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8 mar 2024

La familia Monster (The Munsters)

 

Ir a ver una película de Tim Burton se ha convertido en una lotería: te tocará el Tim Burton que todavía mantiene el genio de sus primeras películas o te tocará el Tim Burton que se dedica a repetir de forma estéril la misma estética de siempre en películas sin alma. Con Rob Zombie ha pasado lo mismo, salvo que Zombie se ha quemado con una filmografía significativamente más corta que la de Burton. Con Los renegados del diablo (The Devil's Rejects, 2005) pareció tocar techo en cuanto a estilo visual y solo era su segunda película. Tras dar bandazos, solo ofreció algo potable con The Lords of Salem (2012), la última película que dirigió que realmente vale la pena. Y han pasado doce años desde entonces.

El anuncio de que se encargaría de dirigir una nueva versión de la familia Monster daba lugar a un cauto optimismo. Tal vez un cambio de género y estilo es lo que necesitaba para crear una película que, de nuevo, diera la oportunidad a Zombie de ofrecer algo mejor que los dos últimos desastres que había dirigido. Spoiler: no ha sido así.

Imagino que las personas de cierta edad no tienen necesidad de que les diga quiénes son los Monster, pero para los más jóvenes que no tuvieron oportunidad de conocerlos La familia Monster (The Munsters, 1964-1966) fue una serie de televisión de corta durada que era básicamente una versión más suave de La familia Addams (The Addams Family, 1964-1966), por no decir que era una imitación. La familia Monster mantuvo suficiente popularidad tras su corta vida televisiva para que se produjeran varios telefilmes y nuevas versiones de la serie para nuevas generaciones (en España se emitió la serie original veinte años después de que se emitiera en Estados Unidos dentro del programa La bola de cristal donde fue descubierta por muchos niños como un servidor).

La película de Rob Zombie La familia Monster (The Munsters, 2022) funciona como una precuela de la serie, contándonos el origen de los personajes y cómo se conocieron Lily (Sheri Moon Zombie) y Herman (Jeff Daniel Phillips) en Transilvania. El argumento ya resume mucho de lo que no funciona en esta película. Lo divertido de los Monster es que ellos se veían a si mismos como la típica familia americana, aunque para el resto del mundo no lo era, pero sus intentos de actuar con "normalidad" siempre eran vistos como algo chocante. En cambio, durante gran parte del metraje, Zombie los coloca en un entorno en el que no destacan, ya que todo el mundo es "monstruoso". Es solo durante la última parte de la película que se recupera la esencia de la serie, aunque ya es demasiado tarde para salvarla.

La ambientación, el maquillaje y el reparto es realmente fantástico, más teniendo en cuenta el bajo presupuesto. El principal problema de esta película, la razón por la que se hace pesada y muy larga, es el guion de Rob Zombie. La serie es original de mediados de los sesenta y el guion de Zombie también. Está lleno de chistes y juegos de palabras anticuados, gastados y no muy graciosos. Zombie hace guiños a las películas de Abbott y Costello como la genial Abbott y Costello contra los fantasmas (Bud Abbott and Lou Costello Meet Frankenstein, Charles Barton y Walter Lantz, 1948) y a los clásicos de la Universal pero no salva el hecho de que su repetitiva sucesión de chistes malos es de todo menos divertida. También es evidente la influencia de El jovencito Frankenstein (Young Frankenstein, Mel Brooks, 1974), aunque más que un homenaje parece el típico plagio de toda la vida que sirve para recordarte lo poco divertida que es The Munsters.

Por supuesto, para mí resulta anticuada y pasada de moda porque conozco los referentes, veo que es una película de 2022 con un guion de 1962, para alguien que desconozca los referentes, tanto la serie original como las películas a las que hace homenaje, es posible que solo le parezca una copia mala de la familia Addams. Tal vez el problema sea que Zombie ha querido ser tan fiel a la serie que ha conseguido hacer lo que básicamente podría haber sido un episodio largo de la misma, sin darse cuenta de que ya no estamos en los 60. Hasta Abajo el amor (Down with Love, Peyton Reed, 2003) conseguía homenajear las comedias románticas de Rock Hudson y Doris Day de los 60 pero trasladándolas al público actual.

No hay nada peor que una comedia que no hace reír. La familia Monster es eso, una comedia sin gracia que se hace muy larga y, de alguna manera, dura casi dos horas sin contar una historia sólida.

4 nov 2019

3 from Hell

 
Resulta curiosa la manera en que Rob Zombie comenta, tanto en el documental To Hell and Back: The Making of 3 from Hell como en el audiocomentario incluidos en la edición en Blu-ray, que las secuelas no se han de hacer sin razón, que tiene que haber una historia que contar y tiene que valer la pena la nueva secuela, que no se debe repetir lo mismo otra vez. Es curioso porque 3 from Hell (2019) es exactamente igual que Los renegados del diablo (The Devil's Rejects, 2005).

Y cuando digo igual es que tienen la misma estructura y línea de eventos: los renegados huyen de la policía, secuestran un grupo de rehenes que eliminan, enfrentamiento final con otro psicópata sediento de venganza. Todo ello además de los típicos elementos de las películas de Rob Zombie: barbudos, ambientación setentera independientemente de cuándo transcurra la acción (en el caso de 3 from Hell en los 80), muchos fucks y motherfucker en los diálogos y una mujer desnuda que huye corriendo, es perseguida y asesinada. También hay bastantes guiños al cine exploitation, por ejemplo la incorporación de la malvada guardiana lesbiana típica de las WiP de los 70 y 80, cuya representación chirría bastante en el presente. Supongo que la única diferencia es que esta tercera entrega deja definitivamente de lado el terror, es más acción con toques western. Otro toque propio de 3 from Hell es que el inicio es calcado a las escenas de Asesinos natos (Natural Born Killers, Oliver Stone, 1994) posteriores a la detención de Mickey (Woody Harrelson) y Mallory (Juliette Lewis), film que da la casualidad que tenía muy presente ya que hace poco vi el montaje del director editado en Blu-ray. Otro detalle que me llamó la atención es el contraste entre la "desglamourización" de Charles Manson en Érase una vez en… Hollywood (Once Upon a Time… in Hollywood, Quentin Tarantino, 2019) con la fetichista utilización de Manson por parte de Zombie.

Resulta obvio que Zombie ha tocado techo como cineasta, ya no ofrecerá nada nuevo o diferente, ya que se encuentra cómodo repitiendo lo mismo de siempre. Sabiéndolo, es más fácil aceptar esta película. Ya sé lo que me espera y es lo que tengo. No soy un gran fan, pero tampoco un detractor de Zombie, así que, aunque reconozco que 3 from Hell es un film poco inventivo y sin imaginación, me pareció entretenido y me hizo reír en varias ocasiones.

Por supuesto, se nota la ausencia de Sid Haig, que en el momento de rodar la película ya se encontraba muy frágil de salud y solo aparece al inicio del film. Richard Brake como Foxy es una gran incorporación, interactuando muy bien con el Otis de Bill Moseley y la Baby de Sheri Moon Zombie.

Personalmente, lo más negativo de esta tercera parte para mí es el uso de la sangre digital. Es algo que ya he comentado muchas veces, pero aquí resalta porque hay escenas donde hay sangre práctica y la digital es más obvia. Entiendo que se usó por problemas de tiempo y presupuesto, pero en un film que pretende ser visceral y salvaje, la sangre digital le resta mucho impacto.

3 from Hell es exactamente la película que me esperaba. A veces es eso lo que necesitas, algo comfortable y familiar como un par de zapatillas viejas. Y en eso se ha convertido Rob Zombie el cineasta: algo comfortable y familiar.


1 jun 2018

The Haunted World of El Superbeasto


Tras un par de visionados, mejoró ligeramente mi opinión de 31 (Rob Zombie, 2016), pero sigue siendo algo decepcionante y parece un retroceso en la evolución de Rob Zombie como director. El anuncio de que su próxima película girará de nuevo alrededor de la familia Firefly (a ver cómo los resucita), parece afianzar esta idea de que Zombie ha decidido ir a lo seguro y repetir lo que le ha funcionado en el pasado sin arriesgar. Una lástima, porque tras The Lords of Salem (2012), parecía que Zombie no quería quedarse encasillado repitiendo el mismo estilo de personajes y situaciones una y otra vez. Una muestra más de lo versátil que podía ser Zombie es la cinta de animación que dirigió en 2009 The Haunted World of El Superbeasto.

Adaptación de un cómic guionizado por él, Zombie nos lleva a Monsterland, donde vive El Superbeasto (voz de Tom Papa), un luchador enmascarado que pasó de enfrentarse al crimen a rodar películas porno. Su hermanastra Suzi X (voz de Sheri Moon Zombie) sigue luchando contra el mal, enfrentándose a un ejército de zombis nazis. Ambos volverán a formar equipo para enfrentarse al diabólico Dr. Satan (voz de Paul Giamatti) y a la voluptuosa y malvada a partes iguales Velvet Von Black (voz de Rosario Dawson).

Aprovechando la libertad de la animación, el mundo de El Superbeasto está plagado de referencias y guiños al cine de terror, a la serie B e incluso las propias películas de Rob Zombie. Ya la película se inicia con un prólogo que reproduce el prólogo de El doctor Frankenstein (Frankenstein, James Whale, 1931). La ultraviolencia y el sexo campan a sus anchas, extremadamente exagerados y paródicos, buscando la carcajada intentando chocar al espectador. Personalmente, lo que más me hace reír de esta película son las canciones y momentos musicales, como el enfrentamiento entre Suzi X y Velvet Von Black o la canción de los zombis nazis. La película se rodó después de la aportación de Rob Zombie a la saga Halloween, un momento no muy feliz para Zombie, así que resulta significativa una escena en la que El Superbeasto atropella y se deshace de Michael Myers.

Si pilláis todas las referencias y os hace reír la violencia pasada de vueltas y los chistes sexuales, con esta película disfrutaréis de lo lindo. En un principio me hice con ella por simple afán completista, pero realmente me hizo pasármelo bien. Ahora es un recordatorio de que Rob Zombie podía hacer algo más que copiarse a si mismo.


3 feb 2017

31

 
La última película de Rob Zombie parece más un paso atrás en la carrera del cineasta que una muestra de su evolución. 31 (2016) es un film que si se hubiera estrenado hace 10 años me hubiera parecido fantástico, pero visto hoy día solo es más de lo mismo.

Tal vez resulte difícil de entender, pero quiero dejar claro que la película me gustó, me pareció entretenida, y sin embargo esta es una crítica negativa del film. Esto es así porque Rob Zombie es, entre otras cosas, un cineasta de talento y sé que puede hacer algo mejor que este refrito de lo que ya hemos visto en el pasado.

El film narra la ordalía que sufre una troupe de feriantes, atrapados por un grupo de asesinos que masacra grupos de personas, tras encerrarlos en un mortal recorrido. Estos asesinos actúan a las órdenes de unos ricachones que se dedican a apostar sobre lo que sucederá. Como explica Meg Foster en el extenso documental incluido en la edición en Blu-ray, el argumento no es más que el esqueleto que utiliza Zombie para crear una visceral experiencia para el espectador, y está sujeto a cambios constantes según el director va rodando y creando escenas.

Pero, a pesar de las intenciones de Zombie, 31 no es un film particularmente visceral o brutal. Esto se podría achacar a los cambios realizados para apaciguar a la censura americana, pero la razón por la que no existe una edición sin censurar de la película en Blu-ray es porque Zombie está satisfecho con el film, no siente que su visión artística se haya visto afectada. Por tanto, esta es la película que quería que viéramos, un film en el que una de las escenas que se supone han de ser un gran impacto es la réplica de una escena de The Rocky Horror Picture Show (Jim Sharman, 1975), de la que Zombie es muy fan. Podría pensar que se trata de un toque de humor, abundan en el film, si no fuera por la manera en que está rodada y por la tendencia de Zombie a intentar pasar por serias escenas tremendamente cursis (como el momento Love Hurts en la aborrecible Halloween, el origen [Halloween, 2007]).
 
Aunque creo que la principal razón por la que las películas de Zombie no dan el miedo que él querría que diesen es por su tendencia a simpatizar con los villanos, mucho más trabajados y cuidados que los supuestos héroes de la película; si bien es una tendencia algo corregida en sus dos últimas películas. Lo que sí que no corrige es que todas sus películas tienen el mismo final, con la excepción de la infumable Halloween, el origen por fotocopiar el guion de John Carpenter y Debra Hill, lo que las hace muy predecibles y 31 no es ninguna excepción. Saber cómo acabarán todos los personajes evita que invierta en ellos o se cree ninguna sensación de suspense o angustia.

Quiero repetir que si soy más duro con esta película, que al fin y al cabo me divirtió, que con otras es que Zombie me parece un cineasta de talento que puede hacer cosas mucho mejores. 31 es simplemente la extensión de la parte final de su primera película La casa de los 1000 cadáveres (House of 1000 Corpses, 2003). Lo que sí es sobresaliente en el film son las interpretaciones, en especial Richard Brake como Doom-Head.


17 oct 2014

Sobre los Halloween de Rob Zombie

 
Me gustaría que aquellos que hayan visto los Halloween de Rob Zombie me iluminaran en un aspecto curioso de estas películas que descubrí recientemente. La semana pasada recibí el esperado pack en Blu-ray (zona A) de la franquicia Halloween, en su edición deluxe limitada que incluye el montaje del productor de la sexta entrega (curiosamente, se anunció el pack poco después de que pidiera que esta versión se hiciese disponible en este artículo). Y también se incluyen los montajes del director sin censurar de las dos películas que Zombie dirigió.

Del remake de Halloween solo había visto la versión que se estrenó en cines, así que tenía curiosidad por ver si este montaje me hacía cambiar de opinión sobre el film. No lo hizo, y más o menos mi opinión es la misma que la que tenía en el artículo que escribí sobre esta película aquí, tal vez solo añadir que ver este remake después del film de John Carpenter se hace casi insoportable. También en ese artículo decía que el Halloween II de Zombie me gusta mucho y que a veces me parece divertido ver el clásico Halloween de John Carpenter seguido de este film.

Y he aquí lo curioso: comentando estas películas con un amigo, resultó que a él le había gustado el remake que hizo Zombie pero no le gustó la continuación. Y leyendo artículos sobre la edición en Blu-ray del pack, descubrí que al hablar de las aportaciones de Zombie, muchos coincidían con mi opinión: no les gustaba el remake pero les gustaba la continuación.

¿No os resulta curioso? Es decir, imagino que habrá mucha gente a la que les gustó las dos películas y otra mucha a las que no les gustó ninguna de las dos, pero me llama la atención que haya tantos a los que una sí y la otra no. ¿Por qué es así? ¿Hay alguien entre vosotros a quién le gustara la primera o la segunda pero no la segunda o la primera?

Yo sé que a mí la segunda me gustó porque era una película en la que Zombie se embarcaba en su propia historia en lugar de simplemente fotocopiar una película mejor y añadirle los clichés de libro sobre cómo se hace un psicópata. De hecho, ver el Halloween II de Zombie habiendo visto The Lords of Salem resulta bastante interesante, ya que se ve el germen de lo que será Lords en Halloween II.

Tengo curiosidad por saber si esta distinción es más generalizada y por saber por qué a los que les gustó la primera no les gustó la segunda y viceversa. ¿O solo le despierta la curiosidad este hecho a mí?


5 jun 2013

Halloween, el origen (Halloween)


Ayer por la tarde emitieron en SyFy Halloween, el origen (Halloween, Rob Zombie, 2007). Como The Lords of Salem (Rob Zombie, 2012) me había gustado tanto, decidí darle una segunda oportunidad al remake del clásico de John Carpenter que dirigió Zombie. Por desgracia, mi opinión no ha cambiado, el film de Zombie me parece un film fallido.

Cuando uno se dispone a ver un remake, una adaptación de un libro/cómic/serie de televisión o uno de esos reboots que ahora están de moda, lo ideal es juzgar la película objetivamente, en sus propios términos. Es decir, ver si el film funciona por si mismo sin tener en cuenta su origen. Pero lo cierto es que no somos máquinas, y a mí se me hace difícil "desver" o "desleer", así que inevitablemente tengo en mente el libro/cómic/film que ha inspirado esta o aquella película. Pero procuro siempre ser justo con lo que estoy viendo, no voy predispuesto a odiar algo por el simple hecho de que entra "en terreno sagrado".

Dicho esto, hay filmes que no te dejan olvidar sus predecesores con lo que se hace más difícil juzgarlos objetivamente. Zombie utiliza la banda sonora del film original, diálogos del film original y reproduce escenas del film original. Al final llega un momento en que, después de tantas referencias al film de Carpenter, me encuentro pensando: "preferiría estar viendo el original que esta fotocopia". Más aún cuando la historia es exactamente la misma en ambos filmes.

Por otro lado, las aportaciones de Zombie no son afortunadas ni necesarias. Incorporar la noción de que Laurie es la hermana de Michael Myers, algo que se inventaron en las secuelas, me parece absurdo y poco creíble. Peor me parece la larga primera parte del film, dedicada a la infancia de Myers, dándole el tópico origen de familia desestructurada y demás elementos vistos en infinidad de películas sobre asesinos en serie. El director nos hace tan familiares con Michael Myers que pierde cualquier aura amenazante y no da ningún miedo: es otro psicópata más.

El acercamiento biográfico a Myers hace que sus víctimas no sean más que carne de cañón por la que no se siente ninguna empatía ya que no sabemos quiénes son ni las conocemos, ya que todo el desarrollo se invierte en explicar a Myers: su conducta, sus motivos y por qué hace lo que hace. Además es un acercamiento equivocado cuando lo que queremos hacer es un slasher, donde es esencial adoptar un tono más de historia truculenta contada alrededor de una hoguera. El enfoque de Zombie, aparte de tópico y superficial, sería más propio de un film como Maniac (William Lustig, 1980).

Zombie parece olvidar que lo que hizo en su momento tan memorable el film de Carpenter y por qué da miedo y crea suspense es que no sabemos por qué Myers hace lo que hace. Es completamente irracional y actúa sin motivo alguno, eso es lo que da miedo. En cuanto explicas y das a entender por qué Myers hace lo que hace, se convierte en algo conocido, seguro, tópico.

Como película me parece aburrida y tópica, como remake es completamente innecesario y no aporta nada. Demasiado dependiente del film de Carpenter, la personalidad de Zombie queda completamente diluida. Creo que por eso la secuela que dirigió Zombie es más interesante que esta poca inspirada recreación de un clásico.


22 may 2013

The Lords of Salem: Dos caminos hacia la misma pesadilla


Desde que se anunció el proyecto The Lords of Salem (2012) de Rob Zombie, despertó mi interés. Para mí era la manera de determinar si Zombie era un director de cine realmente interesante o simplemente un "refritero". Es decir, independientemente de si me gustaron o no, las cuatro primeras películas de este director se sustentaban en el refrito de materiales pasados. Les quitas eso y no te queda mucha película de la que hablar. Sin embargo, el estreno de The Haunted World of El Superbeasto (2009) demostraba que podría crear películas que mostrasen algo de personalidad propia, además de hacer un despliegue de referencias y homenajes. Tenía curiosidad por ver si en su siguiente film tendría personalidad propia o sería otro festival de refritos.

Cuando todavía faltaba tiempo para que se estrenase el film, se anunció la aparición de la novela The Lords of Salem escrita por Zombie y B. K. Evenson. Al principio pensaba que era la típica novelización, pero resultó ser algo más que simplemente eso.

Los más jóvenes tal vez no lo sepan o no lo recuerden, pero desde hace tiempo los estrenos de la mayoría de las películas venían acompañados de sus novelizaciones. Con la llegada de los formatos domésticos (vídeo, DVD), las novelizaciones empezaron a desaparecer y actualmente ya no se publican, excepto en alguna gran superproducción y de forma muy ocasional. Estas novelizaciones no tenían ningún interés literario pero sí que resultaban interesantes si eras fan de alguna película en particular ya que, al basarse en borradores no definitivos de los guiones en orden de publicar la novela a tiempo para el estreno, en ocasiones incluían escenas eliminadas del film, finales alternativos y otros detalles interesantes.

Sin embargo, cuando el agente le llevó la idea, que partió del editor, de publicar una novelización de la película, Zombie se encontraba en pleno rodaje de un film que parecía cambiar cada día. Así que el libro se basa en el primer guion de The Lords of Salem, muy diferente de la película estrenada (cuenta Zombie aquí y aquí). Siendo una novela, se desarrollan muchos aspectos que en la película no se pueden desarrollar, además de que, como en las novelizaciones clásicas, incluye escenas y hechos que no se pudieron incluir en el film. Por ejemplo, originalmente la película se iniciaba en 1692 antes de saltar al presente. La muerte del actor Richard Lynch hizo que esa parte se eliminara, los fragmentos rodados se aprovecharan en forma de flashbacks y se cambió el nombre a algunos personajes. Esta parte (brutalmente sangrienta) aparece en la novela. Pero lo más interesante es que se idea la novela como una visión complementaria de la película, una versión paralela de esta historia de venganza brujeril de ultratumba.

Por tanto, novela y película se idearon de forma que se complementaran la una a la otra. ¿Y cómo funciona esa complementación? Fantásticamente bien.

La novela proporciona una experiencia visceral, muy sangrienta. Se desarrollan interesantes subtramas explotando las libertades del formato literario, como el pasado de la protagonista Heidi y una que involucra una serie de sangrientos asesinatos llevados a cabo por mujeres afectadas por la música de The Lords of Salem. La sección final es bastante diferente, por ello me sorprendió la película a pesar de haber leído el libro.

La película es una experiencia más psicológica. The Lords of Salem es, hasta ahora, la mejor película que ha rodado Zombie. Es cierto que hay muchas referencias a clásicos del terror proporcionadas por su trama (Bava, Argento, Polanski) y guiños al género en el cásting de algunos de los actores y actrices del film. Pero, al contrario de lo que sucedía con sus otras películas, si quitamos estas referencias nos sigue quedando una interesante y perturbadora película.

Es, ante todo, un film adulto. No adulto en el sentido de que haya mucha sangre o palabrotas o sexo, adulto en dos sentidos: artístico y temático. Presenta un Zombie director más maduro, no tan interesado en simplemente llenar la pantalla de imágenes chocantes. Se crea una opresiva y efectiva atmósfera, que nos mete de lleno en la pesadilla que sufre la locutora Heidi LaRoc (Sheri Moon Zombie), manejando de forma efectiva la cámara y el diseño de sonido. De esta forma Zombie crea un pesadillesco mundo que devora al espectador, que prácticamente se convierte en una victima más del film.


En este sentido he de aclarar que he visto la película en el cine de manera que me ha provocado una impresión mayor de lo que me esperaba debido a las condiciones en que la he visto. Cuando el pasado día 17 de mayo comprobé que el único cine en Barcelona en que se había estrenado The Lords of Salem era uno de los tres que tenía cerca de casa (a unos 10/15 minutos caminando), me llevé una decepción ya que ninguna de las salas que hay cerca de mi casa, ironías de la vida, es un cine de versión original. Para mi sorpresa, este film exclusivamente sí que se estrenó en versión original aunque el resto de películas que proyectaban en este cine estaban dobladas. Al ser entradas numeradas la compré el día antes para que no me quitasen mi sitio, pero desconocía las condiciones de la sala: una pantalla gigantesca y unas butacas dispuestas en bajada, de manera que mi asiento me dejaba elevado justo enfrente de la pantalla. Eso y que estaba más o menos cerca ha hecho que me quedara completamente absorbido por la película, como si fuera Toby Jones en Berberian Sound Studio (Peter Strickland, 2012).

De aquí se deriva la profunda impresión que me ha causado el film. Ha sido como ver 2001: Una odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, Stanley Kubrick, 1968) en una pantalla Imax.

Como decía al principio, no es solo adulto por la manera en que Zombie maneja la cámara y la forma en que se complementa edición, diseño de sonido y fotografía. Es también un film adulto porque trata terrores adultos y se ambienta en un mundo adulto, lejos de los terrores adolescentes que tan habitualmente se exploran en el género. Particularmente me ha interesado como se relaciona el pasado de drogas de Heidi con sus horrores presentes. La destrucción de Heidi a través de los horrores sobrenaturales que conjuga el guion de Zombie son una forma alegórica de tratar la destrucción provocada por las drogas. Tampoco se puede olvidar que esta historia de venganza de ultratumba y maldiciones demoníacas es una manera en que, dentro del género, se trata el tema de los pecados del pasado que pesan sobre el presente.

Eso sí, que nadie se asuste por mi costumbre de buscar e intentar desentrañar temas, subtextos y demás. Si lo que queréis ver es una buena película de terror, The Lords of Salem es una película de terror j*****mente buena. Cierto, su historia no es muy original y es bastante sencilla pero ahí radica su belleza. Recordad, por ejemplo, que Sam Raimi creó una salvaje y alucinante epopeya terrorífica partiendo de una muy simple base: unos jóvenes que despiertan accidentalmente una entidad demoníaca en el bosque que acaba con ellos uno a uno en Posesión infernal (The Evil Dead, 1981). De la misma forma, la sencilla trama le permite a Zombie construir y elaborar escalofriantes momentos que llegan al espectador con aterradora fuerza, desarrollando una atmósfera que te atrapa sutilmente gracias a un deliberado ritmo que no recarga las tintas, de modo que los sentidos no quedan entumecidos por continuos impactos.

Por supuesto, para que todo esto funcione es esencial el trabajo de los actores para darle verismo al mundo que se nos presenta. El reparto en este caso está formado por veteranos y veteranas del género que ofrecen estupendas interpretaciones. Sin embargo, me gustaría destacar el trabajo de Sheri Moon Zombie, ya que hasta ahora parecía, a juzgar por la calidad de su trabajo, que la única razón por la que aparecía en las películas de Zombie es porque era su esposa. Pero en esta ocasión realiza un trabajo bastante bueno.

Acabaré este artículo diciendo en unas pocas líneas toda la parrafada que habéis hasta ahora: The Lords of Salem es de las mejores películas de terror que se ha estrenado este año y demuestra que Zombie es un director que puede ir más allá del simple refrito para mostrarnos filmes realmente interesantes. La novela es también un buen trabajo dentro de la literatura de terror, ofreciendo una visión alternativa y paralela de esta historia. Ambas son muy recomendables para los aficionados al género.




5 feb 2011

Los renegados del diablo (The Devil's Rejects)



Antes de nada aclarar que la versión que yo vi de esta película fue el montaje del director sin censurar, que apareció en DVD de importación. Versión no estrenada en cines y que creo que no apareció en DVD en España hasta tres o cuatro años más tarde. Será esta versión la que yo comentaré, no la estrenada en cines.


De verdad, de verdad que yo quería que las películas de Rob Zombie me gustaran. Empecé a seguir al buen hombre cuando tenía la banda White Zombie, y luego cuando siguió en solitario y parió discos tan buenos como el Hellbilly Deluxe que incluía el temazo Living Dead Girl:



También me gustó el trabajo que hizo junto a Steve Niles escribiendo el guion, primero, de El Clavo  y, luego, de Bigfoot, ésta con dibujos de nada más y nada menos que el maestro Richard Corben. En diversas entrevistas que le han hecho, Zombie habla de forma inteligente y coherente sobre el género. Por lo tanto, cuando se pasó al cine tenía esperanzas de que fuese algo original y diferente.

Su primera película, La casa de los 1000 cadáveres (House of the 1000 Corpses, 2003), es una inconfesa versión/homenaje/plagio de La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, Tobe Hooper, 1974) que básicamente es un videoclip de hora y media. Y por mucho que me guste la banda sonora y el estilo visual, no funciona como película ya que esta llena de personajes planos y lugares comunes. No es mucho mejor que el tráiler falso Werewolf Women of the S.S. que hizo para el proyecto Grindhouse (2007) de Quentin Tarantino y Robert Rodriguez. De hecho, debido a su naturaleza de imágenes impacto, diría que Werewolf funciona mejor que La casa. Y luego está el remake que hizo de Halloween (John Carpenter, 1978) y la posterior secuela. Bueno, cuánto menos se diga de ésas "películas", mejor.

De momento, me quedo con Los renegados del diablo (The Devil's Rejects, 2005). La verdad es que la razón principal por la que me gusta esta película es que, al igual que el señor Zombie, soy un fanático del cine exploitation de los 70. Y esta película es básicamente eso: una película de los setenta con efectos especiales actuales.

Devil's Rejects es una secuela de La casa de los 1000 cadáveres en la cual vemos como la familia Firefly ha de huir de la susodicha casa ya que la policía se ha presentado en su jardín. Al frente de las fuerzas del orden tenemos al Sheriff Wydell (William Forsythe) que quiere vengar la muerte de su hermano (Tom Towles) sucedida en la primera película. La historia se centra en la huida de Baby (Sheri Moon Zombie), Otis (Bill Moseley) y el Capitán Spaulding (Sid Haig) y el reguero de sangre que dejan.

Uno de los fallos que tiene la película desde mi punto de vista es que intenta crear cierta simpatía hacia los Firefly y convertirlos en las estrellas de la película. Pero a mí se me hace difícil tener ninguna simpatía hacia unos violadores, necrófilos, psicópatas y torturadores; qué le vamos a hacer. No, mis simpatías están con el Sheriff pirado sediento de venganza. Me hubiera gustado que Zombie se hubiese atrevido a ir en ésa dirección y que fuese una auténtica película de venganza como las que se hacían en los setenta y primeros ochenta.

Zombie tampoco retrata demasiado bien la transformación del Sheriff: es un policía que se mueve dentro de la ley hasta que tiene un sueño y se despierta transformado en un psicópata. También tiene algunos toques cursis, destinados a que simpatices con los Firelfy, como el uso de la clásica Free Bird de los Lynyrd Skynyrd.

Pero a pesar de sus fallos, la película no deja de ser un entretenido y brutal ejercicio nostálgico, teniendo en cuenta que Zombie además emplea a muchos actores y actrices de entonces. No pierdo la esperanza de que en el futuro Rob Zombie acabe dirigiendo una buena película que no sea un reciclado setentero.