29 dic 2023

No hay nada fuera (There's Nothing Out There)

 

Esta comedia terrorífica es casi una parodia de las películas de terror con monstruo suelto. Durante mucho tiempo se mantuvo escondida en las estanterías de los videoclubes, hasta que fue adquirida por la Troma que la distribuyó en DVD a principios del siglo XXI. Con el tiempo, No hay nada fuera (There's Nothing Out There, Rolfe Kanefsky, 1991) ha conseguida que la apoyen un gran número de seguidores, lo que la convierte oficialmente en una película de culto.

Un grupo de amigos decide pasar el fin de semana en una casa al lado de un lago. Por desgracia, coincide con el fin de semana en el que una criatura del espacio exterior ha llegado para alimentarse. Aunque uno de ellos, Mike (Craig Peck), está obsesionado con el cine de terror e intenta avisar a sus amigos señalando lo parecida que es su situación a la de una película de terror, el grupo no tardará en caer presa de la criatura.

Esta película de Rolfe Kanefsky se ríe de los tópicos del género, al mismo tiempo que los explota en su argumento, con generosas dosis de desnudos gratuitos y algunos efectos gore. Pero esta película ha ido ganando prestigio con el tiempo debido a la presencia de Mike, el personaje que comenta continuamente lo que les sucede en relación a una película de terror, destacando todo el mundo que "lo hizo antes que Scream". Y es cierto que la carta metalingüística la jugó el film de Kanefsky antes que el clásico de Wes Craven. Pero es que antes de There's Nothing Out There, esa misma carta ya la habían jugado películas como Terror en el instituto (Return to Horror High, Bill Froehlich, 1987) y El retorno de Martin (Evil Laugh, Dominick Brascia, 1986), por nombrar un par. Y lo hicieron mejor, ya que Mike se acaba convirtiendo en un personaje bastante irritante, por no decir pesado, que tampoco logra nada con su conocimiento del género.

Por tanto, felicidades por el esfuerzo, aunque la ejecución no acabe de funcionar. Algo que se aplica a toda la película, no solo a su aspecto "meta". Es decir, es una película bastante divertida, con varios momentos que me hicieron reír, pero se nota que es una película "primeriza". La dirección es muy rígida, muy de "storyboard", le falta frescura y algo de ritmo. Las interpretaciones no destacan, pero por lo menos no son terribles, algo que también se puede decir de los efectos especiales.

Por suerte, el hecho de que, en su mayor parte, la comedia funcione ayuda a que sus defectos no impidan el disfrute de la película. El resultado final es un film interesante, aunque lo que claman sus fans que era original no lo sea.

22 dic 2023

Historias de medianoche (Campfire Tales)


 

Siempre ha existido una conexión entre las leyendas urbanas más macabras y el cine de terror, alimentándose mutuamente a lo largo de los años. Uno de los ejemplos más conocidos es Historias de medianoche (Campfire Tales, Matt Cooper, Martin Kunert, David Semel, 1997), película antológica que adapta diversas leyendas urbanas.

Historias de medianoche es uno de los ejemplos más conocidos, pero no el mejor. Su popularidad radica en que fue estrenada a finales de los 90, de modo que muchos actuales comentaristas de cine de terror la destacan ya que la vieron a una edad impresionable, y porque en su reparto encontramos muchos rostros familiares. Algunos se convirtieron en estrellas más tarde, como James Marsden, otros eran rostros familiares en televisión y en las películas directas a vídeo de la época como Christine Taylor y Jennifer MacDonald. Pero, dejando de lado la nostalgia, el conjunto es algo desigual, nunca acaba de explotar al máximo todo el potencial de la propuesta.

La película empieza bastante bien, con una adaptación muy fiel, rodada en blanco y negro, de la clásica historia del garfio. Eddie (Marsden) y Jenny (Amy Smart) son una pareja de adolescentes enrollándose en una apartada carretera dentro de un coche, cuando Jenny empieza a escuchar extraños ruidos coincidiendo con un momento en el que la radio anuncia que se ha escapado un loco asesino de un manicomio, un asesino que tiene un garfio en lugar de mano derecha. Su efectividad radica en su simpleza, explicando la historia en su versión más conocida. En 1997, la leyenda del garfio sería la más conocida de todas las adaptadas, no solo por su popularidad como cuento de fogata, sino también porque una versión se cuenta al inicio de Sé lo que hicisteis el último verano (I Know What You Did Last Summer, Jim Gillespie, 1997), de modo que era una gran forma de meterse en el espíritu de la película.

Tras la introducción se pasa a la historia que sirve de unión del resto: un grupo de adolescentes (Christopher Masterson, Jay R. Ferguson, Kim Murphy y Taylor) tiene un accidente y, mientras espera que llegue la ayuda, cuentan leyendas urbanas al calor de una fogata. No mencionaré antecedentes porque equivaldría a destripar el final, pero resultará bastante familiar a los espectadores.

El siguiente segmento también cuenta una leyenda popular, cuya base se usó al inicio de Sabe que estás sola (He Knows You're Alone, Armand Mastroianni, 1980) y también fue usada en Leyenda urbana (Urban Legend, Jamie Blanks, 1998), en ambos casos de forma mucho más efectiva. La leyenda urbana original se cambió para que no fuera demasiado parecida al segmento del garfio que abre la película. Por eso aquí los protagonistas no son una pareja de adolescentes aparcados en una solitaria carretera, sino una pareja de luna de miel, Ron Livingston y MacDonald, haciendo un viaje en una autocaravana. Inevitablemente pararán en un lugar apartado, pero en este caso serán víctimas de unas extrañas criaturas. Tiene buenos momentos, pero los cambios para modernizarla no añaden nada de interés, posiblemente también a que, debido al bajo presupuesto, no se ven las criaturas con lo que se pierde efectividad.

La siguiente historia se moderniza también, añadiendo un detalle que la hace moderna: un psicópata (Jonathan Fuller) utiliza un chat para hacerse pasar por una niña de doce años y localizar niñas que convertir en futuras víctimas. En esta ocasión, la futura víctima es la pequeña Amanda (Alex McKenna). De nuevo, a pesar de algún buen momento, la modernización de la leyenda no la hace más interesante, quedando su potencial sin explotar. Tal vez porque hay otras leyendas que habrían quedado más cinematográficas y la conclusión resulta algo insatisfactoria.

La última historia, aparte del hilo que une los distintos segmentos, es una historia que, de nuevo, resultará bastante familiar ya que recuerda a uno de los primeros episodios de la serie Historias de la cripta (Tales from the Crypt). Está mejor ejecutada que los dos segmentos anteriores, aunque sea algo predecible. Como predecible es el final de la película, aunque incorpora algo habitual hoy día que entonces era una auténtica sorpresa: una escena poscréditos.

Historias de medianoche es hoy día una curiosidad interesante, pero no es una joya a descubrir. Sigue siendo lo que fue entonces, una buena idea que no acaba de funcionar posiblemente a que lo que cuenta ya había sido o sería explotado de forma más efectiva en otras películas.


15 dic 2023

El lago del Terror (Terror at Tenkiller)


 
El lago del Terror (Terror at Tenkiller, Ken Meyer, 1986) no es un sofisticado slasher que le da la vuelta al género. No es tampoco un desenfrenado festival de sangre y gratuitos desnudos al puro estilo ochentero, ni mucho menos es una joya perdida a redescubrir. Sin embargo, ha sobrevivido la transición de formato en formato, de VHS a DVD a una reciente edición en 4K nada menos. ¿Cómo es posible cuando películas mucho mejores todavía no se han editado ni en DVD?

Leslie (Stacey Logan) y Jenna (Michele Merchant) son dos amigas que deciden pasar el verano en el lago Tenkiller, trabajando como camareras cuando no están relajándose en el lago. Leslie aprovecha también para huir de su tóxico novio Josh (Kevin Meyer), que está a un paso de convertirse en un maltratador. Su estancia coincide con la de Tor (Michael Shamus Wiles), un asesino en serie que se dedica a matar las mujeres de la zona.

Una historia simple, pocos personajes, Terror at Tenkiller no podría ser un slasher más básico. Al inicio del film se presenta al asesino, así que no hay misterio en cuanto a su identidad. Quiere crear suspense manteniendo su presencia alrededor de las dos protagonistas que no sospechan que hay un asesino en la zona. Al menos así es como actúan, más tarde se añadió una voz en off para tapar agujeros de guión y cubrir escenas que no se rodaron, que en ocasiones contradice lo que sucede en pantalla.

Esta manera de enfocar el argumento se traduce en que hay muchas escenas de relleno, con las dos protagonistas yendo de un sitio a otro, confiando que la amenaza que pesa sobre ellas sea bastante para mantener el interés del espectador. Aparte, la trama del novio abusivo se maneja con la delicadeza de un culebrón. La dirección no es que sea espectacular a la hora de vender la historia, es más bien rutinaria, en especial las secuencias de los asesinatos. Los efectos especiales no son nada del otro mundo, si bien están bien ejecutados. Las interpretaciones son igualmente mediocres, ni buenas ni terribles. Es decir, no es una de esas películas tan malas que se te quedan grabadas y te hacen disfrutar con su ineptitud épica.

Aún así, la película ha sobrevivido. De alguna manera, se ha mantenido presente. Y creo que la culpa es mía. Mía y de gente como yo, aquellos que nos aseguramos de ver cualquier slasher que se nos ponga en el punto de mira, especialmente si fue rodado durante la década de los 80. De aquellos a los que les encanta el género aunque sea criticado diciendo que todos los slashers son iguales. Es nuestra fe en el género la que nos lleva a buscar la próxima joya ensangrentada aunque la mayoría sean mediocres títulos como El lago del Terror.


8 dic 2023

Demonios asesinos (Yôkai hantâ: Hiruko aka Hiruko the Goblin)

 

Entre Tetsuo, el hombre de hierro (Tetsuo, 1989) y Tetsuo II: El cuerpo de martillo (Tetsuo II: The Body Hammer, 1992), sus dos títulos más conocidos, el director Shin'ya Tsukamoto estrenó Demonios asesinos (Yôkai hantâ: Hiruko aka Hiruko the Goblin, 1991), menos conocida pero igualmente interesante. La película adapta el manga de Daijirô Morohoshi Yokai Hunter, bastante popular en Japón, pero hasta ahora inédito en nuestro país.

Hieda Reijirou (Kenji Sawada) es un profesor de arqueología desacreditado por sus teorías sobre la existencia real de criaturas y monstruos que se creen mitológicos. Hieda recibe una carta de su cuñado Takashi Yabe (Naoto Takenata), donde le comenta el descubrimiento de una tumba ancestral cerca de un colegio, ahora cerrado por las vacaciones de verano. Cuando Hieda llega se encuentra que Hieda ha desaparecido misteriosamente junto a la estudiante Tsukishima Reiko (Megumi Ueno). Masao (Masaki Kudou), el hijo de Takashi y enamorado de Tsukishima, también se encuentra en el colegio intentando averiguar qué ha sido de los desaparecidos. Hieda y Masao se enfrentarán juntos a los demonios que han salido de la tumba hasta entonces oculta.

El título castellano Demonios asesinos puede dar la impresión de que nos encontramos ante una película de terror, ya sea al estilo J-Horror o con más sangre y gore. Pero, aunque hay elementos de terror y alguna escena inquietante, la película de Tsukamoto tiene muchos elementos de comedia y del cine de aventuras. Un cóctel de géneros al que hay que añadir la influencia del cine fantástico americano a la hora de presentar criaturas propias de la mitología japonesa. La comedia la proporcionan principalmente los dos protagonistas, en especial el torpe Hieda. Equipado con una serie de armas de creación casera, como una versión japonesa del cazafantasmas Tristanbraker, la primera reacción de Hieda ante la presencia del demonio que caza en el colegio cerrado es la misma que tendría yo: salir corriendo. A pesar de todo, sus conocimientos serán muy útiles y se acabará convirtiendo en un héroe. Mientras, Masao se enfrenta a un importante destino tras descubrir diversos secretos familiares. El terror y las aventuras se dan de la mano en la exploración del colegio cerrado y la aparición de Hiruko, que cuando posee a una persona ésta se convierte en una cabeza con patas de insecto, como una araña infernal.

El resultado es una película que mezcla terror japonés con Gremlins (Joe Dante, 1984) y Posesión infernal (The Evil Dead, Sam Raimi, 1981). Inquietante y muy divertida al mismo tiempo, entretenida de principio a fin, Demonios asesinos es también coherente y sólida, a pesar de la dispar mezcla de géneros, gracias al tono consistente y la energética dirección de Tsukamoto. Es el extraño caso de una película que gustará tanto al aficionado a la cultura pop japonesa, al aficionado al terror o a alguien que no está demasiado interesado en ninguna de las dos cosas. Un título fantástico en más de un sentido.

1 dic 2023

Puertas perversas

 

Durante mucho tiempo, los aficionados al cine de género asiático, ya fuera japonés, chino o coreano o de donde fuera, lo teníamos bastante difícil para ver películas de estos países. Entonces, a finales de los 90, hubo una explosión de títulos debido al éxito de The Ring (El círculo) (Ringu, Hideo Nakata, 1998), que fue el punto de partida de la moda del nuevo J-Horror, y al impacto internacional de Audition (Ôdishon, Takeshi Miike, 1999). Así, con el tiempo, se han ido conociendo en Occidente títulos que solo se habían visto en festivales o cintas piratas. Uno de estos títulos que ahora se puede conseguir sin dificultad es el híbrido de thriller y terror Door (Banmei Takahashi, 1988).

Durante la década de los 80 del pasado siglo XX, el cine de terror japonés se fue volviendo cada vez más salvaje debido a la cada vez mayor demanda del mercado del video de productos más extremos que lo que se estrenaba en salas de cine. Películas pasadas de vueltas como Entrails of a Virgin aka Guts of a Virgin (Shojo no harawata, Kazuo "Gaira" Komizu, 1986) dominaban el género en video. Aunque también se produjeron títulos notables, como la genial Tokyo Snuff (Shiryô no wana, Toshiharu Ikeda, 1988), los títulos cada vez más extremos y gore que llenaban las estanterías de los videoclubes provocaron que el gran público se fuera alejando del género, que se hizo muy minoritario. Es por entonces que se empiezan a editar en vídeo historias de fantasmas y compilaciones de cortometrajes inquietantes, originalmente enfocadas al público adolescente japonés femenino, que acabaría dando origen al J-Horror que tanto impactó Occidente.

Entre estos dos extremos, el terror gore pasado de vueltas y las historias sobrenaturales cargadas de atmósfera, nos encontramos Door. La película se estrenó en cines producida por The Director's Company, una compañía fundada con el objetivo de dar completa libertad creativa a los cineastas. La trama, a primera vista, no es muy distinta de las que nos encontramos en los thrillers de la época. Pero, repito, es algo solo a primera vista. Yasuko Honda (Keiko Takahashi) es una joven ama de casa feliz en su matrimonio y madre de un niño. Su idílica vida doméstica se ve solo enturbiada por el acoso de los vendedores a domicilio y el miedo a que alguien entre en casa, por lo que se asegura de cerrar bien la puerta del piso en que vive la familia. Un día, un vendedor (Daijirô Tsutsumi), consigue introducir la mano por la rendija de la puerta para dejarle a Yasuko unos panfletos. Asustada, Yasuko cierra de golpe la puerta golpeando los dedos del insistente vendedor. Molesto por la reacción de Yasuko, este vendedor se obsesiona con ella y empieza a acosarla continuamente, mediante llamadas y ataques que irán escalando en gravedad.

Door tiene una estructura que recuerda a la de la posterior Audition: la mayor parte del film se dedica a acumular tensión mediante el suspense psicológico. Esta acumulación de tensión acaba explotando en unos sangrientos veintes minutos finales cargados de violencia. Además de la tensión, el argumento de Door tiene unos siempre bienvenidos toques de sátira social, con la manera en que presenta el acoso de los vendedores a domicilio, cuyo equivalente actual serían las pesadas llamadas a domicilio ofreciendo ofertas de forma contínua. Pero aún más relevante para el espectador actual es la manera en que representa a la protagonista. La japonesa era (y al parecer sigue siendo) una sociedad muy machista (la nuestra no es mucho mejor), algo denunciado en distintas películas del género. Este comentario social es algo que también une Door y Audition, en el caso del film de Banmei Takahashi en lo sola que está Yasuko en su lucha contra el acosador: su marido está días fuera trabajando y la deja sola sin darle importancia a sus quejas, la policía no hace nada y cuando pide ayuda en el edificio nadie acude.

Además de los temas que toca, Door también destaca por la manera en que está rodada. La cámara flota continuamente, creando planos elegantes. También transmite muy bien la claustrofobia de estar encerrados en el piso con Yasuko. La banda sonora resulta efectiva, si bien algo repetitiva.

En definitiva, todo esto es lo que hace de Door una película interesante y notable, aunque el argumento resulte muy familiar al espectador actual.


 

 

Mientras se encontraba trabajando en su última película, los productores le pidieron a Banmei Takahashi que le cambiara el título para convertirla en una secuela de Door, debido a las buenas ventas que estaba teniendo en vídeo (tras la entrada en bancarrota de The Director's Company, Door y otros títulos de la productora estuvieron desaparecidos durante décadas). Así nació Door 2: Tôkyô Diary (1991), estrenada directamente en vídeo.

Esta secuela de nombre es completamente distinta de la primera entrega, como se puede uno imaginar teniendo en cuenta su origen. Se trata de un drama erótico protagonizado por Ai (Chikako Aoyama), una joven prostituta. Door 2 nos introduce en su mundo, los peculiares clientes que tiene, en particular la relación especial que mantiene con uno de ellos, Mamiya (Joe Yamanaka), y sus amistades.

Se ha de decir que esta película es más parecida a los anteriores trabajos del director, siendo Door, una película de terror, una rareza en su filmografía. Esta película era el territorio habitual de Takahashi, aunque no deja de tener sus momentos truculentos. Chikako Aoyama, recordada por su papel en Robotrix (Nu ji xie ren, 1991), carga sin problemas con el peso de la película, enfrentándose a todo lo que le pide la película sin miedo. Una película que se ha de apreciar no es moralista ni juzga a la protagonista por el trabajo que decide llevar a cabo, más bien observa una sociedad que parece desorientada.

La excusa para retitutarla Door 2 son un par de secuencias en las que Ai reflexiona sobre el misterio que se encuentra al cruzar las puertas de las casas de los clientes, ya que los hombres parecen transformarse una vez pasan por la puerta. Tras las distintas puertas que atraviesa Ai (ninguna verde en este caso), se producen diversas viñetas. Más o menos perversas, más o menos fetichistas, estas viñetas sirven de intervalo entre las escenas entre Ai y Mamiya, con el cual Ai intenta iniciar una relación convencional, lo que le llevará a plantearse su vida.

Door 2 no es un título memorable, más allá de la presencia de Aoyama, como es la primera Door, pero es un bienvenido añadido en la edición en Blu-ray. Hubo una tercer entrega aún más desconectada de estas dos películas.

28 nov 2023

Noche de paz (Silent Night)


 

Alegría en las calles, John Woo regresa a las pantallas de cine con Noche de paz (Silent Night, 2023). Podéis leer mis impresiones al respecto en Underbrain Mgz:

https://underbrain.com/cine/noche-de-paz-silent-night/

Una vez se acepta que John Woo no volverá a crear obras maestras como nos regaló en los 90, es una entretenida película de acción de temática vengadora.


16 nov 2023

El horrible secreto del doctor Hitchcock (L'orribile segreto del Dr. Hichcock)

 

Nada como meterse de lleno dentro de un buen terror gótico, lleno de noches tempestuosas, pasajes secretos, soterradas perversiones sexuales y algún muerto o dos que regresan de la tumba. El horrible secreto del doctor Hitchcock (L'orribile segreto del Dr. Hichcock, Riccardo Freda, 1962) es una gran entrada dentro del género que se beneficia con contar con la reina del terror gótico Barbara Steele en un papel protagonista.

Londres, 1897. El reputado cirujano Bernard Hichcock (Robert Flemyng) ha obtenido gran prestigio gracias a su habilidad con el bisturí y su invención de un efectivo suero anestésico que hace posibles arriesgadas operaciones. El doctor Hichcock también utiliza el suero para llevar a cabo juegos sexuales necrófilos con su esposa Margaretha (Maria Teresa Vianello). Pero durante uno de estos juegos, sin querer, el doctor le provoca una sobredosis a su esposa y esta muere. Traumatizado por el suceso, el doctor abandona Londres. Doce años después regresa, aparentemente recuperado y acompañado de su nueva esposa, Cynthia (Barbara Steele). Desde el momento de llegar, Cynthia tiene la sensación de encontrarse bajo la sombra de la esposa fallecida del doctor y no tardará en tener la impresión de que su fantasma la acosa. Paralelamente, el doctor Hichcock empieza a sucumbir de nuevo a sus tendencias necrófilas con las pacientes fallecidas.

La trama necrófila es lo que dio infame notoriedad a esta película desde el momento en que se estrenó. Pero se ha mantenido como un clásico del género gracias a su enfebrecida manera de narrar la historia y cómo utiliza los diferentes elementos propios del género gótico. El guionista Ernesto Gastaldi empezó a escribir una historia más clásica, pero cuando los productores le pidieron algo más inquietante y macabro, Gastaldi decidió introducir la necrofilia, tan aparente como era posible en la época en que se rodó. Riccardo Freda obtuvo la dirección del film cuando se apostó con los productores que podía rodar la película en solo catorce días (o diez días, depende de la entrevista). Para ganar la apuesta y cumplir el contrato, Freda le imprimió un ritmo frenético al rodaje. También concentró el rodaje en una sola localización, una gran villa en la que se creó la mansión londinense del doctor Hichcock y también la morgue y las salas de operaciones en las que trabaja. Finalmente, para asegurarse de que terminaba el rodaje a tiempo, decidió no rodar alrededor de doce páginas del guion original de Ernesto Gastaldi. En estas páginas se encontraban las explicaciones y motivaciones de los personajes, lo que en algunos casos es positivo, porque lo deja a la imaginación del espectador, en otros negativo, porque algún personaje desaparece sin que se resuelva el por qué de su presencia.

Las condiciones de rodaje sirvieron para imprimirle al film un aire frenético (dura 87 minutos), cargando la pantalla de elementos macabros y perversos. La utilización de una única localidad para rodar toda la película le da un aire claustrofóbico, incluso en las escenas en el hospital, así como puede resultar desorientadora (de una manera positiva) ya que continuamente parecen surgir nuevas habitaciones y lugares desconocidos en la mansión.

El uso del nombre Hichcock no es gratuito. Originalmente la película se tituló Raptus, ya que en el cine de entonces se puso de moda la utilización de términos clínicos como títulos tras el éxito de Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960). Gastaldi también llenó el film de referencias a otras películas del maestro, siendo Rebeca (Rebecca, Alfred Hitchcock, 1940) la película que tuvo una mayor influencia en la trama y el estilo de El horrible secreto del doctor Hitchcock. Por supuesto, cuando vieron que se había utilizado el nombre Hichcock, los productores decidieron usarlo en el título y el poster para obtener una mayor popularidad, cambiando la manera en que se escribe ligeramente para evitar denuncias. Otra gran influencia en el film fue Edgar Allan Poe a través de las adaptaciones que estaba realizando entonces Roger Corman. Hacía poco que se había estrenado en Italia con gran éxito El péndulo de la muerte (The Pit and the Pendulum, Roger Corman, 1961), que precisamente contaba con Barbara Steele entre las protagonistas, así que se intenta imitar su modelo.

Riccardo Freda cogió todos estos elementos del guion y los sacudió y presentó a su peculiar manera. De esta forma se convirtió lo que podría haber sido un simple pastiche, en una celebración del terror gótico que sigue entreteniendo y fascinando hoy día. En su día fue considerado poco más que basura sin interés, pero el tiempo ha demostrado que es uno de los títulos más memorables dentro del terror gótico.

9 nov 2023

El callejón


 

El callejón (Antonio Trashorras, 2011) es una de esas películas creadas con la intención de convertirse en película de culto. Pero estas cosas no se pueden forzar, la cualidad que hace que una película se convierta en un título de culto no es algo que se pueda planear, como veremos.

Ana de Armas es Rosa, una mujer que al volver del trabajo se detiene en una lavandería que abre toda la noche. Allí se quedará atrapada con un asesino en serie. Una trama sencilla y directa que daría para un entretenido corto de treinta minutos, pero que que el director y guionista Antonio Trashorras intenta hinchar para que dé para un largo. Cosa que apenas logra, con sus 75 minutos de duración de los cuales muchos son puro relleno. Un relleno sobrecargado de referencias, guiños y homenajes, tan gratuitos como hacer que Ana de Armas se pase gran parte de la película en sostén.

Al director le cuesta llegar a la duración mínima para un largo, casi tanto como generar una atmósfera de suspense o tensión. A esto último no ayudan los montajes con flashes luminosos ni los artificiales efectos visuales, aunque esto último seguramente se debe al bajo presupuesto con que se produjo. Otro punto flojo es que, a pesar de los continuos giros de guion para mantener al espectador interesado, la conclusión es bastante predecible y algunos momentos del guion se ven forzados para que la historia se mantenga en su localización.

Pero El callejón, junto a sus fallos, también tiene cosas positivas. Su corta duración es también una virtud para que se pase rápido y no resulte aburrida. El reparto hace un buen trabajo, aunque a Leonor Varela no se le da un papel más jugoso del que debería tener, y tiene algunas secuencias que sí funcionan, cuando se deja que la historia fluya de forma natural y no se fuerza la acción para alargar la historia.

En definitiva, es una curiosidad que puede resultar entretenida pero no se acerca al cine de culto que quiere emular.

30 oct 2023

Five Nights at Freddy's


 

Se estrena Five Nights at Freddy's (Emma Tammi, 2023), la esperada (por sus fans) adaptación del homónimo videojuego. Podéis leer mi crítica aquí:

https://underbrain.com/cine/five-nights-at-freddys/

A mí me ha dejado indiferente. Algún buen momento, pero predecible y poca cosa en su mayor parte. Espero que los fans la disfruten.


Retribution

 

Publicada mi crítica del nuevo thriller protagonizado por Liam Neeson, Retribution (Nimród Antal, 2023). La podéis leer clicando en:

https://underbrain.com/cine/retribution/

Más que una crítica es una advertencia. Esta película no es tan entretenida ni lograda como anteriores vehículos de Liam Neeson.

27 oct 2023

The Abomination

 

Cuando empecé a aficionarme al género de terror de niño, lo que más me llamaba la atención al principio era el gore. Una película repleta de litros de sangre y mutilaciones te daba la sensación de estar viendo algo tabú, prohibido, especialmente cuando tienes poco más de doce años. Luego llegó un momento en que me quedé saturado de tanta pierna suelta y cabeza rodando, cuando empecé a explorar más el género en todas sus vertientes y estilos (tal vez ahora me gustan tanto las películas de terror italianas de los 70 y 80 por la mezcla de lo psicológico, lo artístico y lo visceral). Pero aunque empecé a apreciar más el género en sus vertientes más psicológicas, artísticas y maduras, no acabé de perder el gusto por el gore. De vez en cuando, todavía hoy, me apetece ver algo que sea un festival de vísceras en pantalla. Y The Abomination (Bret McCormick, 1986) es exactamente eso, pero también algo más.

La aparición del mercado del vídeo en Estados Unidos se tradujo en una gran explosión de cineastas independientes que, si bien no podían competir con los estudios en los cines, tenían la oportunidad de triunfar en las hileras de los videoclubes, más democráticas que los cine dominados por los grandes de Hollywood. Bret McCormick y Matt Devlen fueron dos de estos soñadores con ganas de meterse en el mundo del cine, aunque fuera empezando por abajo. McCormick se inspiró en Herschell Gordon Lewis, Frank Henenlotter y Roger Corman como pioneros a la hora de hacer mucho con muy poco. Tras una mala experiencia con la primera película que hicieron juntos, Tabloid (editada en 1989 pero rodada cuatro años antes), una cinta antológica que se salió de tiempo de rodaje y presupuesto, McCormick y Devlen se propusieron reunir 20.000 dólares y rodar dos películas, cada una por 10.000 dólares y con sendos rodajes de diez días. De este modo se buscaba maximizar recursos y fondos. La primera que se tenía que haber rodado era Ozone: The Attack of the Redneck Mutants (Matt Devlen, 1986), que acabó siendo editaba en vídeo antes, pero Devlen no tenía a punto ni el guion ni la preproducción, así que la primera en rodarse fue la película de McCormick, The Abomination.

10.000 dólares de presupuesto. 10 días de rodaje. Un argumento de 20 páginas que servía de guía, creando los diálogos en el momento de rodar la escena. Media docena de personas como equipo, cuando uno no actuaba estaba haciendo sonido o efectos especiales. Hay que tener todo esto en cuenta para entender el encanto de la película, además de daros una pista para ver si es el tipo de película que os gustará o no. Comparada con otros títulos de la época, que tiraban más hacia el camp y la parodia, The Abomination tiene un tono más serio, aunque hay escenas claramente humorísticas, además de una historia bastante interesante. Muchas películas de la época (y la razón por la que me acabaron saturando) es que no tenían una historia que contar, sino una excusa que les permitiera crear las escenas gore, como una película porno hilvana las escenas de sexo. Pero a pesar de que no había un guion, sino un breve tratamiento, está claro que McCormick tenía muy claro que contar.

Todo empieza con Cody (Scott Davis), un joven cada vez más preocupado por la obsesión de su madre Sarah (Jude Johnson) con un telepredicador evangelista, el hermano Fogg (Rex Morton). A pesar de que se ha sometido a análisis médicos que han salido negativos, la madre de Cody está convencida de que tiene cáncer. Y una noche, extasiada viendo al hermano Fogg, expulsa lo que parece un tumor. Ese tumor se introduce dentro de Cody para reproducirse, así que Cody empieza entonces a expulsar más de estos tumores, a los que va alimentando con todas aquellas personas que se cruzan en su camino, de este modo la abominación va creciendo y creciendo...

Cocinando la historia, McCormick utilizó diversos ingredientes, mezclando Cronenberg y Corman, que acabaron de transformarse durante la posproducción. Fue entonces cuando McCormick le añadió diálogos narrativos en off, en los que Cody discute con un psiquiatra si lo que estamos viendo ha sucedido realmente o se trata de alucinaciones. Este añadido le da al film un aire onírico, una sensación de extrañeza que se agudiza con el inicio, que concentra todo la película en dos minutos, y la repetición de una escena con distinto audio. Estas peculiares decisiones narrativas tienen una explicación práctica: lograr que The Abomination llegara a los 90 minutos, ya que de otro modo no la aceptarían para ser distribuida. Pero esto no hace que la película sea menos peculiar y extraña, una personalidad propia que la hizo sobrevivir entre el océano de películas de micropresupuesto estrenadas en vídeo durante este efervescente periodo. Algo que la hizo memorable y que fuera recordada, llegando hasta nuestros días a pesar de que no fue editada en DVD o Blu-ray hasta hace poco, circulando en muy caras ediciones en VHS.

Ver hoy día esta película en un flamante Blu-ray es una experiencia, bueno, exactamente igual que hace casi 40 años. Fue rodada en Super 8, luego se pasó a vídeo. Como no se pensó en conservar los negativos, la calidad de imagen es la que tenía en VHS. La compañía que la edita, Visual Vengeance, que se especializa en películas rodadas directamente en vídeo, incluye un mensaje esperando que la calidad (o ausencia de) no sea impedimento para que se disfrute la película. Y no lo es, te ayuda a recrear de forma exacta como era ver este tipo de películas en la era del vídeo, además de que The Abomination es lo suficientemente bizarra y gore para que su calidad de cinta VHS juegue a su favor y no vaya en contra.

Una historia extraña, litros de sangre y gore pasado de vueltas. The Abomination está recomendada a los amantes del cine de terror de serie Z hecho con más ganas que medios.

17 oct 2023

Black Magic Rites (Riti, magie nere e segrete orge nel Trecento...)


 

Hacia tiempo que una película no me ponía el cerebro del revés como esta delirante y alucinante película dirigida por Renato Polselli. Black Magic Rites aka The Reincarnation of Isabel (Riti, magie nere e segrete orge nel Trecento..., 1973) desafía cualquier intento de explicación, pero, como el protagonista de un cuento de H. P. Lovecraft, intentaré poner en palabras lo indescriptible.

Puede que el impacto que tuvo sobre mí esta película se debiera a que no sabía lo que iba a ver. En una newsletter vi que se editaba una versión limitada de Black Magic Rites, una película de la que no había oído hablar y que desconocía completamente, lo cual siempre despierta mi interés. La compré sin saber poco más que el título y la sinopsis de la compañía que la editaba, guiándome por la intuición. Mi sentido arácnido se había activado con este título, así que me dejé llevar. Antes de que se editara -la edición se retrasó un tiempo por diversos problemas- compré de Vinegar Syndrome la edición en Blu-ray de Delirium (Delirio caldo, Renato Poselli, 1972). Una compra que también hice guiándome por la intuición, con muy satisfactorios resultados. Delirio caldo es un giallo atípico y, como dice el título, delirante. En los extras supe que Renato Poselli también había dirigido Black Magic Rites, así que mi interés por ella aumentó, pero todavía no tenía ni idea de lo que se iba a meter en casa.

Empecé a ver el film con la idea que sería algo parecido a Delirio caldo, muy personal, algo insana y bastante demente, pero siguiendo un argumento más o menos reconocible. Y sobre el papel, la historia de Black Magic Rites resultará bastante familiar al aficionado al género. Una bruja es quemada en la hoguera en el siglo XIV y, en el presente, sus fieles quieren resucitarla mediante sacrificios humanos y la reencarnación física de la bruja. Pero solo se llega a desentrañar este argumento tras ir navegando los 98 minutos de asalto visual que lanza Poselli contra el espectador. Los seguidores de Isabella, interpretada por la bella Rita Calderoni (una de las pocas actrices cuyo personaje se puede identificar, el film tampoco se molesta en presentaciones, y solo porque también aparece en Delirio caldo, como el resto del reparto que se puede identificar), se descubre que son vampiros. Uno de ellos, el conde Drácula. Pero también forman un culto satánico. La linea entre realidad y sueño se borra por completo, extrañas escenas se suceden una tras otra, lo raro domina la pantalla. Uno de los personajes advierte que no se ha de intentar encontrarle sentido a nada de lo que sucede. Así que lo mejor es dejarse llevar por este festival alucinatorio salpicado de escenas de comedia italiana, que el director introduce por si tenías la tentación de tomarte la película demasiado en serio. Poselli también se esfuerza en eliminar cualquier escena o diálogo que pudiese explicar lo que sucede, no tiene piedad en su ataque al espectador.

Lo que hace doblemente valiosa esta película es la completa ausencia de pretensiones por parte del director. Llena el film de elementos propios de la exploitation: abundantes desnudos gratuitos, sáficos encuentros y generosas dosis de sangre y violencia. El resultado es una mezcla imposible de una ejecución propia del cine experimental de autor con los elementos propios del cine comercial más morboso. Incluso resulta extraño (y engañoso) el título original italiano, que se podría traducir como Ritos, magia negra y orgías secretas en el siglo XIV, que es un intento de aprovechar el éxito de las comedias históricas producidas a raíz del éxito de El decamerón (Il Decameron, Pier Paolo Pasolini, 1971). ¿Por qué no utilizar un título más propio del cine de terror o que por lo menos diese alguna pista de qué trata la película? Quién sabe. Lo importante es que nos encontramos ante un film consistentemente demencial y entretenido, lleno de mágica anarquía y erotismo de feria, como lo que hacía Jesús Franco pero sin el aburrimiento. Una película que, buscando el éxito comercial utilizando los elementos más básicos (sexo y violencia), acaba siendo más radical y experimental que el más respetado cine de autor.

En un primer momento, la película fue prohibida por la censura italiana por ser "una prolija y confusa serie de sádicas escenas cuyo objetivo, mediante la mezcla de extrema crueldad y erotismo degenerado, es incitar los instintos sexuales más bajos". En otras palabras, fue rechazada por todo aquello que la hace memorable. Esta película es toda una experiencia que desafía los sentidos y que recomiendo a todos aquellos que quieran ver algo realmente distinto y diferente.

12 oct 2023

She Shoots Straight (Huang jia nü jiang)

 

El éxito de Ultra Force 2 (Huang jia shi jie aka Yes, Madam!, Corey Yuen, 1985), que a pesar de su título en castellano fue la primera en estrenarse, inauguró en Hong Kong toda una serie de películas de acción protagonizadas por mujeres. Estas películas se agruparon bajo la denominación "chicas con pistolas" (HK Girls with guns), y fueron muy progresivas y rompedoras si tenemos en cuenta que la sociedad hongkonesa era muy sexista: obligatoriamente los uniformes policiales femeninos llevaban una falda que no les permitía correr con libertad y, hasta los 90, no se les permitía llevar armas. Uno de los títulos más interesantes de esta época es She Shoots Straight (Huang ji nü jiang, Corey Yuen, 1990).

La inspectora Mina Kao (Joyce Godenzi) y el inspector Huang Tsun-Pao (Tony Ka Fai Leung) se acaban de casar cuando se ponen al frente de un peligroso caso: deben detener una banda criminal vietnamita que planea robar la caja fuerte de un club nocturno. Además, la inspectora Kao debe aguantar la animosidad de su cuñada Huang Chia-Ling (Carina Lau), también policía, que no aprueba en absoluto el matrimonio de la inspectora con su hermano. Durante la operación los criminales escapan pero el hermano del jefe Yuan Hua (Yuen Wah) muere y Yuan y su banda juran venganza. Las inspectoras Kao y Huang deberán dejar sus diferencias de lado para combatir la venganza de Yuan con su propia venganza personal.

En esta película la acción y la violencia son algo más brutales que la acción más "de tebeo" de, por ejemplo, Lady reportera (Lady Reporter aka Shi jie da shai, Hoi Mang, 1989), pero no tan sangrienta como Ultra Force: Acción sin límite (Wong ga jin si aka Royal Warriors, David Chung, 1986), la más violenta del grupo posiblemente. Su tono es serio, llegando al melodrama en una escena clave, con ausencia de los toques de humor habituales en el género, con un par de excepciones que pueden resultar chocantes para el espectador actual. Pero estos vaivenes de tono eran habituales en la época, lo que resalta del film es que el argumento está bastante trabajado, la trama no está frágilmente hilvanada para dar pie a las escenas de acción sino que es bastante sólida y sigue funcionando hoy día.

Entonces la película fue comentada porque la protagonista Joyce Godenzi y la estrella del género Sammo Hung formaban pareja desde hace un tiempo y poco después se casaron. De ahí que la película fuera producida por Hung, que también tiene un pequeño papel en el film, procurando no hacerle sombra a su pareja. Si bien esto afectó a como fue recibida la película en su día, en la actualidad no importa en absoluto, solo que She Shoots Straight es una muy entretenida y sólida cinta de acción. Puede que Godenzi tuviera el papel protagonista por deseo de Hung, pero desde luego no se le pusieron las cosas fáciles y se arriesgó en varias escenas dándolo todo, especialmente en una peligrosa persecución, siendo todas sus peleas 100% creíbles y auténticas. En particular destaca su pelea con la musculosa Agnes Aurelio que interpreta la villana principal junto a Yuen Wah. Pero a lo largo del film toda la acción es impecable y está muy cuidada, lo cual no es de extrañar ya que Corey Yuen era un experto a la hora de coreografiar escenas de acción.

En definitiva, este es un film que recomiendo a los fanáticos del género. Tal vez no sea tan conocido como otros títulos protagonizados por Michelle Yeoh o Cynthia Khan, pero se merece su creciente apreciación.

5 oct 2023

El exorcista: Creyente (The Exorcist: Believer)

 

Regresa  a las pantallas la saga de El exorcista con El exorcista: Creyente (The Exorcist: Believer, David Gordon Green, 2023). Podéis leer mi crítica de esta nueva entrega en Underbrain Mgz:

https://underbrain.com/cine/el-exorcista-creyente/

La franquicia de El exorcista se ha mantenido con películas que fueron un fracaso de taquilla en su momento, con complicadas y conflictivas historias tras las cámaras, que se acabaron convirtiendo en cintas de culto con el tiempo. Esta secuela es bastante normal, seguramente irá bien en taquilla, pero no tiene absolutamente nada que la haga destacar o que sea más memorable que las más memorables entregas, la segunda y la tercera (1-2).

29 sept 2023

Los mercen4rios (Expend4bles)

 

Parece mentira pero esta franquicia, como sus protagonistas, no se rinde y se estrena Los mercen4rios (Expend4bles, Scott Waugh, 2023). Podéis leer mi opinión al respecto en Underbrain Mgz:

underbrain.com/cine/los-mercen4rios

Lo mejor y lo peor que se puede decir de esta película es que ofrece exactamente lo que te esperas de esta película. Chistes malos, grandes explosiones y peleas a tutiplén. Es entretenida, pero parece obvio que nunca llegará a ser el gran retorno del cine de acción ochentero que imaginaba Sylvester Stallone.

28 sept 2023

Saw X


 

Se estrena nueva entrega de la saga Saw y viví para contarlo. Podéis leer qué me pareció Saw X (Kevin Greutert, 2023) en Underbrain Mgz, clicando aquí:

underbrain.com/cine/saw-x

Aunque es una película medianamente entretenida, solo espero que sea la última entrega porque están cerca de caer en el ridículo buscando maneras de mantener a Jigsaw en la saga.

12 sept 2023

Taxi Hunter (Di shi pan guan)

 

Las habituales películas de justicieros callejeros tienen una estructura común. El protagonista se presenta como una persona normal, en ocasiones veterano de Vietnam durante la década de los 80, que, tras una serie de desgracias/conflictos con criminales, decide tomarse la justicia por su mano, como acto de venganza. Taxi Hunter (Di shi pan guan, Herman Yau, 1993) tiene una estructura similar, pero el objetivo del protagonista no son los típicos delincuentes, sino "malos" taxistas que actúan de forma criminal.

Esta película tiene una trama que resulta chocante, pero para los habitantes de Hong Kong durante finales de los 80 tenía perfecto sentido. Al parecer, según se comenta en los extras de la edición en Blu-ray de 88 Films de esta película, el comportamiento y la actitud de los taxistas en la época rozaba muchas veces lo criminal: aceptar solo los clientes que podían darles una ruta más beneficiosa, añadir gastos extras sin justificar para aumentar la tarifa, tomar siempre las rutas más largas para cobrar más, eran rudos, maleducados... Actitudes que con el tiempo fueron rectificadas mediante distintas leyes, pero algunas de las cuales siguen a día de hoy. En todo caso, el ambiente social de principios de los 90 del siglo XX era el apropiado para contar la historia de Kin (Anthony Wong), un vendedor de seguros de clase media que es feliz con su vida. Es probable que le den un ascenso y su mujer (Hoi-Shan Lai) está embarazada y a punto de dar a luz a su primer hijo. Kin tiene una par de encontronazos con taxistas, pero intenta no darle importancia. Esto es hasta la fatídica noche en que, cuando Kin intenta llevar a su mujer al hospital, ella muere por culpa de un taxista irresponsable que se niega a llevarlos y acaba arrastrando a la pobre mujer por la calle con el taxi. Sumido en una fuerte depresión tras la muerte de su esposa y su hijo no nacido, Kin se lanza en una misión de venganza contra los taxistas criminales.

Como es habitual en el género, la actitud criminal de los taxistas es exagerada para que se entiendan las acciones del protagonista. Por ejemplo, una de las escenas más memorables es cuando Kin detiene a un taxista que está a punto de violar a una clienta. Pero otros incidentes están inspirados en incidentes reales (o al menos eso aseguran los cineastas), lo que está encaminado a que el espectador sienta simpatía por Kin, al que se retrata como un pobre inocente al que se ha empujado demasiado lejos. De todas formas, la idea de un hombre que se dedica a ir "cazando" taxistas no deja de ser algo cómica, lo que explica el tono del film, que va oscilando entre serio y comedia negra. Mención aparte merece Man-Tat Ng como el policía Gao, compañero del policía protagonista Yu Kai-Chung (Rongguang Yu), un personaje exagerado y ridículo que parece que se ha escapado de otra película. El caso es que el uso de humor negro, con momentos muy divertidos, y la interpretación de Anthony Wong son los elementos clave que hacen de este un film tremendamente entretenido. Además de la acción habitual en el cine de Hong Kong, la película intenta introducir cierto comentario social, de ahí que no exagere demasiado la violencia, lo que explica también que sea menos extrema que una película de Categoría III.

Taxi Hunter tiene un argumento inusual, que desde Occidente puede ser interpretado como una sátira de la típica película de justiciero callejero, que la hace destacar frente a otras películas del mismo estilo. En cierto modo, se puede ver como la respuesta asiática a Un día de furia (Falling Down, Joel Schumacher, 1993), estrenadas ambas el mismo año. Un argumento más para ver esta interesante película de Herman Yau.

8 sept 2023

Secreto sangriento (Doppelganger)

 

La idea de un doble malvado, un gemelo que encarna lo peor de nuestra naturaleza, está presente en la mitología y en el arte casi desde el inicio de los tiempos. Es una potente alegoría, que se encuentra, por ejemplo, en la base del desdoblamiento del doctor Jekyll y míster Hyde. En la mitología alemana este doble se conoce como "doppelgänger" y verlo significa que la muerte está próxima. El director Avi Nesher se inspiró en todos estos mitos en Secreto sangriento (Doppelganger, 1993).

Patrick Highsmith (George Newbern) es un guionista sin trabajo que decide alquilar una habitación en su casa para ganar algo de dinero. Así se presenta en su casa Holly Gooding (Drew Barrymore), una atractiva mujer que Patrick está encantado de tener de inquilina. Entonces, Holly empieza a actuar de forma extraña, con súbitos cambios de humor y personalidad. Cuando empieza a morir gente, Patrick debe decidir si ayudar a Holly a luchar contra la doble que asegura que la persigue, o creer a los que le dicen que Holly sufre de doble personalidad.

En su día, Doppelganger llamó la atención cuando se estrenó en Sitges, más que nada porque no era habitual tener a una estrella como Drew Barrymore de protagonista en una película de terror como esta. Recuerdo que un tiempo más tarde la vi cuando se pasó por televisión, sin que me dejara una fuerte impresión, pero sin llegar a olvidarla del todo. Tuve la idea de recuperarla cuando vi que su director fue Avi Nesher, director de dos películas que me gustan bastante como son She (1982) y Treinta minutos para morir (Timebomb, 1991). Vista hoy día se entiende que no sea recordada como un clásico del género o una película de culto. Dicho esto, la película también tiene detalles curiosos y un buen final que la redime de los momentos más mediocres.

El problema de Doppelganger es que el director y guionista Nesher no parece tener claro que tipo de historia quiere contar. Arranca con Holly, pero luego el protagonista pasa a ser Patrick, uno de esos personajes que se supone son divertidos y encantadores pero no acaban de ser ni una cosa ni la otra. A partir de aquí, el film se desarrolla como un thriller, no muy original, sobre un hombre que sospecha que su inquilina tiene doble personalidad y puede resultar muy peligrosa. El guion separa las dos personalidades al estilo de muchas películas sobre Jekyll y Hyde, presentando a la otra Holly como mucho más desinhibida sexualmente y dada a seguir sus impulsos más oscuros sin remordimientos. Pero Nesher también decide jugar la carta de que la doble sea real, para mantener el interés del espectador. El resultado es que ambas posibilidades se van desarrollando, siendo el objetivo del director una mezcla de las dos. Esto puede que la perjudicara, ya que los espectadores que esperaban ver un thriller al estilo de Atracción fatal (Fatal Attraction, Adrian Lyne, 1987) o Mujer blanca soltera busca... (Single White Female, Barbet Schroeder, 1992) se quedarían decepcionados o desconcertados ante los elementos más fantásticos del film.

Esto hace que el desarrollo de la película sea algo confuso, pero también hace que el final sea muy entretenido, con momentos algo ridículos que funcionan a favor de la película. Esto hace que Doppelganger quede como una curiosidad. No es lo bastante buena para que sea un título a reivindicar dentro del género, pero no deja de ser entretenida y puedes pasar un buen rato con ella.

6 sept 2023

El Viernes 13 indonesio

 
Si la imitación es la forma más sincera de elogio, desde luego a Sisworo Gautama Putra le entusiasmó Viernes 13 (Friday the 13th, Sean S. Cunningham, 1980). El director llevaba tiempo buscando inspiración para rodar una película de terror y el clásico de Sean S. Cunningham fue lo que necesitaba para poner en marcha Srigala (1981).

Caroko (S. Parya), Tommy (Barry Prima) y Johan (Rudy Salam) llegan a un lago para buscar un tesoro que se rumorea está hundido allí. Nina (Lydia Kandou), Hesty (Siska Widowati) y Pono (Dorman Borisman) van al mismo lago pero para disfrutar de un divertido fin de semana. Los dos grupos se unirán primero por la diversión, luego por el terror a medida que uno a uno sea asesinado por un intruso misterioso. Una trama que no es muy distinta de los slashers de la época, pero novedosa dentro del cine indonesio más aficionado al terror místico y sobrenatural.

La influencia de Viernes 13 se nota durante la parte final de la película, en el enfrentamiento entre la final girl y el asesino, con algunos momentos copiados casi plano a plano. Sin embargo, Srigala es lo bastante exótica y diferente como para que resulte entretenida sin tener en cuenta el plagio, un poco como pasa con las películas de Sergio Leone y sus deudas con el cine de Akira Kurosawa. Lo curioso es que por como cambia la trama el director Gautama Putra, Srigala resulta un curioso, y completamente inconsciente, enlace entre el slasher y el giallo. La película mezcla elementos argumentales propios del giallo con el estilo y los asesinatos del slasher, como lo hacen híbridos italianos como Aquarius aka Stage Fright (Deliria, Michele Soavi, 1987).

Por supuesto, para el espectador occidental, lo que más llama la atención son los toques exóticos, perfectamente normales para el espectador indonesio. El que se hizo más llamativo para mí fue la manera en que, a pesar de que no se trata de un film de terror sobrenatural, los personajes parecen envueltos en un mundo místico. Cuando Caroko intenta disuadir al trío juvenil de que se vayan para que no interfieran en su búsqueda del tesoro, les dice que la zona del lago ha sido declarada "embrujada" por el gobierno y que hay una gran presencia de demonios y fantasmas. Un comentario que parecería absurdo fuera de un episodio de Scooby-Doo, pero que es aceptado por los jóvenes que aseguran no estar preocupados porque respetan y aman a la Naturaleza y no darán motivo a los fantasmas para enfadarse. Más tarde, Pono comenta de forma casual que su abuelo es un chamán y que le ha acompañado en distintas cazas de fantasmas. Si esta aceptación del mundo místico como algo real y evidente me resultaba chocante, no lo fue menos la escena en la que una discusión entre Nina y Hesty, sobre como Hesty es demasiado lanzado con los muchachos, se convierte en una pelea de artes marciales propia de una cinta de acción. A esto hay que sumarle una súbita persecución con lanchas como si fuera una peli de James Bond.

Tener elementos reconocibles mezclados con otros muy exóticos convierte el visionado de Srigala en algo a un mismo tiempo extraño y familiar. Por tanto, aunque la copiada de Viernes 13 es bastante obvia y reconocible, esto no le quita valor al film, todo lo contrario. Es una experiencia tan peculiar y entretenida que no puedo más que recomendarla a los fans del género.

30 ago 2023

Labios ardientes (The Hot Spot)


 

El thriller erótico y el neo-noir son dos géneros que empezaron a coger fuerza a mediados de la década de los 80 del siglo XX, pero realmente alcanzaron su máxima popularidad durante la década siguiente. La década de los 90 fue la época dorada de estos dos géneros que se entrecruzaban y alimentaban mutuamente. Por un lado, muchos de los argumentos del thriller erótico provienen del cine negro clásico, como base para crear tramas en las que tengan cabida un abundante número de tórridas escenas. Por otro lado, el neo-noir podía ser mucho más explícito en el terreno sexual de lo que fueron sus clásicos antecedentes del cine negro al ser rodados con una censura más permisiva. Labios ardientes (The Hot Spot, Dennis Hopper, 1990) es un gran título dentro del neo-noir con unas gotas de thriller erótico.

Resulta sorprendente que este no sea un título más conocido o que no funcionara en el momento en que se estrenó. Tiene un reparto que hoy es más notorio de lo que podía serlo para el público de 1990. Don Johnson encarna a la perfección el seductor vagabundo Harry Madox, de oscuro pasado y con aficiones criminales, Jennifer Connelly encarna a la perfección la "chica decente" Gloria Harper y Virginia Madsen es una fantástica femme fatale como Dolly Harshaw. Completando el elenco tenemos una gran selección de actores de reparto como William Sadler, Charles Martin Smith y Jack Nance. Es posible que el gran trabajo del reparto se deba a que el director era otro actor notable como fue Dennis Hopper. Y para los amantes del género, el argumento es puro cine negro: Madox llega a un pueblo pequeño de Texas, en el que hace mucha calor. Allí no tardará en verse envuelto en un atraco, un affair amoroso con la esposa de su jefe, Dolly, la cual no tarda en proponerle un plan para librarse del mencionado jefe, y una trama de chantaje cuya víctima es Gloria. No solo el argumento se adhiere fielmente al género, queda claro que Hopper quería realizar una pieza de cine negro con todas las letras.

Charles Williams publicó en 1953 Hell Hath No Fury, luego retitulada en siguientes reediciones The Hot Spot. A principios de los 70 hubo un primer intento de llevar la novela al cine con guion del propio autor y Nona Tyson. Al final el proyecto no llegó a buen puerto y se quedó dando vueltas por los estudios hasta que a finales de los 80 se le ofrece a Mike Figgis, que acababa de estrenar el thriller Lunes tormentoso (Stormy Monday, 1988). Figgis reescribió el guion para darle un aire más contemporáneo y convertirla en una película de atracos. Desacuerdos con el reparto escogido por Figgis hizo que el proyecto volviera a quedar en nada y fue entonces que le llegó a Dennis Hopper.

Hopper recuperó el guion original escrito por Charles Williams y Nona Tyson, lo que ya dejaba claras sus intenciones de rodar una auténtica pieza de cine negro. Esto se nota también en como visten los protagonistas y los coches que conducen. Es decir, mientras que la película se sitúa en el presente en que fue rodada, el vestuario de Don Johnson, Virginia Madsen y Jennifer Connelly parece sacado de los años 50, al igual que los enormes coches que conducen Johnson y Madsen. Esta decisión de Hopper hace que los personajes se muevan en el presente dentro de su propia burbuja noir. Esta decisión puede que también venga influida por el trabajo de David Lynch, que también hace esta especie de mezclas entre presente y pasado, así como la presencia de Jack Nance, un habitual de Lynch, ya que Hopper había trabajado con ambos en Terciopelo azul (Blue Velvet, David Lynch, 1986).

Tanto el título castellano como el original son bastante apropiados, porque es un film muy caliente. La temperatura en la que transcurre la acción es alta, aunque no tan alta como las pasiones bajas que dominan a los personajes. No solo sexuales, también les mueve la avaricia y la ambición. De nuevo, algo muy habitual dentro del cine negro.

Cine negro cargado de pasión, una mezcla irresistible que hace de este un film una delicia. ¿Por qué no triunfó como se merecía? Es un misterio, pero poco importa lo que pasó cuando se estrenó. Lo que importa es poder disfrutarla en el presente, disfrutar con su colección de personajes amorales e inmorales, corruptos y de alma podrida.

25 ago 2023

Fuerza máxima (Drive)


 

El destino puede ser bastante cabroncete. Si Fuerza máxima (Drive, Steve Wang, 1997) hubiese tenido un estudio que hubiese sabido comercializarla y distribuirla, habría tenido un éxito que se habría adelantado a Hora punta (Rush Hour, Brett Ratner, 1998) y Matrix (The Matrix, las hermanas Wachowski, 1999) a la hora de crear una película de acción americana con toda la furia y energía de las películas de acción de Hong Kong, antes de que se pusieran de moda en Hollywood. Por desgracia, el estudio que produjo Fuerza máxima decidió recortar casi 18 minutos de metraje (todo lo que era desarrollo de los personajes y recortar las escenas de acción, además de cambiar la banda sonora) y distribuirla sin pena ni gloria directamente en video. Con el tiempo, especialmente desde que al cabo de unos años se editó el montaje del director, el Drive de Steve Wang se ha convertido, merecidamente, en un título de culto dentro del cine de acción.

Nos encontramos en un futuro cercano, pasado mañana como quien dice. Toby Wong (Mark Dacascos) huye de una gran corporación china con la intención de llegar a Los Ángeles, ciudad en la que otra gran corporación americana le pagará para quitar las mejoras que han introducido en el cuerpo de Toby para hacerlo más rápido y fuerte. Toby tiene también motivos más personales y políticos para huir del país, pero eso no le preocupa demasiado al grupo de mercenarios que le persigue sin descanso, encabezados por Vic Madison (John Pyper-Ferguson) y Hedgehog (Tracey Walter). En su huida, Toby se aliará con Malik Brody (Kadeem Hardison), que es un involuntario testigo de lo que sucede.

Hasta el estreno de John Wick 4 (John Wick: Chapter 4, Chad Stahelski, 2023), Fuerza máxima era la única película americana que realmente capturó la energía de las películas de acción de Hong Kong, mientras que muchas producciones hollywoodienses lo intentaron fracasando estrepitosamente. Incluso cuando las películas americanas de acción con artes marciales funcionaban, nunca acababan de entender la magia de las producciones hongkonesas. Pero el director Steve Wang, posiblemente porque era un fan del género, supo crear energéticas y vibrantes escenas de acción, coreografiadas por Koichi Sakamoto junto su equipo japonés de especialistas Alpha Team, que cuentan con la ventaja de tener a un Mark Dacascos en plena forma.

La terrible versión editada directamente en video, como ya hemos dicho, eliminaba todo el desarrollo de los personajes y se centraba en la acción (que también está recortada). Lo que demuestra que no entendían en absoluto lo que hacía funcionar la película. Porque sí, la acción es espectacular y fantástica y la razón de ser de una película del género, pero si no se le da al espectador una razón por la que implicarse en la historia y los personajes, la acción no funciona de la misma manera, incluso puede llegar a cansar. Parte de lo que hace Drive tan efectiva como película de acción es la relación entre los dos protagonistas y lo que vamos descubriendo de cada uno a lo largo que avanza la historia. Que te importen los personajes y lo que les sucede es lo que hace que te involucres en la acción. Además, el director consigue hacer funcionar las distintas oscilaciones en el tono del film, saltando de la comedia a la seriedad tan bien como salta Dacascos dando patadas. El tono cómico ayuda a procesar los momentos más absurdos de la trama y le da salsa a algunas escenas de acción. En este sentido destaca la aparición de Britanny Murphy como Deliverance Bodine, en un papel pequeño pero memorable.

Drive es una película que recomiendo sin reservas, en especial si te gusta el cine de acción a la Hong Kong, pero solo si es el montaje del director que dura 117 minutos.

23 ago 2023

No tengas miedo (Cobweb)


 

Ya podéis leer la crítica que he escrito de No tengas miedo (Cobweb, Samuel Bodin, 2023) para Underbrain Mgz, solo está a un clic de distancia:

https://underbrain.com/cine/no-tengas-miedo-cobweb/

Una película que demuestra que no se ha de contar una historia original para crear una película entretenida que funciona como simple cuento de terror.

18 ago 2023

Orca: La ballena asesina (Orca)


 

Cuando Orca: La ballena asesina (Orca, Michael Anderson, 1977) se estrenó en cines, lo hizo rodeada de imitaciones de Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, 1975), títulos que seguían explotando el éxito del clásico de Steven Spielberg como Tentáculos (Tentacoli, Ovidio G. Assonitis, 1977), ¡Tintorera! (René Cardona Jr., 1977) o la italiana L'ultimo squalo (Enzo G. Castellari, 1981) que en su día se estrenó en España como Tiburón 3. Muchas de estas películas se pusieron en marcha ya que Universal también quería su ración de explotación con el estreno de Tiburón 2 (Jaws 2, Jeannot Szwarc, 1978). Es por esto que Orca, de forma algo injusta, fue apilada con el resto de estos títulos. Y es injusto porque, aunque es obvio que Dino De Laurentiis puso en marcha la producción por el éxito de Tiburón, el film resultante es muy distinto y tiene mucha más personalidad que el grupo de películas en el que fue apilado. Con la distancia del tiempo, es ahora que Orca empieza a ser valorada y juzgada por sus méritos, que no son pocos.

Lo que hace diferente a Orca es la manera en que trata los elementos propios del cine ecoterror de los 70, para presentarnos una historia con un tono trágico y melancólico, se podría decir muy "setentero", en la que la orca protagonista se presenta como algo más que un simple monstruo devorador de incautos. Richard Harris es Nolan, un pescador irlandés que busca la manera de ganar suficiente dinero como para pagar la hipoteca del barco que heredó y regresar a Irlanda. Nolan ve una oportunidad de oro cuando descubre la presencia de orcas en la zona, e intenta capturar viva una para venderla a un parque acuático. La bióloga marina Rachel Bedford, a la que da vida Charlotte Rampling, intenta persuadir a Nolan para que se olvide de pescar una orca, sin éxito. El intento de pesca resulta es un fracaso y tiene un terrible resultado: mueren la orca hembra y la cría que llevaba en su vientre delante de la orca macho que, desde ese momento, se empeña en vengar la muerte de su familia persiguiendo a Nolan y a su tripulación.

La película crea un retrato de la orca que busca que el espectador entienda sus motivaciones. No se trata de una criatura malvada porque sí, es una criatura que ha sufrido terriblemente por culpa del ser humano. En concreto, por culpa de uno en particular: Nolan. Aquí también la película se aparta del tópico, ya que el personaje que interpreta Harris podría muy bien resultar odioso al espectador. Pero a lo largo del film Nolan muestra una interesante evolución, en la que pasa de ver a la orca como un simple animal al que explotar a verlo como un igual.

Eso no quiere decir que entre la orca y Nolan no haya un creciente odio, alimentado por las muertes que la orca provoca con su venganza. Una venganza que ofrece al espectador escenas espectaculares, siendo la más memorable el ataque a la casa de Nolan, una escena que se me quedó grabada en la memoria desde que vi la película de niño en televisión, si bien entonces no tenía ni idea que la infortunada a la que devoran una pierna era nada menos que la futura mujer 10 Bo Derek en uno de sus primeros papeles.

La publicidad de la época presentaba la criatura titular como un monstruo más típico. Lo que tampoco resulta decepcionante, ya que el film ofrece muchos momentos "monstruosos", pero se ha de reconocer el trabajo en el guion, en el que participó Robert Towne, para ofrecer una historia más interesante, más profunda que las más superficiales películas que se estrenaron por la época. Que no es que quiera hacerlas de menos, es que Orca es mucho más.