de compartir escenario post-apocalíptico, poco tienen en común salvo que tanto las aventuras del Loco Max como las de Hombre surgieron en un momento, finales de los 70 y primeros 80, en el cual el fin del mundo parecía tan cercano como se lo había parecido a los ciudadanos de los primeros años 50, cuando parecía que de un momento al otro Estados Unidos y lo que entonces era la URSS se iban a lanzar bombas atómicas de un lado para el otro, haciendo realidad la destrucción mutua asegurada que daría paso a la civilización de simios inteligentes que tan mal se lo harían pasar al pobre Taylor.

Resulta también muy significativo que el regreso a las librerías de Hombre coincida también con un momento social particularmente crítico. Este fragmento de la historia que abre el segundo tomo ejemplifica hasta que punto resulta actual la obra de Segura y Ortiz: Quién diga que no sabe por qué ocurrió está mintiendo. Lo leíamos cada día en los periódicos, lo veíamos en la televisión: guerra en Oriente Medio, revoluciones en Sudamérica, huelgas salvajes en la vieja Europa, estallidos raciales en Sudáfrica. Lo sabíamos y, por eso, cuando el gobierno nos dijo que era necesario ahorrar energía, que la crisis exigía un sacrificio común, que las medidas serían temporales, les creímos... Necesitábamos creerles. Luego, concluye: Estábamos condenados a sucumbir con la civilización que habíamos creado, y la ciudad tenía que ser nuestra tumba. Ya han pasado veinte años desde entonces. Seguís llamándoos hombres y mujeres, pero a mí no me engañáis... Sois una nueva raza que se alimenta de los despojos de mi ciudad. Sois nuestra creación perfecta... Crueles, sin moral, sin creencias, sin ley... Sois los supervivientes y heredaréis la Tierra.

Hombre es un superviviente que avanza por un mundo desolado. Se enfrenta a criminales, bárbaros, caníbales, ladrones... En ocasiones después de haber trabajado con ellos. Sin embargo, hay un cambio entre el primer tomo en blanco y negro y el segundo en color. Las historias del primer tomo son mucho más crueles y violentas, mientras que en el segundo, sin abandonar la acción y la violencia, se ven pequeños atisbos de esperanza aquí y allá. Tal vez porque en el segundo tomo a Hombre le empieza a acompañar Atila, una voluptuosa amazona que se cruza en su camino por primera vez buscando vengar la muerte de sus padres. Aunque el segundo tomo sea más suave que el primero no significa que sea una obra más ligera: simplemente pasa del negro oscuro al simple negro. Señal de esto es la conclusión de la primera parte de Al final del río, que se adelantó un par de décadas a Frank Darabont.


Segura y Ortiz nos ofrecen una obra que bebe tanto de la ciencia ficción como del western. De hecho, Hombre no es muy diferente de los personajes que interpretara Clint Eastwood en la trilogía del dólar de Sergio Leone. Vagabundo en un mundo sin ley, Hombre funciona siguiendo su propio código de honor y sus propias normas, mitad cínico y mitad romántico.

Tanto si vivisteis de pleno la edad dorada del tebeo español, como si os pasó como a mí y solo pudisteis saborear los últimos coletazos o no la conocéis más que de oídas, estos son dos tomos imprescindibles para los amantes del buen cómic, la ciencia ficción y las buenas historias. Recomiendo especialmente leerlos mientras se oye a todo volumen las bandas sonoras que compusiera el australiano Brian May (nada que ver con el guitarrista de Queen) para las dos primeras entregas de Mad Max.

4 nov 2013

El otro Necronomicón

Tras años sin ir, hace poco volví al Mercat de Sant Antoni. Supongo que debe haber un lugar parecido en todas partes, un mercado de libros de segunda mano, coleccionismo de cómics, de sellos, de minerales, de películas (VHS, DVD y Blu-ray), discos de vinilo y compactos, pósters de películas, etc. Es especialmente conocido como el lugar al que ibas para cambiar cromos y encontrar el que te faltaba para completar tu colección, motivo este por el que mis padres me llevaron por primera vez cuando era niño. Más tarde, ya a partir de los 10 años, iba al Mercat en busca de tebeos y libros de terror.

Dejé de ir al cabo de un tiempo, todavía no sé bien por qué, pero al volver recientemente me quedé sorprendido por el hecho de que sigue más o menos igual, con la misma tendencia horaria (abre los domingos por la mañana y hacia las once ya está lleno de gente) y montones de niños cambiando cromos como yo hacía de pequeño. Sumergido en la nostalgia, me vinieron a la cabeza las diversas joyas que había encontrado a lo largo de los años en este increíble lugar, como una copia en VHS de Videodrome (David Cronenberg, 1983) y antiguos números de Creepy.

Creepy fue un magazine de cómics de terror que imitaba el modelo Warren. Además de las historias, había artículos y curiosidades. Originalmente lanzada en 1979, se cerró al cabo de unos años para volver a publicarse en 1990. Es esta segunda encarnación la que yo descubrí, la cual dejó de existir al cabo de solo 19 números. Correría el año 92 cuando me compré algunos tomos recopilatorios de la revista, que encontré en el Mercat. Creepy me encantaba y fue allí donde descubrí El otro Necronomicón de Antonio Segura (guion) y Brocal Remohí (ilustrador).

Desde que descubrí Creepy, buscaba con devoción cualquier número que pudiese encontrar de la revista, así como cualquier álbum que hubiese publicado Toutain. Fue así como descubrí con gran alegría un álbum que reunía todas las historias (que, desgraciadamente, no eran muchas) que habían aparecido de El otro Necronomicón.

Una muestra de los diversos Creepy, junto a algunos de los álbumes que publicó Toutain con el sello Creepy, que compré con devoción religiosa. Por suerte, mis padres no se dieron cuenta de que era demasiado joven para leer estas fabulosas monstruosidades y pude pervertir mi imaginación sin problemas.

La historia arranca cuando el artista Alberto Breccia se pone en contacto con Segura y Remohí para enseñarles el descubrimiento que ha hecho en una librería: un extraño volumen que, juzgando por el estilo con que está escrito, recopila trabajos desconocidos de H. P. Lovecraft. Segura y Remohí se ponen de inmediato a adaptar las historias en cómic, animados por el editor Josep Toutain. Sin embargo, a medida que van publicando las historias, Segura y Remohí se ven amenazados por unos misteriosos personajes, que parecen salidos de las páginas de El otro Necronomicón. ¿Es posible que lo que Lovecraft escribió no fuera simple ficción? ¿Podrán unos simples creadores de tebeos sobrevivir los horrores cósmicos que les acechan?

Como fan de Lovecraft y de los cómics de terror, El otro Necronomicón es una obra que está hecha a mi medida. Aún hoy día, cuando he vuelto a leer el álbum llevado por la nostalgia, me he descubierto atrapado por las historias y fascinado por ver cómo Segura y Remohí ponen en peligro su vida para dar a conocer los misterios que se ocultan en el misterioso libro descubierto por Breccia. Curiosamente, ahora me ha llamado la atención un momento que tiene su eco en el gran homenaje a Lovecraft En la boca del miedo (In the Mouth of Madness, John Carpenter, 1994) (la cual no había visto en el momento que leí por primera vez El otro Necronomicón).

En las historias se mezclan los temas lovecraftianos con otros clásicos del terror, leyendas y aportaciones originales de los autores. Es una lástima que la prematura defunción de Creepy impidiera un mayor desarrollo de la serie, ya que las historias que se publicaron te dejan con ganas de más. Segura le aporta a los guiones un tono respetuoso y, al mismo tiempo, ligeramente irreverente, por lo que no se trata de simples refritos de las tramas de terror cósmico de sobra conocidas por los aficionados. Por otro lado, las ilustraciones de Remohí poseen la misma fuerza en los aspectos realistas como en los terroríficos, dando vida de forma impactante a aquellas criaturas que los personajes de Lovecraft estaban demasiado aterrados para describir.

Si podéis encontrar este álbum en algún lugar como el Mercat que tenemos en Barcelona, compradlo sin pensarlo. Os llevaréis una pequeña joya a casa, aunque corréis el riesgo de poner en peligro vuestra cordura. Los horrores que contiene pueden escaparse fácilmente de su prisión de papel.

9 oct 2013

Desastre

 
 
Desastre de Fran Fernández, editado por Underbrain Books, es delirante, cafre y, en algunos momentos, surrealista, pero siempre divertido. Una historia de viajes en el tiempo y extraterrestres azules cabreados.

Dashiell Collison se ve misteriosamente transportado desde la década de los años 20 hacia el año 2078. ¿Tiene algo que ver con los extraterrestres azules que hacen acto de presencia con ganas de venganza? ¿Tal vez es resultado de una misteriosa ceremonia india?

Esta mezcla de Twin Peaks, Charles Burns y otras cosas que se me pasan por alto, utiliza una narrativa fragmentada, que va saltando continuamente del presente (el futuro) al pasado, trazando historias paralelas que en un principio parecen no estar conectadas pero que acaban formando un delirante tapiz. Todo ello sin dejar de lado el humor, lo que hace que leer Desastre sea todo un placer confuso.

Para mí lo más acertado es el tono con el que se cuenta la historia, ya que una trama complicada como la que aquí se presenta podría dar lugar a la pretenciosidad que nos encontramos demasiadas veces en el cómic independiente, pero la cosmología campechana de Fernández hace que lo surrealista de la historia se digiera sin complicaciones. Además, en el fondo, Desastre nos cuenta una historia de frustraciones sentimentales bajo toda su rareza, lo que hace que las peripecias de Collison sean más cercanas de lo que a primera vista podría parecer.

No sé si será un cómic que fácilmente se acomoda a los distintos gustos de los aficionados, pero desde luego se acomodó fácilmente a mi gusto. Recomendado a los que quieran leer algo diferente.


7 oct 2013

Las fabulosas aventuras de Rallito-X (y el pulpo Max)


Durante bastante tiempo he estado debatiendo conmigo mismo si hacer una reseña o no de este cómic (y de otro en unos días) editado por Underbrain Books. La razón es que debido a mi asociación con Underbrain y que trabajé como corrector en este cómic (solo de las viñetas, no la entrevista) pues podía ser visto este artículo como mera propaganda, algo que consideraría como una maniobra deshonesta por mi parte y una falta de respeto hacia los/las lectores/ras. Finalmente llegué a la conclusión de que si realmente me había gustado y me había hecho reír, debería tratarlo de la misma forma que otros libros/cómics/films aquí reseñados y comentados. Así que os presento Las fabulosas aventuras de Rallito-X (y el pulp Max) por Rallito-X.

Siguiendo con mi política de total honestidad, la primera vez que lo leí no me acabó de convencer. Bueno, en realidad no es que lo leyera, sino que perdía la vista buscando errores y faltas de ortografía (y seguro que más de una se me ha pasado a pesar de todo). Fue más tarde, cuando realmente pude leerlo relajadamente que me metí más en él y lo disfruté mucho más.

En el cómic, el autor mezcla realidad y fantasía, autobiografía con el puro cachondeo y la crítica. Es un estilo que me gustó por como mezcla el tono underground con un tono más naïf, como son esas caídas para atrás tan típicas de la escuela Bruguera. Este estilo está al servicio de una divertida sátira del mundo del arte, que aunque en el caso de este cómic se centra en el mundo del arte urbano es extrapolable a otros como el musical, el literario o el cinematográfico. Para ello se nos cuenta la arquetípica historia de ascenso y caída, en este caso de Rallito-X que, junto a su fiel compañero Max, se ve convertido de la noche a la mañana en un artista estrella.

Sin embargo, es la relación entre Rallito-X y el pulpo Max lo que para mí hace que este cómic funcione, más allá de la crítica y la sátira. Los a ratos patéticos, a ratos entrañables protagonistas consiguen que te metas en la historia y resulte interesante a pesar de que los comentarios sobre el mundo del arte son del estilo que nos podemos encontrar en otras obras como El arte de estrangular (Art School Confidential, Terry Zwigoff, 2006).

En definitiva, Las fabulosas aventuras de Rallito-X (y el pulp Max) me hizo reír y me pareció bastante interesante por la forma en que te muestra lo que sucede tras las bambalinas del mundo del arte.


31 ago 2013

I Am A Hero


Todos los que queráis leer un buen cómic de zombis, divertido y sangriento, puede que os interese leer el artículo que acabo de publicar en Underbrain, y que ha tenido bastante éxito, sobre el manga de Kengo Hanazawa I Am a Hero, aquí:

3 jul 2013

Ahora la muerte me persigue también a mí


Y así es como toda mi vida descarriló en un solo día. Empezó en el funeral de Dominic Raines... Con estas palabras se inicia Fatale: La muerte me persigue, primer volumen de la nueva obra maestra que firman Ed Brubaker y Sean Phillips.

Lo cierto es que me basta ver simplemente los nombres de Brubaker y Phillips juntos en una portada para que me compre inmediatamente lo que sea que hayan hecho. Nuestra historia de amor se inició con la tensa Sleeper y para cuando editaron los dos volúmenes de Incógnito ya era un apasionado affaire. Pero fue la genial y sorprendente serie Criminal la que hizo que confiara ciegamente en cualquier cosa en la que participaran ambos autores.

Criminal era una serie, de la que pronto aparecerá un volumen recopilatorio: compradlo sin pensarlo, que elevaba a arte la novela negra, el noir, el hardboiled o como lo queráis llamar. Lo hacía gracias a sus cuidadas tramas, personajes complejos y una impresionante habilidad narrativa.

Elementos todos ellos que también entran en juego en esta nueva maravilla de la pareja. Una obra en la que mezclan su habilidad con el género criminal con el terror.

La historia de Fatale nos lleva adelante y atrás en el tiempo para sumergirnos en una trama llena de misterio y suspense. Todo empieza cuando, tras la muerte del escritor Dominic Raines, Nicolas Lash descubre que ha heredado un libro inédito del autor que también persiguen una serie de misteriosos y violentos individuos, de los cuales es salvado por una misteriosa mujer. Mientras esto sucede en el presente, conocemos la historia de Raines y cómo se involucró en una historia que mezcla corrupción policial y terribles sectas.

Mezclar géneros es algo complicado, ya que equilibrarlos de manera que todo quede compensado es difícil. Sin embargo, Brubaker y Phillips salen airosos del desafío, siendo esta la mejor mezcla de terror y novela negra que me he encontrado desde que leí la novela de William Hjorstberg Corazón de ángel.

Por tanto, si os apasiona la novela criminal y os apasiona el terror, en esta obra encontraréis lo mejor de ambos mundos. Muy recomendable.

19 abr 2013

El Cinéfago presenta sus recomendaciones literarias para Sant Jordi


Regalar un libro es un gesto tan hermoso que debería ser recompensado con sexo.
John Waters 

El próximo 23 de abril es Sant Jordi, la única fiesta que realmente me gusta celebrar. Para tan señalada ocasión he decidido hacer un artículo con sugerencias para regalar (ya sea a vuestra pareja o a vosotr@s mism@s), con los libros que he leído este mes y que son novedades muy fáciles de encontrar en librerías o en las paradas callejeras, dejando de lado otros títulos que he leído y que son más complicados de encontrar, ya sea porque salieron hace unos años o porque son de importación. La excepción son lo que he llamado "lecturas complementarias" y un par de libros que me encantan.

Antes de entrar en materia me gustaría mencionar dos títulos brevemente a raíz de noticias recientes. Primero, Timun Mas planea publicar el día 30 de abril la traducción al castellano de Battle Royale de Koushun Takami, pero es posible que se adelante por Sant Jordi. Esta épica ultraviolenta y fantástica se publica con mucho retraso en nuestro país (fans como yo hace años que hemos leído esta genial novela en su traducción al inglés), pero más vale tarde que nunca. Irónicamente, se edita a raíz del éxito de Los juegos del hambre, acusada de ser un plagio de la novela de Takami en Estados Unidos. Para mi comentario sobre la novela y todo Battle Royale os remito al post que escribí en su momento aquí. Segundo, el anuncio de su próxima adaptación al cine me lleva a recomendar con fervor fanático la novela gráfica Torso, escrita por Brian Michael Bendis e ilustrada por Marc Andreyko. Torso está basada en hechos reales y cuenta la investigación y persecución del Asesino del Torso de Cleveland, que tuvo lugar entre 1934 y 1938 y en la cual participó Eliot Ness. Dejando de lado lo cerca o lejos que se haya de los sucesos reales, es una lectura adictiva y fascinante. Fue publicada en su momento por Planeta de Agostini.

Play Room. Patricia Muñiz. Editorial Underbrain Books. Esta novela ha llamado la atención principalmente por su abundante contenido sexual, lo que la ha encasillado dentro del reciente boom de la literatura erótica. Pero lo cierto es que tiene muchos más puntos de interés que la excitación que pueda provocar en el lector. La protagonista es Seila Dor, una escritora principiante que decide participar en un curioso experimento: probar, junto a unos desconocidos, el videojuego Play Room, que introduce al participante en un mundo virtual de fantasías sexuales. Además hay una trama paralela que involucra a Dor y su relación con el escritor de dudosa moralidad Esteban Rey. A mí la novela me atrajo por sus elementos cyberpunk y por la manera en que la realidad del juego afecta a la realidad de los participantes. Su corta extensión facilita que sea leído en una jornada frenética y le añade cierta intensidad a la lectura.

Otra vez el Supergrupo. Efepé y Jan. Ediciones B. Como muchos otros chavales de mi generación, yo aprendí a leer con las aventuras de Superlópez (además de Mortadelo y Filemón, Tintín, los superhéroes de la Marvel y DC y los llamados clásicos juveniles). Superlópez nació como una simple parodia de Superman, pero a partir de finales de los 70 y los 80 se convirtió en algo que era mucho más que una simple parodia. Sus aventuras, con abundantes referentes literarios y cinematográficos, tienen dobles lecturas que las hacen más interesantes que el típico cómic juvenil. Además de ser muy divertidas, claro. Aún sigo leyendo puntualmente los álbumes que saca Jan del personaje y en su momento me hice del Club de Fans Superlópez, del cual todavía guardo el carnet. Para conmemorar el 40º aniversario de su creación (que inicialmente protagonizaba chistes de una viñeta hasta que evolucionó en el personaje que todos conocemos), vuelven a colaborar el guionista Efepé y Jan en una historia que muestra el regreso del Supergrupo, al cual Superlópez acudirá cuando un extraño fenómeno haga que nadie recuerde su existencia. Aunque algo escéptico al principio, me sorprendió lo bueno que es el álbum y lo divertida que resulta su lectura. Mamporrazos y metalingüísmo a mansalva en una historia que recupera el sabor de las primeras aventuras de Superlópez, la época de historias geniales como la que introducía el Supergrupo y otras aventuras fantásticas como Los cabecicubos, La semana más larga o La gran superproducción. Imprescindible para los fans del personaje.

El atlas de las nubes. David Mitchell. Editorial Duomo. Reedición de la novela a raíz del estreno de su adaptación cinematográfica. Seis historias interconectadas que van desde el siglo XIX hasta un extraño Hawái postapocalíptico. He de decir que me leí la novela en inglés (por los cambios de estilo), así que no sé como es esta edición en castellano. Lo que me sorprendió al leerla fue lo fieles que se han mantenido a la novela en la película, siendo la excepción las historias de ciencia ficción. Esto hace que se conviertan en dos obras complementarias, igualmente disfrutables las dos. Lo que sí destaca en la novela es como cambia el estilo y la grafía de las historias, para las cuales Mitchell se transforma dependiendo de si recrea una relación epistolar o una novela de intriga. También destaca lo diferente que es la estructura de la novela de la de la película. En cuanto al resto, lo mismo que dije sobre el film se aplica perfectamente a la novela, ya que son prácticamente idénticos en el fondo, así que os remito al comentario que hice aquí.

Marvel Comics: La historia jamás contada. Sean Howe. Editorial Panini. Menciono este libro porque su lectura resulta fascinante y muy entretenida aunque no te gusten los cómics o no te gusten los cómics de la Marvel. Por supuesto, si eres marvelita como yo su lectura resulta doblemente fascinante y entretenida además de muy absorbente. Howe nos cuenta la historia de la editorial desde sus inicios hasta el estreno de las nuevas películas Marvel. Esta es una historia llena de traiciones, abusos, caos, anarquía, sexo, drogas y rock and roll. Especialmente me interesó el periodo de los 70, el de mayor caos empresarial y mayor creatividad, con sus historias de guionistas ciegos de ácido deambulando por Nueva York en busca de inspiración. Se mete de lleno en agrias polémicas, discusiones de derechos y asuntos que no dejan muy bien a la compañía. Si no te interesan los cómics, te recomiendo que lo leas como si de una épica novela se tratase, porque tiene suficientes emociones como para satisfacer a cualquier lector. Solo recordad que lo que se cuenta, por muy inverosímil que parezca, sucedió realmente.

Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay. Michael Chabon. Editorial Mondadori. Sirva esta fantástica novela de Chabon como lectura complementaria de Marvel Comics: La historia jamás contada. La razón es que el autor utiliza la creación y evolución de la industria del cómic como fondo para contar la historia de Joe Kavalier, que llega a América huyendo de los nazis, y Sammy Clay, un débil muchacho que sueña con grandes héroes. Además de hablar sobre la vida de estos dos muchachos (y como pasan de niño a hombre, que diría Julio Iglesias) y la industria del cómic, también hay reflexiones que van desde la creación literaria a las dificultades de la vida amorosa. El título no engaña, es una novela realmente asombrosa por su calidad.

Ragemoor. Richard Corben y Jan Strnad. Norma Editorial. Algunos ya sabéis que soy muy fan de Richard Corben, cada vez que se publica algo suyo para mí es motivo de exaltada felicidad. Más aún si lo que se publica, como en el caso de Ragemoor, es una nueva colaboración con el veterano guionista Jan Strnad. Juntos colaboraron en historias para Creepy y Heavy Metal, así como en la saga Mundo mutante. Uno de los aspectos que más me atrae del arte de Corben es la manera en que mezcla realismo y caricatura, uniendo elementos aparentemente contradictorios. Un estilo que funciona perfectamente con la delirante y monstruosa historia de terror cósmico pensada por Strnad. Ragemoor mezcla Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft y las producciones de Roger Corman en una historia que se desarrolla como una pesadilla. Introduce al lector en un extraño universo habitado por monstruos imposibles, castillos "vivos", sociedades de insectos y extraños simios. En el centro, el atormentado heredero de Ragemoor, cuya existencia llena de horrores palidece al lado del tormento que supone ser rechazado por una mujer de voluptuosa belleza.

Más allá de los eones y otras historias en colaboración. H. P. Lovecraft. Editorial Valdemar. Si antes mencionamos de pasada el terror cósmico, ahora nos toca hablar del maestro del terror cósmico. La editorial Valdemar nos presenta de nuevo una obra de gran calidad del maestro de la weird fiction: H. P. Lovecraft. Para poder subsistir, Lovecraft se dedicó a corregir y editar relatos de otros autores. Colaboraciones que en ocasiones significaba la escritura completa por parte de Lovecraft de un relato a partir de una idea o argumento proporcionados por otro autor. El libro está dividido en dos partes: colaboraciones de primer orden, donde se recopilan relatos escritos por Lovecraft y que prácticamente no conservan nada de sus autores originales más allá de la idea o una sinopsis; y colaboraciones de segundo orden, que ya son colaboraciones auténticas en las cuales hay diversos grados de implicación por parte de Lovecraft. La segunda parte, a pesar de incluir un truculento -para la época- relato sobre un necrófilo asesino en serie, resulta más comedido y menos impactante que la increíble primera parte. Esta primera parte, en la cual Lovecraft da rienda suelta a su fantasía, nos ofrece grandes relatos de terror cósmico, integrados plenamente en el ciclo Cthulhu. Especialmente destaco el relato El horror en el museo (que da título a la edición inglesa de este libro), que gira en torno al habitual museo de cera de figuras sospechosas al cual Lovecraft le da un asombroso giro cósmico; y El montículo, una breve épica de unas 90 páginas que nos introduce en extraños mundos subterráneos. Otro detalle que me sorprendió fue que son relatos muy gráficos en cuanto a violencia y sangre, algo no muy común en Lovecraft.

Teatro Grottesco. Thomas Ligotti. Virgin Books. Lectura complementaria de Más allá de los eones, vamos del maestro de la weird fiction a su máximo representante hoy día: Thomas Ligotti. Es un crimen que es este autor no sea más conocido en nuestro país. Lo conocí hace unos años cuando Panini editó La fábrica de las pesadillas, adaptación en cómic de varias de sus historias. Teatro Grottesco es una antología de relatos cuya lectura resulta aterradora, inquietante y perturbadora. Cada relato lanza al lector a un mundo de horror del que solo puede escapar al pasar la página, para caer en otra pesadilla. Todo un maestro del horror. Por desgracia, este libro no se encuentra traducido al castellano y solo está disponible de importación.

John Dies At The End/This Book Is Full Of Spiders. David Wong. Titan Books. ¿Os ha pasado alguna vez leer un libro y desear haber sido los autores de ese libro? A mí me pasó con David Wong (pseudónimo de Jason Pargin) y su opera prima John Dies At The End. Una delirante novela que mezcla terror y comedia para contarnos como un par de perdedores intentan salvar nuestro mundo de monstruos imposibles y otras dimensiones. Llena de  horror existencial, locura y carcajadas, este libro es un continuo tour de force que nos lleva de escena insuperable a escena insuperable. Tengo muchas ganas de ver que ha hecho Don Coscarelli con este libro en su adaptación al cine. Pero por muy bueno que sea John Dies At The End, lo cierto es que su secuela This Book Is Full Of Spiders: Seriously, Dude, Don't Touch It consigue superarlo. Si bien su historia es menos demencial, consigue aumentar la tensión y la implicación del lector. La historia arranca cuando David Wong descubre como unas arañas procedentes quién sabe de dónde se dedican a poseer humanos introduciéndose en su boca. De nuevo, el autor consigue mezclar de forma soberbia terror y comedia, consiguiendo grandes momentos en ambos aspectos. Además, la historia es más coherente y cargada de tensión, añadiendo interesantes aspectos sociales. Por desgracia, al estar ambos en inglés y no contar con ninguna traducción a la vista va a limitar el número de personas que lea esto y también lea los libros. Me apena porque ambos están en mi lista de libros favoritos y ya los he leído un par de veces. Echadle un vistazo al tráiler del film que ha hecho Coscarelli basándose en el primero de los libros y no me digáis que no os dan ganas de ver la peli y leer el libro.




8 oct 2012

Maldito viernes


Editores de Tebeos, antes Glénat, acaba de sacar Maldito viernes, un cómic escrito por Paco Plaza y dibujado con arte por Joseph Díaz. Como muchos ya sabréis, es una versión en arte secuencial de una película que puede que sí-puede que no-seguro que sí sea el próximo film que estrene Plaza. El origen, la idea y otros detalles sobre el cómic ya los cuentan en la novela gráfica (que siempre queda más fino que "cómic largo"), así que aquellos interesados en esas cosas lo mejor que pueden hacer es directamente leer el cómic, yo os voy a contar que me ha parecido.

No sé cómo será la película, pero el cómic ha resultado una lectura interesante. Uno de los aspectos que para mí han resultado refrescantes a la hora de adentrarme en Maldito viernes es que no hay nada de esas tonterías de convertir el vampirismo en un virus, en algo biológico con su explicación y sus justificaciones, una tendencia que pusieron de moda los americanos. Para mí el terror que funciona es el que no tiene explicación lógica, además de que convertir el vampirismo en una enfermedad le roba no sólo misticismo y magia, también le quita el sentido de su existencia. Convertir una alegoría sobre la enfermedad, el sexo y el poder atávico de la sangre en una enfermedad con base científica es robarle la esencia y pierde todo su poder. Y, la verdad, estoy un poco harto del cine de terror con reglas y justificaciones. El cine de terror no debe tener reglas.

Aunque creo que en realidad este cómic está un poco a medio camino entre la magia y la ciencia, como en un episodio de Expediente X.

Más que una historia de vampiros, el argumento que se nos presenta es la historia de alguien que se convierte en vampiro (algo así como un Dracula Begins). Una noche de viernes, Pilar (basada en Leticia Dolera) es atacada e ingresada en un hospital, donde le descubren marcas de mordeduras en el cuerpo (el descubrimiento que hace Pilar de una de estas marcas en una de sus axilas me recordó otro momento parecido de Rabia [Rabid, David Cronenberg, 1977], aunque no creo que sea una referencia intencionada por parte de Plaza, más bien que yo soy muy de Cronenberg). A medida que pasen los días, Pilar notará que está cambiando y que extraños sucesos ocurren a su alrededor.

Como decía antes, el vampirismo es una alegoría poderosa, y en este cómic aparece un uso interesante en este sentido: Pilar, antes de ser mordida, ya era víctima del vampirismo, aunque se trataba de vampirismo emocional. De este modo se traza un paralelismo entre Pilar convirtiéndose en vampira y Pilar tomando las riendas de su vida.

Aunque el tebeo (si me permitís usar un término tan poco cool) me ha gustado, no he podido evitar encontrar dos pequeños fallos. Fallos que no me han impedido disfrutar de la lectura, y si Paco Plaza lee esto le invito a que me los aclare. El primero está relacionado con el atacante de Pilar, el cual es encontrado muerto al lado de la protagonista con la boca llena de sangre, pero luego desaparece de la historia. Este atacante, por el que Pilar no siente ninguna curiosidad por averiguar nada lo que ya me parece extraño, es posiblemente el que la ha convertido y si resulta que es un vampiro, me parece muy inverosímil que muera de un ataque al corazón. El segundo fallo, para mí, es lo que tarda Pilar en darse cuenta de lo que le está pasando, más aún en una historia ambientada en la época actual. Recordad por ejemplo a los protagonistas de Un hombre lobo americano en Londres (An American Werewolf in London, John Landis, 1981) que tienen todo un bagaje de cultura pop al que recurrir. Teniendo en cuenta que hay un momento en que Pilar compra un periódico con la película No profanar el sueño de los muertos (Jordi Grau, 1974) de regalo (por cierto, ojalá los periódicos regalaran pelis como este clasicazo), resulta extraño que no se cuestione en ningún momento si lo que le está pasando tiene algo que ver con los vampiros.

Dejando de lado estos dos detalles, la lectura ha sido muy entretenida y es recomendable para los aficionados al género. Me ha gustado el uso del vampirismo en su aspecto literal como alegórico, los dibujos son pequeñas obras de arte muy disfrutables y se lee con rapidez.


10 sept 2012

Un maestro del noveno arte

Hace poco cayó en mis manos Creepy presents Richard Corben, un lujoso volumen de más de 300 páginas que recopila todo el material que Corben dibujó para las revistas Creepy e Eerie. Todas y cada una de las historias han sido restauradas y remasterizadas para ofrecer la máxima calidad posible de reproducción de la obra de este maestro.

En lo que se refiere a los cómics, para mi gusto siempre pesa más la historia que el dibujo. Puedo disfrutar un cómic que no tenga un dibujo demasiado bueno si la historia me gusta, pero no lo contrario. Sin embargo hay varios artistas que me han llamado la atención por la calidad de su trabajo o por los proyectos en los que se implican. Gente como Berni Wrighston (que también tiene su propio Creepy presents) o Richard Corben.

Corben me llamó en seguida la atención ya que tiene un estilo muy característico y personal, que dependiendo del guion puede oscilar entre la caricatura y el hiperrealismo. Experimentador incansable, su peculiar manera a la hora de colorear le hizo destacar de forma inmediata, ya que conseguía unos resultados cargados de realismo inéditos en su momento. Esto hizo también que reproducir sus dibujos con los medios de entonces fuera difícil y en ocasiones los dibujos se vieron perjudicados.

Conocí la obra de Corben gracias a la revista Creepy que publicaba aquí Toutain. Cuando Toutain empezó a publicar tomos recopilatorios de su obra también procuré hacerme con todos los que pudiese encontrar. Corben, también guionista, se ve atraído por los proyectos que a mí más me gusta leer, aquellos relacionados con el terror y la ciencia ficción. De entre los más recientes destacaría la adaptación de la novela de William Hope Hodgson La casa en el confín de la tierra que publicó Norma Editorial y los dos volúmenes de La guarida del horror que publicó Panini.

Este volumen en concreto nos ofrece una serie de historias de terror con elementos de ciencia ficción, fantasía y, en algunos casos, humor que son muy interesantes algunas y otras obras maestras gracias a los guiones de Corben y especialistas como Bruce Jones, Jan Strand y Richard Margopoulous. De entre las historias destacan (para mi gusto) las adaptaciones de relatos de Edgar Allan Poe, Una mujer despechada, una trilogía de viajes en el tiempo y telepatía llamada Dentro de tí, sin tí, Ya eres mayorcita y En lo profundo, una magnífica historia de visceral horror protagonizada por una pareja de náufragos a la deriva, influenciada sin duda por el estreno del clásico de Steven Spielberg, y que estoy seguro Alan Moore leyó en su momento. Pero lo cierto es que disfruté leyendo todas las historias.

Este volumen es una festín para el aficionado al terror, una maravilla para los amantes del noveno arte. Acompañé su lectura con diversas bandas sonoras de clásicos italianos del terror para hacer la experiencia más agradable. Si has llegado hasta aquí sin comprarlo compulsivamente, felicidades: eres más fuerte que yo. Si no sabes inglés, Planeta DeAgostini es la editorial que actualmente se ocupar de publicar el material de Creepy, así que te sugiero que, si no tiene planeado publicar este volumen, empieces a enviar cartas exigiendo su publicación (nada de pedir). Si sabes inglés, la edición más barata es la inglesa por Amazon.co.uk, la americana cuesta un poco más por transporte, impuestos y demás.

Tráiler de la clásica y fantástica Heavy Metal (Gerald Potterton, 1981) que incluye una adaptación de la historia de Corben Den.


1 sept 2012

Alien de papel


Como muchos ya sabéis, soy un fan de la saga Alien. Bueno, soy fan de un montón de sagas, películas y franquicias, ya que en cuanto a cine se refiere me comporto con la misma contención que una ninfómana en un vestuario de jugadores de rugby. En todo caso, la saga Alien es una de las que soy más-más fan y si vosotros también sois seguidores de Alien o del terror o de los cómics, celebrad que Diábolo ediciones acaba de editar (con precio pre-subida IVA) Alien: La historia ilustrada.

Originalmente publicada en 1979 como un especial de la clásica Heavy Metal, esta adaptación del film de Ridley Scott es fantástica y nos llega ahora remasterizada en una nueva edición. El guion es muy fiel a la película, incluyendo escenas que fueron eliminadas de la versión cinematográfica (las versiones en cómic y las novelizaciones normalmente se escriben y preparan cuando la película está todavía en proceso de edición o se basan en versiones de guion previas a la definitiva), aunque (mucho) más tarde aparecieron en el montaje del director; en este aspecto es igual que las novelizaciones que escribiera Alan Dean Foster de las tres primeras películas de la saga (que sólo recomiendo a los muy, muy fans). Normalmente las adaptaciones en cómic de películas no son muy buenas, pero esta adaptación es una excepción, la única que creo que está a la altura es la versión en cómic del guion original que Frank Miller escribiera para la secuela de RoboCop (Paul Verhoeven, 1987), con dibujos de Juan José Ryp, publicada por Aleta ediciones hace unos años. Una historia de Miller que llevada al cine tal y como la había ideado podría incluso haber superado el film de Verhoeven.

Volviendo a Alien, el guion de Archie Goodwin es muy efectivo y realiza la transición de cine a cómic de manera acertada, pero recomiendo especialmente la compra de este álbum por el espectacular arte de Walter Simonson. Como fue editada por Heavy Metal, esta adaptación no está suavizada en ningún aspecto y el arte de Simonson, magníficamente reproducido en este álbum, alcanza toda su gloria en los momentos más icónicos de la película. He aquí unas muestras (imaginadlas tamaño álbum y a doble página):




Leí el album con la banda sonora de Alien que compuso Jerry Goldsmith sonando de fondo, lo que lo convirtió en una experiencia con grandes dosis de máximo disfrute. Repito: lo recomiendo a todo aficionado a Alien, los cómics y el terror.

Es posible que, una vez acabado de leer el álbum, te entren ganas de leer más cómics del universo Alien. Se han publicado muchas miniseries y especiales a lo largo de los años, pero voy a señalar aquí las que son para mí las mejores, las indispensables. Todas ellas son superiores en todos los aspectos a las entregas tres y cuatro estrenadas en cines y todas ellas fueron publicadas hace bastantes años por Norma Editorial, pero creo que se pueden encontrar en tomos recopilatorios. Nota: aunque las dos primeras fueron miniseries separadas, fueron publicadas seguidas por Norma Editorial en una maxiserie de diez números.

Aliens: esta miniserie sigue narrando la historia a partir del final del film de James Cameron. Nos presenta a Hicks como un amargado por las heridas sufridas en Acheron y a Newt viviendo encerrada en un manicomio, puesta ahí por las autoridades. Ripley está misteriosamente desaparecida. Además de los planes maquiavélicos de la Compañía, nos presenta una secta obsesionada con los Aliens y otros grandes hallazgos. Oh, sí, y la reaparición de los Space Jockeys, en una actitud muy parecida a la que décadas más tarde tienen en la precuela recientemente estrenada. Esta miniserie cuenta con un soberbio guion de Mark Verheiden y dibujos de Mark A. Nelson.


Aliens (libro dos): De nuevo Mark Verheiden en el guion, pero esta vez soberbiamente ilustrado por Denis Beauvais, con un arte que hace que te quedes varios minutos mirando una página. La historia sigue la iniciada en la miniserie anterior, con el complot para convertir los Aliens en armas y la Tierra infestada por estas criaturas, mientras Hicks y Newt intentan sobrevivir.


Aliens: Guerra contra la Tierra: Mark Verheiden culmina su historia en una miniserie de cuatro números ilustrada con el gran arte de Sam Kieth. Hicks, Newt y Ripley al frente de la reconquista de la Tierra infestada de Aliens. Cierre de una historia épica que habría sido alucinante ver en el cine.

El resto de las historias y miniseries son básicamente repetición de temas comunes, interesantes para los fans pero poco más. Más interesantes resultan los cómics Aliens versus Predators, pero eso es otra historia. Bonus Track: la versión disco del tema de Alien de Goldsmith. Porque soy un fan enfermo.


9 may 2012

Calígula (No, no la película)

Oh. Cthulhu. Mío.

En toda mi corta y relativamente joven existencia pocas veces he contemplado tamaño cúmulo de perversiones, muerte y horror como el que contiene Calígula, tomo que recopila una miniserie escrita por David Lapham e ilustrada por German Nobile editado por Editores de Tebeos (antigua Glénat) dentro de su colección Avatar.

Cuando vi el cómic anunciado entre las diversas novedades del mes pensé que se trataría de un cómic histórico, una recreación de la historia del emperador loco Calígula, tal vez tomándose alguna licencia artística. Algo que normalmente no me atraería, pero al recordar el film de Tinto Brass pensé que puede que fuera una lectura interesante. Al fin y al cabo, Calígula (Caligula, Tinto Brass, 1979) puede que no sea una buena película pero es tremendamente entretenida y divertida gracias a sus irrefrenables excesos.

No se trata de un cómic histórico, en eso me equivoqué. Pero que sería una lectura interesante, en eso acerté pleno.

La historia se nos narra desde el punto de vista de Junio, un joven que va a vender aceite a Roma y cuando vuelve se encuentra su familia vejada, violada, asesinada y masacrada (y no necesariamente en ese orden) por Calígula y unos amigos suyos. Junio planea entonces vengarse y decide ir a Roma en busca de Calígula para asesinarlo.



Muy bien, hasta aquí pensaba que sería una historia de venganza al estilo Charles Bronson, muy sangrienta y perversa, pero una habitual historia de venganza ambientada en la decadente Roma del 37 a.C. en la cual Calígula llevó a cabo sus desmanes.

Y entonces, cuando creía que ya sabía como avanzaría la trama, sucede algo al final del primer capítulo que me hizo caer de culo (figurativamente). Fue así como descubrí que este Calígula de David Lapham y German Nobile no se trata de un cómic histórico o una historia de venganza, es una historia de Terror (así, en mayúsculas).

Lo extraño es que en el tomo no se hace ninguna mención de ello, la contraportada lo trata como si fuera un cómic histórico, lo que me hace preguntarme si los editores de este cómic lo han leído o creen que esto es lo que realmente sucedió.

Este Calígula es una historia de terror en la cual seguimos la terrible historia de Junio y vemos como se hunde en un pozo de perversiones y horrores que no lo dejarán indemne. Imaginad el infierno de los cenobitas de Clive Barker trasladado a la antigua Roma con un toque de H. P. Lovecraft y os podréis hacer una idea de lo que os aguarda entre las páginas de esta increíble historia.

Lo que la hace tan absorbente es el implacable estilo de Lapham, que a través de la narración nos sumerge en una terrible historia de manera que, acumulando brutalidad tras brutalidad y horror tras horror, consigue impactar al lector de una forma que otros cómics brutales como Crossed de Garth Ennis y Jacen Burrows no consigue. Y con esto no quiero criticar Crossed, pero lo cierto es que no consiguió impresionarme como sí lo ha hecho este Calígula, ya que este último cuenta una historia que consiguió sorprenderme e interesarme, por lo tanto me impliqué mucho más, mientras que Crossed contaba una historia demasiado familiar para que sus brutalidades me afectaran aunque resultara una lectura entretenida.

Sólo apto para los estómagos más fuertes, Calígula es sangrienta y brutal y cruel, pero además cuenta una historia que seguiría siendo igualmente interesante y absorbente sin los gráficos horrores que la acompañan.

11 abr 2012

Existencialismo cuatricolor


Alguna vez, quién más o quién menos, nos hemos preguntado "¿quiénes somos? ¿Tiene algún sentido nuestra existencia?" Algo que me parece más bien una manera de evitar la pregunta "¿qué hacemos si nuestra existencia no tiene sentido?"

El arte, como expresión de las inquietudes humanas, ha tratado de diversas maneras esta angustia existencial provocada por el hecho de que no somos unas creaciones especiales en medio del universo, que nuestra presencia aquí no obedece a ningún plan maestro ni designio superior. Al menos, yo no lo creo. Pocos han expresado tan bien esta angustia, desde mi punto de vista, como lo hizo Stan Lee a finales de los años 60, con la ayuda de Jack Kirby y John Buscema.

Entre el número 48 de Los Cuatro Fantásticos, marzo de 1966, y el 50, mayo de 1966, se desarrollaría la posteriormente conocida como Trilogía de Galactus. Esta saga inolvidable surge, por un lado, para crear algo realmente especial para el número 50 de la colección, por el otro, como respuesta a la ambición del guionista y genio Stan Lee de enfrentar a los Cuatro Fantásticos con Dios. El Dios. Galactus sería finalmente la representación de Dios, una criatura de envergadura cósmica que está más allá del bien y del mal. Galactus no es bueno ni malo, simplemente es. Jack Kirby, cuando presentó el diseño a Lee, le añadió una figura de proporciones humanas que iba volando sobre una especie de tabla de surf. Lee le preguntó por el personaje, Kirby se encogió de hombros y respondió que Galactus debería tener un heraldo que anunciase su presencia. Lee quedó fascinado por esta figura y la bautizó como The Silver Surfer, aquí conocido como Estela Plateada.

Nunca se es demasiado mayor para comprar muñecos. Reproducción de Estela Plateada que en lugar de viajar por el cosmos, lo hace por las estanterías de casa. Una curiosidad: la edición que podéis ver de John Dies at the End de David Wong contiene una cita de Don Coscarelli en la portada trasera, pero con un curioso error: pone que es el director de Phantasm I-V, añadiendo una entrega inexistente a la saga. Por supuesto, Coscarelli es el director y guionista de la adaptación cinematográfica de esta soberbia, alucinante y fantástica novela. Pero la novela yo la conocía antes de que se supiese que Coscarelli iba a hacer una película sobre ella, cosa difícil de demostrar porque en la portada pone SOON TO BE A MAJOR MOTION PICTURE. Aunque qué más da, os preguntaréis. Yo también, pero me da, me da. Claro, que tampoco conozco a nadie de mi circulo de amistades a quién le interese lo más mínimo esta novela o las películas de Coscarelli (la hay por Internet, claro, pero no es lo mismo, porque impresionar a una persona a la que no puedes verle la cara en el momento pierde bastante encanto). Soy horrible, ya lo sé, pero me da rabia. Es como cuando salió Kill Bill: Vol. 2 (Quentin Tarantino, 2004), que en los títulos de crédito finales suena una canción que a mí siempre me ha gustado desde que la escuché hace 11 años e incluso me compré el disco en su momento, que es bastante bueno, pero si la gente la escucha ahora dice "ah, esa es la canción de Kill Bill 2" y yo digo "sí, pero es que ya la conocía de antes" y me molesta que la gente piense que soy de esos sin personalidad que simplemente escuchan, compran o ven algo porque está de moda o lo recomienda alguien que esté de moda. Lo que se mezcla con el hecho de que sí, en ocasiones escuchas algo en una peli de moda o lo que sea y te gusta y te lo compras o lo escuchas y no quiere decir que no tengas personalidad. Pero soy un neurótico y ya es tarde para cambiar.

La popularidad que ganó Estela Plateada, y el amor que tenía Lee por el personaje, hizo que este finalmente estrenara colección propia en 1968. Esta primera colección, escrita por entero por Stan Lee, duró sólo 18 números y fue cancelada por sus bajas ventas. Esta cancelación generó reacciones inmediatas entre los fieles lectores de la serie. Lectores que no eran niños, muchos editores todavía pensaban que eran los únicos que leían cómics, sino adolescentes y universitarios, atraídos por el profundo contenido filosófico de la serie.

Porque si bien la serie conteniene tramas de acción, en las cuales Estela Plateada se enfrenta a cósmicas amenazas, el interés de los argumentos reside en cómo Estela Plateada reflexiona sobre su lugar en el universo, sobre la bondad o maldad del ser humano y pensamientos dedicados a su amada Shalla Bal, a la que tuvo que abandonar para convertirse en heraldo de Galactus y salvar a su planeta (el de Estela, entonces Norrin Radd) de la destrucción. Llevadas a una escala cósmica pero no muy diferentes de las dudas existenciales de cualquiera que se enfrenta a la vida, tras dejar atrás la despreocupada etapa de la infancia.

La angustia existencial que continuamente persigue a Estela Plateada sirve de reflejo de nuestra propia angustia ante las dudas que pueden plagarnos sobre estudios, trabajo y vida sentimental, así como nuestro lugar en el gran plan cósmico. Y por si no tuviera bastante con ello, Estela Plateada es percebido por los ciudadanos tanto como una amenza o como un héroe, de forma impredecible. De manera que Estela puede verse en ocasiones recompensado por sus esfuerzos con la ingratitud y la violencia generada por el miedo proveniente de aquellos mismos a los que ha salvado. Esto también sirve a Lee para trazar un paralelismo entre dos figuras mitológicas: Estela Plateada y Jesucristo.

Esta es una característica, la ambivalente manera en que es recibido por la población corriente, que el personaje comparte con otros personajes de la casa Marvel creados por Stan Lee como Spiderman, Hulk o los mutantes. Es también esta concepción gris del heroísmo la que ha hecho que, aunque de pequeño leía tanto DC (básicamente Batman) como Marvel, desde la adolescencia hasta ahora leo prácticamente solo Marvel (en lo que a superhéroes se refiere, claro, leo cómics de todos los géneros y estilos).

Lo que desde mi punto de vista hace interesante o loable esta primera colección de Estela Plateada es que afronta el contenido filosófico sin dejar de ser nunca un entretenido cómic de ciencia ficción/aventuras/acción. La carencia de cualquier pretenciosidad, el intentar hacer siempre un cómic que sea apasionante y entretenido, hace que sea una más obra interesante que la que intenta, dándose más importancia de la que tiene, desde un primer momento mostrar qué profunda es. El lector puede escoger entre verlo simplemente como un interesante cómic de ciencia ficción o seguir los temas que se plantean en el tebeo. En ambos casos, la serie Estela Plateada de Stan Lee y John Buscema es una obra maestra, desde hace un tiempo disponible recopilada en un sólo volumen.