¡Qué le den a Star Wars! Si el 2015 solo puedo ver dos películas, serán estas dos películas: Phantasm Ravager y Mad Max: Fury Road. Y quiero verlas ¡YA!
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2 jul 2012
Llega el Summertime, gente!
Recordaréis que hace un tiempo os hablé de Norberto Ramos del Val y su excelente película El último fin de semana (2011). Del Val tiene un nuevo proyecto: Summertime. Según cuenta el director, esta película será una mezcla de distintos géneros bastante interesante. Esta es la nota de prensa donde se explica todo y, atentos, que se os ofrece la posibilidad de colaborar en la película yendo a la dirección de Verkami que encontraréis al final:
SUMMERTIME: EL FUTURO DE LA SERIE B EN JUEGO
Este mes, en el tiempo casi record de 4 días (del
27 al 30 de julio), se rueda SUMMERTIME, la nueva película de Norberto Ramos
del Val, que él mismo “produce”, edita y dirige… Cosas del low cost, como
llaman ahora a esto de hacer pelis sin
dinero. Aunque más bien es serie b, pero de la buena, de la divertida.
La peli, una mezcla de comedia, drama intimista, musical, terror paranormal,
metacine y peli golfa clasificada S, está protagonizada exclusivamente por las jóvenes
bellezas Alba Messa y Ana Rujas. A la primera la
conoceréis por haber protagonizado alguna serie en su Galicia natal y por la
gran EL ÚLTIMO FIN DE SEMANA, el gran éxito del low cost de 2011. A la otra por
series de esas que ve todo el mundo como Punta Escarlata, Ángel o Demonio, Con
el Culo al Aire, 90-60-90...
Aquí se puede disfrutar de las dos en un vídeo
promocional para apoyar la campaña de crowdfunding de la peli:
Ramos del Val, creador de
películas tan diferentes como MUERTOS COMUNES, HIENAS o EL ÚLTIMO FIN DE SEMANA
rodará un asombroso guión, obra de Pablo Vázquez y Ricardo López Toledo. Ambos
escritores y delincuentes juveniles en la web www.lapazmundial.com y otros
sitios aún menos presentables. A la dirección general de la fotografía está
Roland de Middel, maestro de la alta definición de bajo coste, Ion Arretxe como
director artístico (Entrelobos, Tiro en la Cabeza, Todo es Mentira…) y la
música correrá a cargo del grupo The Blurry Men con alguna que otra colaboración
bastante sorprendente.
El film se rodará contra viento y marea con la
ayuda del ya famoso y habitual crowdfunding. Es decir, que se pide que a la
gente que le interese el proyecto ponga una pequeña cantidad de dinero a cambio
de la cual aparecerá en los créditos de la peli y recibirá el dvd antes de que
se estrene oficialmente. SUMMERTIME se distribuirá independientemente en dvd,
festivales y por internet, a finales de año.
Según está el país y la industria audiovisual, no
queda otra que rodar sin dinero y con los maravillosos medios que la gran
revolución digital del siglo XXI nos ha puesto en bandeja. La absoluta y absurda (para qué
negarlo) necesidad vital de seguir haciendo películas que tiene Norberto Ramos
del Val no soporta los eternos plazos de las grandes
producciones y, ya desde la serieweb HIENAS (que acabó siendo una película que
fue por festivales de medio mundo y salió en dvd y por internet), tiene más que
claro que no le parará nadie.
Este proyecto, del que prefieren no contar demasiado
porque estén convencidos de que es algo de verdad diferente, está siendo creado
con toda esta ilusión y pasión.
Colabora con lo más nuevo y diferente en la web de
Verkami:
Web oficial en Facebook:
Twitter:
@MovieSummertime
20 jun 2012
Rectificar es de sabios
Hace nada estaba disfrutando de la edición inglesa en Blu-ray de El ex-preso de Corea (Rolling Thunder, John Flynn, 1977). Resulta que uno de los extras es un audiocomentario con el guionista Heywood Gould, el cual fue el encargado de reescribir el guion original de Paul Schrader. Y cual fue mi sorpresa al descubrir que fue el trabajo de Gould el que hizo que la película sea la maravilla que es hoy.
Algunos recordaréis que hace un tiempo dediqué una entrada a tres películas que uní en una especie de trilogía, las tres escritas por Schrader (los que no, la podéis leer aquí). Por un momento pensé en retirar la entrada, ya que fue Gould el que introdujo todos los elementos que hacen que la película funcione de la manera que funciona, pero al final lo que he hecho ha sido reescribir la entrada, la parte que hace referencia a Rolling Thunder. Me he decidido por ello, en lugar de retirarla, porque, irónicamente, la contribución de Gould hace que tenga más cosas en común con las otras dos películas comentadas.
Y no es que quiera ponerme medallas, pero de paso voy a aprovechar la ocasión para mencionar un vicio que con el que me he encontrado a menudo por los blogs y webs que pueblan Internet: no contrastar la información con distintas fuentes. Muchas veces se mencionan hechos difundidos por la red que no tienen ninguna base pero referidos como si la tuvieran. Aunque peor es creo no rectificar o corregir cuando se descubre que la información es errónea. No sé si es dejadez o desidia o orgullo, pero creo yo que no cuesta nada. A mí nunca me ha supuesto ningún problema cuando se me ha señalado algún error o equivocación por mi parte, es más: lo agradezco, es señal de que la persona ha leído con atención lo escrito. Todo el mundo se equivoca.
En fin, nada más que recomendar esta edición en Blu-ray, aunque me temo que realmente sólo la disfrutarán aquellos que dominen el inglés (sobretodo si es bajito y se deja). Esta es una joya de los 70 sobre la que no abunda la información y una buena edición es siempre bienvenida.
Y no es que quiera ponerme medallas, pero de paso voy a aprovechar la ocasión para mencionar un vicio que con el que me he encontrado a menudo por los blogs y webs que pueblan Internet: no contrastar la información con distintas fuentes. Muchas veces se mencionan hechos difundidos por la red que no tienen ninguna base pero referidos como si la tuvieran. Aunque peor es creo no rectificar o corregir cuando se descubre que la información es errónea. No sé si es dejadez o desidia o orgullo, pero creo yo que no cuesta nada. A mí nunca me ha supuesto ningún problema cuando se me ha señalado algún error o equivocación por mi parte, es más: lo agradezco, es señal de que la persona ha leído con atención lo escrito. Todo el mundo se equivoca.
En fin, nada más que recomendar esta edición en Blu-ray, aunque me temo que realmente sólo la disfrutarán aquellos que dominen el inglés (sobretodo si es bajito y se deja). Esta es una joya de los 70 sobre la que no abunda la información y una buena edición es siempre bienvenida.
16 abr 2012
Auténtico terror
Ninguna película, libro, serie, tebeo o canción me ha parecido tan totalmente perturbadora como un artículo del LA Weekly que acabo de leer. Lo he descubierto a través de la página de Vern, crítico que leo porque sus artículos me hacen reír, y trata sobre las tácticas de los grandes estudios para que los cines se pasen al formato digital y lo que puede significar a largo plazo. Recomiendo leer el artículo entero aquí. Para los que no sepan inglés se lo resumo rápidamente: el paso a los proyectores digitales puede afectar gravemente a la conservación del legado cinematográfico, puede llevar mucha gente al paro y que se cierren cines.
¿Cómo? La pérdida de trabajos es bastante obvia: para proyectar una película en formato digital no hace falta tener una preparación como la de un proyeccionista, ya que es casi lo mismo que poner un DVD/Blu-ray en casa. En el fondo, todo se deriva de que la gente (es decir, las grandes empresas) cada vez piensa más a corto plazo. Como la distribución de películas a los cines en formato digital es mucho más barata, pues los grandes estudios (que en su momento pensaban tirar al mar los negativos de Lo que el viento se llevó y El mago de Oz porque no les veían utilidad y fueron salvados por unos laboratorios fotográficos) están forzando a los cines a adoptarla usando tácticas dignas de Al Capone.
El problema es que puede que la distribución sea más barata pero la calidad de imagen es peor que la que ofrecen los 35mm y su conservación es más cara y complicada. Películas como Toy Story 2 han estado a punto de desaparecer por problemas con la conservación del film en formato digital. Y es complicada porque obliga a estar actualizando permanentemente los formatos para que no queden obsoletos. Por otro lado, para conservar un film en 35mm sólo se necesita una estantería y que la temperatura sea baja. Además, los proyectores digitales son mucho más frágiles y duran menos. En el artículo se menciona un cine que ha necesitado dos proyectores en tres, mientras el proyector de 35mm de otro cine lleva casi 60 años funcionando sin problemas, con el consecuente castigo económico a unas salas de exhibición ya bastante castigadas.
Pero uno de los aspectos más preocupantes afecta a los cines dedicados a proyectar clásicos, películas de culto y oscuras joyas desconocidas. Películas que se conservan sólo en 35mm. En el artículo se menciona el caso del dueño de un cine que quería proyectar Desayuno con diamantes por San Valentín, pero el estudio no le quiso ceder el film de celuloide y le ofrecía enviarle un DVD (imaginad la calidad del DVD proyectada en una pantalla gigantesca de cine). El dueño del cine optó por pasar otra película que conservaba ya que se negaba a hacerle pagar a la gente por algo que podían tener en casa.
Para mí resulta preocupante porque mi amor por el cine no se forjó en cines de estreno, sino en pequeñas salas que ofrecían cine de reestreno, clásicos y rarezas. Y que todo esto, toda esta variedad, desaparezca y sólo se pueda ver lo que los estudios permiten me horroriza. Y que pequeños cines de barrio desaparezcan me parece muy deprimente. Parece que nos encaminamos a un mundo de falsa comodidad y mala calidad, donde se prefiere ver películas en streaming porque es más cómodo a pesar de que la calidad sea inferior a la de los formatos sólidos. Por suerte hay movimientos luchando para que esto no suceda. El artículo empieza con una iniciativa del director Christopher Nolan, que con la excusa de mostrar los seis primeros minutos de The Dark Knight Rises reunió a la plana mayor de los más influyentes e importantes cineastas que hay actualmente en Hollywood para que lucharan para que el formato en 35mm no desaparezca. The Dark Knight Rises ha sido filmada en 35mm.
28 mar 2012
Lo que pudo ser y no fue
En la página web Bloody Disgusting, especializada en cine de terror, fantástico y ciencia ficción, empezaron hace relativamente poco una serie de artículos en los que se dedican a comparar antiguas versiones y versiones alternativas de guiones con la película que finalmente se estrenó. Una serie muy interesante que recomiendo leer a todo el mundo interesado en este tipo de cosas.
De las que se han repasado hasta ahora, dos resultan particularmente interesantes (para mí): la comparación entre el guion más oscuro de Chris Columbus de Gremlins (Joe Dante, 1984) y el enfoque de Wes Craven en lo que finalmente sería Pesadilla en Elm Street 3 (A Nightmare on Elm Street 3: Dream Warriors, Chuck Russell, 1987).
Interesantes para los fans ya que, durante mucho tiempo (por lo menos por mi parte), se había oído hablar de estos enfoques muy diferentes de la película estrenada. En el caso de Gremlins temía que Steven Spielberg hubiera hecho lo mismo que con el guion de 1941 (Steven Spielberg, 1979): coger una historia oscura y suavizarla para adaptarla a su gusto. Pero lo cierto es que Spielberg iba a producir originalmente la historia llena de sangre que Columbus había escrito, de ahí que contactara con Joe Dante por su excelente trabajo como director en Piraña (Piranha, 1978) y Aullidos (The Howling, 1981).
Aparte de que había mucha más sangre y más muertes explícitas, en los primeros borradores del guion de Columbus había dos cosas que luego cambiaron radicalmente: Gerald, que en la película encarnó Judge Reinhold, está presente hasta casi el final (muere en la escena del centro comercial donde se produce el enfrentamiento final) , ayudando a Billy (Zach Galligan en el film) y Kate (Phoebe Cates) a enfrentarse a los gremlins. Por ejemplo, él pone en marcha la película en el cine para distraer a las criaturas. En esta versión del guion es Gerald el que tiene el monólogo sobre el padre muerto en navidad, así se entiende por qué es tan capullo al principio del film y se redime el personaje. En la película final se plantea como la némesis de Billy y luego desaparece del film completamente. En la sección de escenas eliminadas de la edición en Blu-ray podemos saber qué fue del personaje. El otro cambio radical es que en la versión que se comenta, Gizmo muere al final y se transforma en una especie de mariposa de luz brillante.
No sé vosotros, pero creo que en este caso la película cambió para mejor. Gremlins es perfecta tal y como es. Tampoco creo que hubiese sido mejor con más sangre.
En el caso del guion de Wes Craven y Bruce Wagner viene a demostrar que Craven sabe crear grandes conceptos y tiene ideas originales que luego desarrolla de la forma más torpe y mediocre posible. Porque esta versión de Dream Warriors está llena de conceptos interesantes, pero lastrados por diálogos muy malos y ejecuciones algo torpes. Por ejemplo, la muerte sonámbula de uno de los personajes aparece pero se representa a Freddy simplemente conduciendo a su víctima, el uso de los tendones para convertir a la víctima en una marioneta fue creación de Frank Darabont y Chuck Russell, así como fue también creación suya el origen de Freddy como el hijo bastardo de 100 maníacos. Os recomiendo la lectura del artículo para ver todos los cambios de trama y personajes, aquí. Hay que reconocer, eso sí, que Craven inventa conceptos y plantea ideas que más tarde irán apareciendo en sucesivas entregas de la serie.
En definitiva son dos casos en los que salimos ganando con los cambios. Sin embargo, existen otros casos en los que no fue así. El caso más llamativo que me viene a la cabeza es el de la película Resident Evil (Paul W. S. Anderson, 2002). Originalmente los productores acudieron a George A. Romero para que hiciera la película, ya que los creadores del videojuego se habían inspirado en sus films.
Romero escribió un épico guion que los productores consideraron que era demasiado para lo que querían hacer, así que se dirigieron a Anderson, que hizo la película que finalmente se estrenó.
Si habéis visto Resident Evil sabréis que no es una película demasiado buena. Lo que la crítica especializada llama un señor truñaco. Si no la habéis visto, fiaros de mi palabra.
Para mí fue aún peor porque la fui a ver tras leer el guion de Romero. Esta versión está protagonizada por un policía nativo americano que será el que se enfrentará a los horrores creados por la compañía Umbrella. Se mantiene fiel a la estructura del juego: empieza en la casa y a medida que avanza el protagonista se va introduciendo en niveles cada vez más profundos de Umbrella. Se enfrenta no sólo a zombis, también a varias y fantásticas criaturas. En resumen, la aventura de terror espectacular que me gustaría haber visto en el cine, en lugar de lo que finalmente vi. Aunque he de añadir que por fortuna la vi gratis ya que me tocaron un par de entradas no recuerdo con qué promoción.
En todo caso, me alegro de haber descubierto por fin las diferencias entre los primeros borradores y el guion final de dos películas que me encantan. Más que nada porque los cambios fueron para mejor.
Interesantes para los fans ya que, durante mucho tiempo (por lo menos por mi parte), se había oído hablar de estos enfoques muy diferentes de la película estrenada. En el caso de Gremlins temía que Steven Spielberg hubiera hecho lo mismo que con el guion de 1941 (Steven Spielberg, 1979): coger una historia oscura y suavizarla para adaptarla a su gusto. Pero lo cierto es que Spielberg iba a producir originalmente la historia llena de sangre que Columbus había escrito, de ahí que contactara con Joe Dante por su excelente trabajo como director en Piraña (Piranha, 1978) y Aullidos (The Howling, 1981).
Aparte de que había mucha más sangre y más muertes explícitas, en los primeros borradores del guion de Columbus había dos cosas que luego cambiaron radicalmente: Gerald, que en la película encarnó Judge Reinhold, está presente hasta casi el final (muere en la escena del centro comercial donde se produce el enfrentamiento final) , ayudando a Billy (Zach Galligan en el film) y Kate (Phoebe Cates) a enfrentarse a los gremlins. Por ejemplo, él pone en marcha la película en el cine para distraer a las criaturas. En esta versión del guion es Gerald el que tiene el monólogo sobre el padre muerto en navidad, así se entiende por qué es tan capullo al principio del film y se redime el personaje. En la película final se plantea como la némesis de Billy y luego desaparece del film completamente. En la sección de escenas eliminadas de la edición en Blu-ray podemos saber qué fue del personaje. El otro cambio radical es que en la versión que se comenta, Gizmo muere al final y se transforma en una especie de mariposa de luz brillante.
No sé vosotros, pero creo que en este caso la película cambió para mejor. Gremlins es perfecta tal y como es. Tampoco creo que hubiese sido mejor con más sangre.
En el caso del guion de Wes Craven y Bruce Wagner viene a demostrar que Craven sabe crear grandes conceptos y tiene ideas originales que luego desarrolla de la forma más torpe y mediocre posible. Porque esta versión de Dream Warriors está llena de conceptos interesantes, pero lastrados por diálogos muy malos y ejecuciones algo torpes. Por ejemplo, la muerte sonámbula de uno de los personajes aparece pero se representa a Freddy simplemente conduciendo a su víctima, el uso de los tendones para convertir a la víctima en una marioneta fue creación de Frank Darabont y Chuck Russell, así como fue también creación suya el origen de Freddy como el hijo bastardo de 100 maníacos. Os recomiendo la lectura del artículo para ver todos los cambios de trama y personajes, aquí. Hay que reconocer, eso sí, que Craven inventa conceptos y plantea ideas que más tarde irán apareciendo en sucesivas entregas de la serie.
En definitiva son dos casos en los que salimos ganando con los cambios. Sin embargo, existen otros casos en los que no fue así. El caso más llamativo que me viene a la cabeza es el de la película Resident Evil (Paul W. S. Anderson, 2002). Originalmente los productores acudieron a George A. Romero para que hiciera la película, ya que los creadores del videojuego se habían inspirado en sus films.
Romero escribió un épico guion que los productores consideraron que era demasiado para lo que querían hacer, así que se dirigieron a Anderson, que hizo la película que finalmente se estrenó.
Si habéis visto Resident Evil sabréis que no es una película demasiado buena. Lo que la crítica especializada llama un señor truñaco. Si no la habéis visto, fiaros de mi palabra.
Para mí fue aún peor porque la fui a ver tras leer el guion de Romero. Esta versión está protagonizada por un policía nativo americano que será el que se enfrentará a los horrores creados por la compañía Umbrella. Se mantiene fiel a la estructura del juego: empieza en la casa y a medida que avanza el protagonista se va introduciendo en niveles cada vez más profundos de Umbrella. Se enfrenta no sólo a zombis, también a varias y fantásticas criaturas. En resumen, la aventura de terror espectacular que me gustaría haber visto en el cine, en lugar de lo que finalmente vi. Aunque he de añadir que por fortuna la vi gratis ya que me tocaron un par de entradas no recuerdo con qué promoción.
En todo caso, me alegro de haber descubierto por fin las diferencias entre los primeros borradores y el guion final de dos películas que me encantan. Más que nada porque los cambios fueron para mejor.
2 dic 2011
Reprimirse
Navegando a través de los extras de la edición en Blu-ray 30 aniversario de Maniac (William Lustig, 1980). Me paro en la sección Maniac controversy, donde se recopilan fragmentos de informativos y documentales que tratan, informan, inciden en la polémica que se desató cuando se estrenó la película, en la que varios grupos moralistas intentaron boicotearla.
Es ahí que descubro un hecho fascinante (y cargado de no poca ironía): La líder y dirigente de uno de estos grupos que exigían que Maniac fuese prohibida y retirada de las pantallas por su horrible contenido fue detenida y condenada un año más tarde por ser cómplice en un asesinato. Un asesinato cometido antes de que se estrenase el film de William Lustig.
Es decir, que esta mujer estaba ahí protestando, boicoteando una película acusándola de ser violenta y enfermiza después de haber contribuido ella misma a cometer un asesinato. ¿No os parece increíble?
A mí es algo que en un principio me hizo mucha gracia. Fue una alegría después de horas de gente enfadada diciendo que todo aquel que ve películas de terror es un enfermo que odia las mujeres. Pero también me hizo reflexionar sobre los peligros de la hipocresía y de la represión.
Cuando digo "represión" me refiero, no sólo a la gente que intenta imponer sus ideas sobre los demás, también a la represión de las emociones. Emociones que creo pueden ser liberadas de forma inofensiva a través del cine y del arte en general.
Para mí el cine es principalmente una experiencia emocional. Es cierto que me acerco a algunas películas de manera intelectual, más académica, cosa que podéis comprobar leyendo algunos de los artículos aquí publicados. Pero esta vertiente intelectual es más bien secundaria. Lo principal para mí es que una película me provoque y me remueva por dentro, que me ofrezca experiencias que no viviré de ninguna otra forma.
Para cuando rompes con una chica (o un chico), para cuando estás deprimido o enfadado o angustiado. Hay cientos de películas que ayudan a canalizar las emociones en ocasiones incontrolables que forman parte de nuestra naturaleza.
Un poco de caos emocional de vez en cuando es hasta bueno, de todo se aprende, hasta de que te pisoteen el corazón. Y una película puede servir de espejo y de catalizador. Cualquier emoción reprimida, dijo uno de los padres del psicoanálisis (ahora no recuerdo cual), tiene la fea costumbre de resurgir convertida en algo peor. No reprimáis, soltaos un poco.
Es ahí que descubro un hecho fascinante (y cargado de no poca ironía): La líder y dirigente de uno de estos grupos que exigían que Maniac fuese prohibida y retirada de las pantallas por su horrible contenido fue detenida y condenada un año más tarde por ser cómplice en un asesinato. Un asesinato cometido antes de que se estrenase el film de William Lustig.
Es decir, que esta mujer estaba ahí protestando, boicoteando una película acusándola de ser violenta y enfermiza después de haber contribuido ella misma a cometer un asesinato. ¿No os parece increíble?
A mí es algo que en un principio me hizo mucha gracia. Fue una alegría después de horas de gente enfadada diciendo que todo aquel que ve películas de terror es un enfermo que odia las mujeres. Pero también me hizo reflexionar sobre los peligros de la hipocresía y de la represión.
Cuando digo "represión" me refiero, no sólo a la gente que intenta imponer sus ideas sobre los demás, también a la represión de las emociones. Emociones que creo pueden ser liberadas de forma inofensiva a través del cine y del arte en general.
Para mí el cine es principalmente una experiencia emocional. Es cierto que me acerco a algunas películas de manera intelectual, más académica, cosa que podéis comprobar leyendo algunos de los artículos aquí publicados. Pero esta vertiente intelectual es más bien secundaria. Lo principal para mí es que una película me provoque y me remueva por dentro, que me ofrezca experiencias que no viviré de ninguna otra forma.
Para cuando rompes con una chica (o un chico), para cuando estás deprimido o enfadado o angustiado. Hay cientos de películas que ayudan a canalizar las emociones en ocasiones incontrolables que forman parte de nuestra naturaleza.
Un poco de caos emocional de vez en cuando es hasta bueno, de todo se aprende, hasta de que te pisoteen el corazón. Y una película puede servir de espejo y de catalizador. Cualquier emoción reprimida, dijo uno de los padres del psicoanálisis (ahora no recuerdo cual), tiene la fea costumbre de resurgir convertida en algo peor. No reprimáis, soltaos un poco.
11 nov 2011
El cinéfago te cuenta cómo saber si una película es buena de verdad
¡500 posts! Guau, me parece increíble haber llenado 500 posts contando absurdidades sobre las películas que me gustan (y algunas que no, pero procuro que sean las menos). Para celebrar la ocasión he creído conveniente hacer un artículo especial, un artículo en el cual revelo todos los elementos necesarios que ha de tener una película para ser buena, pero buena de verdad. Si os encontráis con una película que tenga todos estos elementos, no lo dudéis: estáis ante la mejor película de la historia.
1 Cabezas que explotan. Con una basta, especialmente si es una explosión húmeda (con sangre y eso). También valen cabezas cortadas o aplastadas, la cuestión en que sean separadas del cuerpo de la manera más original y sangrienta posible.
2 Esqueletos animados con stop-motion. De Ray Harryhausen a El ejército de las tinieblas, si hay esqueletos animados con stop-motion a la fuerza la peli es buena.
3 Un personaje femenino que se llame Cheryl.
4 Un hombre vestido de gorila. Importante: ha de intentar pasar por un gorila de verdad, no ser parte de un gag cómico.
5 Una escena de sexo lésbico totalmente injustificada. Lo que le falta a Casablanca para ser una verdadera obra maestra.
6 La crítica de los periódicos de tirada nacional, la de la tele y la de la radio dice que es mala. Entonces, no lo dudes: es buena.
7 El mismo día que se estrena ya puedes encontrarte a paquistaníes vendiéndola por la calle.
8 Le mencionas el título a, por lo menos, cuatro (4) personas y ninguna sabe de que le estás hablando. No olvidar de añadir: "¿quieres decir que no la conoces?" con un tono que humille a la otra persona y le haga llorar.
9 El título es mencionado en algún momento dentro de la película. No vale si el título es el nombre de un personaje.
10 El factor más importante: Yo digo que es buena.
Y ya está. Teniendo en cuenta estos elementos podréis descartar o no una película sobre la que tengáis dudas de ver o no. De nada. Me voy a celebrar haber llegado a los 500 posts y luego a seguir con mi plan diabólico para dominar el mundo.
19 sept 2011
El fin de Hollywood - Zombis atómicos en Barcelona
1 El 2001 me compré la primera edición que salió de la trilogía de El Padrino en DVD. Desde entonces hasta ahora, todas las ediciones que salieron después no tenían ningún tipo de extra. Pensaba que pasaría los mismo con la edición en Blu-ray, pero salió un pack de la trilogía que incluía un Blu-ray con extras nuevos, además de los editados en aquella primera edición.
Uno de los nuevos extras es un documental titulado La obra maestra que casi no fue, dedicado a estudiar el crítico estado en que se encontraba Hollywood a finales de los 60. Se pinta un panorama apocalíptico, en el cual todas las grandes producciones parecen destinadas al fracaso y los grandes conglomerados empresariales empiezan a comprar estudios de cine por cuatro perras, siendo el inicio de la situación actual en la cual todos los grandes estudios son propiedad de conglomerados que tratan las películas como un producto más.
Pronto me di cuenta que todo lo que contaba este documental me resultaba familiar. Y luego caí: en este blog ya había hablado diversas veces sobre como, a finales de los 60, el cine de los grandes estudios era incapaz de asimilar los rápidos cambios que estaban teniendo lugar en la sociedad, cambios que el cine de serie B y los productores independientes sí reflejaban. Así, cuando explican en este documental que parecía que el cine iba a desaparecer, en realidad hablan sólo del cine de Hollywood, interpretado como el único cine que se hacía. Tampoco mencionan como los grandes estudios sobrevivieron gracias a adoptar los temas, géneros y estilos del cine independiente. Tenedlo en cuenta si veis este documental y pasaros por aquí para tener una perspectiva más amplia, que para eso estamos.
Por cierto, otra cosa curiosa de este documental es ver a George Lucas hablando de como querían hacer películas personales y artísticas sin tener en cuenta el hecho de que la gente fuera a verlas o no. ¡Ay, Lucas, cómo has cambiado! ¿Por qué no incluíste las versiones originales de la trilogía galáctica en el Blu-ray? ¿Las sacarás aparte? Espero que el lado oscuro no te haya devorado del todo y sigas el ejemplo de Steven Spielberg que sacará E.T. en Blu-ray en su versión original, desechando la versión políticamente correcta.
2 Éste sábado, la gente de El Buque Maldito tuvo a bien organizar un pase del clásico La invasión de los zombies atómicos (Incubo sulla città contaminata, 1980) con su director Umberto Lenzi como invitado. Fue un evento inolvidable y fantástico.
Por suerte, había sido previsor y llegué a la sala una hora antes, y me evité quedarme sin sitio como le pasó a mucha gente que vio la película sentada en el suelo. Ver esta película en una sala llena de gente aficionada al género fue como verla de nuevo. Las reacciones espontáneas hicieron aún más disfrutable este clásico de culto.
Entre estas reacciones destacaría: el súbito aplauso en una escena en la cual un doctor lanza cual ninja un bisturí a uno de los infectados atómicos; otro aplauso cuando la negada actriz Laura Trotter recibe una señora hostia exageradamente dada por el también negado actor Hugo Stiglitz; la entusiasta ovación ante la posible muerte de la Trotter seguida de un "oooh" al ver que sigue viva.
A pesar de las dificultades con el idioma, Lenzi ofreció un interesante coloquio y ofreció jugosa información a los aficionados, así como un montón de diversas y divertidas anécdotas. Ante todo, mostró su asombro ante lo llena que estaba la sala, ya que era la primera vez que veía una sala tan llena para ver esta película.
En referencia a Incubo... explicó que Quentin Tarantino le dijo que sus zombis eran mejores que los de Romero, ya que los suyos corren, son inteligentes y usan diversas armas. Pero a Lenzi no le acababa de gustar esa definición porque no consideraba a las criaturas zombis sino monstruos creados por la radiación. Así que, aunque sólo se mueran si se les dispara a la cabeza y se alimenten de carne humana, no son zombis: que quede claro. Lo primero que dijo es que la película se había mantenido bien, entretenida y llena de acción, a pesar de que la pareja protagonista no tenía ningún talento para la actuación. Hugo Stiglitz, del cual dijo que era "un [insertar palabra malsonante] sin talento", fue impuesto por los productores mejicanos y Laura Trotter, de la cual dijo que era "una [insertar referencia a una antigua profesión] sin talento", fue impuesta por un productor italiano que le aseguró que la Trotter sería una gran estrella. El resto del reparto, por suerte, está estupendo.
La película fue rodada en Madrid y Zaragoza, siendo los interiores rodados en Roma. En Zaragoza filmaron cerca de una base militar, "pendiente de ver si atacaban los comunistas", que estaba más que curiosa por ver que sucedía en el rodaje. Cuenta Lenzi que Paco Rabal, en cuya primera escena le vemos demostrando su poderío con Maria Rosaria Omaggio, algo borracho se dedicaba a entretener a los militares mientras Lenzi rodaba. También contó que una vez en Roma, se dedicó a rodar más insertos de efectos especiales porque no le había acabado de convencer el resultado obtenido en primer lugar. También explicó como ahora es una película política además de terror, teniendo en cuenta los recientes sucesos en Tokio y París, siendo los comentarios que se hacen al respecto más relevantes en la actualidad que cuando se estrenó la película.
Lenzi repasó, a petición de los asistentes, diversos títulos clásicos de su filmografía. Hubo varias preguntas que hacían referencia a Caníbal Ferox (Cannibal ferox, 1981). En una de éstas contó como un día alguien le felicitó por el enorme éxito que había tenido en Estados Unidos con Make Them Die Slowly (hacedles morir lentamente), pero Lenzi le dijo que él no había dirigido semejante película. Intrigado fue a ver al distribuidor italiano y le preguntó por el asunto. El distribuidor le dijo que no había vendido la película a Estados Unidos, pero que le había dejado una copia a un amigo. Al parecer, éste "amigo" decidió poner en los cines americanos esa copia con otro título y hacerse de oro.
Otro cambio de título sufrió la interesante Paranoia (1969). Cuando Lenzi acabó de rodar La brigada de los condenados (La legione dei dannati, 1969) volvió a Italia y descubrió que los distribuidores habían cambiado el título de Paranoia por Orgasmo. Este título facilitó que fuera un gran éxito pero hubo que retirarla a las tres semanas de estrenarla porque se celebraba la Pascua y no se consideró apropiado que semejante título estuviera expuesto por las calles.
Personalmente me hizo bastante gracia cuando, hablando de diferentes técnicas de efectos y trucajes que forman parte del pasado, explicó como en La banda del gobbo (1978), el actor Tomas Milian interpretaba a una pareja de hermanos: uno de los hermanos llevaba barba y el otro no. Usando la pantalla partida, primero filmaron a Milian sin barba, luego le iban a poner una barba falsa para hacer la parte del otro hermano pero Milian se negó en rotundo a que le pusieran una barba falsa, se empeñó en salir con su barba. Así que hubo que esperar a que le creciera la barba para terminar la película.
Finalmente, Lenzi habló de como se había enamorado de muchas de sus actrices principales pero "siempre profesionalmente"; mencionó que cuando trabajaba en un género en particular no veía películas que fueran del mismo género para no influenciarse (cosa que me llamó la atención porque la mayoría de directores hace lo contrario) y explicó como conoció a Tarantino cuando éste era un desconocido, entre otras muchas cosas. Para acabar, contó que había tenido que dejar de rodar a principios de los 90 por razones de salud, problemas con el corazón, y que ahora se dedicaba a escribir, aunque cuando explicó que su quinta novela estaba a punto de publicarse dijo que la "acababa de rodar" en lugar de escribir, así que supongo que en cierta forma sigue activo.
En definitiva, una jornada para el recuerdo. Y si no habéis visto esta joya de culto, no sabéis lo que os perdéis.
Uno de los nuevos extras es un documental titulado La obra maestra que casi no fue, dedicado a estudiar el crítico estado en que se encontraba Hollywood a finales de los 60. Se pinta un panorama apocalíptico, en el cual todas las grandes producciones parecen destinadas al fracaso y los grandes conglomerados empresariales empiezan a comprar estudios de cine por cuatro perras, siendo el inicio de la situación actual en la cual todos los grandes estudios son propiedad de conglomerados que tratan las películas como un producto más.
Pronto me di cuenta que todo lo que contaba este documental me resultaba familiar. Y luego caí: en este blog ya había hablado diversas veces sobre como, a finales de los 60, el cine de los grandes estudios era incapaz de asimilar los rápidos cambios que estaban teniendo lugar en la sociedad, cambios que el cine de serie B y los productores independientes sí reflejaban. Así, cuando explican en este documental que parecía que el cine iba a desaparecer, en realidad hablan sólo del cine de Hollywood, interpretado como el único cine que se hacía. Tampoco mencionan como los grandes estudios sobrevivieron gracias a adoptar los temas, géneros y estilos del cine independiente. Tenedlo en cuenta si veis este documental y pasaros por aquí para tener una perspectiva más amplia, que para eso estamos.
Por cierto, otra cosa curiosa de este documental es ver a George Lucas hablando de como querían hacer películas personales y artísticas sin tener en cuenta el hecho de que la gente fuera a verlas o no. ¡Ay, Lucas, cómo has cambiado! ¿Por qué no incluíste las versiones originales de la trilogía galáctica en el Blu-ray? ¿Las sacarás aparte? Espero que el lado oscuro no te haya devorado del todo y sigas el ejemplo de Steven Spielberg que sacará E.T. en Blu-ray en su versión original, desechando la versión políticamente correcta.
2 Éste sábado, la gente de El Buque Maldito tuvo a bien organizar un pase del clásico La invasión de los zombies atómicos (Incubo sulla città contaminata, 1980) con su director Umberto Lenzi como invitado. Fue un evento inolvidable y fantástico.
Por suerte, había sido previsor y llegué a la sala una hora antes, y me evité quedarme sin sitio como le pasó a mucha gente que vio la película sentada en el suelo. Ver esta película en una sala llena de gente aficionada al género fue como verla de nuevo. Las reacciones espontáneas hicieron aún más disfrutable este clásico de culto.
Entre estas reacciones destacaría: el súbito aplauso en una escena en la cual un doctor lanza cual ninja un bisturí a uno de los infectados atómicos; otro aplauso cuando la negada actriz Laura Trotter recibe una señora hostia exageradamente dada por el también negado actor Hugo Stiglitz; la entusiasta ovación ante la posible muerte de la Trotter seguida de un "oooh" al ver que sigue viva.
Umberto Lenzi |
En referencia a Incubo... explicó que Quentin Tarantino le dijo que sus zombis eran mejores que los de Romero, ya que los suyos corren, son inteligentes y usan diversas armas. Pero a Lenzi no le acababa de gustar esa definición porque no consideraba a las criaturas zombis sino monstruos creados por la radiación. Así que, aunque sólo se mueran si se les dispara a la cabeza y se alimenten de carne humana, no son zombis: que quede claro. Lo primero que dijo es que la película se había mantenido bien, entretenida y llena de acción, a pesar de que la pareja protagonista no tenía ningún talento para la actuación. Hugo Stiglitz, del cual dijo que era "un [insertar palabra malsonante] sin talento", fue impuesto por los productores mejicanos y Laura Trotter, de la cual dijo que era "una [insertar referencia a una antigua profesión] sin talento", fue impuesta por un productor italiano que le aseguró que la Trotter sería una gran estrella. El resto del reparto, por suerte, está estupendo.
La película fue rodada en Madrid y Zaragoza, siendo los interiores rodados en Roma. En Zaragoza filmaron cerca de una base militar, "pendiente de ver si atacaban los comunistas", que estaba más que curiosa por ver que sucedía en el rodaje. Cuenta Lenzi que Paco Rabal, en cuya primera escena le vemos demostrando su poderío con Maria Rosaria Omaggio, algo borracho se dedicaba a entretener a los militares mientras Lenzi rodaba. También contó que una vez en Roma, se dedicó a rodar más insertos de efectos especiales porque no le había acabado de convencer el resultado obtenido en primer lugar. También explicó como ahora es una película política además de terror, teniendo en cuenta los recientes sucesos en Tokio y París, siendo los comentarios que se hacen al respecto más relevantes en la actualidad que cuando se estrenó la película.
Lenzi repasó, a petición de los asistentes, diversos títulos clásicos de su filmografía. Hubo varias preguntas que hacían referencia a Caníbal Ferox (Cannibal ferox, 1981). En una de éstas contó como un día alguien le felicitó por el enorme éxito que había tenido en Estados Unidos con Make Them Die Slowly (hacedles morir lentamente), pero Lenzi le dijo que él no había dirigido semejante película. Intrigado fue a ver al distribuidor italiano y le preguntó por el asunto. El distribuidor le dijo que no había vendido la película a Estados Unidos, pero que le había dejado una copia a un amigo. Al parecer, éste "amigo" decidió poner en los cines americanos esa copia con otro título y hacerse de oro.
Otro cambio de título sufrió la interesante Paranoia (1969). Cuando Lenzi acabó de rodar La brigada de los condenados (La legione dei dannati, 1969) volvió a Italia y descubrió que los distribuidores habían cambiado el título de Paranoia por Orgasmo. Este título facilitó que fuera un gran éxito pero hubo que retirarla a las tres semanas de estrenarla porque se celebraba la Pascua y no se consideró apropiado que semejante título estuviera expuesto por las calles.
Personalmente me hizo bastante gracia cuando, hablando de diferentes técnicas de efectos y trucajes que forman parte del pasado, explicó como en La banda del gobbo (1978), el actor Tomas Milian interpretaba a una pareja de hermanos: uno de los hermanos llevaba barba y el otro no. Usando la pantalla partida, primero filmaron a Milian sin barba, luego le iban a poner una barba falsa para hacer la parte del otro hermano pero Milian se negó en rotundo a que le pusieran una barba falsa, se empeñó en salir con su barba. Así que hubo que esperar a que le creciera la barba para terminar la película.
Finalmente, Lenzi habló de como se había enamorado de muchas de sus actrices principales pero "siempre profesionalmente"; mencionó que cuando trabajaba en un género en particular no veía películas que fueran del mismo género para no influenciarse (cosa que me llamó la atención porque la mayoría de directores hace lo contrario) y explicó como conoció a Tarantino cuando éste era un desconocido, entre otras muchas cosas. Para acabar, contó que había tenido que dejar de rodar a principios de los 90 por razones de salud, problemas con el corazón, y que ahora se dedicaba a escribir, aunque cuando explicó que su quinta novela estaba a punto de publicarse dijo que la "acababa de rodar" en lugar de escribir, así que supongo que en cierta forma sigue activo.
En definitiva, una jornada para el recuerdo. Y si no habéis visto esta joya de culto, no sabéis lo que os perdéis.
20 may 2011
Lars Von Trier persona non grata
Posiblemente hayáis oído la que montó Von Triers en Cannes. En caso contrario, el resumen es éste: Von Triers hizo una de sus acostumbradas salidas de tono, diciendo que entendía a Hitler y demás tonterías, se producen una serie de indignadas respuestas, disculpas de Von Triers, el Festival de Cannes lo declara persona non grata y más declaraciones provocadoras por parte de Von Triers. Podéis leer todo el asunto en detalle en thewrap.com.
Sería muy fácil rasgarse las vestiduras lleno de indignación, ya sea para lamentar que-la-gente-no-entienda-el-humor-negro-de-Von-Triers-y-qué-está-pasando-volvemos-al-pasado o para exclamar qué-mal-gusto-hay-cosas-con-las-que-no-se-juega-Von-Triers-se-lo-merece. En mi caso no haré ninguna de las dos.
Y no haré nada por la simple razón que estos enfrentamientos y respuestas indignadas son justo lo que busca Von Triers, que cada vez más tiene la costumbre de hacer provocativas declaraciones para llamar la atención. Y la provocación por la provocación acaba aburriendo. Y a mí Von Triers me aburre, por lo menos mientras se siga portando como un niño de cinco años en busca de atención.
22 ene 2011
Películas que te gustaron y a mí no
Hoy el cuerpo me pide marcha, así que he decidido cargarme películas que tienen prestigio, premios, gran aceptación en taquilla o lo que sea pero que a mí no me gustaron.
Elephant (2003), Gus Van Sant: Este señor bodrio de Van Sant fue inspirado por el tiroteo en el instituto de Columbine. Una cosa me quedó clara tras ver la película: Van Sant no tiene ni idea de psicología o de la motivación que puede llevar a semejante acto de brutalidad. La verdad que para mí Van Sant ya perdió el norte con el fracasado experimento de hacer una versión de Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960) como si fuera Pierre Menard, autor del Quijote. Y al contrario de lo que muchos piensan, fue Van Sant el instigador del remake y el que persiguió a la productora para hacerlo. El caso es que después de Drugstore Cowboy (1989) no recuerdo ninguna película de Van Sant que realmente me gustara.
Funny Games: juegos divertidos (Funny Games, 1997), Michael Haneke: Vi esta película después de ver La pianista (La pianiste, 2001) que me gustó bastante y Caché (Escondido) (Caché, 2005) que me pareció interesante, con lo cual tenía buen ánimo para verla. Sin embargo, no me gustó nada, nada. Hay pocas cosas que me disgusten más que que me sermoneen, y básicamente esta película es eso: un largo y tedioso sermón llevado a cabo por una persona que se sitúa en un plano moral que considera elevado al del resto. El tema de la violencia y la fascinación del ser humano por ella, su morbosidad podríamos decir, ha sido tratado en infinidad de ocasiones, desde El manantial de la doncella (Jungfrukällan, Ingmar Begman, 1960) hasta La violencia del sexo (I Spit on Your Grave aka Day of the Woman, Meir Zarchi, 1978), pasando por la sátira de La carrera de la muerte del año 2000 (Death Race 2000, Paul Bartel, 1975) o la recientemente comentada Rollerball (Norman Jewison, 1975). Hasta la Troma lo hizo en su peculiar estilo en El día de la madre (Mother's Day, Charles Kaufman, 1980). Por ello la manera que tiene Haneke de tratar el tema de manera tan obvia y altanera realmente me parece decepcionante y pedante. Y ya le perdí el respeto a Haneke totalmente cuando hizo la fotocopia americana de esta película: podría haber jugado un poco con la presentación de su tesis o haberse negado a hacerla y mantener cierta integridad artística, habría sido mejor que lo que hizo.
21 gramos (21 grams, 2003), Alejandro González Iñárritu: Amores Perros (2000) fue una película que me gustó bastante aunque me dejó emocionalmente exhausto. Pensé que Iñárritu era un director interesante y valía la pena seguirle la pista. Sin embargo, después de ver el resto de su filmografía, he cambiado de idea. Y en realidad he puesto 21 gramos porque fue la que me puso sobre la pista, pero ni Babel (2006) ni Biutiful (2010) me gustaron tampoco. Básicamente son películas tremendamente folletinescas que se regodean en la tragedia y el melodrama, como si hacer un dramón fuera algo más serio, difícil o prestigioso que el resto de géneros. La gota que colmó el vaso fue Biutiful con su regodeo burgués en la clase baja, representando una Barcelona tan irreal y falsa como la Barcelona de Woody Allen en la infumable Vicky Cristina Barcelona (2008). No soporto como busca la lágrima fácil y la angustia de culebrón.
Bella de día (Belle de jour, 1967), Luis Buñuel: La verdad es que no tenía muchos problemas con esta película hasta que descubrí The Agony of Love, una película de 1966 de William Rostler que tiene el mismo argumento, incluida una escena onírica. Cierto es que la película de Buñuel está basada en una novela francesa de 1928, pero las semejanzas visuales, así como el súbito cambio de estilo de Buñuel, me hacen pensar que posiblemente también viera esta película. Ahora, porque una es ensalzada por la crítica especializada y la otra desechada como mera exploitation da que pensar. Y, sinceramente, yo mismo no me habría dado cuenta si no hubiesen hablado de The Agony of Love en el documental Schlock! - The Secret History of American Movies (2001, Ray Greene).
El sexto sentido (The Sixth Sense, 1999), M. Night Shyamalan: Recuerdo que la primera vez que vi esta película en el cine me dejó bastante indiferente pero la segunda vez que la vi en el confort del hogar se me hizo tremendamente pesada. La historia no era particularmente inventiva u original, sobretodo después de haber visto el episodio 16 de la primera temporada de La dimensión desconocida (The Twilight Zone, 1959-1964), y su ejecución no me resultó particularmente interesante, sobretodo después de ver algunas películas japonesas. Pero al contrario que con otros directores, sí he visto películas posteriores de Shyamalan que me han gustado.
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