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13 mar 2017

La doble personalidad de En nombre de Caín: Versión cinematográfica/Versión alternativa


Desde luego, yo debía ser un niño raro, porque desde el momento en que se estrenó me encantó En nombre de Caín (Raising Cain, Brian De Palma, 1992). Imagino que fue de las primeras películas que me compré, ya que la funda del vídeo era un poco más grande que las normales, cosa que pasaba con las fundas de las cintas de alquiler, que los videoclubes vendían por cuatro duros para hacer sitio. Situación que aprovechaba para ir construyendo mi colección, ya que entonces no tenía demasiado dinero personal, como os podréis imaginar.

Aunque entonces no capté todas las referencias que De Palma puso en la película, aunque ya había visto Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960) así que algunas sí que pillé, disfruté enormemente con esta película sobre un hombre con múltiple personalidad, interpretado por John Lithgow, que se dedica a secuestrar niños e implicar al amante de su mujer, una estupenda Lolita Davidovich. Me encantó el estilo visual de De Palma, la banda sonora de Pino Donaggio, las trampas de la trama... Y, aparentemente, en aquel momento a poca gente más le interesó el film. La crítica lo desechó y el público no pareció entusiasmado por él como yo. Sin una buena edición en DVD, poco a poco me fui olvidando de la película, ya que repasarla en vídeo se me hacía insoportable una vez ya estaba acostumbrado a ver las películas cómo se han de ver.

Si bien nunca ha contado con el apreció de la industria ni la crítica, Brian De Palma ha sido, sin duda, un cineasta que ha tenido una gran influencia en las nuevas generaciones de cineastas. Ahora empiezan a surgir libros sobre él, se ha hecho un largo documental sobre su figura y cineastas como Quentin Tarantino y Edgar Wright lo reivindican. Lo mejor de todo: se están haciendo estupendas ediciones especiales de sus películas en Blu-ray. En nombre de Caín siendo el caso más reciente, con dos fantásticas ediciones en Estados Unidos y Reino Unido (mi opción: la edición limitada de tres discos de Arrow Video). Estas ediciones (y supongo que otras futuras, como es el caso de la francesa), incluyen un montaje alternativo del film, denominado "montaje del director", que ofrece una versión bastante diferente de la estrenada en cines.

Al parecer, originalmente De Palma quería que su film, además de jugar con flashbacks y romper la barrera entre realidad y sueño, quería también jugar con la línea temporal de la historia. Manipular el orden cronológico de la narración. Esto fue antes de que estos mecanismos se hicieran habituales para el gran público con películas como Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), 21 gramos (21 Grams, Alejandro González Iñárritu, 2003) o Irreversible (Irréversible, Gaspar Noé, 2002). De Palma no pudo conseguir que el montaje funcionara y, al final, decidió simplemente alterar la película para contarla en orden cronológico. Por ello, De Palma nunca acabó de estar satisfecho con el resultado final.

En el año 2012, Peet Gelderblom, un cineasta holandés, leyó una entrevista en la que De Palma comentaba su frustración con el montaje de Raising Cain y, con la ayuda de un borrador del guion, decidió reeditarla, con el inconveniente de contar solo con el material de la película estrenada en cines, sin acceso a escenas eliminadas ni nada. Esta versión llegó hasta De Palma, que quedó muy contento con el resultado y pidió que fuera incluida en la edición en Blu-ray como montaje del director.

La principal (y única) diferencia entre ambas versiones, es que el montaje del director invierte el orden de algunas escenas. La versión cinematográfica se inicia con una escena en la que descubrimos que Carter (Lithgow) es un asesino con múltiple personalidad y, tras atacar a su mujer, entramos en un flashback en el que se descubre la infidelidad de la esposa de Carter, Jenny (Davidovich). El montaje del director se inicia con la escena en que Jenny se reencuentra con un antiguo amante, Jack (Steve Bauer), y tras se atacada por Carter, viajamos atrás en el tiempo y vemos las escenas que abren el film en la versión cinematográfica, una estructura que a los fans de De Palma les recordará a su clásico Vestida para matar (Dressed to Kill, 1980).

Ambas versiones tienen sus cualidades. Para mí, la única razón por la que prefiero la versión cinematográfica es porque me parece que alarga más el suspense y la angustia. Saber desde el principio que Carter es un peligroso asesino de múltiple personalidad hace que las escenas en que conocemos a Jenny y su historia resulten tensas, ya que temes por su vida. La versión del director se centra más en Jenny, hace que esta sea su historia y concentra más todo el suspense, pero me parece que tiene menos tensión y angustia al ser una sorpresa que Carter es un asesino.

Pero siempre es mejor disfrutar de dos versiones distintas pero geniales de una película, que solo una versión mala y otra buena. Por suerte, con el Blu-ray puedes escoger qué versión te apetece ver en cada momento. Sea la versión que sea, no dejéis de disfrutar con una de las películas de De Palma más deliciosamente perversa de su filmografía.


18 ago 2014

Doble cuerpo (Body Double)

 
Tal vez hoy día resulte difícil de creer, pero en el momento de su estreno El precio del poder (Scarface, 1983) fue un fracaso. Su director, Brian De Palma, decidió entonces refugiarse en un proyecto más personal. Una película de suspense que tocaba temas muy queridos por el director y muchos de sus seguidores. Esta nueva película fue otro fracaso, un fracaso cargado de polémica y que provocó ataques airados contra De Palma. Y es la película que comentamos hoy: Doble cuerpo (Body Double, 1984).

Jake Scully (Craig Wasson) es un actor que el mismo día pierde la novia (desnudo cameo por parte de la Scream Queen Barbara Crampton) y el trabajo. Al rescate llega un compañero actor, Sam (Gregg Henry), que le ofrece cuidar de la casa de un amigo rico. Allí, Jake descubrirá que una de las vecinas, Gloria (Deborah Shelton), tiene costumbre de desnudarse y complacerse a si misma cada noche. Jake pronto se obsesiona con la atractiva mujer, más cuando descubre que Gloria puede convertirse en la víctima de un peligroso asesino. Jake deberá contar con la ayuda de la actriz porno Holly Body (Melanie Griffith) para atrapar al asesino.

Doble cuerpo ("doble de cuerpo" sería una traducción más acertada) no cuenta con muy buena reputación ni entre los fans de De Palma, pero cuenta con su propio grupo de fans, algo parecido a lo que sucede con otra discutida película de este director: En nombre de Caín (Raising Cain, 1992) (ambas películas me encantan, como os podréis imaginar). La idea para la película se le ocurrió a De Palma mientras filmaba a la doble de cuerpo de Angie Dickinson en la escena de la ducha de Vestida para matar (Dressed to Kill, 1980). De nuevo, en Doble cuerpo nos encontramos con una reinterpretación o comentario u homenaje del trabajo de Alfred Hitchcock, en concreto de su obra maestra Vértigo. De entre los muertos (Vertigo, 1958), e incluso le añade algunos toques sacados de The Slumber Party Massacre (Amy Holden Jones, 1982).

Pero el centro de la película es puro De Palma, que utiliza el voyeurismo para crear una doble narrativa. La forma en que nos presenta esta historia de suspense sirve al mismo tiempo como comentario sobre el medio mismo. El director nos muestra un juego de engaños lleno de trucos hechos con humo y espejos, para indicar al espectador que esa es la misma naturaleza del cine: magia hecha con humo y espejos. En ese sentido, Doble cuerpo tiene bastante en común con Impacto (Blow Out, 1981), en la que De Palma también utiliza el cine para hablar del cine.

En lo que se refiere a su nivel superficial, Doble cuerpo cuenta una relativamente sencilla historia de suspense, una sencillez que permite al director crear elaboradas y absorbentes secuencias en las que predomina una narrativa puramente visual. Secuencias que se ven realzadas y completadas con una fantástica banda sonora de Pino Donaggio. Entre estas secuencias destacaría el seguimiento que hace Jake de Gloria, el divertido videoclip de Frankie Goes to Hollywood y, por supuesto, el asesinato.

Para muchos no es de lo mejor de este director, pero para mí es puro De Palma. Un festival visual que atrapa al espectador con sus elaborados movimientos de cámara. Si se quiere disfrutar de este film al máximo, yo recomendaría la edición en Blu-ray australiana de Umbrella Entertainment (muy barata si vais directamente a la fuente) ya que incluye todos los extras de la edición especial que editó Twilight Time, actualmente agotada y que se encuentra a unos precios desorbitados de reventa, pero carece de subtítulos. La edición española en Blu-ray no incluye ningún extra. Los extras que aparecen en la edición de Twilight y de Umbrella son los mismos que aparecían en la edición especial en DVD americana que salió a principios del s.XXI. Os dejo con el tráiler, que por desgracia no es muy bueno.


27 jun 2013

Impacto (Blow Out)


Impacto (Blow Out, 1981) siempre fue una de mis películas favoritas de las dirigidas por Brian De Palma, por encima de otros clásicos suyos como Carrie (1976). La reciente edición en Blu-ray de Arrow Films me ha permitido reencontrarme con este fantástico film y descubrir que sigue siendo tan efectivo como la primera vez que lo vi.

Esta es una película que para mí cambió a medida que aprendía más cosas sobre el cine. Cuando la vi por primera vez en televisión de niño, me pareció una gran película de suspense. No hacía mucho que había visto Vestida para matar (Dressed to Kill, Brian De Palma, 1980) -creo que ahora cambiaría algunas cosas del artículo que escribí sobre ella-, así que Impacto fue la película que hizo que De Palma se convirtiera en uno de mis directores favoritos.

A medida que iba aprendido una cosa o dos sobre cine, al ver Impacto descubrí todo un subtexto que la primera vez que la vi me pasó completamente desapercibido. Por desgracia, no encontré ninguna edición que valiera la pena en DVD del film, ya que la edición especial estaba agotada y la española solo traía la película. Así que, a pesar de que era de mis favoritas, paradójicamente la había (re)visto menos que otros filmes de De Palma. Os podéis imaginar mi alegría cuando Arrow anunció que la editaba en Blu-ray (más teniendo en cuenta que la edición de Criterion era exclusivamente de zona A).

Visto ahora el film después de mucho tiempo ha sido una experiencia realmente fantástica, como reencontrarte con un amigo al que no veías desde hacía mucho tiempo. Un amigo que se ha conservado de forma estupenda, hay que añadir.

En prácticamente todos los artículos que podéis leer sobre Impacto, incluido el libreto que acompaña la edición de Arrow, se habla de este film como un continuador de los temas aparecidos en Blow-Up (Deseo de una mañana de verano) (Blowup, Michelangelo Antonioni, 1966) y La conversación (The Conversation, Francis Ford Coppola, 1974).

La relación de Impacto con ambos filmes es bastante evidente. Por un lado, la premisa de Impacto está sacada del film de Antonioni pero cambiando un fotógrafo por un técnico de sonido.  Por otro lado, el film de De Palma es el último thriller de los 70, aunque se estrenara en 1981, ya que comparte los mismos temas de paranoia, desconfianza y nihilismo que aparecían en los filmes del género de esa época, siendo evidentes los rasgos de conspiración política que comparte con La conversación. Pero mientras la mayoría de articulistas y críticos relacionan la desorientación de la película de Antonioni y de la de Coppola, películas en las cuales no te puedes fiar de nada, ni de lo que ves (Antonioni) ni de lo que oyes (Coppola), concluyendo que no hay nada cierto, yo creo que el film de De Palma es más bien una respuesta a esas películas: sí hay verdad, la verdad se encuentra en el cine.

De modo que, mientras los protagonistas de Blowup y La conversación de repente se encuentran desorientados y perdidos cuando descubren que aquello en lo que más creían les trae la perdición, el protagonista de Impacto descubre que solo hay una cosa de la que se puede fiar: su trabajo. Es a través de su arte que descubre una verdad oculta a los demás. A todo esto hay que añadir la ironía de De Palma que, a través de la peculiar naturaleza de la conspiración que aparece en su film, parece reírse de las todopoderosas conspiraciones de gente poderosa que se retrataban en los thrillers de los 70 tras el escándalo del Watergate.

Todo esto no nos ha de hacer olvidar que el film de De Palma es una excelente película de suspense. Un thriller genial que se abre con una secuencia memorable que resulta un guiño al clásico de John Carpenter La noche de Halloween (Halloween, 1978) al mismo tiempo que parodia la ingente cantidad de slashers que se estrenaban en la época.

Beneficiado por unas excelentes interpretaciones por parte de John Travolta, Nancy Allen y John Lithgow, además del gran secundario Dennis Franz; es fácil meterse en el mundo que nos presenta el film. Un film que resulta especialmente memorable por su final, que genera un último plano por parte de Travolta que le da el toque especial que separa esta película de otras del estilo. Realmente, solo Quentin Tarantino supo sacarle a Travolta otra interpretación de calibre como la que le sacó De Palma.

Todo este artículo se resume en esto: Impacto es un film que me encanta y espero que todo el mundo lo disfrute.


9 oct 2012

Hollywoodland vs. La Dalia Negra


Antes de que saltéis a los comentarios diciendo "yo prefiero esta" o "para mí gana aquella", mi intención no es enfrentar Hollywoodland (Allen Coulter, 2006) y La Dalia Negra (The Black Dahlia, Brian De Palma, 2006) en un hipotético combate, ya que ambas son películas que me gustan aunque no son perfectas, sino mostrar mi perplejidad ante el hecho de que lo hicieran los medios en el momento que se estrenaron. Una actitud, como el representar las recaudaciones de taquilla como si fuese una carrera, que nunca he entendido, y especialmente en un caso como este en el cual las dos películas no podían ser más diferentes.

Diferentes son, aunque hay algo que tienen en común y que supongo fue la excusa para este enfrentamiento: ambas parten de famosas muertes a partir de las cuales construyen su ficción. En Hollywoodland es el suicidio de George Reeves (porque creo que fue un suicidio) el verano de 1959 y el aún sin resolver asesinato de Elizabeth Short en enero de 1947, apodada La Dalia Negra por la prensa de la época.

En un principio, el film más esperado era La Dalia Negra, adaptación de una novela de James Ellroy, que debido a su complejidad se llevaba 20 años intentando trasladar a la pantalla hasta que finalmente De Palma pudo llevar el proyecto a buen puerto, tras trabajar en el mismo tres años. En el camino se quedaron interesantes versiones, entre ellas la que más me ha llamado la atención fue la ideada por David Fincher, que quería hacer una versión en blanco y negro de unas tres horas de duración.

La anticipación, en parte, se debía a que la anterior adaptación de una novela de Ellroy, L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997), había dado como resultado un film que fue un gran éxito de público y crítica. Además, La Dalia Negra fue el primer gran éxito de Ellroy, la primera del absolutamente genial cuarteto de Los Ángeles, y tenía un gran número de seguidores (yo incluido).

Por otro lado, Hollywoodland era un film salido de la nada, dirigido por un director que hasta ese momento sólo había hecho series y miniseries de televisión, y que contaba en su reparto con Ben Affleck, nombre entonces bastante devaluado como actor.

Sin embargo, cuando ambas se estrenaron, La Dalia Negra no acabó de funcionar ni en taquilla ni con la crítica y se consideró una decepción. Hollywoodland cogió a todo el mundo por sorpresa, fue un gran éxito dentro de los parámetros del cine independiente y fue especialmente sorprendente para los que la vieron la estupenda interpretación de Affleck como George Reeves. Luego Affleck se convertiría en director y su prestigio como tal no ha hecho más que aumentar con cada película que ha estrenado.

Hollywoodland se presenta como una película de intriga que emula el clásico cine negro pero en realidad tiene más de drama biográfico que de intriga. El detective protagonista, Louis Simo (Adrien Brody), investiga un misterio que no existe. En el film se traza un paralelismo entre George Reeves y Simo, haciendo que la investigación acabe llevando Simo a resolver su propia vida antes que nada relacionado con Reeves. Este es representado de forma fiel (no es que yo le conociera), siendo un biopic bastante cercano a la verdad, aunque no deja de ser ficción en el sentido de que se alteran e inventan hechos y crean personajes para acomodar la narración cinematográfica.

El film también parece querer usar la vida de Reeves para reflexionar sobre los costes de la fama y el lado más amargo de Hollywood, un lugar de todo es apariencia. Todo es publicidad, como dice uno de los personajes, si es verdad o mentira da igual.

Mientras que el aspecto biopic y el desarrollo dramático está muy bien trabajado, creo que a la película le falta decisión. Decisión para optar por una teoría y basar tu película en ella; igual que el detective Simo, este film no resuelve nada. Lo que hace es representar las dos teorías existentes, dejando caer continuamente sospechas y ambigüedades durante el film, sin tomar partido en ningún momento. Si vas a mezclar realidad y ficción, ¿por qué no llevarlo hasta las últimas consecuencias?

Personalmente, hubiera preferido que el film optara por una teoría, cualquiera de las dos, y construyera su narración a partir de ahí. Ambas dan para interesantes películas, aunque como ya digo la conclusión más lógica a la que se llega estudiando los hechos es que Reeves se suicidó.

A pesar de ello, creo que Hollywoodland es un film interesante y me gustó bastante aunque te deje un poco a medias. Por supuesto, en el tráiler se vende como una película de suspense llena de conspiración y corrupción.


La Dalia Negra es un film que me gusta bastante, aunque mi opinión pertenece a la minoría. Admito que me gusta más que Hollywoodland (aunque repito que son films distintos con estilos distintos y no quiero enfrentarlos), me gusta como aficionado al noir y al neo noir, me gusta por las mismas razones que me gustan los films de David Fincher y Christopher Nolan: me obsesionan las obsesiones (supongo que porque yo mismo soy bastante obsesivo, o no existiría este blog).

El hecho de que el film me guste no hace que esté ciego ante sus fallos, como la secuencia donde actúa k.d. lang que parece fuera de sitio y es bastante inverosímil. La novela de Ellroy es tremendamente compleja y complicada, como es la norma con este autor, y llevarla al cine implicaba dejar muchas cosas en el tintero. La clave para una buena adaptación es saber qué eliminar, qué mantener y qué resumir para poder tener un film coherente y que al mismo tiempo sea fiel a la novela, algo que en su mayor parte el film hace bien.

El primer montaje que hizo De Palma duraba unas tres horas. Este montaje fue visto por Ellroy y le llevó a escribir un artículo elogiando la película. Sin embargo, los productores estaban obsesionados en que la película no durase más de dos horas (al parecer por eso abandonó el proyecto Fincher). Creo que habría sido un film más ligero y rápido si se le hubiera permitido respirar un poco más con una hora extra de metraje, aunque suene contradictorio. Con dos horas, el film parece ofrecer mucha información muy rápido, aspecto que si eres aficionado al género no creo que sea ningún problema, pero puede que sí para aquellos que no lo sean (¿lo es?).

Ellroy investigó de forma concienzuda el caso de La Dalia Negra, de modo que en la novela aparecen personas y hechos que son traslaciones de la realidad, mezclado con hechos ficticios inventados por Ellroy en orden de construir su trama. El film realiza varios cambios a la hora de adaptar la novela, así que se aleja aún más de la realidad. Pero eso no es algo que critique, si quiero saber que pasó realmente busco un documental o en libros de historia, no me baso en una película. El problema se haya en que lo que se inventa hace que la película en ocasiones cojee, mientras el film se mantiene fuerte cuando sigue al pie de la letra la novela.

Una de las partes que más me gusta de la novela transcurre en Tijuana, momento en el cual me recuerda al Sam Peckinpah de Quiero la cabeza de Alfredo García (Bring Me the Head of Alfredo Garcia, 1974), parte que entiendo perfectamente que se suprimiera en la película, prefiriendo centrar la acción en Los Ángeles, además la historia en la novela transcurre a lo largo de varios años. Sin embargo, la secuencia que crean para sustituir la acción en Tijuana resulta algo deslucida y no está muy bien llevada. Es un ejemplo de a lo que me refiero cuando digo que cuando el film se inventa algo, cojea.

Dejando estos detalles que solo captas si has leído la novela y lo mucho que me gustaría ver la versión de tres horas del film, La Dalia Negra me gusta como gran ejemplo de neo noir. Tiene un buen reparto de actores y actrices, incluso Scarlett Johansson hace un papel aceptable, que se meten de lleno en esta historia que De Palma ilustra con su inimitable estilo.

Si yo hubiera podido hacer la versión cinematográfica de esta novela, habría empezado con un estilo seco y duro reminiscente del cine policíaco de los 70 y poco a poco habría ido adoptando un aire más grotesco y surrealista, en plan giallo, con banda sonora de Bruno Nicolai o Stelvio Cipriani. Pero todos creamos nuestra propia película al leer una novela, lo que hace que cuando veamos su adaptación cinematográfica sintamos en ocasiones un inmediato rechazo al ver algo que se aleja mucho de la idea que nosotros teníamos en la cabeza. A pesar de ello, a pesar de lo mucho que me gusta la obra de Ellory, esta película me sigue gustando mucho y me parece una estupenda adaptación.

Resumiendo, tanto Hollywoodland como La Dalia Negra son films que creo son muy buenos e interesantes y que recomiendo sin prejuicios.


7 ene 2011

El fantasma del paraíso (Phantom of the Paradise)



Después de estar el día de ayer comentando Vestida para matar de Brian De Palma, me entraron ganas de ver otra película de este director de su etapa más grandilocuente, por decirlo de forma suave. ¿Y qué mejor que la película de culto El fantasma del paraíso (Phantom of the Paradise, 1974)? Sin duda, uno de sus filmes más glamourosos y problemáticos.

La película mezcla El fantasma de la ópera (Le Fantôme de l'Opéra, publicada en castellano por Alianza Editorial) de Gaston Leroux y sus múltiples adaptaciones cinematográficas; Fausto de Johann Woflgang Goethe (Faust, editada en castellano también por Alianza) y unas gotas de El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde (The Picture of Dorian Gray, editada en castellano por Edaf).

Visualmente la película contiene diversos homenajes al cine expresionista alemán. Concretamente a la fantástica El gabinete del doctor Caligari (Das Kabinet des Dr. Caligari, Robert Wiene, 1920). Esta influencia se muestra en el decorado de un número musical y el aspecto de la banda ficticia The Undeads que aparece en la película (y que también muestra cierta influencia del maestro Alice Cooper), así como algunos guiños aquí y allá. Como no puede ser de otra manera en una película de De Palma, se plagia descaradamente una escena: en este caso, la famosa secuencia de inicio de Sed de mal (Touch of Evil, Orson Welles, 1958). También aparece una divertida parodia del asesinato en la ducha de Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960); que recuerdo que durante el pase que hicieron de El fantasma del paraíso hace un par de años en la Filmoteca de Catalunya, provocó tantas carcajadas que el diálogo que venía a continuación se hizo difícil de oír. Todo ello y otras muchas referencias que van desde La novia de Frankenstein (Bride of Frankenstein, James Whale, 1935) hasta De entre los muertos (Vertigo, Alfred Hitchcock, 1958) pasando por El valle de los placeres (Beyond the Valley of the Dolls, Russ Meyer, 1970) y las que me dejo.

"Mezcla" y "corrupción" son las palabras clave. No solo la mezcla de referencias visuales y mitos literarios, también la mezcla de géneres: comedia, terror, musical. Esta mezcla sirve para ilustrar el tema clave: la corrupción (que si os fijáis es algo que tienen en común las distintas fuentes literarias). En la película se ilustra como la corrupción de la industria musical que coge una pieza única de música y la transforma hasta resultar irreconocible para venderla al gran público, pero realmente se puede aplicar también de forma alegórica al cine, la literatura, la televisión...

El argumento gira en torno al desgraciado Winslow (William Finley), un compositor al cual roba su música el todopoderoso productor y empresario Swan (Paul Williams). Winslow intenta recuperar lo que es suyo, pero Swan se encarga de destruir completamente al pobre hombre, que resurge de sus cenizas como un fantasma dispuesto a destruir la obra de Swan como él ha destruido la suya. Sin embargo, el Fantasma y Swan llegarán a un acuerdo cuando la joven cantante Phoenix (Jessica Harper) llegue al Paraíso de Swan en busca de una oportunidad.

La película tiene un tono exagerado y paródico que los actores realzan con sus interpretaciones. Finley hace un gran trabajo como el ligeramente desequilibrado Winslow/Fantasma. Jessica Harper debutó en el cine con esta película y destaca por su voz, ya que uno se esperaría una voz más aguda viniendo de una mujer pequeñita como era ella. Pero si alguien destaca es Paul Williams como Swan, el mefistofélico personaje que parece mover los hilos de todos los demás y que se nota que se lo pasa en grande haciendo de malo. Williams, además, compuso la banda sonora de la película, esencial para mostrar algunos de los efectos de la comercialización del arte ya que vemos como es transformada una canción original de Winslow en un horrible single playero por Swan.

Actuación de Paul Williams en The Brady Bunch Hour en la que interpreta una de las canciones que escribió para Phantom of the Paradise


Como decía al principio, la película fue algo problemática empezando por diversos problemas de derechos por el título de la película. Sin embargo, el problema más perjudicial fue que De Palma se inventó como compañía de Swan el nombre Swan Song Enterprises. Y puso el nombre a lo largo de toda la película, como crítica a las grandes empresas conglomeradas que producen películas o discos lo mismo que otros productos que no tienen nada que ver con el arte. Pero resulta que, cuando faltaban pocos meses para acabar la película, el mánager de los Led Zeppelin, Peter Grant, creó una productora de discos con el mismo nombre. Así, como la película salió en octubre de 1974 y el primer disco de la productora de Grant en junio del mismo año, De Palma se vio obligado a eliminar todas las referencias visuales a Swan Song Enterprises. Por ello, hay muchos planos de malos efectos ópticos para sustituir el nombre Swan Song por el de Death Records y algunos de los elegantes movimientos de cámara de De Palma se vieron truncados. Tenéis más información sobre este asunto en la página web The Swan Archives, pero sobretodo os recomiendo los estupendos documentales incluidos en la edición francesa, la de Arrow Video y la de Scream Factory.

Desde un primer momento, De Palma nos indica que no nos hemos de tomar la película en serio cuando aparece una narración grandilocuente y excesivamente seria leída nada más y nada menos que por Rod Serling, que hace una auto-parodia del estilo que lo había hecho famoso en La dimensión desconocida. Así, De Palma también hace un guiño a los espectadores conscientes de este tipo de referencias y señales que pueden pasar desapercibidas a aquellos menos interesados en este tipo de cosas, pero que sirven como decodificadores del lenguaje que va a usar De Palma a lo largo del film. Y con el hilarante número con el que empieza la película, Goodbye Eddie, ya uno puede estar seguro de que se lo va a pasar muy, muy bien con esta película.

Recuerdo que la primera vez que vi El fantasma del paraíso emitida por la primera cadena, en una fecha que se pierde en los anales del tiempo y en doble sesión con otro clásico De Palma: Carrie (1976), me dejó grandes imágenes grabadas en mi joven mente pre-adolescente. Algunas de estas escenas cambiaron con el paso del tiempo, y fue para mí una sorpresa ver como había reinterpretado algunas escenas del final cuando volví a verla en tiempos más recientes. También me di cuenta de lo permisivos que eran mis padres, que me dejaron ver un montón de películas salvajes y bizarras desde que era pequeño. Se ve que al ser una familia nudista, les daba igual si había sexo o desnudos, porque ya había visto un montón de gente desnuda en la playa, y en cuanto a la sangre y el horror, mi padre era bastante aficionado al cine clásico de horror, así que también me acostumbré de pequeño a los monstruos.

Volviendo a El fantasma del paraíso, soy consciente de que no es una película para todo el mundo, especialmente si estáis acostumbrados a un cine más ortodoxo. Para mi paladar, acostumbrado a los sabores menos ortodoxos y más estrambóticos, es una auténtica delicia de principio a fin. La edición en DVD es algo triste, sólo trae el tráiler, así que os recomiendo una edición especial en DVD/Blu-ray que salió en Francia el año pasado.

6 ene 2011

Vestida para matar (Dressed to Kill)



Brian De Palma es un director sobresaliente en el sentido que en cada película plagia de forma descarada a otros directores pero lo hace con una gracia y un estilo que es fácil perdonárselo. Si bien cuando dirige guiones de otros se limita a plagiar/homenajear escenas de otras películas, como la famosa escena de los escalones en Los intocables de Eliot Ness (The Untouchables, 1987) sacada de El acorazado Potemkin (Bronenosets Potyomkin, Sergei M. Eisenstein, 1925) o el paseo por la nave en la soporífera Misión a Marte (Mission to Mars, 2000) sacado de 2001: Una odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, Stanley Kubrick, 1968).

Pero es cuando dirige sus propios guiones que no solo plagia escenas sino que también plagia argumentos de otros films, como Impacto (Blow Out, 1981) que copia una idea de Blow-Up (Deseo de una mañana de verano) (Blowup, Michelangelo Antonioni, 1966), o Doble Cuerpo (Body Double, 1984) que copia una idea de La ventana indiscreta (Rear Window, Alfred Hitchcock, 1954). Tal vez por esto, la filmografía de Brian De Palma es bastante irregular, con grandes películas como El precio del poder (Scarface, 1983) y grandes bodrios como La hoguera de las vanidades (The Bonfire of the Vanities, 1990).

En el caso de Vestida para matar (Dressed to Kill, 1980), De Palma incluso cae en el autoplagio. Pero, de nuevo, lo hace de una manera tan descarada y con tanta gracia, casi regodeándose en ello, que se lo acabas perdonando.

La idea de la película surge, por un lado, de Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960); por otro, el guion que había escrito De Palma adaptando la novela Cruising de Gerald Walker, pero no pudo obtener los derechos para filmarlo (lo acabó haciendo William Friedkin en una notable película), así que aprovechó elementos de aquel guion para Vestida para matar; también un incidente de la vida real, en el cual la madre de De Palma le pidió, cuando era más joven, que siguiera a su padre y le filmara para ver si le era infiel; y, finalmente, un corto que había escrito en la universidad (o diseñado, es la palabra más adecuada) y que resultó en la famosa secuencia del museo.

El reparto de la película está realmente bien: Michael Caine como el psiquiatra Robert Elliot, Nancy Allen como la prostituta Liz que presencia un asesinato, Keith Gordon como el joven Peter Miller que investiga el asesinato de su madre, Dennis Franz estupendo como siempre haciendo de policía y Angie Dickinson como Kate Miller. La película empieza con una onírica escena en la que se ve a Dickinson duchándose, escena que fue polémica en su momento por los primeros planos de partes femeninas que se ve. Dickinson insistió durante mucho tiempo que no se había utilizado una doble de cuerpo, pero teniendo en cuenta que en el momento de filmar la película la actriz tenía 49 años y que los primeros planos tienen un aspecto bastante juvenil, además de que no se ve ningún plano de cuerpo entero de la Dickinson, es bastante evidente que sí se utilizó una doble de cuerpo.

La trama de la película gira en torno al asesinato de Kate Miller por parte de una de las pacientes del doctor Elliot. Liz es testigo del asesinato y será perseguida por la asesina que va dejando continuos mensajes al buen doctor. Peter, como ya he dicho, investiga también el asesinato de su madre. De Palma construye grandes escenas usando la trama como hilo conductor entre una secuencia de suspense y la siguiente.

De Palma tiene un estilo tan extremadamente estilizado que entiendo que tampoco es para todo el mundo. Tenemos también que añadir al ojo de De Palma, la fantástica banda sonora de Pino Donaggio, que se sale en las escenas de suspense; y la fotografía de Ralf Bode que le añade glamour a los sangrientos asesinatos.

Un apunte, la edición especial en DVD americana (que es la que tengo, no lo dudéis, chavalería) ofrece la posibilidad de ver la película sin censurar. Eso significa más sangre y más "naughty bits", algo que siempre es bienvenido.