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12 jul 2024

Lisa Frankenstein

 


 

El último viaje del Demeter (The Last Voyage of the Demeter, André Øvredal, 2023) es una atmosférica y entretenida película de terror, una fantástica revisitación del Drácula de Bram Stoker, que en el momento de escribir estas líneas permanece inédita en nuestro país. Después de anunciarse su estreno en cines, este quedó suspendido y finalmente se verá en streaming. Por un momento parecía que Lisa Frankenstein (Zelda Williams, 2024) iba a correr la misma suerte, pero se ha acabado estrenando... en DVD. No en cines o en Blu-ray o en 4K. En DVD. En fin, aparte de recomendar comprar en Blu-ray El último viaje del Demeter, hay ediciones buenas baratas, os recomiendo también comprar en 4K, de importación (barata cuando la reservé), Lisa Frankenstein. Espero que al acabar de leer este artículo por lo menos lo consideréis.

Lisa (Kathryn Newton) intenta adaptarse a una nueva vida en una nueva ciudad, después de la muerte de su madre y que su padre (Joe Chrest) se haya casado de nuevo con la irritante Janet (Carla Gugino), obteniendo así una hermanastra, Taffy (Liza Soberano). Gótica ochentera, a Lisa le cuesta encajar, así que descarga sus penas en la tumba de un joven en un cementerio no consagrado. Una noche, su confidente de ultratumba vuelve a la vida, pero la criatura (Cole Sprouse) regresa con algunas carencias. Lisa decide reconstruir al cadáver revivido eliminando las personas que le hacen la vida imposible.

Parece que Diablo Cody está destinada a escribir películas de terror de culto. Lisa Frankenstein seguramente seguirá el mismo camino que Jennifer's Body (Karyn Kusama, 2009): fracasar en taquilla para, al cabo de unos años, ser reivindicada por sus fans. Creo que en Estados Unidos no funcionó porque se decidió ir de una calificación R a una PG-13, irónicamente en un intento de ampliar su audiencia. Pero dudo que el público adolescente estuviera muy interesado en una película ochentera repleta de guiños a la época y los amantes del terror perdieron su interés al pensar que no sería lo bastante potente. Y es cierto que la película no es todo lo sangrienta que era en un principio, demandando ciertos cambios en algunas escenas para adaptarla a la clasificación deseada, pero la historia y los personajes lograron que no echara en falta algo de sangre para darle alegría al film. De hecho, creo que hay un gag que funciona mejor en la versión PG-13 que como fue originalmente concebido.

La trama parece indicar que la película dirigida por Zelda Williams será una actualización de "adolescente que se venga de sus atormentadores de modo sobrenatural", que durante los 80 fue una trama popular con títulos como El legado del diablo (Evilspeak, Eric Weston, 1981) o 976 - El teléfono del infierno (976-Evil, Robert Englund, 1988). En realidad, Lisa Frankenstein es más una versión subversiva con asesinatos y zombis de Dieciséis velas (Sixteen Candles, John Hughes, 1984) o, especialmente, La chica de rosa (Pretty in Pink, Howard Deutch, 1986), si los ejecutivos hubiesen aceptado el casting de Robert Downey, Jr. en lugar de Jon Cryer. Lisa arranca el film emocionalmente dañada, pero el viaje a través de toda la locura en la que se ve sumergida será el catalizador para superar sus traumas. Tal vez no de la manera más sana, pero desde luego de la manera más entretenida para nosotros. Es algo que me apasiona del género, se puede tratar en él temas serios, como superar el duelo por la muerte de un ser querido que es el caso de esta película, pero hacerlo usando una historia fantástica o de terror que logra hacer llegar al espectador a una catarsis, mucho mejor que un simple drama deprimente, que es solo eso: un drama. Mezcla elementos de un trama clásica dentro del cine de terror, lo deja claro en el título, con elementos de la comedia romántica adolescente. Esta mezcla de elementos clásicos da lugar a algo moderno, con un toque ligeramente subversivo y tremendamente divertido.

Es cierto que los problemas de distribución no son exclusiva nuestra, The Empty Man: El mensajero del último día (The Empty Man, David Prior, 2020) sigue sin tener edición física y Hellraiser (David Bruckner, 2022) cuenta solo con una triste edición en DVD, pero es una lástima que Lisa Frankenstein no pueda ser disfrutada ampliamente en nuestro país. Pero supongo que eso es lo que hace de ella una película de culto. Aunque sea un culto de uno.

20 oct 2022

¡Corten! (Coupez!)


 

Acaba de publicarse mi crítica de ¡Corten! (Coupez!, Michel Hazanavicius, 2022) en Underbrain Mgz, que podéis leer clicando en:

https://underbrain.com/cine/corten/

Se trata de un remake francés de la genial One cut of the dead (Kamera o tomeru na!, Shin’ichirô Ueda, 2017). No supera al original ni de lejos, pero por lo menos es mejor que la típica "comedia francesa del año" con la que nos castiga el país vecino.

2 nov 2021

Apocalipsis Voodoo


 

Toda regla tiene su excepción. Desde el estreno de Grindhouse (Quentin Tarantino, Robert Rodriguez, Edgar Wright, Eli Roth, Rob Zombie, 2007) y la cada vez mayor popularidad de la exploitation, la serie B y el cine trash, se han prodigado las imitaciones/homenajes/parodias de lo mal llamado cine cutre. Películas como la saga Sharknado o las dos entregas de Iron Sky que intentan compensar su falta de medios y talento buscando la complicidad del espectador, haciendo películas malas a posta en pocas palabras. Es algo que normalmente no me gusta. El auténtico cine basura resulta mágico porque sus autores, genios como Tommy Wiseau o Neil Breen, están convencidos de estar haciendo obras maestras, cine serio con mayúsculas. Estas imitaciones y parodias se quedan cortas porque nunca son capaces de reproducir algo creado desde la ceguera artística y la ineptitud inconsciente. Pero, repito, siempre hay excepciones. Apocalipsis Voodoo (Vasni Ramos, 2018) es una de esas excepciones.

El argumento de Apocalipsis Voodoo nos presenta una seria amenaza en forma de canción que puede convertir a quién la oye en zombi y unos héroes que son Starsky y Hutch bañados en LSD. La película mezcla kung fu, buddy movies y terror bailongo con grandes dosis de cachondeo y amor al cine B, Z, e incluso cine G, W y Q. Que me lo acabo de inventar, pero si existe está en Apocalipsis Voodoo. Sergio G. Ramos y José Ramallo encabezan un reparto ecléctico de actores que interpretan el film en inglés sin tener ni idea de inglés (salvo honrosas excepciones), dando vida a White Chocolate y Charlie Vargas respectivamente. También destacan Raquel Rial como Kowalsky y Jorge Galván como Blackman, este último robando cada escena en la que aparece.

Película hecha con muy poco dinero pero con muchas ganas y convicción, el psicotrónico guión coge al espectador y lo lleva a un Los Ángeles de final de los 70 de fantasía, en el que la música funk puede matar y uno se puede convertir en un maestro del kung fu en una tarde gracias a la magia del montage. De principio a fin, las carcajadas se suceden en esta parodia/carta de amor tan imaginativa que es inevitable rendirse a sus encantos. Incluso pudo seducir a un escéptico del cine cutre intencionado como yo, algo que no es fácil cuando ya has visto películas setenteras sobre camas asesinas y a Regaliz enfrentarse a los monstruos de la Universal. Respeto al equipo y al reparto de Apocalipsis Voodoo que espero no sea tan buena como el siguiente proyecto en que se embarquen sus creadores.

16 feb 2021

Cementerio del terror

 

Cuando se empieza a ver Cementerio del terror (Rubén Galindo Jr., 1985) es muy fácil detectar la influencia en el argumento del clásico de John Carpenter La noche de Halloween (Halloween, 1978). Por eso resulta tan sorprendente que Cementerio del terror se parezca tan poco a La noche de Halloween o Posesión infernal (The Evil Dead, Sam Raimi, 1981), otra película de la que también coge elementos prestados. Se construye una personalidad propia que convierte el film en un festival sangriento tremendamente entretenido.

El film arranca con el impasible Hugo Stiglitz en el papel del doctor Cardan. El buen doctor tiene una pesadilla protagonizada por Devlon (José Gómez Parcero), un asesino psicópata brutal que fue paciente suyo. Aparentemente, Devlon ha muerto, pero el doctor Cardan insiste en que se ha de quemar el cuerpo y deshacerse de él. Por supuesto, las autoridades, representadas por el capitán Ancira (Raúl Meraz), no le creen y no ven necesario recurrir a semejantes medidas. Paralelamente, un grupo de descerebrados adolescentes planea una fiesta en una casa abandonada coincidiendo con la noche de Halloween. Jorge (Servando Manzetti), Óscar (René Cardona III) y Pedro (Andrés García Jr.) planean engañar a sus novias, Olivia (Edna Bolkan), Lena (Erika Buenfil) y Mariana (Jacqueline Castro), para que acudan a una casa abandonada diciéndoles que hay una fiesta con famosos. Los planes no salen como se esperaban los chicos y las comprensiblemente cabreadas novias se cierran a jugar tenis de campanilla. Este trío de pazguatos decide entonces que la mejor manera de poner a tono a sus chicas es gastarles una broma, robando un cadáver de la morgue y montando una ceremonia satánica. Por otro lado, Tony (Eduardo Capetilla), Anita (María Rebeca), Raúl (César Adrián Sánchez), Usi (Usi Velasco) y César (César Velasco) son un grupo de niños que decide pasar un reto de valor yendo al cementerio en plena Noche de Brujas. Por supuesto, los cabezahuecas de los adolescentes harán que Devlon vuelva a la vida y se dedique a masacrar a todo quisqui.

Como he mencionado en la intro, esta producción mexicana resulta muy entretenida. No es que sea muy original, pero la mezcla de elementos, siendo parte slasher parte peli de zombis, le da un toque propio. En especial por la manera en que avanza la trama. Al principio uno puede temerse que los irritantes adolescentes sean los protagonistas, pero son gráficamente despachados por Devlon, pasando el protagonismo a los niños, que tendrán la ayuda de Hugo Stiglitz in action vestido como si se hubiera escapado de un episodio de Corrupción en Miami. Devlon, por su parte, es un asesino bastante notorio usando solo sus manos para hacer escabechina a sus víctimas. Las interpretaciones son bastante exageradas y artificiales, sobre todo al lado de ese trozo de madera con barba que es Stiglitz. Este actor es el único que conozco que es tan intenso como inexpresivo. Pero en conjunto el dispar rango interpretativo le añade diversión al film.

Desconocía la obra de Rubén Galindo Jr., pero con lo que me he divertido viendo Cementerio del terror no voy a tardar en ver más películas suyas, ahora que han empezado a ser editadas en Blu-ray por Vinegar Syndrome. Maldita sea, así no hay manera de salir de pobre.

9 feb 2021

La rebelión de las muertas

 

Paul Naschy tocó el tema de los zombis en La rebelión de las muertas (León Klimovsky, 1973) y, por supuesto, lo hizo utilizando los zombis clásicos pre-Romero. El resultado es un interesante film de terror rodado en un momento particularmente bullicioso y activo en el género en España.

Elvire Irving (Romy) lleva a su amigo el doctor Lawrence Radcliffe (Víctor Barrera alias Vic Winner) a ver al gurú Krisna (Paul Naschy). Krisna ha ayudado a Elvire a superar traumas del pasado y entre ambos surge una relación. La llegada de Krisna a Inglaterra sucede al mismo tiempo que una misteriosa figura enmascarada comete varios asesinatos, convirtiendo a las víctimas femeninas en zombis a su servicio. Menuda casualidad, ¿verdad? El doctor Radcliffe sospecha algo e investiga, mientras Elvire sufre ataques y amenazas de muerte, para las que busca refugio en los brazos de Krisna.

Paul Naschy fue siempre una mente inquieta, buceando en libros de historia y esótericos para encontrar material que enriqueciese sus guiones. Para el argumento de La rebelión de las muertas mezcló el vudú con la religión hindú, con referencias a la secta thuggee, y el satanismo. Un cóctel propio de los gustos y debilidades de Naschy. Además, utiliza el recurrente romance condenado, con la protagonista enamorada del personaje de Naschy lo que es clave para un ritual, y la imagen de la mujer con el cuello atravesado por un cuchillo y bebiendo la sangre que mana de una copa. Motivos recurrentes en las películas que rodó por aquella época, tal vez por ser escritos en cortos periodos de tiempo. La imagen del asesino enmascarado, el otro personaje de Naschy en el film, recuerda a los asesinos del giallo populares entonces, mientras que las máscaras que utiliza son un antecedente de las que llevarían unos años más tarde los asesinos de los slashers.

Aquellos que gusten de sentirse ofendidos e indignados juzgando con valores morales actuales películas antiguas, como el caso de esta película que tiene ya 48 años, pueden hacerlo con una chocante escena en la que se le corta la cabeza a una gallina como parte de un ritual vudú, sin olvidar que Paul Naschy y Mirta Miller van maquillados para interpretar a personajes indios. Bueno, en el caso de Naschy es por partida doble, sin contar la escena onírica en que hace de Satán.

Los amantes del género pueden disfrutar con una película que ofrece momentos muy logrados aunque la trama resulte algo familiar. León Klimovsky le aporta una gran atmósfera al film, particularmente en los asesinatos. Creo que resulta especialmente llamativa la manera en que intenta otorgarle cierta cualidad etérea y surreal a las zombis. Si os interesa, hay una edición italiana en Blu-ray bastante buena (y barata) que incluye la pista de audio castellana, editada con el título La vendetta dei Morti Viventi.

8 dic 2020

Versus

 

El director de Azumi (2003), Godzilla: Final Wars (Gojira: Fainaru uôzu, 2004) y El vagón de la muerte (The Midnight Meat Train, 2008), Ryûhei Kitamura, se dio a conocer mundialmente con Versus (2000), una demente, delirante y desfasada película que mezcla yakuzas, samurais y zombis.

Si habéis visto cualquiera de las películas arriba citadas (y recomiendo que lo hagáis en caso contrario), os habréis percatado de que una de las cualidades del cine de Kitamura es el exceso. Sus esfuerzos por sumergir al espectador en una historia cargada de acción y emoción, ya sea adrenalina o terror, hacen que sus películas se conviertan en auténticas montañas rusas. Una cualidad ya presente es su debut en el largo, tras un par de mediometrajes. Versus introduce a sus personajes en el bosque de la resurrección, situado en una de las 666 puertas al más allá que hay por todo el mundo. En este lugar dos personajes, interpretados por Tak Sakaguchi y Hideo Sakaki, se encuentran envueltos en un conflicto centenario, que arranca en el pasado y continua en el presente incorporando a unos yakuzas que utilizan el bosque para enterrar a sus víctimas. Víctimas que volverán a la vida mientras la rueda del destino se pone en marcha.

A la práctica, el argumento se traduce en dos horas de peleas de artes marciales, tiroteos y duelos de espadas con la incorporación de mutilaciones de zombis salidos de una película de Lucio Fulci. Todo ello regado con un iconoclasta sentido del humor que convierte Versus en una película no solo tremendamente excitante, también tremendamente divertida. En este sentido, Minoru Matsumoto es el que más hace reír con su inútil yakuza que reacciona como un niño pequeño cada vez que la caga de forma espectacular.

Kitamura realizó la película pensando en el público occidental, mostrando sus influencias de cineastas como Lucio Fulci, Sam Raimi, Russell Mulcahy y John Carpenter. Todo ello mezclado con su peculiar estilo. Y funcionó, festivales de todo el mundo se rindieron al espectacular espectáculo de acción sangrienta de Kitamura. Lo sorprendente para el director fue que el film fue también un éxito en Japón, dándole la oportunidad de ponerse al frente de ambiciosas películas con elevados presupuestos como Azumi. Lo cual tiene mucho mérito considerando que Versus era una pequeña película independiente con un presupuesto muy bajo (por eso se ambienta el film en un bosque para ahorrar localizaciones y escenarios).

El film empezó como una secuela del mediometraje de Kitamura Down to Hell (1997), pero a medida que fueron trabajando en el guion vieron que la historia se iba haciendo más ambiciosa y decidieron estrenarla como una película original con entidad propia. El propio Kitamura financió la película, con su dinero y el de amigos y familia. La apuesta salió bien, logrando crear un festival de acción con pocos medios. En 2004, Kitamura volvió a reunir al reparto y rodó nuevo material para el film. Estrenada como Ultimate Versus, esta versión remodelada contiene todavía más acción e incorpora todo aquello que en su día no se pudieron permitir por el limitado presupuesto.

Con el tiempo Versus, ya sea la original o la versión Ultimate, se ha convertido merecidamente en una película de culto. Una brutal maravilla que recomiendo a todo el mundo.

31 jul 2019

Saga: El regreso de los muertos vivientes

 
Para aquellos entre vosotros hambrientos de sesos humanos, he escrito para Underbrain Mgz un repaso a la saga iniciada con la clásica El Regreso de los Muertos Vivientes (The Return of the Living Dead, Dan O'Bannon, 1985). Disfrutadlo clicando en:


Si no tenéis bastante con este artículo, también en este blog escribí sobre la tercera entrega y el documental sobre la primera película.


17 jun 2019

Ana y el apocalipsis (Anna and the Apocalypse)


Con bastante retraso, he podido por fin ver Ana y el apocalipsis (Anna and the Apocalypse, John McPhail, 2017), de momento solo editada en Blu-ray en Alemania. Tenía ganas de verla porque une dos cosas que siempre me han gustado: los musicales y el gore. Y no me ha decepcionado.

Anna Shepherd (Ella Hunt) tiene una fuerte discusión con su padre (Mark Benton), debido a sus planes cuando acabe el instituto. Por desgracia, esos planes quedan cancelados cuando se desata una epidemia zombi en el mundo. Anna y sus amigos lucharán para sobrevivir y poder solucionar sus problemas personales al mismo tiempo.

La idea de hacer un musical zombi fue concebida por Ryan McHenry en 2009. Idea que plasmó en el corto Zombie Musical, que escribió y dirigió.


McHenry vio que la idea tenía mucho más potencial, que podía hacerse una película con esa permisa. Así se puso en marcha Anna and the Apocalypse. Lamentablemente, McHenry enfermó de cáncer y murió en 2015. Sus compañeros siguieron adelante con el proyecto como homenaje a su amigo.

La película mezcla la comedia musical adolescente con el género zombi, insuflando nueva vida en un género sobreexplotado. Se consiguen así secuencias muy logradas, como una al principio en que una ignorante Anna va cantando hacia el instituto sin darse cuenta de la masacre a su alrededor, o el número que acompaña una matanza de zombis a cargo de los capullos del instituto. Las canciones son muy pop y pegadizas, mis favoritas son Hollywood Ending, Turning My Life Around y Human Voice. La comedia también resulta muy efectiva y logra que te intereses por los personajes.

Por supuesto, me doy cuenta de que no es una película para todo el mundo. Si no te gustan los musicales o las pelis de zombis, dudo que te vaya a hacer cambiar de opinión. Pero si te hace gracia el tráiler es posible que disfrutes con Anna and the Apocalypse como lo hice yo.


1 may 2019

Saga: La noche de los muertos vivientes

 
He estado trabajando en un extenso artículo sobre la saga de los muertos vivientes que dirigió George A. Romero y podéis leer el resultado en Underbrain Mgz, clicando aquí:


Ya había escrito anteriormente sobre los zombis de Romero (aquí y aquí), pero este artículo es más completo incluyendo todos los remakes y menciones a los cómics inspirados por estas películas. Espero que os resulte interesante.


13 feb 2019

One Cut Of The Dead (Kamera o tomeru na!)

 
En Japón no gusta el cine de zombis. Al menos es lo que dice Shin'ichirô Ueda, director de One Cut of the Dead (Kamera o tomeru na!, 2017), en una entrevista incluida en el Blu-ray editado por Third Window Films. Es, tal vez por eso, que algunos de los más interesantes títulos de zombis han surgido de este país, obligados los cineastas a ofrecer algo más que las típicas películas que han saturado el género en Occidente. Lo que nos lleva a la fantástica One Cut of the Dead.

El rodaje de una película de zombis de bajo presupuesto es interrumpido por muy reales zombis. El reparto y el equipo corre para salvar la vida perseguidos por los no muertos y un director frenético que no deja de gritar: ¡No paréis de filmar! Este argumento es el que justifica un plano secuencia de 37 minutos, logrado sin los trucos de montaje digital tan habituales hoy día.

Esto es todo lo que sabía de este film: película japonesa de zombis que empieza con un plano secuencia de 37 minutos. También sabía que se había rodado con un presupuesto muy, muy bajo y que se había estrenado originalmente solo en dos salas, logrando a pesar de todo recaudar millones, superando en Japón estrenos de la Marvel y de la saga Star Wars, sin apenas publicidad. Luego había arrasado por los festivales de medio mundo. Solo con esta información, reservé, guiado por la intuición, la edición en Blu-ray inglesa, edición que llegó la semana pasada. No tardé en verla preocupado por saber si mi intuición me había fallado o había acertado.

Y sigo dando rodeos para no entrar a fondo en la película porque creo que es mejor entrar a verla sin saber nada, o solo lo superficial. Porque One Cut of the Dead es mucho más que una película de zombis. Hasta se podría decir que es una película de zombis que disfrutarán incluso aquellos que están cansados del género o a los que no les gustan las películas de zombis. Haré lo posible por no estropearle la película a nadie y que todos la disfruten como hice yo.

Como ya he dicho, el film de Ueda es mucho más que un plano secuencia muy largo y zombis a la japonesa, aunque con solo esos elementos ya es todo un triunfo. También es una carta de amor al cine de bajo presupuesto, un monumento a la pasión por el séptimo arte. Y, la guinda en el pastel, es una película muy, muy divertida. Provoca auténticas carcajadas. O por lo menos me las provocó a mí, que, al ser catalán, crecí con una televisión autonómica que ponía por las tardes series de animación japonesa como Dr. Slump, familiarizando a la chavalada con el humor japonés (cuando era pequeño también ponían muchas series de ciencia ficción como Dr. Who y The Twiligt Zone y títulos clásicos de terror, si se refieren a esto con lo del adoctrinamiento, conmigo, desde luego, funcionó).

Este film es un pequeño milagro. Una mezcla de terror y comedia que funciona a la perfección. Una celebración del cine de género y del cine hecho con cuatro duros. Recomendada no solo a los fans de los zombis, también a los fans del cine en general. Os dejo el tráiler, pero os aconsejo no verlo si tenéis intención de ver One Cut of the Dead.
 

8 nov 2018

Overlord


Ya disponible mi critica de Overlord (Julius Avery, 2018), como siempre, en Underbrain Mgz, clicando aquí:


No soy muy fan de la manera que tiene J. J. Abrams de orquestrar la promoción de sus producciones, deberían haber presentado desde el principio esta película como una entretenida serie B sin muchas complicaciones. El hype solo funciona uno o dos días.


30 jul 2018

La muerte sonríe al asesino (La morte ha sorriso all'assassino)

 
Utilizando el pseudónimo Joe D'Amato (y algunos otros más), Aristide Massaccesi dirigió casi doscientas películas. Pero solo una la firmó con su nombre real: La muerte sonríe al asesino (La morte ha sorriso all'assassino, 1973). Una curiosa mezcla de terror y giallo protagonizada por la bella Ewa Aulin, en la que también hace una breve aparición el inclasificable Klaus Kinsky.

La muerte sonríe al asesino es un film peculiar y extraño, onírico incluso. Intentar resumir su argumento de forma coherente es complicado (para mí siempre buena señal), baste decir que la joven Greta (Ewa Aulin) sufre un accidente a la entrada de la propiedad de los Ravensbrück, Walter (Sergio Doria) y Eva (Angela Bo). El matrimonio acoge en su casa a la desconocida y, a partir de entonces, se empiezan a suceder toda una serie asesinatos misteriosos y también peculiares triángulos amorosos.

En los extras de la edición en Blu-ray a cargo de Arrow Films, hay una entrevista en la que Massaccesi explica que decidió utilizar su nombre en esta película debido a la calidad del reparto y del acabado final. Aunque contiene elementos temáticos que encontramos en otros títulos de Joe D'Amato, este título destaca en la filmografía de este director por su habilidad técnica, con planos innovadores, que evidencian que este fue un film especial para él.

Personalmente, es una película que encuentro fascinante por la forma en que mezcla distintos géneros y su atípico desarrollo. Como se indica al principio, nos encontramos con una mezcla de elementos del giallo y del cine de terror, con referencias a clásicos inmediatamente reconocibles de Edgar Allan Poe y Sheridan Le Fanu. Aunque se empezó a rodar con un guion terminado, durante el rodaje se fue improvisando y cambiando/añadiendo elementos, lo que contribuye a darle un aire imprevisible y onírico, ya que mezcla recuerdos, presente y pasado. Esta manera de rodar también sugiere que algunas de las referencias a clásicos de la literatura de terror son más inconscientes que algo buscado. Además, subtramas como la que protagoniza Klaus Kinsky solidifican la extrañeza general que domina el film. Y todo el conjunto salpicado de erotismo y sangrientos asesinatos, los más reconocibles elementos de la filmografía de Joe D'Amato.

En definitiva, este es un film que recomendaría a los amantes del género que estén cansados de ver lo de siempre y les apetezca algo diferente.


7 mar 2018

Frozen Scream

 
Cuando piensas que has visto lo peor de lo peor, que la torpeza cinematográfica ya no guarda secretos para ti, es entonces que descubres con enorme placer que todavía hay mucho cine basura ahí fuera esperando ser descubierto. Como es el caso de la deliciosamente ridícula Frozen Scream (Frank Roach, 1975).

La verdad es que ni siquiera sé por dónde empezar. Tal vez por lo menos importante: el argumento. Básicamente, es la típica historia de mad doctors experiementando con cadáveres para conseguir la inmortalidad. En este caso, implantan en los muertos una especie de chip prodigioso para crear zombis, parecido a los experimentos del mad doctor de KISS en Ataque de los Fantasmas (KISS Meets the Phantom of the Park, Gordon Hessler, 1978). Este habitual argumento le da la excusa perfecta a su director para introducir hilarantes escenas oníricas y ridículos discursos grandilocuentes sobre la vida y la muerte, que le dan un toque pretencioso que aumenta el factor carcajada.

Como ya he dicho, el argumento es lo de menos, lo que realmente importa son las extrañas decisiones que tomó su director, haciendo que la película destaque por su increíble torpeza. Las interpretaciones son todas horrendas, en especial la de la protagonista Lynne Kocol (sorpresa: esta es la única película en su currículum, lo que hace que me pregunte cómo consiguió este papel). Uno tiene la sensación de que el reparto está formado por robots. Te da una idea aproximada de lo que podría ser una película hecha por unos ladrones de cuerpos espaciales.
 
A la par con las interpretaciones se encuentra la dirección. El confuso estilo en que está montada el principio de la cinta es solo el aperitivo. El film está lleno de decisiones bizarras, como doblar una actriz en mitad de un diálogo, con lo que a media frase pasa del sonido directo al doblaje en estudio, por ejemplo. Pero, sin duda, la mejor baza es la decisión de incluir una voz en off a posteriori, en escenas que no estaban pensadas para contar con una voz en off. De nuevo, en mitad de un diálogo se presenta e inicia la narración, mientras oyes de fondo como sigue el diálogo original. No eliminar del todo el diálogo original te permite comprobar que la narración muchas veces explica lo mismo que los diálogos, así que su inutilidad es más evidente.

En definitiva, Frozen Scream está recomendada para aquellos que disfruten con cine basura del bueno. No pude parar de reír mientras este monumento a la estupidez se desplegaba en toda su gloria. Cada vez que Lynne Kocol abre la boca o interviene un cura raro, la carcajada no tarda en presentarse. Editada por Vinegar Syndrome en DVD junto a El ejecutor de New York (The Executioner, Part II, James Bryan, 1984), Frozen Scream es diversión garantizada.


20 oct 2017

El foso de la muerte (The Dead Pit)


No descubrí El foso de la muerte (The Dead Pit, Brett Leonard, 1989) en un oscuro videoclub, durante los años en que me dedicaba a explorar todo los videoclubes que podía en busca de oscuras joyas. Tampoco hay una interesante historia biográfica que me ligue sentimentalmente a este título. No, nada de eso. La verdad: me llegó una newsletter de Screen Archives donde aparecía esta película de oferta (una edición de dos discos por unos 6 euros) y, tras ver el tráiler, decidí darle una oportunidad. Fue una genialidad por mi parte, aunque esté mal que yo lo diga.

El doctor Colin Ramzi (Danny Gochnauer) está llevando a cabo experimentos poco ortodoxos con los pacientes del instituto mental en el que trabaja. El doctor Gerald Swan (Jeremy Slater) descubre las horribles prácticas del doctor Ramzi y lo asesina, dejando su cadáver junto a sus víctimas y tapiando la entrada al laboratorio de Ramzi. Veinte años después, una mujer con amnesia, referida como Jane Doe (Cheryl Lawson), nombre dado a las mujeres de identidad desconocida, es enviada a la institución mental para que pueda recuperar la memoria. Su llegada coincide, o provoca, el retorno del doctor Ramzi de la muerte, dedicado a poner en marcha nuevos experimentos y acompañado de sus pacientes zombi.

El director Brett Leonard es conocido principalmente por su no-adaptación de Stephen King El cortador de césped (The Lawnmower Man, 1992), película que dirigió justo después de El foso de la muerte. Como El cortador de césped era la película que me servía de referencia a su trabajo, me sorprendió con esta pequeña maravilla llena de deliciosos momentos de principio a fin.

Mezclando terror con ciertos toques comedia, se nos ofrece un delirante ejercicio lleno de gore (la edición en DVD de Code Red es el montaje del director sin censurar), que va de lo ridículo a lo genial en apenas segundos. Es un film hecho con poco dinero y mucha pasión, de modo que los momentos geniales tienen mucho mérito y los ridículos son muy divertidos. Para el poco dinero que tenían, los efectos de maquillaje son muy buenos y todo el gore está muy bien hecho. También son sorprendentemente buenas para este tipo de película las interpretaciones del reparto. La excepción sería Danny Gochnauer como el doctor Ramzi, pero su sobreactuación hace que cada en momento que sale en pantalla hilarante.

Pero estoy convencido que, más allá del gore y la historia que cuenta, la razón principal por la que disfruté tanto con esta película es esta: es un film con zombis que no presenta un apocalipsis ni a los muertos vivientes reanimados por un simple virus. Esto hace que esta película de 1989 resulte tremendamente refrescante cuando las comparas con el 99% de las películas de zombi actuales.

El tráiler fue suficiente para convencerme que esta película era mi tipo de película, especialmente sin cortar ni censurar. Si mi comentario no os ha convencido para darle una oportunidad, ved el tráiler para descubrir si también es vuestro tipo de película.


17 jul 2017

Adiós a George A. Romero

 
Para todo amante del cine de terror, la muerte de George A. Romero es una noticia terrible. El maestro estaba ultimando Road of the Dead, nueva entrega de la saga iniciada con El diario de los muertos (Diary of the Dead, 2007). Aunque en esta ocasión solo como productor y coguionista, imagino que debido a sus problemas de salud.

Pocos directores pueden presumir de haber creado un antes y un después con su trabajo. Romero lo hizo con La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, 1968). En este clásico, el director creó el zombi moderno, alejado de la tradición vudú que hasta entonces dominaba las películas con muertos vivientes. Sin embargo, aunque es indudable y obvia su influencia en el género, Romero es (porque lo sigue siendo) uno de mis directores favoritos por el humor negro y la inteligencia con que se acercaba al género, más allá de su contribución al cine de zombis (de las que El día de los muertos [Day of the Dead, 1985] es mi favorita). Para mí, sus películas más interesantes y logradas no están protagonizadas por muertos vivientes. Joyas como Martin (1978), editada en España con el horrible título El regreso de los vampiros vivientes, y Creepshow (1982) demuestran que Romero era un director cuyo talento y habilidad iba más allá de retratar el apocalipsis zombi.

En cierto modo, creo que su éxito con la saga "...de los muertos", en concreto la primera, fue una bendición pero también una maldición, ya que hizo muy complicado que otros proyectos suyos con otras temáticas vieran la luz. Por ello se vio obligado a trabajar con presupuestos muy bajos que muchas veces limitaban su ambiciosa visión. Solo tenéis que leer la serie de cómic El imperio de los muertos para ver de lo que era capaz Romero sin limitaciones presupuestarias.

Para mí su muerte ha sido todo un impacto. El mejor homenaje que se le puede hacer ahora es volver a ver y disfrutar con sus películas. En una entrevista incluida en la edición especial en Blu-ray que hizo Scream Factory de Atracción diabólica (Monkey Shines, 1988), Romero comenta su alegría por el hecho de que sus películas tengan vida a largo plazo, más allá de lo bien o mal que les vaya en el momento de estrenarse en cines. Y eso demuestra lo grande que fue Romero, a pesar de todo: sus películas estarán con nosotros siempre.

5 jul 2017

Helldriver (Nihon bundan: Heru doraibâ)


Yoshihiro Nishimura es director, guionista, encargado de efectos especiales y mil cosas más de películas de bajo presupuesto, llenas de gore pasado de vueltas y escenas absurdas llenas de surrealismo como Tokyo Gore Police (Tôkyô zankoku keisatsu, 2008). Helldriver (Nihon bundan: Heru doraibâ, 2010) es una de sus películas más populares y, por ello, más fácil de encontrar en Occidente.

Antes que nada debería aclarar que esta crítica se basa en la versión japonesa, no la versión internacional más corta (y sin mucho del gore). La edición inglesa incluye ambas versiones, mientras que otras ediciones incluyen solo una, aunque normalmente es la japonesa. Por si tenéis dudas: la versión original japonesa dura 117 minutos y la internacional 106 minutos.

Helldriver cuenta la historia de Kika (Yumiko Hara), la cual está a punto de ser asesinada por su madre psicópata Rikka (Eihi Shiina), cuando ambas se ven impactadas por un meteorito. Una extraña ceniza surge a partir del impacto, provocando que millones de japoneses se conviertan en una especie de zombis con cuernos. Kika, cuando despierte de un coma, se convertirá en una dedicada exterminadora de zombis y se embarcará en una misión para acabar con su madre, reina de los zombis.

Nishimura toma prestados muchos, muchos elementos de otras película y videojuegos, así que muchos detalles de la historia, personajes y situaciones resultarán familiares para los aficionados al cine de terror, fantasía y ciencia ficción. Todos estos elementos se presentan envueltos en la locura de Nishimura, que llena cada momento del film de sangrientos gags y toques absurdos, como si fuera un episodio de Dr. Slump para adultos. Aunque para mí lo más extraño de toda la película es la decisión de meter la secuencia de títulos de crédito cuando ya han pasado unos 45 minutos de película.

A pesar de que su estética de video digital y sus cutres efectos CGI, Helldriver también resulta visualmente interesante, aunque sea por los excesos que cubren cada rincón de la pantalla.

Estos excesos, toques absurdos y gore pasado de vueltas hacen que puedas aceptar los plagios a otras películas, provocando muchas carcajadas en el proceso, pero la película se acaba haciendo demasiado larga. Así, cuando más cerca se está del final, más cansado está el espectador, hasta que llega un punto en que el mayor absurdo ya no provoca ningún efecto debido al efecto de acumulación que se produce durante el visionado. Esto no es una recomendación de la versión corta o internacional, porque en esa versión desaparece mucho del gore que hace entretenida la película en su mayor parte.

Por tanto, es una película que recomendaría para los que tengáis paladar para este tipo de entretenimiento, aunque con la advertencia de que se puede hacer aburrida cuando ya has visto cuarenta fuentes de sangre y mutilaciones delirantes.


19 may 2017

I Am a Hero

 
A pesar de que durante mucho tiempo fui lector asiduo de manga, cada vez me costaba más encontrar series que me interesaran, hasta que prácticamente dejé de leerlo. I Am a Hero de Kengo Hanazawa fue la serie que me trajo de nuevo al manga. Cuando se empezó a publicar aquí ya escribí un artículo sobre ella para Underbrain Mgz (aquí), de modo que no me extenderé demasiado sobre ella. Baste decir que muchas de las cosas por las que me gusta leerlo también las encontré en su adaptación cinematográfica: I Am a Hero (2015) de Shinsuke Sato.

I Am a Hero cuenta la historia de Hideo Suzuki (Yô Ôizumi), un dibujante de manga mediocre cuya vida da un giro de 180º cuando una extraña epidemia se empieza a extender por Japón. Se trata de un virus que transforma a las personas en muertos vivientes sedientos de sangre. Hideo ve que ahora tiene la oportunidad de convertirse en el tipo de héroe que siempre ha soñado ser, sobretodo cuando se impone la tarea de proteger a la joven Hiromi (Kasumi Arimura). Lo que no será fácil en este nuevo mundo.

Así explicada, esta película no parece muy diferente de otras películas de zombi que se han estrenado en nuestras pantallas. Pero realmente lo es, por lo menos para alguien aburrido ya de las recientes y repetitivas películas zombis que han ofrecido los cineastas occidentales. Sato, director también de la adaptación de Gantz, se mantiene muy fiel al manga en lo que importa: el tono y los personajes. Cuando la película se puso en marcha, el manga todavía no había finalizado, así que se decidió adaptar una parte (además, su extensión no hace posible meterlo todo en una sola película). Teniendo esto en cuenta, también es bastante fiel trasladando momentos del manga directamente a la pantalla.

El director le imprime a I Am a Hero un ritmo frenético y trepidante, en particular en la fantástica escena de pánico en Tokyo, sabiendo cuando darle un respiro al espectador y hacer interesante el desarrollo dramático de los personajes. Como ya hemos mencionado, el film es fiel al tono del manga, así que entre el terror y la acción también hay muy efectivos momentos de comedia. Así, esta es una película que también disfrutarán enormemente aquellos que no han leído el manga y solo quieren ver una entretenida peli de zombis.


25 ene 2017

Segunda oportunidad: La noche de los muertos vivientes - 1990

 
Ahora estamos acostumbrados a que se hagan nuevas versiones de clásicos del cine de terror, recibidas con el habitual escepticismo y/o repugnancia. Pero a principios de los 90, tras varios notorios remakes en los 80, era algo inesperado, que no provocaba inmediato rechazo ya que los remakes ochenteros mencionados fueron bienvenidos y sobresalientes. A pesar de ello, La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, Tom Savini, 1990) pasó sin pena ni gloria por las taquillas de cine, en una época en que los zombis no interesaban al gran público.

Muchos aficionados al cine de terror ya conocen la historia de como George A. Romero, John A. Russo y Russell Streiner perdieron los derechos de La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, George A. Romero, 1968) cuando, al cambiar el título original por el que es conocido ahora, eliminaron sin querer el copyright. El resultado fue que los creadores del film no obtuvieron ningún beneficio económico del fabuloso éxito en taquilla que tuvo la película originalmente, además de que con los años se ha visto sometida a distintas y horribles manipulaciones.
 
Romero, Russo y Streiner, tras años luchando por recuperar sus derechos, decidieron optar por hacer un remake de su película con la intención de que legalmente se reconocieran sus derechos y obtener algún beneficio de su creación. Romero se encargó de escribir el guion y eligió a Tom Savini como director. Savini se estrenaba como director de largos, aunque ya había trabajado como director en la serie de Romero Cuentos desde la oscuridad (Tales from the Darkside, 1983-1988).

Savini pasaba entonces por un mal momento personal, estaba en medio de un divorcio nada amistoso, y muchos de los cambios y escenas que quería hacer, no le fueron permitido hacerlos por el productor Menahem Golan. La unión de estos dos hechos provocó que Savini se desentendiera del film durante mucho tiempo, al igual que la mayoría de los espectadores.

Una reacción fácil de entender. Cuando originalmente vi la película, la verdad es que me dejó indiferente. Me recordaba demasiado al film de Romero (el hombre no se esforzó demasiado en cambiar el guion original que escribió con Russo a finales de los 60), no me pareció interesante y me olvidé de él. Sin embargo, cuando recientemente me encontré a buen precio la edición australiana de Umbrella en Blu-ray de la película, un impulsó me llevó a hacerme con ella. Este nuevo visionado cambió completamente mi percepción del film de Savini.

Entre los nuevos extras de esta edición, aparecen storyboards de escenas que Savini había planeado hacer pero Golan no le dejó, por razones de tiempo y presupuesto. Savini explica estas escenas, que le habrían dado un aire a lo Sam Raimi al film y creado una película bastante diferente del film original de Romero. Es una lástima que Savini no pudiera hacer realidad estas escenas, además de que los productores se excedieron a la hora de eliminar momentos sangrientos para apaciguar a la censura.

Sin embargo, aún teniendo en cuenta todo ello, La noche de los muertos vivientes, versión 1990, acaba siendo una buena película. Tal vez la distancia en el tiempo, tal vez los continuos traumas con los actuales remakes han ayudado a valorar este film por si mismo. Sea cual sea el motivo, me encontré de lleno metido y absorbido por la película. Para mí, la razón principal son las interpretaciones del reparto, encabezado por Tony Todd, Tom Towles y Patricia Tallman. Las interpretaciones son magníficas y nos anclan en la película, crean interés por lo que pueda suceder. Algo que me había pasado anteriormente desapercibido ya que la primera vez que vi este film fue en televisión a principios de los 90, doblado al catalán.

También ha resultado curioso, teniendo en cuenta la saturación actual, volver a una época en que los zombis solo nos interesaban a unos pocos, cada film del género tenía una personalidad propia. Lo cual resulta raro decirlo de un film que es un remake escrito por el propio director del film original, pero Savini le aporta su personalidad al film, aunque no tanta como hubiera querido él. Si no la habéis visto, recomiendo darle una oportunidad.


11 may 2016

Wild Zero

 
Salvaje, bizarra, pasada de vueltas, ruidosa y divertidísima, Wild Zero (Tetsuro Takeuchi, 1999) es una genial mezcla de comedia, terror y ciencia ficción protagonizada por la banda de rock garage Guitar Wolf.

La mencionaba de pasada en mi artículo sobre The Sore Losers (John Michael McCarthy, 1997) y por ello estaba convencido de que ya la había comentado con anterioridad. Sin embargo, pronto me di cuenta de mi error, un error que debía subsanar pronto ya que este delirio cargado de decibelios merece ser disfrutado por toda la humanidad. Guitar Wolf (banda formada por Guitar Wolf, Bass Wolf y Drum Wolf) se interpretan a si mismos librando una gran batalla contra los muertos vivientes resucitados por una raza extraterrestre; pero podríamos decir que el protagonista es Ace (Mashashi Endô), fan de Guitar Wolf a los que pide ayuda para salvar a su enamorada Tobio (Kwancharu Shitichai) de los terribles zombis.

Wild Zero desde el principio abandona cualquier intención de parecer realista, creando su propio y excesivo mundo, en el que Guitar Wolf parece poseer poderes mágicos para acabar con cualquier amenaza que aceche la humanidad mientras viajan de concierto en concierto. Su energética narrativa y peculiares protagonistas, junto con el tono de comedia, hace que uno se olvide de lo típico del argumento y la situación y se deje llevar por la diversión.

Entre gritos de ¡Rock and roll! y explosiva violencia, Wild Zero avanza a ritmo frenético como si fuera una de las canciones del grupo protagonista. Como si el film fuera un desmadrado y sangriento Looney Tunes en imagen real. Por eso digo que lo mejor es dejarse llevar, buscarle cualquier lógica es un ejercicio inútil.

Una de las pocas películas de culto que realmente se merece esa etiqueta, comparada con la mayoría de películas de zombis que se estrenan hoy día, Wild Zero es un rabioso soplo de aire fresco, a pesar de los años que han pasado desde que se estrenó. Muy recomendada, especialmente a un volumen excesivamente alto.


22 abr 2016

Generación Z (The Rezort)


Ya podéis leer mi crítica de Generación Z (The Rezort, Steve Barker, 2015) en Underbrain Mgz, clicando aquí:

http://underbrain.com/cine/generacion-z/

Interesante película de zombis, no muy original pero bastante entretenida. Aunque el hecho de que solo haya encontrado el tráiler para el estreno en España me dice que tal vez corra peor suerte de la que se merece.