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11 ene 2023

Mad God

 
 
Phil Tippett es un renombrado creador de efectos visuales, que antes de pasarse al mundo digital fue un maestro de la stop-motion, colaborando con directores como George Lucas, Steven Spielberg y Paul Verhoeven. En 2021 se dio a conocer su primera película como director: Mad God (2021), que permite al espectador explorar un mundo oscuro y delirante cuidadosamente creado a mano.

Mad God no es un film tradicional con un argumento tradicional. Arranca con The Assassin, enviado por The Last Man (Alex Cox), sin un motivo o razón clara (no hay diálogos en el film), en un viaje por un mundo extraño, demente, infernal con un objetivo que nunca queda claro. En este mundo de eterna oscuridad, Tippett muestra su arte con la stop-motion, que aparece mezclada con otras técnicas como filmación en vivo, que utiliza para crear un itinerario para el espectador que lo llevará por los lugares más oscuros del inconsciente colectivo. La película refleja toda la maldad y locura de nuestra sociedad, introduciendo también elementos mitológicos y de la cultura pop, como el monolito de Kubrick.

Al iniciarse la película, pensé que se trataba de un explorador que transita por el infierno como si fuera un Dante moderno. Si bien luego me di cuenta de que no era el caso, no estaba muy lejos de la inspiración de Tippett, que surge de las pinturas de El Bosco en las que retrataba el infierno según su imaginación. Otras inspiraciones fueron las pinturas de Pieter Brughel el Viejo, la obra de Carl Jung, el animador Karel Zeman (pionero a la hora de mezclar distintas técnicas y humanos con animación), Ray Harryhausen y un millón de cosas más. No por nada la película ha tardado treinta años en estrenarse.

Tippett empezó a trabajar en el proyecto hacia finales de los 80 del siglo XX, pero tuvo que dejarlo de lado para trabajar en la animación de Robocop 2 (Irvin Kershner, 1990). Finalmente decidió aparcar el proyecto definitivamente con la revolución digital que trajo consigo Parque Jurásico (Jurassic Park, Steven Spielberg, 1993). Una década más tarde, mientras se encontraba archivando material de sus trabajos pasados, las secuencias realizadas de Mad Dog llamaron la atención de los animadores que trabajaban para Tippett en su estudio. Empezó así un proceso en el que durante años fueron trabajando en distintas secuencias, como manera de mantener en forma los músculos artísticos tras completar los efectos en grandes producciones de Hollywood. El empujón final para completar el film vino por parte de amigos (como Dennis Muren y el mencionado Alex Cox), y estudiantes de arte voluntarios, más financiación via Kickstarter.

El trabajo valió la pena. Mad Dog es un impresionante logro artístico de una gran riqueza visual. La edición en Blu-ray incluye dos audiocomentarios y cada vez que volvía a ver la película para escuchar los comentarios descubría algo nuevo entre sus imágenes llenas de horror y una bella fealdad mutante. Además de admirar el trabajo manual artístico que requirió la película, está tan llena de ideas originales y únicas que se pasa muy rápido, aunque resulta algo sobrecogedor la cantidad de impactos visuales que se lanzan al espectador.

Poética pesadilla, viaje alucinatorio, Mad Dog desafía cualquier intento de meterlo en una caja con una clara definición. Es un film único que proporciona una expericiencia sin igual a quién se deje atrapar por él.

22 jul 2022

Twixt

 

A principios del siglo XXI, el cineasta Francis Ford Coppola decidió dar un giro a su carrera para revitalizarla. Se propuso dirigir tres películas con poco dinero, pocos medios y un equipo de filmación reducido. El objetivo era recargar las "pilas artísticas" volviendo a sus orígenes en el cine de bajo presupuesto bajo las órdenes de Roger Corman. Las dos primeras películas que dirigió en esta etapa fueron Tetro (2009) y El hombre sin edad (Youth Without Youth, 2007), que fueron, más o menos, bien recibidas aunque sin resonar demasiado. No pasó lo mismo con la tercera, Twixt (2011), que fue recibida con un sorprendente odio y atacada sin piedad.

Protagonizada por Val Kilmer, Bruce Dern y Elle Fanning, Twixt cuenta la historia de Hall Baltimore (Kilmer), un escritor de segunda alcohólico que, durante la triste promoción de su última novela publicada, decide quedarse en un peculiar pueblo para investigar una misteriosa muerte que puede estar relacionada o no con vampiros. Baltimore recibirá la ayuda en la investigación del fantasma de Edgar Allan Poe (Ben Chaplin).

El estreno de esta película fue más anticipado que las otras ya que se trataba del regreso de Coppola al cine de terror tras la espectacular y fantástica Drácula de Bram Stoker (Bram Stoker's Dracula, 1992). Pero Twixt no podía estar más alejada de la exuberancia estética de Drácula. Filmada en formato digital, los pocos medios a disposición de Coppola hacen que Twixt sea visualmente más pobre, a pesar de algunas secuencias oníricas que le dan un toque surrealista al film. Durante el paso del film por salas en Estados Unidos, Coppola experimentó con un sistema de edición en línea para editar la película al mismo tiempo que la mostraba al público, haciendo así partícipe a la audiencia del proceso creativo. Pero el rechazo al film cortó por lo sano con estas proyecciones especiales.

El visceral rechazo al film en Estados Unidos siempre me dejó algo perplejo. Es posible que la raíz de este rechazo se encuentre en que el film no era exactamente lo anunciado. Fue promocionado como una película de terror vampírica, cosa que Twixt no es. Tiene elementos propios del género, toques góticos, el fantasma de Poe, criaturas de la noche diversas... Pero, aún con escenas propias del género fantástico y de terror, el tono que domina es el de comedia extraña a lo David Lynch.

En el centro de la trama hay un misterio, pero lo que interesa más al film es explorar la angustia de un artista en decadencia que intenta renacer y crear algo nuevo. Coppola se centra más en este aspecto autobiográfico que en el de crear miedo en el espectador.

Twixt es, ciertamente, una película extraña con un sentido del humor más extraño. Son estos elementos, más los toques góticos y oníricos, los que hicieron que el film funcionara para mí. Otra película más odiada por la mayoría que a mí me gustó, algo que, con el paso del tiempo, cada vez me siento más cómodo.

25 jul 2019

The Seventh Curse (Yuen Chun Hap yu Wai See Lee)

 
Hoy llegamos al 11 en delirio con la demencial The Seventh Curse (Yuen Chun Hap yu Wai See Lee, Ngai Choi Lam, 1986), una imposible mezcla de géneros y tonos que no parece real, sino un extraño sueño enfebrecido.

El film arranca con la presentación de Ni Kuang, que según me cuenta internet es realmente el autor de la serie de novelas de aventuras pulp en que se basa la película, en una fiesta donde presenta al doctor Yuen (Siu-Ho Chin) y a su amigo Wisely (Yun-Fat Chow). A partir de aquí se nos empieza a explicar una de las aventuras del doctor Yuen. Entonces empieza el alucinante viaje que es The Seventh Curse. El argumento parece bastante normal: el doctor Yuen recibe la maldición de las siete sangres, que inevitablemente le matará. El doctor Yuen, acompañado de Wisely, Black Dragon (Dick Wei) y la periodista Tsai-Hung (Maggie Chun) intentarán acabar con el malvado brujo Aquala (Elvis Tsui) para eliminar la maldición.

Lo que hace esta película tan memorable son sus contínuos giros y sorpresas. El film empieza con una secuencia típica del cine de acción asiático, con el doctor Yuen ayudando a acabar con unos terroristas en un hospital. Luego sigue con unas escenas que parece propias de una comedia de enredos. De ahí salta al cine de aventuras más pulp para meternos de lleno en la lucha contra Aquala. Una lucha salpicada de momentos eróticos gratuitos y sangrientas escenas. La más sangrienta y bestia sin duda es cuando introducen a dos niños en una prensa para aplastarlos, sus restos añadidos a una piscina de sangre que el malvado brujo usa para crear un monstruo que está a sus órdenes. Al parecer, la sangre de 100 niños es usada para crear este monstruo según saben nuestros héroes ANTES de que el brujo los mate. Sin embargo, los protagonistas tienen claras sus prioridades: en lugar de salvar a los niños se centran en rescatar a sus respectivas chicas.

Decir que The Seventh Curse tiene un ritmo frenético es como decir que la música en una disco está un poco alta. Hay escenas que parecen rodadas a cámara rápida, para que la siguiente locura ocurra lo antes posible ante nuestros cada vez más asombrados ojos. Lo cual alimenta el surrealismo que emana del film, en particular cuando surgen las criaturas fantásticas que ayudan al villano Aquala. Criaturas capaces de provocar unas carcajadas tan bestias que pueden desencajar la mandíbula del espectador.

The Seventh Curse es toda una experiencia. Frenética y absurda, con grandes escenas de acción y momentos que tendrás que ver dos veces para asegurarte de que realmente has visto lo que crees que has visto.


14 jul 2017

La Liga de la Justicia Oscura (Justice League Dark)

 
El lado oscuro del Universo DC se reúne en La Liga de la Justicia Oscura (Justice League Dark, Jay Oliva, 2017), una cinta de animación que servirá para dar a conocer al gran público estos personajes ahora que se prepara también su salto a la gran pantalla.

Ciudadanos normales y corrientes se lanzan a cometer brutales actos de violencia, impulsados por visiones demoníacas. Cuando estos actos de locura se empiezan a extender por el mundo, la Liga de la Justicia entra en acción. Sin embargo, al no estar preparados para este tipo de sucesos sobrenaturales, Batman (Jason O'Mara) decide reunir un grupo de expertos que ayude a detener esta amenaza sobrenatural. Un grupo formado por John Constantine (Matt Ryan), Zatanna (Camilla Luddington), Deadman (Nicholas Turturro) y Jason Blood (Ray Chase) junto a su alter ego demoníaco Etrigan.

La principal razón que me impulsó hacia esta película es la presencia de John Constantine. Por primera vez, tengo la sensación de ver al personaje de los cómics en acción. Tras la desafortunada en audiencia serie de televisión, ahora sí que John Constantine tiene la oportunidad de brillar, interpretado por el mismo actor que lo encarnó en la serie. En particular la escena que comparten Constantine y la Cosa del Pantano (Roger Cross) me encantó, ya que pensaba que era algo que nunca vería fuera de los cómics.

Con el resto de los personajes también estoy bastante familiarizado, excepto tal vez Zatanna, pero la película utiliza a Batman como guía e introductor. De este modo, aunque nunca hayáis oído hablar de ellos o no hayáis leído ninguna historia protagonizada por ellos, Justice League Dark hace un buen trabajo en presentarnos a estos personajes y que sepamos quiénes son de forma rápida y eficiente.

Y ha de ser rápida, porque la película dura poco más de un hora y diez minutos. Pero a pesar de su brevedad, la historia está bien construida y cada personaje tiene su momento para brillar. Espero que Doug Liman, que lo último que supe es que estaba al frente del proyecto cinematográfico Justice League Dark, haya tomado notas sobre cómo contar una historia de forma eficiente con un buen equilibrio de elementos oscuros/terroríficos y escenas de acción. En Estados Unidos esta película ha sido calificada "R" por su violencia, un lujo que la versión cinematográfica seguramente no se podrá permitir. Sea lo que sea lo que nos depare el futuro, esta primera entrega de La Liga de la Justicia Oscura es entretenida y hace una gran adaptación de los personajes en que se basa.


30 sept 2016

The Demon's Rook


La reciente The Void (Jeremy Gillespie, Steven Kostanski, 2016), que ahora empieza a circular por los festivales, me llamó la atención cuando leí que uno de los productores era James Sizemore, el director, coguionista, uno de los productores, encargado de los efectos especiales, protagonista y mil cosas más de la fantástica The Demon's Rook (2013).

El pequeño Roscoe (Emmett Eckert) es atraído por una extraña criatura llamada Dimwos (John Chatnam) y desaparece a través de un agujero en el bosque. Años más tarde, un adulto Roscoe (Sizemore) reaparece en el mismo bosque en el que desapareció. Y no lo hace solo, es seguido por tres demonios con terribles poderes: Rolmortus (Dustin Dorough) que puede resucitar a los muertos, Valurga (Sadie Smith) que puede dominar la mente de una persona para que se vuelva una maníaca homicida y Ogrom (Josh Adam Gould) que puede transformar a las personas en demonios a sus órdenes. Junto a su amiga de la infancia Eva (Ashleigh Jo Sizemore), Roscoe usará sus propios poderes para acabar con los demonios y evitar la destrucción de nuestro mundo.

The Demon's Rook es una pequeña maravilla hecha por fans del cine de terror para los fans del cine de terror, mezclando en su estética influencias que van desde el cine de zombis italiano de mediados de los 70 hasta el cine de terror americano de los 80 y películas como Creepshow (George A. Romero, 1982) o Inferno (Dario Argento, 1980) (películas que destaco porque las menciona el director en el audiocomentario). Pero lo que hace brillante este film es que al verlo no se tiene la sensación de estar viendo un refrito de películas mejores, sino que su manera de contar una historia a lo Doctor Extraño con litros de sangre y mucho gore le da una personalidad propia. Además, he de añadir de forma personal que me gustó que el tono del film fuera serio (aunque con algunos toques de humor, no se toma a si mismo demasiado en serio) en lugar de optar por el típico tono irónico vamos-a-echarnos-unas-risas que por desgracia predomina en este tipo de películas.

Al observar los títulos de crédito uno se da cuenta que no solo el director, sino la mayoría de los implicados tienen más de uno y más de dos cometidos en la película. La explicación es bastante obvia: todo el dinero del presupuesto, adquirido mediante crowdfunding, se gastó en los efectos especiales y de maquillaje. Las localizaciones son casas de amigos y familiares, los actores trabajaron por amor al arte (de hecho, el director cuenta que él es el protagonista porque no pudo encontrar un actor que aguantase los dos años y medio que duró el rodaje con la melena y la barba que exigía el papel sin cobrar) igual que el resto del equipo.

Desde luego, el poco dinero que lograron reunir estuvo muy bien gastado porque los efectos y los maquillajes son fantásticos y uno de los puntos fuertes de la película. También sorprende que siendo una película rodada en fines de semana y aprovechando vacaciones, con todos los participantes siendo voluntarios, The Demon's Rook tenga un acabado tan profesional y conseguido, mucho mejor que muchas producciones de bajo presupuesto hechas con el apoyo de un estudio. Esto ayuda a meterte más fácilmente en la película y disfrutarla mucho más.

En definitiva, esta es una película que hará las delicias de los fans del cine de terror. Y pediría a estos fans que hicieran lo posible por ver la película de forma legal, ya que debido a las condiciones en que fue hecha y el resultado final, se merecen que su trabajo sea recompensado.


26 nov 2014

Razas de noche: el montaje del director


Hace cuatro años escribí un artículo sobre Razas de noche (Nightbreed, Clive Barker, 1990), cuyo origen estaba en el hecho de que se acababa de descubrir nuevo metraje del film en VHS. En el artículo expresaba mi deseo de que se editara un montaje del director para que los fans pudiéramos disfrutar de la película tal y como Barker la había concebido. Y hace un par de días mi deseo se hizo realidad, en la comodidad de mi hogar pude ver por fin el montaje del director de Razas de noche, editado en una fantástica edición limitada de tres discos (hay también una edición sencilla y ambas son solo de zona A, de momento: imagino que en el futuro también se editará en Europa).

En caso de que haya alguien que esté leyendo esto y no conozca Razas de noche, le resumo brevemente el argumento: Aaron Boone (Craig Sheffer) tiene pesadillas recurrentes en las que sueña con un lugar llamado Midian. Le habla de este lugar a su psiquiatra, el doctor Philip K. Decker (David Cronenberg). Decker aprovecha para colgarle a Boone una serie de asesinatos que Aaron no ha cometido. Boone huirá a Midian pero será atrapado por la policía y acabará muerto tras una emboscada. Su novia Lori (Anne Bobby), no cree que Boone fuera un asesino e irá a Midian para ver el lugar en que murió. Será allí donde descubra que Boone no está muerto y que existe todo un mundo subterráneo desconocido. Un mundo que ahora está en peligro.

Para mí Razas de noche tiene el mismo valor que para otros pueda tenerlo un film como E. T. El extraterrestre (E.T. the Extra-Terrestrial, Steven Spielberg, 1982). No es que me marcara para toda la vida, pero sí que cuando lo vi cuando tenía entre diez y once años, me encantó el hecho de que los monstruos fueran los héroes y con el tiempo la fui apreciando más, aunque era consciente de que no era la versión que Barker quería que fuera vista. Pero la nostalgia es algo poderoso, y los recuerdos que me traía hacía que viera cosas en ella que no estaban ahí. Es decir, observándola de forma fría me daría cuenta de que debido a los cortes que sufrió hay cosas que no tienen sentido, pero como había leído la novela un par de veces y sabía lo que faltaba, pues era como si lo hubiera visto. De hecho, pensé en leerme la novela otra vez antes de ver el montaje del director pero la impaciencia por ver la auténtica Razas de noche me hizo desechar la idea.

No voy a repetir de nuevo aquí cómo se descubrió el nuevo metraje y por qué se estrenó una versión truncada en su momento: se explica profusamente en los extras y el libro que acompaña la película, así como en diversos artículos y reseñas en la web. Sí que me gustaría aclarar un par de detalles, antes de entrar en la nueva versión: el llamado Cabal Cut NO es el montaje del director. El Cabal Cut era básicamente el primer montaje, donde el director incluye todo lo que se ha rodado para ver qué no hace falta, qué parte necesita trabajo, opciones de montaje, etc. De modo que el montaje del director es media hora más corto que el Cabal Cut, ya que había mucho material que desde el punto de vista cinematográfico sobraba. El montaje del director dura dos horas, solo veinte minutos más largo que la versión estrenada en cines, pero incluye cuarenta minutos de material nuevo. Esto es así porque se ha eliminado material que Barker fue obligado a añadir a la película en el momento del estreno.

El estudio que financió la película, Morgan Creek, quería una película de terror, pero Razas de noche no es una película de terror. Además, no acababan de entender que los monstruos fueran los héroes, así que sus cortes y manipulaciones fueron intentos de convertir la película en algo que no era. El montaje del director deja más claras las intenciones y se añade mejor todo el subtexto y las capas que tenía la película antes de ser mutilada. Esto se nota especialmente en la primera mitad, en la que se desarrollan más los personajes (Lori resulta que es cantante, ¡y tiene un número musical!). En el nuevo metraje también se enriquece el mundo de Midian y hay más monstruos (y Doug Bradley recupera su voz, doblado por el estudio por un actor con acento alemán por alguna extraña razón).

El resultado final es un film auténticamente épico y fantástico. Después de tanto tiempo esperando, ver el montaje del director ha sido una experiencia más emocional de lo que pensaba. Esta no es la película que vi cuando era niño pero siento como si lo fuera. De todos modos, me alegro de que Shout! Factory haya incluido la versión cinematográfica por razones puramente nostálgicas, aunque dudo de vuelva a ver esa versión ahora que puedo ver el film tal y como fue concebido originalmente (aunque tengo la antigua edición en DVD de la película que incluye un solo extra pero valioso: una pista aislada con la banda sonora de Danny Elfman). Y todos aquellos que no conocían esta película tienen la suerte de que podrán verla desde un primer momento como la gran película que es.


7 mar 2013

Hansel y Gretel: Cazadores de brujas (Hansel & Gretel: Witch Hunters)


Esta peli es Supercool Manchú. Un divertimento que exuda serie B cortesía del director de Zombis nazis (Død snø, 2009).

Ya os he contado alguna vez que muchas veces voy a ver una película no porque me interese el argumento o sea seguidor del director, sino porque oigo una voz en mi cabeza que me dice que vaya a verla. Llamadlo instinto o lo que queráis. Esta vez, por alguna razón misteriosa, me dijo que fuera a ver Hansel y Gretel: Cazadores de brujas (Hansel & Gretel: Witch Hunters, Tommy Wirkola, 2012), de la cual no sabía absolutamente nada. Pero normalmente esta voz acierta en las películas que escoge, así que decidí hacerle caso.

En la cola del cine vi que estaba clasificada para mayores de 12 años y pensé que sería una película de acción para niños o algo aburrido en la línea de la última pseudo Jungla.

Empieza el film. OK. Me gusta el hecho de que tenga una secuencia de títulos de crédito, un toque de clase que ya no se ve mucho, a no ser que sea una de James Bond. ¿Wirkola? ¿De qué me suena ese nombre?

La aparición de Gemma Arterton  es genial. Y acaba de tumbar a Peter Stormare de un cabezazo. Esta película está bastante bien.

Famke Janssen es la bruja malvada. Esta película mola.

¡Un tío acaba de explotar! ¡Esta película es una pasada!

Sí, señor, para cuando un tío explota llenando una posada de sangre y entrañas, esta película me tenía en el bolsillo. Una escena, además, que me hizo reír a carcajadas. Y no se acaba ahí, Hansel y Gretel es bastante gore: mutilaciones, decapitaciones y se revientan tantas cabezas que perdí la cuenta. Y el hermoso trasero de la pelirroja Pihla Viitala como extra.

Parte fantasía y cine de terror, parte steampunk y western, el film de Wirkola hace bien lo que otros muchos intentos de hacer algo del mismo estilo, como los Grimm de Gilliam, habían hecho mal. Cierto que al director se le va un poco la mano en su "raimidad", pero aparte de eso, la película resulta muy divertida y entretenida. Y es divertida aposta, todo el film tiene un tono de ironía y cachondeo que hace parecer al film un episodio ultraviolento de los Looney Tunes.

Me gustó también la manera en que se mezclan efectos visuales y efectos especiales. Hoy día es raro ver una criatura como el troll Edward, que interpreta el experto en hacer de monstruo Derek Mears, hecha de forma práctica, con maquillaje y animatrónicos, especialmente tras el ridículo goblin blanco digital de El Hobbit: Un viaje inesperado (The Hobbit: An Unexpected Journey, 2012) de Peter Jackson. La mezcla está bien lograda y no me sacó de la película en ningún momento.

Al parecer, esta es otra de esas películas que en Estados Unidos clasifican para mayores de 18 años pero aquí algún cachondo la clasifica para chavales. Lo cual me parece fantástico. Hansel y Gretel es serie B hecha con pasta, un film que te hará reír y disfrutar (si eres como yo y te hace gracia un tío que explota, fui el único que se rio a carcajadas en esa escena en el cine) si vas dispuesto a pasar un buen rato.

 

17 dic 2012

Livide


La primera vez que vi Livide (Alexandre Bustillo, Julien Maury, 2011) no me gustó. La principal razón de que la película no me gustara es que fui con la idea de que era la nueva película de los directores de À l'intérieur (2007), es decir, que me había imaginado que Livide sería un film en la misma linea y me equivoqué, de ahí que no me gustara.

La verdad es que la reacción que había tenido no había sido culpa de la película, así que decidí darle una segunda oportunidad, cosa de la que me alegro. Este segundo visionado me ha permitido juzgar mejor la película y darme cuenta de que, en realidad, tiene bastantes cosas en común con À l'intérieur.

Para aquellos que no lo sepan, Livide empieza con la joven Lucie (Chloé Coulloud), aprendiz de ATS que acompaña a la veterana Catherine Wilson (Catherine Jacob) mientras asiste a diversos ancianos. En una de las visitas van a la mansión de la anciana Jessel (Marie-Claude Pietragalla), que se encuentra en coma. Como quien no quiere la cosa, Catherine le cuenta a Lucie que la Jessel es muy rica y que se dice que tiene un tesoro escondido en la casa, aunque ella no ha logrado encontrarlo. Cuando acaba la jornada, Lucie va a ver a su novio William (Félix Moati). Tras saber del tesoro, William convence a Lucie para intentar robarlo e irán esa noche a la mansión Jessel, acompañados del hermano de William, Ben (Jérémy Kapone). No hace falta ser un genio para imaginar que a partir de este punto, la noche se convertirá en una pesadilla para los tres jóvenes atrapados en la gran oscura mansión.

Este segundo film de Bustillo & Maury se trata de un oscuro cuento de hadas para adultos, apartándose del terror visceral de su primer film. Esta es una de esas películas que yo llamo de "terror bonito", ya que representan imágenes propias del cine de terror pero poseedoras de cierta belleza plástica, como Suspiria (Dario Argento, 1977), film al que hacen referencia los directores (otra curiosa referencia es al clásico de John Landis de hombres lobo, nada temática, ya que el bar que poseen los padres de Ben y William se llama igual que al que van los protagonistas del clásico de Landis al principio del film).

En À l'intérieur, los directores aprovechaban la simplicidad de su historia para centrarse en las set pieces y el impacto de brutales escenas sangrientas. Aquí, en cambio, aprovechan la simplicidad de su historia para centrarse en crear una atmósfera inquietante y lúgubre, factor al que contribuye el diseño sonoro (con el sistema 5.1 puedes realmente sentir la casa respirando sobre ti). De manera que se abandona el estilo "directo a la yugular" en favor de un estilo algo más sutil (no quiero implicar con ello que uno sea mejor que el otro, todo depende de cómo se aplica). Eso no quiere decir que en este film no haya momentos impactantes, simplemente que se le da más importancia a la atmósfera y a la anticipación de esos momentos. Hay que mencionar también que si en su primer film los directores optaban por una historia muy realista, por contar algo que realmente podría suceder, aquí optan por un enfoque más fantástico donde lo sobrenatural tiene un lugar destacado.

Una cosa que tienen en común ambos filmes, además de centrar ambos sus historias en un escenario principal, es que tienen como eje central la maternidad. Una maternidad desquiciada y obsesiva, tal vez, pero es un rasgo importante en la historia de ambos filmes y en el peso que tiene en sus protagonistas y antagonistas.

Al contrario de lo que os habría dicho hace un tiempo, creo que Livide es un film bastante entretenido e interesante. Aquellos que gusten de filmes de terror con una buena atmósfera inquietante es posible que disfruten con este estupendo ejemplo de cine fantástico.


12 dic 2012

El torreón (The Keep)

Me parece fatal si alguno de vosotros conocía esta película y no la comentó en su blog ni nada. Estas cosas no se guardan, hay que compartirlas con el mundo, maldita sea. Porque tengo la sensación que es de esas películas que ves, te parece que nadie más la conoce y luego todo el mundo te dice "ah, sí, la peli esa, ya la conocía". Pues muy mal, muy mal, lectores y lectoras. La próxima vez me lo hacéis saber, porque así puedo presumir y decir "ah, sí, la peli esta, hace tiempo que la vi, ¿no la conocías?", que con los tiempos que corren es una de las pocas alegrías que me queda.

En fin, vamos al grano, que es de pus. Resulta que hace nada estaba seleccionando libros para leer y me llegó la novedad La fortaleza (Alamut) de F. Paul Simon. Su argumento (mezclando nazis y monstruos) me pareció bastante interesante y pensé que sería un contraste adecuado para La isla de hormigón (RBA) de J. G. Ballard, ya que me gusta alternar serio/ligero con los libros que leo; luego puse ambos con el resto de libros y tebeos para leer durante las siguientes semanas.

Cuando cogí La fortaleza pensé que era una novedad pero resulta que había sido publicada originalmente en 1981. Además, había sido llevada al cine en 1983, pero el film fue un fracaso de taquilla y crítica y acabó cayendo en la oscuridad. Como es de prever en estos casos, ha ido ganando seguidores que la han convertido en un film de culto. Lo sorprendente de todo esto es que no se trata de un oscuro film de serie B filmado por desconocidos: es una producción que en su momento fue distribuida por Paramount, escrita y dirigida por Michael Mann y entre sus actores protagonistas nos encontramos a Gabriel Byrne, Ian McKellen, Jürgen Prochnow y Scott Glenn.

El torreón (The Keep) nos sitúa en 1941, en un apartado pueblo rumano al que va un destacamento militar alemán para instalarse en una antigua fortaleza que hay allí. Los soldados, ignorando las advertencias de los lugareños, despiertan un mal desconocido que los va eliminando uno a uno. El capitán Woermann (Prochnow) pide ayuda al alto mando alemán, que envía un regimiento de las SS al mando del comandante Kaempffer (Byrne). La tensión entre el comandante nazi y el capitán harán la situación aún peor. Para acabarlo de agravar, se sacará al doctor judío Theodore Cuza (McKellen) del campo de exterminio en el que se encuentra acompañado de su hija Eva (Alberta Watson) para que intente dar respuesta a qué es lo que está acabando con los soldados en la fortaleza, creando un nuevo foco de tensión. Además, un extraño (Glenn) parece tener una especie de conexión con los sucesos de la fortaleza y se dirigirá hacia ella con no se sabe qué propósito.

Viéndola, pude entender por qué fue un fracaso en su momento. En esta época Mann era un director muy estilizado, solo hay que ver Hunter (Manhunter, 1986), así que este es un film muy estilizado que adopta un tono y ritmo onírico, de pesadilla; aspecto enfatizado por la banda sonora de Tangerine Dream. Este estilo atípico se usa para explicar una historia que empieza como un simple film de terror pero, a medida que avanza, acaba mezclando elementos de ciencia ficción y fantasía que lo convierten en algo (más o menos) diferente. Es decir, teniendo en cuenta el estilo de películas de terror que se estrenaban entonces, es normal que el espectador que esperara ver una película de monstruos al uso se quedara un poco perplejo y decepcionado. Lo que seguro no le decepcionaría sería la criatura, diseñada nada menos que por Enki Bilal, que tiene diferentes y fantásticos looks a lo largo del film.

Los aspectos fantásticos se ven equilibrados con un interesante desarrollo de los personajes, encarnados por actores que ejecutan de forma fantástica el drama y los conflictos que viven. Por ello, este film tiene unas interpretaciones que son de una calidad mayor de la que uno se esperaría en "una peli de monstruos".

El torreón no da miedo, pero si resulta fascinante e intrigante, además de que cuando entran en juego los aspectos más propios de la ciencia ficción resulta muy entretenida e interesante. Es un film curioso y extraño, pero sobretodo atípico y muy recomendable para los aficionados al fantástico. Aunque tengo malas noticias, si bien todas las películas del blog están comentadas después de haber sido vistas en cine, en VHS, en DVD o en Blu-ray, en esta ocasión tuve que hacer tripas corazón y me vi obligado a bajarme la película de Internet ya que actualmente solo está disponible en excesivamente caras cintas de vídeo de segunda mano. Espero que la popularidad que ha ido adquiriendo con los años (y que en su momento fuera editada en laser-disc) acabe animando a los de la Paramount a editarla en Blu-ray/DVD. Porque seguro que la compraré en cuanto salga.


6 nov 2012

O Apóstolo


Este film es una pequeña maravilla que nos retrotrae a la Galicia de Valle-Inclán y a las leyendas de Bécquer para ofrecernos una fantasmagórica historia ambientada en un misterioso pueblo gallego.

Como recordaréis, hace un tiempo os hablé aquí de este film que se anunciaba como un pionero proyecto de animación stop-motion. En este aspecto el film es todo un logro. La animación es impecable, no sólo en los movimientos, también en las expresiones y los movimientos de los ojos y el rostro de los personajes. El único momento flojo es en una secuencia onírica, pero la culpa de ello reside más bien en la integración hecha por ordenador que en la animación.

Pero si lo único destacable del film fuesen sus logros técnicos, desde mi punto de vista sería un film fallido. En este caso no es así. Personalmente, el film me ha gustado no solo por ser en stop-motion, también me ha gustado mucho la historia que cuenta. Es cierto que siempre he sentido debilidad por las historias de pueblo raro, estos pueblos que en los relatos de Machen y Lovecraft guardan terribles secretos, tal vez porque soy un chico de ciudad. Nací en una ciudad y he vivido siempre en una ciudad, así que los pueblos siempre me han parecido lugares extraños. Libros como Tor: Tretze cases i tres morts (Tor: La montaña trágica, en castellano) de Carles Porta no han ayudado ha cambiar mi opinión sobre ellos, ni los diversos episodios de La dimensión desconocida y los cientos de relatos de terror que giran en torno a pueblos raros.

Y el pueblo al que va a parar Ramón (César Blanco) en busca del botín que dejó allí un compañero ladrón es raro un rato largo. En esta peculiar y apartada aldea, los lugareños atraen a peregrinos del Camino de Santiago a su pueblo (al estilo 2000 maníacos) con intenciones muy poco cristianas, de hecho ninguno sale vivo del pueblo. Ramón se verá atrapado en este extraño lugar, del cual deberá encontrar una manera de salir antes de que le cueste la vida.

He de decir que una de las cosas que más me maravilló fue oí la voz de Paul Naschy, a quien está dedicado el film y al cual también se le hace un guiño en una escena, en un nuevo trabajo. Además, un trabajo muy logrado ya que está muy bien en su papel de Arcipreste de Santiago, siendo una de las partes más divertidas de la película. Pero ya antes de la "aparición" de Naschy, el film me tenía ganado, con su ambientación misteriosa y su intrigante historia, adornada con una fantástica banda sonora.

Uno de los aspectos más logrados de cómo cuenta la historia es el tono. Este es un film para todos los públicos y con ello no quiero decir que sea un film infantil que los adultos pueden disfrutar. Está contado al estilo del cine clásico de terror, con lo cual pueden verla niños pequeños porque no hay nada gráfico en pantalla, pero no es un film pensado para los niños. Como he dicho, para todos los públicos. También está muy bien equilibrado el terror y el humor, dosificando bien ambos para que no se entorpezcan mutuamente.

En conclusión, este film es una gran obra de artesanía que resulta interesante para los fans del género y los del cine en general. Gran calidad tanto en la técnica como en el contenido dramático.


14 sept 2012

Miedos (The Hole)


Hay cosas que nunca entenderé. Por ejemplo, no entenderé qué extraño impulso llevó a la editorial Roca a publicar Drood, una novela de terror gótico de Dan Simmons, bajo el título La soledad de Charles Dickens y publicitarla como si fuera una novela histórica (!?). Tampoco entenderé cómo estupendas películas como Miedos (The Hole, Joe Dante, 2009) son estrenadas casi de tapadillo, sin publicidad ni apenas distribución. Recuerdo que se estrenó en Barcelona casi por sorpresa, sin poner publicidad de ningún tipo a pesar de ser un título que podía atraer una gran cantidad de público.

Es posible que si digo que Miedos es una película de miedo pensada para un público juvenil, muchos pensarán que es otra muestra más de cine adolescente descerebrado. Es cierto que, exceptuando las películas de Harry Potter y algunas cintas de animación, el cine más "juvenil" parece producir bodrio tras bodrio. Sin embargo, el último film de Joe Dante viene a ser la excepción que confirma la regla, un film pensado para un público joven perfectamente disfrutable por aquellos que tengan más de 15 años y que incluso depara momentos inquietantes que superan muchos títulos de terror "adultos".

Si Miedos recuerda a títulos del mismo estilo de los años 80, como otros films del propio Dante o clásicos como La puerta (The Gate, Tibor Takács, 1987) y Poltergeist (Fenómenos extraños) (Poltergeist, Tobe Hooper, 1982), es porque la intención del guionista Mark L. Smith era precisamente esa cuando se puso a escribir una historia que pudiera asustar a su hijo. Así nace el argumento del film, el cual gira en torno a un misterioso agujero sin fondo que los hermanos Dane (Chris Massoglia) y Lucas (Nathan Gamble) y su vecina Julie (Haley Bennett) encuentran en el sótano de la casa de estos. Este agujero estaba tapado por una trampilla con candados y cuando los quitan, extraños fenómenos empezarán a ocurrir.

El acierto del guionista no es sólo idear una historia interesante y bien desarrollada, es que se hace un especial énfasis en los personajes y su desarrollo, de modo que te interesa lo que les sucede y consigue que se mantenga el interés a lo largo de todo el film aunque no pase nada misterioso. Luego tenemos al gran Dante, que además de introducir sutiles referencias al género, sabe manejar tanto los momentos de suspense e inquietud como los más cotidianos. Y la mezcla de ambos, como cuando el espectador ve lo que ha grabado una cámara que los protagonistas bajan con una cuerda por el agujero pero ellos no distraídos por la llegada de la madre de los hermanos.

Otro detalle que me gustó del film es como juega con los miedos más mágicos, los que tenemos de niños, y lo mezcla con miedos más adultos y peligrosos, lo que le da un trasfondo interesante del cual normalmente carecen las películas pensadas para un público juvenil.

La calidad e inteligencia tanto del guion como de la dirección y las interpretaciones hacen que, aunque se pensara originalmente para un público juvenil, los "adultos" también puedan disfrutar enormemente con este film. Repasándola en Blu-ray (la edición inglesa, la española sólo trae el tráiler y eso que la edición inglesa tampoco es que tenga mucha cosa en lo que respecta a extras), he recordado lo entretenida y divertida que es, así que la recomiendo sin prejuicios.


18 abr 2012

Legión (Legion)


Si ya habéis visto esta película y me decís que es mala, no os lo voy a discutir. Pero, a pesar de sus fallos, a mí me gusta bastante. Así que, si no la habéis visto, dejadme que os diga porque me parece una película que vale la pena ver.

Legión (Legion, Scott Charles Stewart, 2009) es una película tontorrona que mezcla terror y acción. Y una de las razones por las que me gusta es por cómo mezcla elementos de diferentes géneros. Pero empezando por el principio, la historia resulta de por sí deliciosamente absurda: Dios se ha cansado de las tonterías de la humanidad y decide hacer limpieza y empezar el Apocalipsis. Para evitar su redención, decide empezar masacrando a la madre del salvador, Charlie (Adrianne Palicki), en ese momento embarazada a punto de parir, junto a todos los pobres desgraciados con los que se encuentra en ese momento. Para evitarlo, el ángel Miguel (Paul Bettany) se rebela y decide plantar cara a las legiones de poseídos por ángeles enviados por el Señor. Sí, aquí los malos son Dios y sus ángeles.

Todo esto está explicado sin una gota de ironía. Completamente en serio. Esta seriedad resultó para mí tremendamente refrescante porque, cuando la ví, estaba ya un poco cansado de películas que continuamente le guiñaban el ojo al espectador como diciendo "sabemos que esto es una tontería pero lo hacemos por reírnos un rato". Me gustó el hecho de que esta película se tomase en serio lo que estaba haciendo y eso hizo que para mí fuese más entretenida y divertida de ver. En cierto sentido, tiene un espíritu más puro de auténtica serie B que muchas películas recientes que pretendían homenajear la serie B. Más puro porque las películas originales de serie B (antes de que fuesen posmodernizadas) se hacían en serio. Me refiero a films como La masa devoradora (The Blob, Irvin S. Yeaworth, 1958), El pantano diabólico (Attack of the Giant Leeches, Bernard L. Kowalski, 1959) o Creature with the Atom Brain (Edward L. Cahn, 1955).

La película transcurre en un restaurante de carretera en medio del desierto, poblado por personajes típicos del cine de terror. Estos personajes ya los hemos visto antes en incontables películas, pero los y las interpretes son lo bastante buenos para que este hecho no sea demasiado molesto. Cuando empieza el asedio, la ambientación cobra vida, con el pequeño restaurante rodeado por legiones de poseídos. Esto le permite a la película toques divertidos como abuelitas asesinas, niñitas asesinas y un vendedor de helados que parece una araña humana que le añaden colorido al film. Tal vez Charles Stewart no sea un guionista precisamente brillante, pero me gustó el suspense y la tensión que se construye durante el asedio, así como las escenas de acción están bien dirigidas.

Resumiendo, me gusta por la mezcla de géneros, la ambientación y lo delirante de la historia, pero admito que no es objetivamente hablando una buena película. Llamadlo "placer culpable", me gusta por la suma de sus fallos, no por su genialidad. Así que si os la encontráis por ahí, haciendo zapping o en el videoclub, dadle una oportunidad. Quién sabe, a lo mejor tenéis tan mal gusto como yo y también os gusta.

20 ene 2012

Autopista al infierno (Highway to Hell)


Una de las historias más famosas protagonizadas por Orfeo narra cómo éste viaja al Hades para recuperar a su amada Eurídice, muerta envenenada por una mordedura de serpiente. Inspirándose en este mito y añadiéndole diversos elementos procedentes de la mitología, la literatura y la cultura pop; el guionista Brian Helgeland creó una divertida e infernal road movie que se ha convertido en un clásico de culto.

Charlie Sykes (Chad Lowe) y Rachel Clark (Kristy Swanson) son una pareja de adolescentes que se ha fugado cada uno de su respectiva casa para casarse en Las Vegas. Mientras circulan por una perdida carretera secundaria, la pareja se topa con un misterioso ser, el sargento Bedlam alias Hellcop (C. J. Graham), el cual secuestra a Rachel. Charlie descubre entonces gracias a Sam (Richard Farnsworth), propietario de una gasolinera cuya novia también fue secuestrada por el Hellcop, que su novia ha sido arrastrada al infierno y tiene 24 horas para encontrarla y traerla de vuelta antes de que se quede atrapada para siempre.

Autopista al infierno (Highway to Hell, Ate de Jong, 1991) puede que se estrenara a principios de los 90 pero tiene todo el regusto de películas de mediados de los 80 como Regreso al futuro (Back to the Future, Robert Zemeckis, 1985) o Mi proyecto científico (My Science Project, Jonathan R. Betuel, 1985). En otras palabras: pura diversión. La película no para un momento en su recorrido por el infierno, convertido aquí en una autopista por un desierto eterno, mientras seguimos al angustiado Charlie persiguiendo al Hellcop para rescatar a Rachel.

Durante su viaje por el infierno Charlie se topa con diversos y curiosos personajes. Esto propicia, por ejemplo, que la roquera Lita Ford interprete a una sexy autoestopista y la aparición de todo el clan Stiller: Jerry Stiller es un policía condenado a quedarse en una cafetería en la cual nunca le sirven café ni donuts por más que suplique, Anne Meare (su esposa) es Medea convertida en camarera, Amy Stiller es Cleopatra, jugando a las cartas con Atila el Huno interpretado por Ben Stiller en una divertida escena, a la cual hay que añadir a Gilbert Gottfried haciendo de Hitler.

La película esta llena de divertidos gags entre persecuciones. La mencionada partida de cartas entre Cleopatra, Atila el Huno y Hitler (que admito me hizo reír bastante gritando "¡yo no soy Hitler, esto es un error, me llamo Bob!") tiene lugar en un local llamado nada menos que Hoffa's, cuyas bailarinas en topless son mortales: cualquiera que las toque estalla en llamas. Uno de los que me hizo más gracia es un momento en el cual Charlie llega a una porción de carretera que se está reparando. Las reparaciones las lleva a cabo la Compañía de Pavimentación Buenas Intenciones, y el material con el que se hace la carretera es, obviamente, gente que tenía muy buenas intenciones y que se intenta justificar antes de que las desmembren y conviertan en pavimento: "claro que hice que se bebiera la lejía, ¿cómo si no iba a aprender la niña que eso era malo?", "yo creía que quería ser desenchufado", etc. Hacía alrededor de 15 años que no la veía y no recordaba que fuera tan divertida, la verdad.

El acierto es que todos estos detalles enriquecen la película en lugar de pararla y nunca se deja de lado la acción. En este aspecto, el Hellcop es realmente fantástico como antagonista no sólo por lo formidable e implacable que es, también el gran look creado para él con esposas que son manos, una pistola que sería la envidia del Juez Dredd y escrituras bíblicas grabadas en la piel. Eso sí, el reducido presupuesto hace que los efectos especiales no sean ninguna maravilla, aunque cumplen su función de sobras. Me gustó especialmente el Cancerbero (el perro de tres cabezas que vigila las puertas del Hades) hecho con stop-motion.

En definitiva, esta película es una pequeña y entretenida maravilla. Sin embargo, malas noticias, aunque es un film que pide a gritos una edición especial en DVD/Blu-ray no ha sido editada en ninguno de estos formatos. Las únicas versiones que se encuentran son DVD-R, grabaciones de la versión en VHS. Por suerte, yo todavía conservo mis cintas de vídeo y me funciona el reproductor VHS (por suerte también mi vídeo es estéreo y Autopista al infierno fue emitida por TV2 en dual, así que pude escuchar la VO y no el pésimo doblaje). Esto es así ya que la compañía que la financió y estrenó, Hemdale, cerró a mediados de los 90. Los derechos de sus películas pasaron a la Orion que también cerró. De ahí pasaron a la MGM, que ha pasado unos momentos duros pero parece haberlos superado (de ahí que vuelva a estar en marcha la nueva entrega de James Bond). Espero que en el futuro podamos disfrutar de una edición como Dios (o el Diablo, en este caso) manda.

18 may 2011

El señor de las ilusiones - El montaje del director (Lord of Illusions - Unrated Director's Cut)


El señor de las ilusiones (Lord of Illusions, 1995) fue la tercera y última película de Clive Barker como director (tenéis las dos anteriores aquí y aquí). Se trata de una adaptación del relato La última ilusión que aparece en el sexto y último volumen de su recopilación de relatos Books of Blood. Originalmente publicados por Martínez Roca, con unas portadas entre lo feo y lo hortera, con el título Libros sangrientos, actualmente han sido reeditados por la editorial La Factoría de Ideas dentro de su colección Eclipse con el título Libros de sangre, publicados hasta ahora los cuatro primeros volúmenes. Si no tenéis problemas leyendo en inglés os recomiendo las ediciones omnibus que han sacado Warner Books, por un lado, y Berkley Trade, por otro, y que en dos volúmenes recopilan los seis libros.

Barker, más que expandir el relato, lo que hace es crear una nueva historia utilizando los mismos personajes, de algunos sólo el nombre aunque con parecidas funciones. En la película, Harry D'Amour (Scott Bakula) es un detective privado que parece tener la mala suerte de atraer casos con connotaciones sobrenaturales. Mientras investiga un caso de fraude en Los Ángeles, se verá involucrado en la misteriosa muerte del mago Swann (Kevin J. O'Connor) al tiempo que se enamora de la viuda de Swann, Dorothea (Famke Janssen). Todo apunta a que una especie de gurú mesiánico llamado Nix (Daniel von Bargen) es responsable de los eventos que se van desencadenando.

En el relato, D'Amour es contratado para velar el cadáver de Swann y asegurarse de que es quemado. La razón de ello es que Swann hizo un pacto con un diablo para poseer poderes mágicos, pero luego se arrepintió, así que para salvar su alma se ha de asegurar la destrucción completa de su cuerpo sin que los demonios obtengan nada.

En el film, Barker mezcla elementos del cine de terror con algún toque de noir con las imágenes y temas habituales en su literatura: la magia y el ocultismo como medio de conseguir ser más que humano, los personajes fascinados por ir más allá de la realidad y la imaginería perturbadora y al mismo tiempo bella. Tratándose de un film que aspira llegar a una audiencia amplia, los elementos más puramente Barker están suavizados, pero no por ello la película pierde interés. Claro que mucho de esos toques fueron eliminados o censurados en la versión cinematográfica.

Hay que aclarar ante todo que aunque ya he dicho que la película tiene toques propios del cine de terror, no es solamente una película de terror. El interés se centra más en el misterio que rodea a lo que le sucedió a Swann y los poderes de Nix. Pero que el fan no se inquiete, hay varias escenas sangrientas y muertes suficientes para mantenerlo satisfecho.

Comparadas con las dos anteriores películas de Barker, ésta es la más suave y menos ambiciosa. Posiblemente por las continuas tensiones con los ejecutivos de los estudios, Barker intentó hacer algo que fuera más digerible para el gran público pero al mismo tiempo manteniéndose fiel a si mismo. En ese aspecto, la película resulta entretenida de principio a fin, el suspense no decae y la historia es interesante; por ello uno desea que le hubieran dado más libertad (y más dinero) a Barker para crear una historia más cercana a las que con las que nos deleita en sus libros. Acostumbrados, Barker y sus lectores, a las grandes épicas metafísicas y las explosiones de horror y belleza polisexual, la película no puede más que resultar algo constreñida y "normal".

Pero el lado positivo de esta "normalidad" es que puede servir de puente para que aquellos que desconozcan el trabajo de Barker entren en él de manera suave y no muy brusca. Como digo, la película, juzgada por si sola, resulta bastante entretenida, por lo menos en su versión íntegra. La película no funcionó muy bien en taquilla en su momento, de forma bastante comprensible ya que varias de las mejores escenas fueron eliminadas por insistencia de los ejecutivos, algo sobre lo que Barker habla en el audiocomentario incluido en el DVD. El único defecto que le encuentro a la película es la utilización en algunos casos de unos primerizos y poco efectivos efectos especiales infográficos.

Se ha de señalar la habilidad de Barker para lograr grandes bandas sonoras de los compositores que trabajan con él. Si Hellraiser (1987) contaba con una gótica, romántica, lujuriosa, oscura y soberbia banda sonora de Christopher Young (que comenta en una entrevista que lo único que hizo fue seguir las indicaciones de Barker); Razas de noche (Nightbreed, 1990) se beneficiaba de una banda sonora de Danny Elfman en perfecta sintonía con la mística y la fantasía de la historia que Barker cuenta; en El señor de las ilusiones nos encontramos con una estupenda banda sonora cortesía de Simon Boswell que, especialmente al principio de la película, nos ayuda a meternos en la historia.

Siguiendo la tradición de otros detectives de lo oculto, como el John Silence de Algernon Blackwood, el personaje Harry D'Amour de Clive Barker se ha enfrentado al mundo de lo oculto en varias ocasiones. Aparte del relato y la película mencionados, D'Amour es el protagonista también del relato Almas perdidas, incluido en el volumen antológico publicado por Martínez Roca Horror 4, de nuevo con una portada entre fea y hortera. Originalmente el volumen fue publicado con el título Cutting Edge, una selección de relatos a cargo de Dennis Etchison. D'Amour es también uno de los principales personajes de la fantástica trilogía del Arte, de la cual Barker hasta ahora ha publicado sólo dos fantásticos y absorbentes libros: The Great and Secret Show, publicado originalmente por Plaza & Janés como El gran espectáculo secreto actualmente está agotado, Norma Editorial publicó una excelente adaptación al cómic en dos volúmenes de esta novela; y Everville, que de momento sólo se encuentra en inglés.

26 abr 2011

Cuentos de hadas en el siglo XXI


Recuerdo el shock cuando me dijeron que la pareja protagonista de High School Musical (Kenny Ortega, 2006) ni siquiera se besa. Luego pensé que se debía a que era una película de la Disney, así que tampoco era tan raro. Pero de todos modos me resultaba extraño, como si fuésemos atrás en el tiempo.

¿Quién no recuerda la aparición de Olivia Newton-John al final de Grease (Randal Kleiser, 1978)? Con esos pantalones negros que parecían pintados sobre su piel, la chaqueta de cuero negra, la mirada que decía "vamos a ensuciarnos". Y, por supuesto, se besan. Claro que se besan. Y los otros personajes también tienen sus dosis de hanky-panky. Y luego tenemos una de mis películas favoritas, la absoluta obra maestra Rock 'n' Roll High School (Allan Arkush, 1978), en la cual los y las protagonistas tienen sólo dos preocupaciones: pillar cacho e ir al concierto de los Ramones. Es una actitud no muy diferente de la que tenía yo siendo un adolescente.

Y, según me dicen, es una actitud que sigo teniendo ahora. Pero resulta que ahora no es algo positivo.

El caso es que pensé que el conservadurismo y la mojigatería se debía a que era algo propio de la Disney. Dos estrenos recientes me han hecho reconsiderar esa postura, y ver que forman más bien de una corriente pudorosa y conservadora.

Una de ellas es otra producción Disney: Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland, 2010) de Tim Burton. El problema con las películas de Tim Burton es que son tan buenas como lo sea el guionista que escribe el film en cuestión. Por ello, sus películas son visualmente y estéticamente consistentes, trabajando además con diseñadores de producción y artistas de gran talento como Rick Heinrichs, mientras que la calidad de sus películas en cuanto a narración y desarrollo de personajes es bastante irregular. Burton ha admitido que es un cineasta más bien superficial, interesado más en la imagen que el contenido.

En ocasiones, Burton tiene la suerte de encontrar guiones que se ajustan a sus gustos, como el guion que Scott Alexander y Larry Karaszewski escribieron sobre Ed Wood y que estuvo años dando vueltas por los estudios hasta que cayó en manos de Burton, o dar con guionistas de talento que le escriben las películas, como Jonathan Gems, que escribió Mars Attacks! (1996) por encargo de Burton que quería hacer una película basándose en una clásica colección de cromos, o Caroline Thompson, que escribió Eduardo Manostijeras (Edward Scissorhands, 1990) después de que Burton se inventara el personaje.

Pero luego tenemos las películas en las cuales Burton se encuentra a la merced de un mal guion, como el del remake de El planeta de los simios (Planet of the Apes, Franklin J. Schaffner, 1968) o el de Alicia. El problema con el guion de Alicia que escribió Linda Woolverton es que traiciona la obra de Lewis Carroll y la convierte en algo que no es. Linda Woolverton es una guionista que trabaja habitualmente con la Disney, de ahí tal vez surgen los elementos que destruyen Alicia.

Si habéis leído Alicia en el País de las Maravillas, sabréis que Lewis Carroll no escribió un cuento en el sentido tradicional, sino que Alicia es una acumulación de anécdotas surrealistas y poéticas sin ningún orden en concreto que se van sumando mientras Alicia explora el extraño lugar al que ha llegado siguiendo un conejo. Es una anárquica celebración de lo extraño e ingenioso, diversión por pura diversión, sin ningún tipo de disculpa por ello ni enseñanza moral al final. Woolverton a la hora de crear una estructura que fuera filmable mezcló Alicia en el País de las Maravillas y A través del Espejo y lo que Alicia vio en él, del cual coge el poema Jabberwocky.

Hasta aquí todo bien, ya que resulta lógico que para crear un sólida estructura narrativa se cogieran elementos de los dos libros. El problema llega cuando, para empezar, se copia la idea de Hook (Steven Spielberg, 1991) de convertir Alicia en una adulta que ha olvidado completamente todo lo relacionado con la fantasía para sumergirla de nuevo en el mundo fantástico.

Supongo que lo hicieron ya que en Hook funcionó tan bien (esto, amig@s, es ironía).

Esta maniobra significa que tenemos una primera media hora en la cual se nos presentan una serie de personajes los cuales, predeciblemente, nos volveremos a encontrar al final con todo lo que Alicia ha aprendido de sus experiencias en el País de las Maravillas. Y he aquí el primer fallo: ya que si algo no contiene la Alicia de Carroll son enseñanzas morales, ahí radica su atractivo. Pero lo peor es que la película se transforma en el directo opuesto ideológico de Eduardo Manostijeras.

La película evoluciona, al poco de introducirnos en el País de las Maravillas, hacia la clásica historia de caballero contra el dragón, siendo aquí Alicia la encargada de matar al dragón y restablecer el orden, algo que el País de las Maravillas nunca tuvo. La Reina Blanca es bella, perfecta y pura, la Reina Roja es malvada, demente y cabezona. El objetivo es devolver el gobierno a la perfección y belleza que representa la Reina Blanca y apartar inmediatamente lo feo que representa la Reina Roja.

Es decir, se hace una correlación entre bello=bueno, feo=malo. Como decía, tras devolver el País de las Maravillas a la Reina Blanca y matar al dragón, Alicia vuelve siendo madura y habiendo aprendido una importante lección. Es decir, tras restablecer el orden y acabar con la diferencia se reincorpora a la sociedad.

Creo que lo que Lewis Carroll diría ante semejante despropósito es: ¡buuuu!

El otro despropósito es la recién estrena Caperucita roja (Red Ridding Hood, Catherine Hardwicke, 2011). Viniendo de la directora de Crepúsculo (Twilight,2008), uno ya sabe que tipo de producto esperar. Crepúsculo es una descafeinada película destinada a las adolescentes que juega con la fantasía del vampiro de una manera segura e inofensiva. Caperucita roja hace lo mismo plagiando descaradamente En compañía de lobos (The Company of Wolves, Neil Jordan, 1984). De hecho, le ofrecieron en primer lugar dirigir la película a Neil Jordan, que lo rechazó bastante cabreado. La verdad es que lo entiendo, ya que cuando vi las primeras fotos de Caperucita roja pensé que estaban haciendo un remake de En compañía de lobos.

Sarah Patterson en En compañía de lobos
Amanda Seyfried en Caperucita roja

El problema no es tanto el plagio, ya que esto pasa y seguirá pasando, sino que la actitud es diametralmente opuesta. Es decir, donde En compañía de lobos es poética, misteriosa y erótica; Caperucita roja es mundana, vulgar, mediocre.

En compañía de lobos utiliza la caperucita roja para explorar el descubrimiento de la propia sexualidad, tratando el soterrado tema sexual presente en el cuento de hadas original en el cual el lobo es una metáfora del sexo. Caperucita roja utiliza la misma ambientación e idea pero creando un producto casto e inofensivo, donde lo importante es no apartarse de la senda marcada y, como en la Alicia de Burton, el sexo y la diferencia son condenados.

¿Son estos casos aislados o nos enfrentamos a una ola de puritanismo semejante a la de los 90? La verdad es que no lo sé. Espero que se traten de casos aislados, pero viendo como muchos de los recientes productos (series, películas) dedicados a los adolescentes van en esta línea de cursilería y mojigatería, parece que los adolescentes actuales no se verán beneficiados con el desmadre y el descontrol del cual hacían galas las películas adolescentes de hace unos años, tanto las buenas como las malas. Incluso productos como La chica de rosa (Pretty in Pink, Howard Deutch, 1986) parecen arriesgados comparados con lo que tienen los adolescentes de ahora.

13 nov 2010

Placer Infinito, Dolor Infinito



Hay pocas historias de amor que involucren asesinatos a martillazo limpio y sadomasoquismo, pero Clive Barker es definitivamente un autor peculiar.

En 1986 se publicó la novela breve de Clive Barker The Hellbound Heart (publicada en castellano por La Factoría de Ideas con el título Hellraiser), fue aquí donde por primera vez aparecieron los Cenobitas: una especie de criaturas que viven en un mundo aparte y que obtienen gran placer en que aquellos que les visiten experimenten un dolor infinito mezclado con un placer infinito. Sin embargo la trama de la novela trata en realidad la historia de amor entre cuatro personajes: Rory está casado con Julia. Su matrimonio no es muy feliz, ahogado por la rutina y porque Julia sigue enamorada de Frank, el hermano de Rory. Kirsten, a su vez, está enamorada de Rory y sospecha que Julia le es infiel. Y lo es, aunque no como ella cree. Julia ha descubierto que Frank está atrapado en el universo de los Cenobitas a los cuales conoció en su búsqueda de un mundo de placer definitivo, cansado de haber hecho y experimentado todo. Es así como llega hasta su poder una misteriosa caja puzle que sirve para invocar a los Cenobitas. Frank sólo comete un error: dar por supuesto que su idea del placer es la misma que la que tienen los Cenobitas. Sin embargo, un poco de la sangre que Rory derrama en un pequeño accidente en el ático en el que está atrapado le ha dado una llave para salir; pero necesita más sangre para ser completamente libre. Julia empezará entonces a cometer asesinatos para reunirse con su amante del pasado. Algo que no acaba de gustar a los Cenobitas.

Barker crea una historia cargada de extraña sexualidad y complejidad psicológica además de presentar a los Cenobitas, inspirados en los clubes de sado que existían a mediados de los ochenta en Gran Bretaña. Pero el centro de la historia sigue siendo la historia de amor entre Frank y Julia, o más concretamente el intento de Julia de resucitar un apasionado romance del pasado al tiempo que resucita de forma más literal a Frank.

La novela la recomiendo sin reservas, me pareció brillante. Aparte de la edición de La Factoría de Ideas, encontré por Internet una versión en audio leída por el mismo Clive Barker (antes de que su voz degenerara hacia la afonía de pirata que tiene ahora). A los fans de la película les puede resultar interesante ya que aparecen unos cenobitas diferentes a los que aparecen en la versión filmada. Desde hace un tiempo Barker habla de escribir una nueva novela ambientada en el universo de los Cenobitas.

Barker utilizó esta novela breve como base para el que fue su primer largometraje en su breve carrera como director. También fue la única en la que no sufrió la interferencia de los ejecutivos de un gran estudio para hacer la película más accesible a una mayoría. Me refiero al clásico de culto Hellraiser, los que traen el infierno (Hellraiser, 1987).

La película mantiene la trama de la novela y es bastante fiel a la misma pero Barker realizó un gran cambio aparte del mencionado antes respecto a los Cenobitas: convirtió a Kirsty (Ashley Laurence) en la hija de Larry (Andrew Robinson, Rory en el libro) en lugar de ser un factor más en un complicado triángulo amoroso. Este cambio hace que la preocupación de Kirsty sea rápidamente comprendida por el espectador sin necesitar explicaciones extra sobre la naturaleza de la relación entre ambos y justifica la tensión entre Kirsty y Julia (Clare Higgins) como resultado de una no muy buena relación madrastra-hijastra.

La película está llena de imágenes cargadas de una perturbadora y horrible poesía. Especialmente memorable es la escena de la resurrección de Frank (Sean Chapman, bajo el maquillaje: Oliver Smith) en el ático de la casa en la que pasó sus últimos días antes de conocer a los Cenobitas. Esta escena está realzada además por la excelente banda sonora compuesta por Christopher Young, posiblemente su mejor trabajo.

Aterradora y sexy a un mismo tiempo, la película es un excelente ejercicio en el terror de temática adulta, más allá de los arquetipos y miedos ancestrales, reflejando los deseos y frustraciones que en ocasiones producen las relaciones sentimentales. Julia hace en la película de forma literal lo que muchos hacen de forma figurada: coger un recuerdo idealizado del pasado e intentar reconstruirlo en el presente. Es por ello que resulta una lástima que las últimas escenas de Hellraiser resulten un poco flojas por diversos factores: intentar convertir a los Cenobitas en estrellas; falta de ritmo en el montaje y la penosa interpretación de Robert Hines como Steve. A pesar de ello, Hellraiser es un film notable y excelente, uno de mis favoritos desde los días del VHS. Actualmente está disponible en una excelente edición en nuestro país, cosa que no sucede con el resto de películas que comento a continuación que hasta ahora se pueden encontrar sólo de importación (excepto algunas de las peores que se rodaron directamente en vídeo).



No sé si os habéis fijado en que he evitado al máximo usar palabras como "demonios" o "diablos" en referencia a los Cenobitas. Esto se debe a que no pertenecen a la mitología cristiana, sino a un universo propio creado por Barker. Aunque es cierto que también se refieren a ellos como "demonios" para mí nunca lo han sido. Aquí radica el problema principal que a mi juicio provocó que las continuaciones que se hicieron a Hellraiser fueran degenerando de forma progresiva: los guionistas no sabían como tratar a estos personajes y los fueron convirtiendo en típicos villanos, demonios más manejables.

Hellbound: Hellraiser II llegó a nuestras pantallas en 1988, dirigida por Tony Randel, guión de Peter Atkins y con otra excelente banda sonora de Christopher Young. La película es bastante entretenida y es encomiable lo ambiciosa que es teniendo en cuenta lo limitado del presupuesto que tenían. Como ya he dicho, tal vez el error que cometen es intentar crear una serie de explicaciones y justificaciones que expliquen que son los Cenobitas y cuál es su origen. Vuelven los personajes de la primera película, en una u otra forma, y Kirsty es convertida en heroína.

La película transcurre en un manicomio al que es enviada Kirsty (Laurence, de nuevo) mientras se investigan los sucesos acontecidos en la primera película. Da la casualidad que el director (Kenneth Cranham) de ese manicomio es un estudioso de los Cenobitas, su universo (o infierno, si lo preferís) y la caja puzle que los invoca. Como os podéis imaginar, la confluencia de estos factores no podía dar nada bueno: el manicomio se convertirá en un infierno en la Tierra, de forma bastante literal.

Como ya he dicho, la película resulta bastante entretenida aunque ni de lejos tan buena como la primera. Sí que contiene algunas secuencias bastante conseguidas cuando todo se descontrola.






Peter Atkins y Tony Randel fueron los guionistas de la tercera entrega: Hellraiser III: infierno en la Tierra (Hellraiser III: Hell on Earth), aunque esta vez con Anthony Hickox dirigiendo. La película se estrenó en 1992, fue la primera (y única) de la serie que tuve oportunidad de ver en el cine, algo que siempre se recuerda con cariño. Hickox había dirigido anteriormente la divertida Waxwork: Museo de cera (Waxwork, 1988), con lo cual la película tiene algunas cosas que son apreciables pero otras no tanto.

La parte positiva es que la dirección de Hickox, incluyendo los planos que escoge sacados directamente de un tebeo, aportan a la película una tremenda energía que hace que se pase de manera rápida y no aburra.

La parte negativa es la incapacidad del guión de aportar alguna idea original. Los Cenobitas ya no son las misteriosas y espeluznantes criaturas presentadas por Barker, sino los típicos villanos del cine de terror dedicados a masacrar adolescentes como si fueran Freddy Krueger o Jason Voorhees. Todo aquello que los hacía originales ha acabado desapareciendo.

Pero la película resulta divertida y hasta entretenida si uno no se fija demasiado en el guión. Por desgracia, a partir de aquí todas las secuelas se encaminan hacia una espiral de mediocridad y aburrimiento, gracias a que la franquicia cayó en las manos de los Weinstein. Para que os hagáis una idea, la siguiente entrega, Hellraiser: Bloodline (1996), fue dirigida por Kevin Yagher que la firmó con el nombre Alan Smithee, ya que los Weinstein le hicieron un Halloween 6. El resto de secuelas posteriores, precedidas por el título Hellraiser: Inferno (2000), Hellseeker (2002), Deader (2005) y Hellworld (2005), son tremendamente malas y entierran a unos personajes que eran originales en un océano de aburrimiento. Se prepara una película nueva en esta desastrosa serie sin fin: Hellraiser: Revelations. Su estreno se espera para el 2011. Al mismo tiempo, se prepara un remake de la primera entrega, proyecto que lleva ya mucho tiempo en desarrollo y que creo que finalmente  va a ser dirigido por Patrick Lussier (director del remake de My Bloody Valentine). Con lo cual tiro la toalla en lo que se refiere a esperar una nueva película protagonizada por los Cenobitas que no sea un desperdicio.