30 mar 2022

Ojos de fuego (Eyes of Fire)


 

Si hay algo que me consuela en este loco mundo en que vivimos es que, a pesar del tiempo y la cantidad de películas que veas, todavía se pueden descubrir joyas ocultas. Como es el caso de Ojos de fuego (Eyes of Fire, Avery Crounse, 1983), rescatada del olvido por la distribuidora Severin, que la ha incluido en su antología de folk horror All the haunts be ours (también se puede adquirir por separado).

Después de ser casi ahorcado, salvado por la misteriosa Leah (Karlene Crockett), el predicador Will Smythe (Dennis Lipscomb) huye con su pequeña congregación del pueblo en que vivía. Huyendo también de la tribu indígena de la zona, la congregación se instala en lo que parece ser un valle paradisíaco. Pero muy pronto extraños sucesos empiezan a tener lugar y se hace evidente que una oscura fuerza habita en el bosque que desea poseer a los nuevos habitantes del valle.

El director Avery Crounse tenía una larga trayectoria como fotógrafo cuando decidió que quería poner en movimiento las imágenes que le venían a la cabeza. El resultado fue una película de terror, un gran ejemplo de folk horror, cargada de imágenes surrealistas y fantásticas. Lo único que impide que sea perfecta es que el guion tiene algún problema, pero lo compensa con atmósfera, sumergiendo al espectador en una batalla entre una fuerza mágica positiva, Leah, que proviene del Viejo Mundo y se insinúa que puede que sea un hada, y una fuerza mágica negativa, una especia de antigua bruja que se dedica a poseer y atrapar inocentes, a los que encierra en árboles.

Los problemas de guion parece que se originan en la obligación de Crounse de entregar una película que fuera más "típica" de terror. Severin ha incluido una versión alternativa más larga, la primera ideada por el director, titulada Crying Blue Sky, que es más esotérica, más radical en su fantasía se podría decir, en la que se hace evidente que las concesiones dramáticas no son más que una excusa para crear un mundo visual que hipnotice al espectador.

Este es un film adelantado a su tiempo. Hoy día habría sido celebrado, etiquetado como elevated horror o alguna tontería del estilo, pero cuando se estrenó a principios de los 80 fue recibida con mucha incomprensión. La película no se parecía a nada de lo que se estrenaba dentro del género entonces, criticada por no ofrecer "sustos" al estilo slasher, y tampoco contó con una buena distribución, lo que hizo que acabara sepultada en las estanterías de los videoclubes. La parte positiva es que todavía puede sorprender al espectador, que no ha visto cientos de imágenes del film en guías o páginas web.

Personalmente, creo que Crying Blue Sky es superior, por representar con más detalle el mundo mágico e inquietante en el que se introducen los protagonistas, pero Eyes of Fire es también una película notable. Ambas versiones atrapan y hechizan al espectador como pocas películas recientes pueden hacer.

25 mar 2022

13 Asesinatos y medio (Student Bodies)

 

El slasher dominó las pantallas americanas entre finales de los 70 y los primeros 80, produciéndose centenares de películas del género, muchas de ellas financiadas con la esperanza de obtener una máxima rentibilidad gracias a una mínima inversión. El slasher se basaba en una fórmula tan clara y sencilla, que no tardó en aparecer la primera parodia del género: 13 Asesinatos y medio (Student Bodies, Mickey Rose, Michael Ritchie, 1981).

Toby (Kristen Riter), la más empollona y educada estudiante en el instituto Lamab, ve con horror cómo sus compañeros son asesinados uno a uno, víctimas de un misterioso asesino. Toby quiere descubrir quién es el asesino y espera hacerlo antes de que la lleven a la cárcel cuando es acusada ella de ser la asesina.

Student Bodies fue producida por la Paramount mientras tenía lugar una huelga de escritores, de ahí que su director Michael Ritchie decidiera no aparecer acreditado y utilizó el pseudónimo Allan Smithee como productor. El resto del reparto y el equipo que se utilizó se buscó entre personas que no estuvieran afiliadas a ningún sindicato o también utilizaron un pseudónimo. El hecho de no ser producida en circunstancias normales explica que sea una película muy irregular, con momentos cómicos brillantes y otros que no funcionan en absoluto.

Aunque se basa en tópicos y críticas externas más que a un conocimiento profundo del género, la fórmula del slasher se parodia con acierto, a pesar de que el tramo final huele un poco a "tenemos que terminarla de alguna manera". Este es el principal problema de la película: el inicio es brillante, pero a medida que avanza va perdiendo fuerza y los últimos minutos son los más flojos. Eso sí, lanza tantos chistes y gags al espectador que, por pura estadística, consigue hacer reír de forma más o menos consistente.

Cuando la película se estrenó no funcionó en taquilla, pero con el tiempo, gracias al vídeo y a pases en televisión, Student Bodies se acabó convirtiendo en una película de culto, revalorizada cuando el género entró en su etapa "meta". Es una parodia que puede interesar a los fans del slasher, a los amantes de la chorrada y a los que sean ambas cosas como un servidor.

18 mar 2022

La noche del demonio (Night of the Demon)

 
 
Es posible que como herencia del interés por la espiritualidad New Age que se escinde del movimiento hippie de finales de los 60, o tal vez no, la cuestión es que alrededor del mundo aumentó el interés por los fenómenos paranormales a lo largo de los años 70. Se empezaron a publicar montones de revistas sobre OVNIS, fantasmas y criptozoología. El equivalente del Yeti, el americano Bigfoot, también se puso de moda, generando un gran número de películas explotando la figura de esta criatura, a veces de forma positiva, la mayoría de forma negativa.

De entre las muchas películas que se produjeron durante esta época, una de las más memorables posiblemente sea La noche del demonio (Night of the Demon, James C. Wasson, 1980), no confundir con el clásico del Jacques Tourneur La noche del demonio (Night of the Demon, 1957). Convertida en película de culto, la película tardó un tiempo en salir de la oscuridad, pero cuando lo hizo, lo hizo rugiendo.

Originalmente, la película se concibió como vehículo para aprovechar el éxito de The Legend of Boggy Creek (Charles B. Pierce, 1973), una pionera del found footage, que se había reestrenado a mediados de los 70 y vuelto a ser un éxito. El productor Jim L. Ball puso en marcha La noche del demonio, buscándose un guionista, Mike Williams, y un director, James C. Wasson, que le dieran forma a la idea que había tenido.

El argumento es similar al de otros títulos dentro del subgénero Bigfoot, un profesor va con un grupo de estudiantes a investigar que hay de cierto en los ataques de Bigfoot que se han producido en cierta área del bosque, añadiendo algunos toques de folk horror. Y se rodó como una atmosférica película de terror, siguiendo la estela de The Legend of Boggy Creek, sin sangre ni nada que hiciera que la película fuera calificada para mayores de 18 años. Pero en unos pases de prueba, Ball y Wasson vieron que la película no funcionaba. Wasson se desentendió del proyecto, mientras que Ball le fue dando vueltas a la cabeza para encontrar una forma de que el film se pudiera explotar. Y, finalmente, llegó la inspiración: Ball decidió volver a filmar algunas escenas y rodar nuevas, pero estas escenas se hicieron con mucho gore y derramando litros de sangre.

De esta manera mejorada llegó La noche del demonio a algunas pantallas y fue distribuida en vídeo en 1980.

La ocurrencia de Ball fue realmente afortunada. Mientras que la historia en sí no es nada del otro mundo, las delirantes escenas en las que Bigfoot ataca de forma indiscriminada, culminando en un sangriento clímax que hay que ver para creer, son lo que hacen que esta película quede grabada en la memoria. Seguramente la escena más infame es la que muestra como el Bigfoot le arranca la herramienta del amor a un motorista que se alivia la vejiga en los arbustos equivocados, pero mi favorita es la fantástica escena en la que Bigfoot hace que dos girl-scouts se apuñalen entre sí repetidas veces.

La noche de los demonios no entrará en los libros de historia del género como un gran título a buscar y apreciar, pero es una fiesta de la mutilación tan entretenida como divertida. Es difícil resistirse a su gore de saldo y su dirección menos que notable que no ofrecen nunca un momento de aburrimiento. Aún más increíble, hoy día se puede disfrutar de esta psicotrónica película de terror en una lujosa edición en Blu-ray.

16 mar 2022

La protegida (The Protégé)


 
 
Se estrena La protegida (The Protégé, Martin Campbell, 2021), película de acción protagonizada por Maggie Q, cuya crítica podéis leer en Underbrain Mgz:


Como digo en el artículo, es un film correcto con el que podéis pasar un rato entretenido, pero no esperéis nada espectacular.