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4 nov 2015

Tu vicio es una habitación cerrada y solo yo tengo la llave


Si os habéis fijado en el lema que hay bajo el nombre de este blog, os habréis dado cuenta de lo mucho que me gusta esta pequeña maravilla de fantástica atmósfera decadente. Vicios prohibidos (Il tuo vizio è una stanza chiusa e solo io ne ho la chiave, Sergio Martino, 1972) fue el cuarto giallo que dirigió Martino y uno de los mejores del género.

El film adapta de forma bastante libre el clásico relato de Edgar Allan Poe El gato negro, aunque incluye sus elementos y motivos más significativos, manteniéndose bastante fiel al espíritu de Poe. Oliviero (Luigi Pistilli) es un escritor en crisis, que intenta ahogar en alcohol sus frustraciones y disfruta humillando y abusando de su sufrida esposa Irina (Anita Strindberg). Unos brutales asesinatos empiezan a tener lugar en el pueblo e Irina sospecha que su esposo puede estar involucrado, haciendo aún más tensa y peligrosa la de por sí ya degenerada relación del matrimonio. La llegada de la guapa sobrina de Oliviero, Floriana (Edwige Fenech), complicará aún más las cosas, creándose un enfermizo triángulo.


Para los aficionados al género, este es un film que llama la atención por la forma en que, ya en una fecha tan temprana como 1972, juega con los tópicos del giallo para desmontarlos y confundir al espectador, en el buen sentido, que espera con curiosidad y ansia ver qué sucederá a continuación. Por supuesto, la familiaridad con el relato de Poe hace que uno ya tenga cierta idea de como acabará todo, pero a pesar de ello Martino consigue sorprender ofreciendo una historia cargada de perversidad y, como decía al principio, una fantástica atmósfera decadente.

Uno de los elementos clave en el éxito del film se halla en su guion, pero es la brillante interpretación de Fenech, dentro de un reparto principal sobresaliente, que logra que este guion seduzca al espectador. Tras haber interpretado a las sufridas víctimas protagonistas de los previos gialli de Martino La perversa señora Ward (Lo strano vizio della Signora Wardh, 1971) y Todos los colores de la oscuridad (Tutti i colori del buio, 1972), en esta ocasión la reina del giallo interpreta a un personaje perverso y oscuro, que se dedica a jugar con Oliviero e Irinia, metiéndose en la cama de ambos y dirigiendo sus mutuas animosidades. Un papel que permitió mostrar las habilidades de Fenech como actriz, más allá de su belleza y presencia carismática.

Esta película es también bastante popular por su largo y genial título. Desde luego, Vicios prohibidos resulta bastante soso y vulgar cuando lo comparamos con el original italiano Tu vicio es una habitación cerrada y solo yo tengo la llave. Los seguidores del género y de Martino ya sabrán que es una frase que apareció por primera vez en La perversa señora Ward, en uno de los anónimos que recibe la sufrida protagonista. Martino observó que era una frase que había llamado mucho la atención y decidió aprovecharla como título, dándole al film una notoriedad extra. Pero la película ofrece mucho más que un título llamativo, además de las brillantes interpretaciones del trío protagonista y un guion retorcido. Nos ofrece escenas brillantes cargadas de suspense, como una en el estudio de Oliviero que más tarde tomaría prestada El resplandor (The Shining, Stanley Kubrick, 1980).

Es un film muy recomendable para los que quieran ver una buena película de suspense mezclada con un perverso drama psicológico y casi que indispensable para los amantes del giallo. Una película que es una delicia verla y oírla, gracias a la genial banda sonora de Bruno Nicolai.


22 jun 2015

Todos los colores de la oscuridad (Tutti i colori del buio)

Tras la fantástica La perversa señora Ward (Lo strano vizio della Signora Wardh, Sergio Martino, 1971), Martino y la actriz Edwige Fenech volvieron a colaborar en la hipnótica Todos los colores de la oscuridad (Tutti i colori del buio, Sergio Martino, 1972). Al igual que en La perversa señora Ward, Fenech interpreta a una mujer acosada por su pasado que será mezclada en una serie de asesinatos.

Jane Harrison (Fenech) tiene unas extrañas visiones cada vez que intenta hacer el amor con su prometido Richard Steele (George Hilton), provocadas por un trauma de infancia originado por la muerte de su madre. Además, Jane descubre que un hombre misterioso, cuyos ojos son iguales que los del asesino que aparece en sus sueños, la sigue a todas partes. Desesperada, se deja convencer por Mary Weil (Marina Malfatti), su vecina, para que la acompañe a una ceremonia satánica y enfrentarse así a sus miedos. Al principio, funciona, pero entonces Jane se verá sumergida en una pesadilla todavía peor.

Este film de Martino desde el principio atrapa al espectador, iniciando la película con una extraña escena onírica, que luego descubrimos se trata del terrible sueño recurrente que acosa a la protagonista. Así, se le comunica al espectador que se olvide de la realidad, porque entramos en un mundo de pesadilla. Una pesadilla compuesta por la mezcla de elementos propios del cine de terror y del giallo.

Martino no lleva a cabo la habitual maniobra de jugar con la ambigüedad de si la protagonista está loca o todo es cierto. Desde el principio se aclara que Jane tiene motivos de sobra para estar aterrada ya que se indica al espectador la realidad de su acosador. De este modo, aumenta la angustia del espectador que ve como los temores de Jane son atribuidos por su prometido y su hermana a alguna tensión nerviosa provocada por su trauma de infancia. Incluso el psicólogo que insisten que vaya a ver asume que el hombre que la acosa no existe.

Todos los colores de la oscuridad juega también con la paranoia provocada por la aparente omnipresencia de los satanistas allí donde Jane busca refugio. Un recurso habitual en las películas de terror con secta satánica, posiblemente debido al éxito que obtuvo La semilla del diablo (Rosemary's Baby, Roman Polanski, 1968) utilizando este recurso.

El resultado final es un film que conjuga el miedo del cine de terror con el espectáculo visual del giallo, redondeado todo por la excelente banda sonora de Bruno Nicolai. Martino orquestra un gran festín para los sentidos, sin olvidarnos de la impactante presencia de Edwige Fenech, imposiblemente hermosa.

En definitva, un film que recomiendo sin reservas ya que me parece simplemente fantástico. Por suerte para vosotros, esta película está editada en DVD y la podéis encontrar fácilmente y a buen precio aquí:



20 feb 2013

Un giallo para mujeres


Esta no era la perspectiva original que tenía pensada para hablar del fantástico clásico giallo La perversa señora Ward (Lo strano vizio della Signora Wardh, Sergio Martino, 1971). Pero, mientras buscaba información interesante sobre esta maravilla, tropecé con un curioso artículo de Lianne Spiderbaby en la página web de Fangoria dentro del ciclo "Mes de las mujeres en el cine de terror". En él, la autora habla de cómo este es un film perfecto para ser disfrutado por las mujeres, seguramente debido a que está protagonizado por uno de los personajes femeninos más complejos y redondos de la historia del género.

Este genial clásico de Sergio Martino es un film muy complejo desde el punto de vista psicológico. La trama gira en torno a la en realidad nada perversa Julie Wardh, que interpreta con voluptuosa maestría Edwige Fenech. Su regreso a Viena, acompañada de su marido diplomático Neil Wardh (Alberto de Mendoza), coincide con una serie de asesinatos en los cuales un maníaco se dedica a matar mujeres inocentes con una navaja de afeitar.

Esta trama parece ser la habitual del género: tenemos el clásico asesino de manos enguantadas que involucrará a nuestra protagonista en sus crímenes, la protagonista se verá obligada a aclarar el misterio si quiere seguir con vida. Pero esto es lo único que tiene de habitual este film. Al empezar se nos presenta un asesinato obra del maníaco, a continuación se nos presenta una cita de Sigmund Freud. Una cita que no es una simple referencia al impulso asesino, también nos indica una de las principales herramientas para decodificar este film.

Alrededor de Julie Wardh orbitan tres hombres: su marido, su ex amante Jean (Ivan Rassimov) y el atractivo y presente amante George Corro (George Hilton). Cada uno de estos hombres representa una parte de la psicología de Julie, según clasificación freudiana (algo que también mencionamos de pasada en el comentario de ¿Dónde te escondes, hermano? [Basket Case, Frank Henenlotter, 1982]). Mediante flashbacks descubrimos que Julie y Jean mantuvieron una sádica relación de naturaleza masoquista. En una de las más bellas escenas del film, Jean rompe una botella y Julie y él luego hacen el amor sobre un lecho de cristales rotos aunando placer y dolor. Jean representa el Id de Julie, su parte oscura. El acoso que sufre Julie por parte de Jean mediante notas y amenazas, representaría los esfuerzos por suprimir esta parte oscura de la que huye. Su marido Neil representa el superego, una vida ordenada y simple, pero carente de pasión que no proporciona a Julie más que insatisfacción. Finalmente, George representaría el ego, la posibilidad de una vida plena y emocionante, llena de pasión y felicidad.

El centro del film se basa en el conflicto entre estos cuatro personajes, que se agravará por los sangrientos asesinatos que se van acercando peligrosamente a Julie. Este conflicto, esta trama basada en la relación entre los personajes, separa también este giallo del resto de imitaciones baratas surgidas tras el estreno de El pájaro de las plumas de cristal (L'uccello dalle piume di cristallo, Dario Argento, 1970). Mientras Argento se basa en el estilo clásico de Mario Bava, Martino buscó su inspiración en Las diabólicas (Les diaboliques, Henri-Georges Clouzot, 1955), con algún guiño a Alfred Hitchcock. Esto hace que sea un film más complejo que el de Argento, aunque Martino no oculta también cierta influencia visual del maestro. Curiosamente, una escena de La perversa señora Ward sería "reinterpretada" en 4 moscas sobre terciopelo gris (4 mosche di velluto grigio, Dario Argento, 1971), algo que Argento negaría vehemente pero las similitudes son obvias entre ambas escenas.

Martino tenía un estilo propio a la hora de enfocar el giallo, lo que hace que sus filmes dentro del género sean únicos y un regalo para los ojos y los oídos. La manera de conjuntar belleza onírica, sangrientos asesinatos con una hipnótica banda sonora lo convierten en un autor único, que por desgracia no se prodigó mucho en el género. Martino es un director al que le gusta variar a menudo, así que sólo podemos disfrutar de cinco gialli dirigidos por él. Por fortuna, el último giallo que dirigió fue la obra maestra Torso - Violencia carnal (I corpi presentano tracce di violenza carnale, 1973).

Volviendo a las desventuras de la señora Wardh, el film no es solo una maravilla visual y auditiva, también ofrece una trama cargada de suspense y misterio, que mantiene en todo momento al espectador enganchado a la pantalla. Así, en el film nos encontramos con complejidad psicológica y complejidad argumental. Todo ello acaba haciendo de La perversa señora Ward una maravilla de imprescindible visionado (¿se nota que me gusta mucho esta película?), y que al parecer, según Lianne Spiderbaby, es un film del que pueden disfrutar particularmente las mujeres, aunque es algo que tendrán que confirmar las lectoras que vean el film. En todo caso, es uno de los mejores gialli de la historia del género.


13 ene 2012

El Cinéfago de nuevo al rescate de otra película de calidad alternativa


Por un lado tenemos a Barbara Bach. Por el otro tenemos a extrañas criaturas mutantes anfíbias. Al frente de todo el director italiano Sergio Martino. ¿Molan los 70 o molan de verdad los 70?

La extraña isla de los hombres pez (L'isola degli uomini pesce, Sergio Martino, 1979) es un entretenido film de aventuras, con elementos de terror y ciencia ficción, que toma prestadas ideas de La isla del doctor Moreau de H. G. Wells y de los relatos de H. P. Lovecraft y las mezcla al estilo italiano.

Todo empieza con los supervivientes del naufragio de un barco prisión, a mediados de 1891. El teniente doctor Claude de Ross (Claudio Cassinelli) apenas puede mantener a raya con una pistola a los prisioneros que han sobrevivido con él en un pequeño bote. Unas extrañas criaturas arrastran el bote hasta unas rocas afiladas, despachan a unos prisioneros y hunden el bote. Los supervivientes de los supervivientes son el doctor De Ross y cuatro prisioneros más. Sin embargo, el número de supervivientes se verá aún más reducido hasta que los pocos que quedan se encuentren con la bella Amanda (Barbara Bach). A pesar de que Amanda les dice que se larguen, De Ross y sus compañeros la siguen (¿y quién no?). Es así como van a parar a la casa de Edmond Rackham (Richard Johnson), el cual comanda a un grupo de indígenas desde su mansión colonial. Por ahí también anda el profesor Ernest Marvin (Joseph Cotten), expulsado de la comunidad científica por sus experimentos contra natura (como todo científico que se precie en el cine).

Sergio Martino es el genio responsable de la soberbia Torso - Violencia carnal (I corpi presentano tracce di violenza carnale, 1973 -comentada aquí-) y de La montaña del dios caníbal (La montagna del dio cannibale, 1978), que causó cierta polémica (y diversión personal) cuando fue emitida por error por TVE1 al mediodía hace ya unos años, pensando que sería la típica película de aventuras y no el festival de sexo y gore que es, entre otros títulos antológicos. La extraña isla de los hombres pez, sin embargo, no causaría ningún problema al ser emitida en horario protegido, ya que no hay escenas sangrientas o desnudos. Lo que sí hay es toneladas de entretenimiento.

Parece que la intención de Martino era acumular todos los elementos típicos del pulp y el cine de aventuras en una sola película. Además del mad doctor y los hombres pez, tenemos: una inestable isla volcánica, la ciudad perdida de Atlantis, ritos vudú, una selva llena de trampas, una belleza en peligro acosada... Todo servido con la energía, el arte y la demencia propia de las películas italianas de entonces. Eso sin mencionar su contundencia sonora, porque si hay algo característico del cine italiano de entonces es como sonaban los golpes, guantazos y puñetazos, que te da la sensación de que duelen el doble que los puñetazos normales.

Esta especie de Julio Verne puesto de ácido es pura fantasía de bolsilibro, el tipo de película que solían echar los domingos por la tarde en TVE1, antes de que las cadenas privadas convirtieran "película de domingo por la tarde" en sinónimo de infumable telefilme. Una película sin pretensiones (ni mucho presupuesto) que hoy día resulta divertida y entretenida gracias a sus cualidades artesanales. Los efectos especiales son algo rudimentarios, y los hombres pez resultan más entrañables que aterradores. Eso sí, como su diseño recuerda al de la Criatura de la Laguna Negra, por la que, como podéis deducir por el nombre del blog, siento cierta debilidad -como ya comenté aquí-, les doy unos puntos extra.

Os invito a averiguar qué tremendo secreto custodian esos extraños seres un día que os apetezca algo de ligera diversión. Tened cuidado al buscarla y no cojáis la versión americana: distribuida por la New World de Roger Corman, tras no funcionar demasiado bien en taquilla decidieron cambiarle el título, recortar unos 15 minutos de película y añadieron escenas rodadas por ellos y que no tenían nada que ver con el film de Martino. Y hablando de Roger Corman, esta película es ideal para ver en doble sesión con la más "adulta" y también genial Humanoides del abismo (Humanoids from the Deep, Barbara Peeters [Jimmy T. Murakami filmó escenas adicionales], 1980), comentada aquí.

10 abr 2010

Torso: violencia carnal (I corpi presentano tracce di violenza carnale aka Torso)


El giallo, como muchos ya sabéis, es donde se halla la semilla del subgénero que hoy conocemos como slasher. Bob Clark dirigió la seminal Black Christmas (1974) inspirado por estas películas puramente italianas, Black Christmas y los giallos fueron también la base sobre la cual John Carpenter creó La noche de Halloween (Halloween, 1978).

Un gran ejemplo de giallo, y que ejemplifica muy bien su influencia en el slasher, es la película de 1973 Torso (I corpi presentano tracce di violenza carnale) de Sergio Martino. La película está protagonizada por Suzy Kendall (con la que comparto cumpleaños), que también aparece en la película que inició el giallo moderno: El pájaro de las plumas de cristal (L'uccello dalle piume di cristallo, 1970) la primera película y primera (de muchas) obra maestra de Dario Argento. En esta ocasión, Suzy Kendall es Jane, estudiante de arte. Una de sus compañeras de clase es asesinada junto a su novio cuando estaban discutiendo de filosofía en un coche. La policía advierte a la clase que todos han de estar atentos a cualquier cosa extraña que detecten. Para alejarse del peligro, Jane y unas amigas deciden pasar unos días en la casa que tiene una de ellas en el campo, sin saber, claro, que el asesino las está siguiendo.

Como es habitual en el giallo, Martino llena la película de sospechosos y de pistas falsas para que el espectador no entienda nada hasta la resolución final. Y es por ello que la película, como todo buen giallo, se llena de historias y personajes que tal vez no lleven a nada, pero que la enriquecen llenándola de detalles curiosos, morbosos y lujuriosos. Los asesinatos son brutales y sangrientos como era habitual en la época, llevados a cabo por un asesino enmascarado que sustituye la habitual cámara subjetiva. La película alcanza grandes dosis de tensión y suspense en la parte final que transcurre en la casa de campo, por lo que la primera mitad más detectivesca vale la pena.

La película ha sido editada por Filmax, aunque desconozco si es una versión íntegra o censurada. Yo me compré la edición que sacó el sello británico Shameless a un buen precio, pero he de advertir que tanto la cubierta como la manera que tienen de presentar el argumento es sorprendentemente misógina. Su tagline es: When whores meet saws (Cuando las putas conocen sierras, literalmente). En la sinopsis indica que las chicas protagonistas son estudiantes "pero no se sabe de qué, a no ser que estudien como quitarse la ropa", cuando queda claro en el film que son estudiantes de Arte y sólo dos protagonizan una breve escena de amor. Me sorprendió también porque me pareció que de esa manera iban a alejar clientes más que atraerlos. Si no hubiese sabido de que película se trataba, no la habría comprado sólo por la información que ponen en la carátula. No soy ningún experto en marketing, pero creo que es mejor hacer un producto atractivo por sus virtudes que no intentar engañarlo con un supuesto festival de sexo y sangre. No negaré que la película contiene alguna gota de erotismo aquí y allá, pero dentro de lo normal en las películas de la época.

Actualización: El 2011 salió una estupenda edición de la película en Blu-ray cortesía de Blue Underground, de zona libre y con subtítulos en castellano. Incluye también la versión original del director pero sólo en italiano subtitulada en inglés, tenedlo en cuenta. Es la edición que recomiendo comprar.

En cualquier caso, es un gran giallo si hay algún aficionado que no la ha visto. Si no conocéis el género, es una buena manera de empezar.