26 feb 2021

Universo Animado DC: Trilogía La Liga de la Justicia versus Darkseid

 

Cuando James Tucker empezó a supervisar las películas animadas del Universo DC para la división de animación de la Warner, se le comunicó que a partir de ese momento las películas tendrían una continuidad. O, mejor dicho, habría ciertas películas que formarían parte de una continuidad, mientras que otras que adaptaban novelas gráficas, arcos clásicos o videojuegos, como la divertida y recomendable Batman: Asalto en Arkham (Batman: Assault on Arkham, Jay Oliva, Ethan Spaulding, 2014), serían independientes. La continuidad se basaba en la intención de Darkseid, el villano creado por Jack Kirby, de conquistar la Tierra como ya había hecho con incontables planetas. En este artículo me centraré en las tres películas que avanzan la historia de La Liga de la Justicia contra Darkseid, dejando de lado películas que forman parte de la continuidad pero que no se centran en este enfrentamiento. Así, quedan fuera películas como La Liga de la Justicia: La paradoja del tiempo (Justice League: The Flashpoint Paradox, Jay Oliva, 2013), el que podría considerarse prólogo de la historia, La Liga de la Justicia: El trono de Atlantis (Justice League: The Throne of Atlantis, Ethan Spaulding, 2015), que cuenta cómo Aquaman se incorpora a la Liga de la Justicia, o La Liga de la Justicia Oscura (Justice League Dark, Jay Oliva, 2017), que presenta, pues eso, a la Liga de la Justicia Oscura.

 

La Liga de la Justicia: Guerra (Justice League: War, Jay Oliva, 2014). El film se concibió como una adaptación de La Liga de la Justicia: Origen. Esta serie, a su vez, se publicó a raíz del evento "Los nuevos 52", que empezaba de cero el Universo DC y renovaba a sus personajes. La versión animada está protagonizada por los personajes clásicos, Superman, Batman, Wonder Woman, Green Lantern, Flash y Shazam, pero en versiones renovadas. En el film llevan en activo poco tiempo, cuando la llegada de los parademonios de Darkseid hace que se junten para enfrentarse a esta gran amenaza. Los héroes no se conocen entre sí, pero lo van haciendo a medida que avanza el film. Lo interesante es que este desarrollo se hace a partir de las peleas y la manera de enfrontar los problemas que se les presentan. El espectador va también conociendo estas nuevas encarnaciones a través de las acciones que llevan a cabo y del modo en que las llevan a cabo, igual que hacen los propios protagonistas. Aquí debería mencionar que la Wonder Woman de esta película es algo distinta de la que aparece en Wonder Woman - La mujer maravilla (Wonder Woman, Lauren Montgomery, 2009), el puente entre ambas es Wonder Woman: Bloodlines (Justin Copeland, Sam Liu, 2019)

El film era una introducción a este renovado Universo DC y la actualización de sus personajes, así que la narrativa es algo básica. No tiene la ambición de títulos posteriores, la historia es bastante sencilla pero, teniendo en cuenta cómo se iría desarrollando, fue una decisión acertada la manera de enfocar el film. De este modo se dejaba lugar para que los siguientes títulos fueran creciendo. Es mejor empezar de forma modesta y luego ir creciendo, que empezar ya a lo grande y poder ir solo hacia el ridículo.

 

The Death and Return of Superman (Jake Castorena, Sam Liu, 2019). Una de las primeras películas de animación para DVD dentro del Universo DC que produjo Warner fue La muerte de Superman (Superman: Doomsday, 2007). La razón es obvia: la saga en que se mataba a Superman fue todo un fenómeno social. Originalmente publicada a principios de los años 90, se concibió como una forma de devolver al personaje la popularidad que había perdido hacia finales de los 80, provocando luego toda una serie de imitaciones. Cuando se inició la nueva continuidad, se decidió adaptar de nuevo la historia, pero convirtiendo a Doomsday en una creación de Darkseid, en La muerte de Superman (The Death of Superman, Jake Castorena, Sam Liu, 2018) que sería seguida de La muerte de Superman. Parte 2: El reinado de los Superhombres (Reign of the Supermen, Sam Liu, 2019). Ambas serían luego combinadas en una sola épica película de 166 minutos: The Death and Return of Superman.

La primera parte está dedicada, como el título indica, a la muerte de Superman a manos de Doomsday. Resulta impactante sobre todo al ver las reacciones de los allegados a Superman, impotentes ante el brutal avance de Doomsday. Incluso Lex Luthor, al que pone voz un fantástico Rainn Wilson, se empieza a preocupar cuando ve que Doomsday parece imposible de detener. El film refleja, con el impacto en la ficción de la muerte de Superman, el impacto que tuvo en la cultura popular su muerte temporal.

Pero más interesante es lo que sigue, por lo menos para mí. La misteriosa aparición de diversos superhombres y las primeras indicaciones del papel de Darkseid en todo ello. Como es de esperar, todo lleva hacia una nueva épica batalla.

 

Liga de la Justicia Oscura: Guerra Apokolips (Justice League Dark: Apokolips War, Matt Peters, Christina Sotta, 2020). Llegamos así a la gran conclusión de esta historia. Una película que resulta sorprendente por diversos motivos. Fue calificada R en Estados Unidos por su violencia y se decidió pasar el protagonismo a John Constantine, en lugar del panteón de héroes habitual.

Convertir a John Constantine en el protagonista tiene su lógica. Tras los eventos de The Death and Return of Superman, Superman decide llevar la guerra a Darkseid y organiza un ataque de la Liga de la Justicia en la propia Apokolips. El ataque fracasa y Darkseid se hace con el control de la Tierra, sometiendo a sus héroes. Unos años más tarde, un Superman sin poderes decide poner en marcha un último intento de derrotar a Darkseid, para lo que necesita la ayuda de Constantine.

Esta película tiene un tono más oscuro y brutal que las anteriores películas. Al poco de empezar, a Wonder Woman le arrancan un brazo, por ejemplo. Pero también tiene sitio para el humor negro. Un humor negro que se origina en el hecho de que, como la mayoría de los superhéroes están muertos, los supervivientes se ven obligados a reclutar supervillanos. Lo que permite escenas como una que me hizo reír mucho en la que Harley Quinn convierte cabezas enemigas en pulpas sangrientas con su martillo cantando "si eres feliz y lo sabes, muéstralo". El tono viene marcado por la derrota del inicio y los extremos a los que han de recurrir los protagonistas para recuperar la Tierra. El único inconveniente es que, si uno está un poco familiarizado con el mundo de los cómics, el final es algo predecible, si bien no impide disfrutar con la película.

Y hay mucho que disfrutar. Son 90 minutos muy entretenidos en los que la acción y la dinámica de los personajes engancha al espectador. Es un film épico que concluye de forma muy satisfactoria el relato construido previamente. Es también la única película que recomendaría aunque no seáis fans de este Universo o no hayáis visto las anteriores películas.

23 feb 2021

Segunda oportunidad: Tuno negro

 
 
 
La cosa fue así: Quedé con unas amigas para ir al cine. Cuando acabó la película que queríamos ver y salimos de la sala, vi que estaba por empezar Tuno negro (Pedro L. Barbero, Vicente J. Martín, 2001). Así que les sugerí si les apetecía colarse a ver Tuno negro, aceptando sin pensárselo mucho (al cabo de un tiempo empezaron a cambiar los horarios para que la gente ya no pudiera colarse así en las salas). La película no nos gustó mucho, en un alarde de ingenio la bauticé Truño negro, pero, teniendo en cuenta que no nos había costado nada verla, eso no impidió que nos lo pasáramos bien.

Salto a veinte años más tarde. Recordé esta anécdota y decidí volver a ver Tuno negro, más que nada porque sí que me acordaba, más o menos, de ella pero era incapaz de recorder qué película era la que queríamos ver. Se me ocurrió que algo tendría este slasher si me acordaba de él a pesar de todo. Aunque ya os digo que no es de esas veces en que resulta que la película que hace unos años me pareció mala ahora me parece buena.

La trama gira en torno al Tuno negro, asesino de estudiantes universitarios que viaja de universidad en universidad. Unos creen que es una leyenda urbana que no existe, otros creen que es un raro caso de psicópata español. Cuando Álex Alonso (Silke) llega a la Universidad de Salamanca para iniciar el curso, descubrirá que es una realidad cuando ella y sus compañeros sean víctimas del Tuno negro.

El film fue producido siguiendo la estela del éxito de la entonces trilogía Scream y los slashers que se produjeron a continuación. La película de Pedro L. Barbero y Vicente J. Martín arranca con un prólogo en el que se incluye un cameo, cambiando Drew Barrymore por Maribel Verdú (un cambio con el que salimos ganando, creo yo), en una secuencia que toma varias cosas prestadas de una secuencia de Scream: Vigila quién llama (Scream, Wes Craven, 1996) y de uno de los asesinatos de Leyenda urbana (Urban Legend, Jamie Blanks, 1998). Y esto ya indica el principal problema del film, la falta de personalidad propia, a pesar de tener un asesino que pertenece a una tradición tan española. Claro, en Cataluña no hay tradición tunera y  me parece tan exótico lo de la tuna como le puede parecer a un americano o a un francés. Además, por lo que he comprobado la tuna no era precisamente muy popular ya entonces, así que las reacciones y la pasión tunera de algunos personajes "jóvenes" resulta poco creíble.

Igualmente poco creíble es el reparto. Un reparto que está lastrado por un gran problema del cine español: contratar siguiendo quién está de moda más que quién tiene talento. Silke estuvo incompresiblemente de moda durante los primeros años del siglo XXI, para desaparecer luego. Su inexpresividad y nula química con sus compañeros es evidente aquí como en todas las películas en que participó. Luego tenemos a actores como Jorge Sanz, entonces con 31 años, y Sergio Pazos, que entonces tenía 36 años, haciendo de jóvenes universitarios. Aunque es cierto que en la universidad te encuentras personas de todas las edades y se intenta justificar su presencia diciendo que son repetidores, está claro que los personajes estaban escritos como veintañeros.

A pesar de todo, la distancia temporal ha logrado que lo que entonces me pareciera algo mediocre ahora se me haga más entretenido, más que nada por moda narrativa de entonces, la tecnología puntera de la época, que no se toma en serio a sí misma y que, como sucede en muchos ejemplos del género, la trama no tiene ningún sentido. Ahora resulta divertida, bastante más entretenida que cuando se estrenó en su día, demasiado cerca de notables ejemplos del género. No la recomendaría, más que a los que sean muy fans del género o eran jóvenes en aquella época.

19 feb 2021

El péndulo de la muerte (The Pit and the Pendulum)

 

De las diversas adaptaciones que se han hecho del relato clásico de Edgar Allan Poe El pozo y el péndulo, El péndulo de la muerte (The Pit and the Pendulum, Stuart Gordon, 1990) posiblemente sea una de las más perturbadoras e interesantes.

Esta adaptación dirigida por Stuart Gordon es, hasta la fecha, la única adaptación cinematográfica de la historia ambientada en el mismo periodo histórico y la misma localización que la del relato de Poe. Pero sigue la misma estrategia de adaptación que todo el resto. Es decir, debido a la breve y personal naturaleza del cuento original, este se utiliza solamente en la parte final, construyendo toda una historia creada por los cineastas alrededor de ese final. La trama nos traslada asi a la España de finales del siglo XV. En Toledo, el gran inquisidor Torquemada (Lance Henriksen) domina a la población mediante el miedo y el fanatismo religioso. Cualquier simple acusación da pie a que Torquemada y sus seguidores torturen hasta arrancar inventadas confesiones que, inevitablemente, llevan a morir en la hoguera. En un intento de detener la condena de un niño, María (Rona De Ricci) y su marido Antonio (Jonathan Fuller) son detenidos. Pero Torquemada descubre algo distinto en María al del resto de prisioneros: se está enamorando de ella. María y Antonio harán lo posible de escapar de las garras de la Inquisición, mientras Torquemada se enfrenta a nuevas emociones que expresa de la manera más perversa y demente posible.

Uno de los elementos que más destaca de la película es el reparto con el que contó. Podemos disfrutar de la presencia de, entre otros, Jeffrey Combs, Tom Towles, Frances Bay y Oliver Reed en un pequeño pero memorable papel. Sin embargo, el que más destaca es Lance Henriksen como Torquemada, reflejando la conflictiva personalidad del personaje. Uno de los detalles que lo hacen particularmente inquietante es que, al contrario que sus lacayos, Torquemada es un fanático creyente y realmente cree que la tortura y el asesinato son la mejor manera de luchar contra el mal. Sobre esta base se construye una película que no tiene ningún rigor histórico, ni falta que le hace, ya que está más interesada en crear una reflexión sobre el fanatismo religioso y sus extremos más perversos. Además, en el guion se tejen también elementos de El barril de amontillado y La caída de la Casa Usher, lo que hace que esta sea también una película muy poeniana, a lo que se suma el humor negro habitual en las películas de Stuart Gordon.

El péndulo de la muerte no es de los títulos más populares en la filmografía de Gordon, pero sí es uno de los más interesantes. Sobre todo si tenemos en cuenta que fue producido por la Full Moon de Charles Band, que no estrenaba títulos de este calibre. Un perverso film de terror que también sirve como reflejo del presente, a pesar de estar ambientado en 1492.

16 feb 2021

Cementerio del terror

 

Cuando se empieza a ver Cementerio del terror (Rubén Galindo Jr., 1985) es muy fácil detectar la influencia en el argumento del clásico de John Carpenter La noche de Halloween (Halloween, 1978). Por eso resulta tan sorprendente que Cementerio del terror se parezca tan poco a La noche de Halloween o Posesión infernal (The Evil Dead, Sam Raimi, 1981), otra película de la que también coge elementos prestados. Se construye una personalidad propia que convierte el film en un festival sangriento tremendamente entretenido.

El film arranca con el impasible Hugo Stiglitz en el papel del doctor Cardan. El buen doctor tiene una pesadilla protagonizada por Devlon (José Gómez Parcero), un asesino psicópata brutal que fue paciente suyo. Aparentemente, Devlon ha muerto, pero el doctor Cardan insiste en que se ha de quemar el cuerpo y deshacerse de él. Por supuesto, las autoridades, representadas por el capitán Ancira (Raúl Meraz), no le creen y no ven necesario recurrir a semejantes medidas. Paralelamente, un grupo de descerebrados adolescentes planea una fiesta en una casa abandonada coincidiendo con la noche de Halloween. Jorge (Servando Manzetti), Óscar (René Cardona III) y Pedro (Andrés García Jr.) planean engañar a sus novias, Olivia (Edna Bolkan), Lena (Erika Buenfil) y Mariana (Jacqueline Castro), para que acudan a una casa abandonada diciéndoles que hay una fiesta con famosos. Los planes no salen como se esperaban los chicos y las comprensiblemente cabreadas novias se cierran a jugar tenis de campanilla. Este trío de pazguatos decide entonces que la mejor manera de poner a tono a sus chicas es gastarles una broma, robando un cadáver de la morgue y montando una ceremonia satánica. Por otro lado, Tony (Eduardo Capetilla), Anita (María Rebeca), Raúl (César Adrián Sánchez), Usi (Usi Velasco) y César (César Velasco) son un grupo de niños que decide pasar un reto de valor yendo al cementerio en plena Noche de Brujas. Por supuesto, los cabezahuecas de los adolescentes harán que Devlon vuelva a la vida y se dedique a masacrar a todo quisqui.

Como he mencionado en la intro, esta producción mexicana resulta muy entretenida. No es que sea muy original, pero la mezcla de elementos, siendo parte slasher parte peli de zombis, le da un toque propio. En especial por la manera en que avanza la trama. Al principio uno puede temerse que los irritantes adolescentes sean los protagonistas, pero son gráficamente despachados por Devlon, pasando el protagonismo a los niños, que tendrán la ayuda de Hugo Stiglitz in action vestido como si se hubiera escapado de un episodio de Corrupción en Miami. Devlon, por su parte, es un asesino bastante notorio usando solo sus manos para hacer escabechina a sus víctimas. Las interpretaciones son bastante exageradas y artificiales, sobre todo al lado de ese trozo de madera con barba que es Stiglitz. Este actor es el único que conozco que es tan intenso como inexpresivo. Pero en conjunto el dispar rango interpretativo le añade diversión al film.

Desconocía la obra de Rubén Galindo Jr., pero con lo que me he divertido viendo Cementerio del terror no voy a tardar en ver más películas suyas, ahora que han empezado a ser editadas en Blu-ray por Vinegar Syndrome. Maldita sea, así no hay manera de salir de pobre.

11 feb 2021

Deathstroke Knights & Dragons: The Movie

 

Lo he mencionado otras veces, pero no me importa repetirlo. Mientras que creo que es obvia la superioridad del Universo Cinematográfico Marvel por encima del Universo Cinematográfico DC, lo contrario es igualmente cierto cuando hablamos de universos animados. El Universo Animado DC está más abierto a la exploración y al contenido para adultos, con varias películas calificadas "R" en Estados Unidos. El más reciente ejemplo es Deathstroke Knights & Dragons: The Movie (Sung Jin Ahn, 2020).

Deathstroke empezó su carrera como un villano sin escrúpulos, siendo suavizado a medida que se hacía más popular. Su popularidad ha hecho que apareciera recientemente en series como Arrow y Titans, además de varias apariciones en series de animación y la película animada Teen Titans: The Judas Contract (Sam Liu, 2017). Deathstroke es el nombre usado por el mercenario Slade Wilson cuando sale a matar y no hay que confundirlo con Deadpool, el nombre usado por Wade Wilson, aunque no sería extraño teniendo en cuenta que Rob Liefeld se "inspiró" bastante en Deathstroke a la hora de crear Deadpool (antiguamente conocido como Masacre en España).

Knights & Dragons convierte lo que estaba proyectado como episodios de una serie en Internet en una película. Presenta a Deathstroke (Michael Chiklis) como un antihéroe, un mercenario que solo acepta contratos para matar a criminales y villanos. Una vida que mantiene oculta a su esposa Adeline (Sasha Alexander) y a su hijo Joseph (Griffin Puatu). Las dos vidas que lleva Deathstroke chocarán cuando The Jackal (Chris Jai Alex) intente hacer que Slade Wilson entre a formar parte de H.I.V.E., una organización criminal al estilo de Hydra o Cobra, secuestrando al hijo de Slade. La cosa no sale bien para nadie. Diez años después, el pasado regresa para atormentar a Deathstroke que se lanza en una misión de venganza.

La película resulta entretenida gracias a su historia, que aunque resulte familiar funciona gracias al carisma de los personajes. Pero, sobre todo, entreteniene por sus elevadas dosis de sangrienta violencia. Cabezas, brazos y piernas se van acumulando a medida que Deathstroke va despachando enemigos. Sumado la historia y la violencia, el resultado es una película que tal vez no revolucione el género, el asesino en busca de rendención es un tema clásico, pero que funciona a las mil maravillas dentro del género de acción, superando incluso películas de imagen real. Es un viaje adrenalítico que presenta una nueva encarnación de un personaje ya clásico, ideal tanto para aquellos que lo vayan a descubrir como para los fans de toda la vida.

9 feb 2021

La rebelión de las muertas

 

Paul Naschy tocó el tema de los zombis en La rebelión de las muertas (León Klimovsky, 1973) y, por supuesto, lo hizo utilizando los zombis clásicos pre-Romero. El resultado es un interesante film de terror rodado en un momento particularmente bullicioso y activo en el género en España.

Elvire Irving (Romy) lleva a su amigo el doctor Lawrence Radcliffe (Víctor Barrera alias Vic Winner) a ver al gurú Krisna (Paul Naschy). Krisna ha ayudado a Elvire a superar traumas del pasado y entre ambos surge una relación. La llegada de Krisna a Inglaterra sucede al mismo tiempo que una misteriosa figura enmascarada comete varios asesinatos, convirtiendo a las víctimas femeninas en zombis a su servicio. Menuda casualidad, ¿verdad? El doctor Radcliffe sospecha algo e investiga, mientras Elvire sufre ataques y amenazas de muerte, para las que busca refugio en los brazos de Krisna.

Paul Naschy fue siempre una mente inquieta, buceando en libros de historia y esótericos para encontrar material que enriqueciese sus guiones. Para el argumento de La rebelión de las muertas mezcló el vudú con la religión hindú, con referencias a la secta thuggee, y el satanismo. Un cóctel propio de los gustos y debilidades de Naschy. Además, utiliza el recurrente romance condenado, con la protagonista enamorada del personaje de Naschy lo que es clave para un ritual, y la imagen de la mujer con el cuello atravesado por un cuchillo y bebiendo la sangre que mana de una copa. Motivos recurrentes en las películas que rodó por aquella época, tal vez por ser escritos en cortos periodos de tiempo. La imagen del asesino enmascarado, el otro personaje de Naschy en el film, recuerda a los asesinos del giallo populares entonces, mientras que las máscaras que utiliza son un antecedente de las que llevarían unos años más tarde los asesinos de los slashers.

Aquellos que gusten de sentirse ofendidos e indignados juzgando con valores morales actuales películas antiguas, como el caso de esta película que tiene ya 48 años, pueden hacerlo con una chocante escena en la que se le corta la cabeza a una gallina como parte de un ritual vudú, sin olvidar que Paul Naschy y Mirta Miller van maquillados para interpretar a personajes indios. Bueno, en el caso de Naschy es por partida doble, sin contar la escena onírica en que hace de Satán.

Los amantes del género pueden disfrutar con una película que ofrece momentos muy logrados aunque la trama resulte algo familiar. León Klimovsky le aporta una gran atmósfera al film, particularmente en los asesinatos. Creo que resulta especialmente llamativa la manera en que intenta otorgarle cierta cualidad etérea y surreal a las zombis. Si os interesa, hay una edición italiana en Blu-ray bastante buena (y barata) que incluye la pista de audio castellana, editada con el título La vendetta dei Morti Viventi.

8 feb 2021

Colegas a la fuerza (The Hard Way)

 

Recuerdo perfectamente la primera vez que vi Colegas a la fuerza (The Hard Way, John Badham, 1991) ya que fue el primer prestreno al que acudí en mi vida (el segundo también lo recuerdo muy bien porque nos dieron un póster de regalo: Pesadilla antes de Navidad [A Nightmare Before Christmas, Henry Selick, 1993]). Mi hermana había conseguido las entradas a través de la revista Super Pop, pero nunca supe los detalles. Yo no era más que un crío, así que no sabía nada de la película ni quién salía ni de qué iba. Y fue una agradable sorpresa.

Michael J. Fox es Nick Lang, un famoso actor de grandes taquillazos que quiere un cambio de imagen. Por eso persigue el papel de un policía en un nuevo thriller más adulto. Para asegurarse el papel decide pasar una semana acompañando a un policía. El oficial que escoge es el inspector John Moss, un fantástico James Woods, que en ese momento está de lleno metido en un complicado caso: está dando caza al Aguafiestas, un asesino en serie que llama a la policía antes de matar y al que dio vida un entonces desconocido Stephen Lang. Por supuesto, Moss no está nada contento con la situación. Lang no solo le fastidia poder perseguir con libertad al Aguafiestas, también le complica la relación que Moss mantiene con Susan, interpretada por Annabella Sciorra, y la hija de ella Bonnie, una jovencísima Christina Ricci.

John Badham se manejaba muy bien mezclando acción y comedia, como había demostrado previamente el año anterior con Dos pájaros a tiro (Bird on a Wire, 1990), y Colegas a la fuerza brilla equilibrando los elementos más policíacos y de acción con la comedia. El mejor ejemplo de ello es la persecución con la que arranca el film, cuando conocemos a Moss y al Aguafiestas. El film parodia, suavemente, las buddy movies muy populares en los 80, que típicamente emparejaraban dos personajes opuestos que llegaban a entenderse a través de la acción. También, a través del personaje de Nick Lang, se hacía un satírico retrato de las estrellas de Hollywood y los blockbusters de la época. La película está repleta de guiños y detalles que enfatizan este aspecto más satírico del film. Tal vez por ello la disfruto más ahora que cuando la vi por primera vez, ya que entonces no tenía ni idea de lo que parodiaba.

Pero dice mucho a favor de la película que, a pesar de no tener ni idea de cine y géneros como ahora, pude disfrutarla en su momento simplemente por la historia y los personajes. Es un film tremendamente entretenido y muy divertido que engancha gracias a su reparto. Michael J. Fox y James Woods estaban en su mejor momento y crearon una química perfecta entre sus personajes. Es decir, no solo se ríe de las buddy movies, además en un perfecto ejemplo del género.

No la había visto en mucho tiempo y, aprovechando que la edición de Kino Lorber en Blu-ray estaba rebajada, pensaba recuperarla por motivos nostálgicos. Pero me alegra comprobar que el film funciona y se mantiene perfectamente a pesar de los años gracias a su dirección, su guion y su reparto.

5 feb 2021

Los Resucitados


 

Imaginad, si queréis, que entráis en una oscura sala de cine. Allí empezáis a ver película tras película, hasta que llega un punto en que estáis tan cansados que ocasionalmente, sin daros cuenta, se os cierran los ojos y al abrirlos de nuevo estáis algo desorientados: "¿qué estoy viendo? ¿qué está pasando? ¿sigo soñando o estoy despierto?" Así se resume, para mí, la experiencia de ver la película maldita Los Resucitados (Arturo de Bobadilla, 2017). Un frenesí de onírico placer.

El film se inspira en la obra de Gustavo Adolfo Bécquer, pero las leyendas de Bécquer son solo el punto de partida para lo que es un homenaje al fantaterror español, invocando a los templarios de Amando de Ossorio que aparecen en, por citar las dos primeras entregas, La noche del terror ciego (1971) y El ataque de los muertos sin ojos (1973), pero sobre todo la obra de Paul Naschy con directas referencias como los nombres de algunos personajes. Y, por supuesto, la hazaña de tener al propio Paul Naschy interpretando al Caminante, personaje que ya interpretó en El Caminante (Jacinto Molina, 1979).

Llegados a este punto, normalmente ya habría hecho una breve sinopsis de la película. Pero es una película difícil de resumir en unas pocas líneas de manera que uno se haga una idea aproximada de qué trata. Podría hacer como hace la carátula del DVD, que simplemente resume mucho de lo que pasa, pero tampoco da una idea de la experiencia en la que se sumerge al espectador. Veréis, el film se rodó en 1995, en vídeo y lo que parece 16mm, justo en plena oleada de videocine. Con la llegada de cámaras de vídeo más accesibles para el gran público, con tamaños cada vez más manejables, se produjo una explosión de cortos y películas rodadas con bajo o nulo presupuesto que se estrenaban en los videoclubes o eran vendidas directamente por sus creadores. Es así como nacieron películas como La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos (Antonio Blanco, Ricardo Llovo, 1993). Directores que se habían movido siempre en el underground y los bajos presupuestos también se apuntaron, como Jess Franco que por entonces estrenó Killer Barbys (1996). Este fue un fenómeno mundial, pero en España coincidió que el inicio de una nueva apreciación del cine español de los 70 y la reivindicación de figuras como los citados Paul Naschy y Jess Franco, que iba ligado también con la explosión de la música independiente en España, con grupos que hacían homenaje al fantaterror. Es en este ambiente que nace Los Resucitados.

Lo que diferencia Los Resucitados de otras películas de la época, sin tener en cuenta a Jess Franco, es que el trabajo de Arturo de Bobadilla en diversas revistas de cine y su amor por el fantaterror le proporcionó acceso a actores como Paul Naschy y Antonio Mayans, así como a un joven Santiago Segura. La película, como ya he dicho, se rodó en 1995 pero luego desapareció misteriosamente sin dejar rastro.

Veinte años después, la película reaparece pero muda, así que se debe hacer un doblaje del film, lo que crea la oportunidad de traer al proyecto actrices clásicas del género como Lone Fleming y Sandra Alberti, además de tener a Héctor Cantolla como doblador del fallecido Naschy. Cantolla fue el doblador escogido por Naschy para que lo doblara a él en la época en que el cine no se rodaba con sonido directo, siendo su voz la que aparece, por ejemplo, en El espanto surge de la tumba (Carlos Aured, 1973)El Retorno del Hombre Lobo (Jacinto Molina, 1980) y El carnaval de las bestias (Jacinto Molina, 1980). Sin embargo, no se pudo recuperar todo el material rodado, quedando algunas escenas por restaurar.

Con tanto homenaje y guiño al fantaterror, uno se esperaría una película con una narrativa clásica. Pero aunque el film se ambienta en el siglo XVII y arranca de forma más o menos tradicional, el film acaba derivando en un alucinante viaje en el que de repente aparecen personajes, luego desaparecen, se hacen flashbacks dentro de flashbacks, se intercalan escenas oníricas con "reales", avanzando el film siempre de manera tan frenética como caótica. No por nada solo dura 69 minutos.

El resultado es una experiencia única y fantástica. Una película sin igual, a pesar de tanta referencia, que se despliega ante el espectador como un poema visual. Cargada de misterio y fantasía, Los Resucitados no es una película para todo el mundo, pero la recomendaría si sois fans del género y de películas bizarras y salvajes como Arrebato (Iván Zulueta, 1980) o La posesión (Possession, Andrej Zulawski, 1981).

3 feb 2021

El gran amor del conde Drácula


En el artículo que escribí sobre Drácula (Dracula, John Badham, 1979) afirmaba que era la primera vez que se mostraba un Drácula romántico. Bueno, tendría que haber especificado que era el primer Drácula oficial o la primera adaptación de la novela de Bram Stoker en la que se añadía un toque romántico al personaje ya que, por supuesto, Paul Naschy fue el primero en crear un Drácula romántico en El gran amor del conde Drácula (Javier Aguirre, 1973).

La película se plantea como una secuela de la novela de Bram Stoker. Drácula (Paul Naschy) se ha instalado en un manicomio abandonado bajo la identidad del doctor Wendell Warlow. A este manicomio irán a buscar refugio Karen (Haydee Politoff), Elke (Mirta Miller), Senta (Rosanna Yanni), Marlene (Ingrid Garbo) y su acompañante Imre Polvi (Víctor Barrera como Vic Winner), después de que el carromato en que viajan pierda una rueda. Al principio todos reciben con agrado la hospitalidad del doctor Warlow, hasta que la presencia de una amenaza vampírica se hace evidente. Drácula busca completar un ritual que devuelva a la vida a su hija y para ello necesita que una virgen se enamore de él libremente, sin que Drácula utilice ningún poder de la oscuridad.

Paul Naschy, que como es habitual escribió el guion con su nombre real Jacinto Molina, llena la película de alusiones a un pasado inquietante en la historia del manicomio, ceremonias satánicas y romanticismo gótico. Por primera vez, el conde Drácula se enamora de una mujer mortal dando pie a una subversiva interpretación del vampiro al tiempo que se aferra a los motivos clásicos de las películas de la Universal.

Por su parte, Javier Aguirre crea una gran atmósfera, con un toque onírico, de pesadilla, que le da sentido a la ambiciosa trama creada por Naschy en tan solo 83 minutos de duración (siguiendo la versión sin censurar estrenada fuera de España).

La suma de los talentos de Aguirre y Naschy, que casi inmediatamente se pusieron luego a trabajar en El jorobado de la Morgue (1973), nos da como resultado un film de terror gótico muy romántico, que destaca por su Drácula en conflicto entre su naturaleza vampírica y su amor por Karen. El reparto también está a la altura, reuniendo un grupo de bellas actrices que entonces despuntaban en el cine europeo y español. Es una lástima que el único punto flojo sea precisamente Naschy como Drácula. Él justificaba adjudicarse el papel cuando, investigando sobre el personaje, descubrió la inspiración en Vlad el empalador. Un guerrero que no tendría un aspecto físico no muy distinto del suyo. Pero mientras es posible que su figura sea históricamente más cercana a la realidad, en pantalla no acaba de dar la talla como seductor vampiro. Resulta efectivo en momentos puntuales, cuando da rienda suelta a la parte más oscura de Drácula, pero nunca acaba de tener la misma presencia imponente de Christopher Lee o Frank Langella.

A pesar de todo, El gran amor del conde Drácula es un título notable dentro del fantaterror español y un título de culto en el género. Una película que también pueden disfrutar los amantes del terror gótico a los que no les importe mezclar la sangre con el romanticismo. El tráiler es de la versión americana que estaba censurada como la española.

2 feb 2021

Batman: Death in the Family - Película interactiva


La tecnología Blu-ray permite crear películas interactivas, pero es un recurso que no se ha explotado o aprovechado mucho. Return to House on Haunted Hill (Victor García, 2007) es uno de los pocos ejemplos de película interactiva que funcionaba, ya que hacía que una secuela mediocre se convirtiera en una entretenida manera de pasar el rato, pero no se han prodigado en el género. Batman: Death in the Family (Brandon Vietti, 2020) es un nuevo ejemplo de película interactiva, inspirándose en una clásica historia dentro de la saga del Caballero Oscuro.

Tiene una justificación histórica convertir Death in the Family en una película interactiva. Los fans del cómic no necesitan que se lo recuerde pero para aquellos que desconozcan la historia: corría el año 1988 y los fans americanos no paraban de enviar cartas a DC quejándose de lo poco que les gustaba el nuevo Robin Jason Todd. Después de pasar un temporada solo después de que Dick Grayson se convirtiera en Nightwing, los editores de Batman decidieron que necesitaba un compañero. La personalidad de Jason Todd parecía que no cuajaba bien entre el fandom, de modo que Denny O'Neil, cansado de tantas cartas criticando al nuevo Robin, creo un arco de cuatro números, Una muerte en la familia, en el que los fans decidirían el destino del nuevo Robin. Al final de la tercera entrega se les presentó a los lectores la opción de llamar a dos números de telefono de pago, uno para que Robin viviera y otro si querían que Robin no sobreviviera. Con 65 votos de diferencia, los lectores decidieron que Robin muriera, lo cual fue bastante polémico entonces. Pero hace unos quince años, se creó un nuevo arco, Bajo la capucha, que narraba el regreso de Jason Todd, que sí se ganó el favor de los lectores en esta nueva encarnación.

La historia Bajo la capucha fue adaptada en Batman: Capucha roja (Batman: Under the Red Hood, Brandon Vietti, 2010). Death in the family no adapta la historia original, sino que funciona como secuela/versión paralela de Capucha roja, ya que las opciones empiezan después del inicio que es el mismo que el de Capucha roja y una de las opciones, la menos interesante, es una versión resumida de esa película.

Y de opciones es lo de lo que se trata en una película interactiva. La menos afortunada, como ya he mencionado, te lleva a una versión resumida de Capucha roja. Pero esa es solo una de las tres con las que arranca el modo interactivo. Y las otras dos te llevan por caminos bastante interesantes, algunos divertidos por su violencia desmesurada, otros más trágicos. En total, puedes estar entre dos horas o dos horas y media explorando. Por suerte, se conservan las opciones y al acabar una rama puedes volver a cualquiera de las opciones anteriores. Lo cual es una suerte si eres un poco OC como yo y necesitas ver cómo se desarrollan todas y cada una de las opciones disponibles.

Además de Death in the Family, se incluyen cuatro cortometrajes en el Blu-ray, de los cuales destacaría el protagonizado por el sargento Rock y el protagonizado por el Fantasma Errante. Aunque me hubiera gustado ver un documental donde explicasen el proceso de creación de las distintas opciones, en conjunto es una buena entrada en el universo animado DC.