Mostrando entradas con la etiqueta john carpenter. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta john carpenter. Mostrar todas las entradas

28 dic 2020

Bolsa de cadáveres (Body Bags)


"Ey, es Wes Craven", pensé al volver a ver Bolsa de cadáveres (Body Bags, John Carpenter, Tobe Hooper, 1993). Hacía mucho que no la veía y había olvidado la cantidad de cameos que hay en esta película. Esta es otra de esas películas que pensaba que había comentado cuando compré la edición en Blu-ray de Shout, pero resulta que no. Así que aquí está.

Como muchos ya sabéis, Body Bags fue concebida como un piloto para una serie que, obviamente, no se hizo. Juzgando por la película, que reúne tres historias, dos dirigidas por John Carpenter y una por Tobe Hooper, habría tenido un estilo parecido al de Historias de la cripta (Tales from the Crypt, c. Steven Dodd, 1989-1996). El propio John Carpenter habría interpretado al presentador de las historias, con comentarios cargados de humor negro, pero las historias no siguen el modelo E. C. sino que son historias de terror sin giros irónicos. Al cancelarse la serie, la película/piloto se comercializó en formato doméstico tras su pase en la cadena Showtime.

Las historias son correctas pero nada del otro mundo. En la primera, Anne (Alex Datcher) trabaja durante el turno de noche de una gasolinera y es acosada por un asesino. En la segunda, Richard Coberts (Stacy Keach) está desesperado por la pérdida de cabello, así que decide probar un nuevo método experimental con funestas consecuencias. En la tercera, Brent Matthews (Mark Hamill) pierde un ojo en un accidente de coche y recibe otro ojo en un trasplante experimental; obviamente el trasplante tendrá consecuencias inesperadas. Queda claro que las historias no son particularmente originales o novedosas, pero el tono, la dirección y el reparto (cargado de cameos, como ya he dicho) contribuyen a que Body Bags resulte bastante entretenida y divertida.

Lo interesante de este proyecto es su posición en la filmografía de John Carpenter. Justo tras el difícil rodaje de Memorias de un hombre invisible (Memoirs of an Invisible Man, 1992), una película que no funcionó en taquilla protagonizada por Chevy Chase, un actor que funciona principamente dentro de Estados Unidos. Aunque Carpenter es uno de los pocos directores que el temperamental y difícil Chase no ha puesto a parir luego, la complejidad de los efectos hizo que fuera un rodaje complicado que luego no se vio recompensado con una buena taquilla. Parece claro que Carpenter necesitaba algo más ligero y sencillo como siguiente proyecto. Y eso exactamente es lo que fue Body Bags, algo que le permitió cargar las pilas para enfrentarse a la que sería su última obra maestra: la brillante En la boca del miedo (In the Mouth of Madness, 1995). En este sentido, es una suerte que la serie no fuera producida, así Carpenter estaba libre para seguir dirigiendo películas.

Body Bags es un simple divertimento, una película que hará sonreír a los fans del género pero que no revoluciona la antología cinematográfica de relatos de terror.

13 jul 2017

La saga Halloween

 
Ahora que una nueva entrega de Halloween con la participación de John Carpenter es una feliz realidad, parece el momento ideal para repasar la franquicia iniciada con la clásica La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978). Y eso es lo que he hecho en un largo artículo para Underbrain Mgz, que espero leáis con placer clicando aquí:



30 oct 2015

El Cinéfago presenta su maratón de Halloween de este año

Este año no me he complicado la vida demasiado y me he decidido por algo festivo y clásico.


Empezamos con el gran clásico La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978), ideal para ver en esta fecha. Y en cualquier fecha, de hecho. Sin embargo, este año tal vez podemos optar por ver la versión extendida (incluida en la primera edición con la cubierta negra lenticular) para variar un poco. Para los que no la conozcan, esta versión extendida incluye las escenas rodadas para la versión televisiva de Halloween. Como diría José Luis López Vázquez: señor Carpenter, aquí un amigo, un siervo, un esclavo.




¿Por qué aquellos que desprecian el pésimo remake de Rob Zombie disfrutan con su segunda parte pero los que disfrutaron con ese desperdicio de celuloide no gustan de su continuación? Para mí, esta película es lo que tendría que haber sido el primer Halloween. El origen (Halloween, Rob Zombie, 2007), una película que Zombie hace suya en lugar de un refrito sin imaginación.




La noche de los demonios (Night of the Demons, Kevin S. Tenney, 1988) es una película que he ido apreciando más a lo largo de los años. Cuando la vi por primera vez en vídeo no me pareció gran cosa, pero luego le he ido cogiendo cariño y ahora me parece brillante y fantástica. E ideal para ver en una fiesta de Halloween. La edición española en Blu-ray no incluye ni un solo extra, la edición americana es solo zona A.




Lo que hace realmente brillante este remake es que se puede disfrutar perfectamente por si mismo, además de homenajear al original, y es perfecto para ver en doble sesión con la original. Superior en todos los sentidos a las secuelas y a la par que la película que la inspiró, La noche de los demonios (Night of the Demons, Adam Gierasch, 2009) es, como su antecesora, ideal para ver en grupo y con ganas de pasarlo bien.




En caso de que estéis haciendo este maratón en pareja y tengáis luego ganas de culminarlo bajo las sábanas, nada mejor que El beso de la pantera (Cat People, Paul Schrader, 1982) (ambas ediciones contienen distintos extras, la de Blu-ray es solo zona A) para poneros de humor juguetón. Al fin y al cabo, ¿a quién no le pone el amor obsesivo y el bondage?


3 may 2014

Especial Nº 1000: Mis películas favoritas

Parece que era ayer cuando escribía mi post nº 999 y hoy ya estoy escribiendo mi post nº 1000. Para celebrar esta ocasión especial (aunque no sé si celebrar que he torturado mi cerebro con grandes cantidades de absurda psicotronía para hacer este blog) he decidido satisfacer una demanda que me habían hecho varias veces: hacer una lista con mis películas favoritas (cuando ya has comentado una película con pelucas parlantes y otra sobre una cama asesina es difícil encontrar algo original). No es una lista grabada en piedra, a medida que vaya descubriendo nuevos títulos y vaya evolucionando supongo que se incorporarán otras más. De momento, estas son las que hay. Me ha sorprendido que no hay ninguna de directores que me apasionan como Stanley Kubrick y Frank Henenlotter, lo cual significa que estas películas tienen algo especial que el resto de filmes que me fascinan o me encantan o me apasionan no tiene. Aquí están, en estricto orden cronológico.


Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976). Artículos sobre la película: 1-2-3

-¿Por qué quieres ser un taxista, Bickle?
-No puedo dormir por las noches
-Hay cines porno para eso.
-Lo sé. Lo he probado.

Todos los animales salen de noche.

Ella está sola. Nadie se le puede acercar.

-¿Este es el único tipo de película que ves?
-Sí. Vengo... No está tan mal. No sé...
-Traerme aquí es tan excitante para mí como decirme: Vamos a follar.
-Hay otros sitios a los que puedo llevarte. No sé mucho sobre ellos, pero puedo llevarte a otros sitios.

-¿Ve a la mujer de la ventana?
-Sí.
-¿La ve? Bien. Quiero que se la mire porque esa es mi mujer. Pero ese no es mi apartamento. No es mi apartamento. ¿Sabe quién vive ahí? Claro, no lo sabe, pero ¿sabe quién vive ahí? Allí vive un negro. ¿Qué le parece? Y voy a matarla, solo eso. Simplemente, voy a matarla. ¿Qué le parece? He dicho: ¿qué le parece ? No conteste, no tiene que responder a todo. Voy a matarla con un revólver Magnum del 44. Tengo un Magnum del 44. La voy a matar con ese revólver. ¿Ha visto lo que le hace un Magnum 44 a la cara de una mujer? La destruirá, joder. La reventará. Eso es lo que le hace a una cara. Ahora, ¿ha visto lo que le puede hacer al coño de una mujer? Eso deberías verlo. Deberías ver lo que un Magnum del 44 le haría al coño de una mujer. Deberías verlo.

¿Crees que soy un enfermo?

Tengo unas cuántas malas ideas en mi cabeza.

La soledad me ha seguido toda la vida, a todas partes. En los bares, en las calles, en las aceras, las tiendas, por todas partes. No hay escapatoria. Soy el hombre solitario de Dios.

Dios, no sé quién es más raro: tú o yo.

Ahora lo veo con claridad. Mi vida entera encauzada en una dirección. Ahora lo veo. No he tenido elección.

Bang. Bang. Bang.



Suspiria (Dario Argento, 1977). Artículos sobre la película: 1-2

Suzy Bannion decidió perfeccionar sus estudios de ballet en la academia más famosa de Europa. Escogió una prestigiosa academia de Friburgo. Un día, a las 9 de la mañana, salió del aeropuerto Kennedy en Nueva York y llegó a Alemania a las 10:40 de la tarde, hora local.

Debes saber... secreto... lirio...

Sssuzy, Sssara... Una vez leí que los nombres que empiezan con la letra "s" son nombres de... ¡serpientes!

Sé que esa es la directora. Ella está aquí, justo detrás de esa sábana.

Yo soy ciego, pero no sordo, ¿lo entienden? No soy sordo... ¿Lo entienden?

Escucha, se van justo a la hora. Los profesores, ¿recuerdas? ¿Puedes oírlos? Se marchan.

Muchas cosas extrañas, increíbles, absurdas... Pat tomó notas sobre esas cosas durante meses. Antes de irse me dio sus notas.

Suzy, ¿sabes algo sobre brujas?

La mala suerte no la provocan espejos rotos, sino mentes rotas.

¿Has oído hablar de Helena Marcos?



Apocalypse Now/Apocalypse Now Redux (Francis Ford Coppola, 1979). Artículo sobre la película: 1

Saigón. Mierda, solo sigo en Saigón.

Cada vez que miro alrededor, las paredes se juntan un poco más.

Yo quería una misión y, por mis pecados, me la dieron.

No hay manera de contar su historia sin contar la mía. Y si su historia es una confesión, también lo es la mía.

Charlie no surfea.

¡Un tigre, tío! ¡Un tigre!

No salir nunca del barco. Totalmente cierto, a no ser que vayas hasta el final. Kurtz se bajó del barco.

Ser Playmate del Año es la experiencia más solitaria que podía imaginar.

-¿Quién es el oficial al mando aquí?
-¿No es usted?

Soy americano. Civil americano. Hola.

Aquí terminaba el río, sin duda.

¿Por qué un buen tío como tú quiere matar a un genio?

Todos querían que lo hiciera. Él más que nadie.

El horror... El horror...



La posesión (Possession, Andrej Zulawski, 1981). Artículo sobre la película: 1

-¿Qué sientes ahora?
-¿Realmente lo quieres saber?
-No.

¿Nuestro sujeto sigue llevando calcetines rosas?

Nadie es bueno o malo, pero si quieres yo seré la mala.

Es difícil. Yo no quería que pasara, pero pasó y ahora...

Te desprecio, Marge.

-Esto es asqueroso.
-Sí.

-No duele.
-No.

-No hay que tenerle miedo a nada, excepto a Dios. Sea lo que sea para ti.
-Para mí, Dios es una enfermedad.
-Por eso, a través de la enfermedad podemos alcanzar a Dios.

Las mujeres no tienen nada en común, excepto la menstruación.

Aún no ha terminado, ¿sabes?

-¿Qué es esto?
-Mi nombre.

No eres diferente de los demás. Todos somos lo mismo pero en distintas palabras, con cuerpos distintos, distintas versiones. Como insectos. ¡Carne!

-No es normal, ni siquiera era humano. Era...
-¿Divino? Tal vez hace un momento conociste a Dios y ni siquiera te diste cuenta.

No abras. No abras. Por favor, no abras. No abras. No abras. No abras.



La cosa (The Thing, John Carpenter, 1982). Artículos sobre la película: 1-2

Arpía tramposa.

Primera maldita semana de invierno.

No sé que hay ahí dentro, pero es raro y está cabreado sea lo que sea.

Childs, carros de los dioses, tío. Prácticamente son dueños de Sudamérica. Les enseñaron a los incas todo lo que sabían.

Probabilidad de que uno o más miembros del equipo estén infectados por el organismo instruso: 75%

Sé que soy humano. Si todos fuerais una de estas cosas me atacaríais ahora mismo. Así que algunos aún sois humanos. Esta cosa no quiere mostrarse. Se quiere esconder dentro de una imitación. Peleará si tiene que hacerlo pero es vulnerable al descubierto. Si se apodera de todos, ya no tendrá más enemigos. No quedará nadie para matarla. Y habrá ganado. Una tormenta nos golpeará en seis horas. Vamos a averiguar quién es quién.

Nadie se fía de nadie. Todos estamos muy cansados. No puedo hacer nada más, solo esperar.

Debe de ser una jodida broma.

-Esto es una estupidez. No prueba nada.
-Me imaginé que dirías eso, Garry. Eras el único con acceso a esa sangre. Serás el último.

-Bueno, ¿qué vamos a hacer?
-¿Por qué no simplemente esperamos un rato a ver qué pasa?



Videodrome (David Cronenberg, 1983). Artículos sobre la película: 1-2

Televisión Civic: La televisión que te llevas a la cama contigo.

Busco algo innovador. Algo duro.

La pantalla de televisión se ha convertido en la retina del ojo de la mente. Por eso me niego a aparecer en televisión, salvo en una televisión. Por supuesto, O'Blivion no es el nombre que me dieron al nacer: es mi nombre televisivo. Pronto, todos tendremos nombres especiales, nombres diseñados para hacer resonar el tubo de rayos catódicos.

-Videodrome... ¿Qué es esto?
-Tortura, asesinato...
-Suena genial.
-No es exactamente sexo.
-¿Quién lo dice?

-Creo que es peligroso, Max. Videodrome.
-¿Por qué? ¿Es la mafia? Podemos hacer negocios.
-No, no, no. Es más... ¿Cómo te lo diría? Es más político que eso.

Tiene algo que tú no tienes. Tiene una filosofía y eso es lo que lo hace peligroso.

La televisión es la realidad y la realidad es menos que la televisión.

Tuve un tumor cerebral y tuve visiones. Creo que las visiones causaron el tumor cerebral y no al contrario.

Excitante. Muy vívida. Ten cuidado: muerde.

Perdona que no me quede a mirar. Es que no aguanto lo raro.

Tengo una cinta que quiero ponerte.

Muerte a Videodrome. ¡Larga vida a la Nueva Carne!

12 dic 2013

Encerrada (The Ward)


Con los diversos remakes y secuelas de sus filmes, más la continua aparición de ediciones coleccionistas de sus películas, más el reconocimiento de su influencia por parte de nuevos directores del género y, más importante, la incuestionable calidad de su filmografía, queda claro que John Carpenter es uno de los mejores directores de la historia del género fantástico. Por ello resulta extraño y triste su ausencia en nuestras pantallas.

La última película que estrenó en cines de forma generalizada data del 2001: la regular Fantasmas de Marte de John Carpenter (Ghosts of Mars). Hemos de esperar hasta la llegada de la serie antológica Masters of Horror para reencontrarnos con Carpenter, que contribuyó a la serie con dos episodios, uno de los cuales, El fin del mundo en 35 mm (John Carpenter's Cigarette Burns, 2005), sea posiblemente el mejor de toda la serie.

Y no es hasta el 2010 que Carpenter se pone de nuevo tras la cámara para dirigir una película: Encerrada (The Ward). Un film estrenado de forma limitada en Estados Unidos y que aquí, después de pasar por el Festival de Sitges, fue directa al mercado de DVD/Blu-ray.

Es triste para los fans del género. La culpa de que esto sea así es tanto de la industria hollywoodiense como cierto desencanto por parte del mismo Carpenter. El veterano directo explica, en el audiocomentario de la edición en Blu-ray americana, que las razones principales por las que aceptó dirigir esta película fue su presupuesto limitado, rodar principalmente en una localización y trabajar con un reparto pequeño. Esto denota (por lo menos me lo pareció así) cierto cansancio por parte de Carpenter tras años de lucha con los estudios. Un desencanto que originó que se lanzase hacia finales de los 80 a rodar películas de bajo presupuesto cansado de los politiqueos de los estudios. Su regreso ocasional hacia el sistema de los estudios tuvo resultados desiguales, con éxitos y fracasos, pero no mejoró su opinión del sistema.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que gran parte de las películas que ha dirigido Carpenter fueron sonados fracasos en su momento pero luego se han convertido en clásicos y referentes, siendo el caso más representativo la clásica La cosa (The Thing, 1982). Así que Carpenter parece bastante contento hoy día retirado en su casa viendo películas y jugando con su consola. Por lo menos eso da a entender en uno de los extras de la edición especial en Blu-ray de Scream Factory de El príncipe de las tinieblas (Prince of Darkness, 1987).

Y todo esto viene al caso de Encerrada. Un film correcto de terror cuyo guion no es que sea muy original, pero se ve beneficiado del buen trabajo de su reparto y del toque clásico de Carpenter. Es un film que funciona principalmente por su atmósfera y su estilo narrativo, ofreciendo una entretenida hora y media, cuya única nota negativa es que no está a la altura de otras películas del mismo director.

Es básicamente una película de fantasmas ambientada en una institución psiquiátrica en los años 60. Sin embargo, el film es más que eso, pero no quiero entrar en más detalles para no "espoilearos" la película.

Pero Carpenter demuestra con este film que todavía puede dirigir algún otro clásico, simplemente es cuestión de encontrar un material que sea lo suficientemente atractivo como para sacarlo de su retiro.


31 oct 2013

Especial Halloween: Celebrando el terror ochentero



Llega ese momento del año en que todo quisqui se monta su maratón particular de películas de terror. Aquí no podemos ser menos y nos tiramos por el puente con todo el mundo. Sin embargo, he querido darle mi toque personal con un maratón que celebra una de las mejores décadas del género: los 80. No es que crea que antes y después no se han hecho obras maestras, pero es la década que hizo de mi un fanático del género. Os presento unas cuantas perlas surgidas en la época dorada de los calentadores, que os harán disfrutar de lo lindo con todo aquello que hizo grandes a los 80: litros de sangre, violencia injustificada, desnudos gratuitos y mala leche. Como siempre, podéis clicar en los títulos para leer artículos más extensos sobre estas maravillas.


Empezamos con una película que, para mí, es la esencia misma de lo que decía en la introducción. Originalmente filmada con el título de La maldición de Hamilton High, alguna mente privilegiada decidió estrenarla como si fuera una secuela de Prom Night: Llamadas de terror (Prom Night, Paul Lynch, 1980), pensando que así daría más dinero. Fue una maniobra estúpida e injusta, ya que Hello Mary Lou es un film muy superior a Prom Night y podría haber iniciado su propia saga. En todo caso, esta película es una auténtica joya. Su mezcla de humor negro, terror y mala leche la hace única, además de los diversos homenajes que se hacen al género. Su historia no es que sea nada del otro mundo, pero su ejecución la hace especial.



No se puede hacer un maratón de pelis de terror sin poner un slasher, menos aún cuando se centra en los 80, la década del slasher. La quema es uno de los primeros ejemplos del género, surgido a raíz del éxito de la clásica Viernes 13 (Friday the 13th, Sean S. Cunningham, 1980), aunque los productores insistan en negarlo y asegurar que habían ideado la historia de la película muchísimo antes. En fin, este film nos ofrece generosas dosis de diversión, gracias especialmente a los fantásticos efectos especiales que hiciera Tom Savini. Adolescentes de campamento, asesino enmascarado con ganas de venganza, espectadores ávidos de emociones fuertes: la combinación perfecta. Aseguraos de que sea la versión sin censurar.



Payasos asesinos (Killer Klowns from Outer Space, Stephen Chiodo, 1988)
Recuerdo que cuando vi por primera vez esta película en vídeo me pareció aterradora. Claro, entonces solo tenía ocho años, pero los payasos me daban miedo y estos payasos espaciales con su hilera de colmillos amarillentos, sus pieles arrugadas y sus malas intenciones me daban mucho miedo. Más tarde, cuando revisité el film en DVD, me sorprendió descubrir lo divertida que era. Y esto es algo muy típico del cine ochentero: la mezcla de comedia y terror era muy habitual (aunque no siempre funcionara). Lo que me pareció igual de cuando la vi con ocho años a cuando la vi con algunos cuantos años más, es que es una película muy imaginativa e interesante. Y me sentiré muy feliz si descubro esta maravilla a alguien que no la conozca.




Ahora nos ponemos serios con un clasicazo de tomo y lomo. Hellraiser representó en su momento un soplo de aire fresco en el género, ya que era una película de terror adulta que no implicaba un grupo de adolescentes haciendo "adolescenterías". Cierto, tras la segunda y la tercera entrega la saga fue perdiendo calidad de forma progresiva desde el momento en que cayó en manos de los Weinstein, reduciendo a Pinhead y compañía a simples villanos de turno. Pero eso no quita que la primera siga siendo una maravilla, aunque sus últimos minutos sean algo flojos, está llena de poderosas imágenes y momentos. También hay que mencionar la fabulosa banda sonora que compusiera Christopher Young, que seguramente mis vecinos odian ya que tengo tendencia a escucharla a un volumen muy alto (junto a la de la 2ª parte) mientras leo alguna novela o cómic de terror. La novela de Clive Barker en que se basa es una de mis favoritas.



El  príncipe de las tinieblas (Prince of Darkness, John Carpenter, 1987)
La década de los 80 fue la mejor y más productiva de John Carpenter. El príncipe de las tinieblas es prueba de ello: con una localización y un presupuesto reducido, Carpenter se las arregla para crear una historia de terror cósmico de proporciones épicas. Esta es la segunda entrega de la trilogía del apocalipsis de Carpenter, como muchos ya sabéis, donde el maestro demuestra como puede mantener al espectador inquieto sin necesidad de grandes explosiones de sonido ni meter un susto cada cinco minutos. Es para darle un toque de clase al maratón.



Acabamos a lo grande, con una locura que solo podría haber tenido en lugar en los 80. Mezcla de ciencia ficción y terror, esta película es una montaña rusa de emociones, un viaje fantástico que nos tiene al borde del sillón de principio a fin. La poderosa presencia de Mathilda May la convirtió en una fantasía erótica recurrente para mí, que al igual que el resto de personajes me quedé hipnotizado por esta vampira espacial. La película definitiva sobre la fascinación masculina por la mujer, una épica de destrucción, terror y locura. Este homenaje al cine de la Hammer es para mí una obra maestra. Arrow ha editado la edición definitiva del film en una estupenda edición en dos discos y caja metálica (la de funda normal no trae segundo disco con la versión americana de la película), mejor que la de Scream Factory.


19 jul 2013

Un café con los maestros del terror

Soy seguidor del blog Too Much Horror Fiction, un blog en el que descubro libros y joyas desconocidas dentro del terror. En esta ocasión lo que me ha descubierto, sin embargo, es algo diferente y muy interesante: una mesa redonda presidida por Clive Barker en la cual grandes contribuyentes del género hablan y discuten sobre el terror literario y cinematográfico. Al parecer se emitió originalmente en la BBC a principios de los 90, pero lo podemos disfrutar todos gracias a que Seraphim Inc (una página de Clive Barker) lo ha colgado en YouTube. Dsifrutad:


4 jul 2012

Ellos viven. Nosotros dormimos.


En el clásico moderno de la ciencia ficción Están vivos (They Live, John Carpenter, 1988), Carpenter utilizó motivos del género presentes desde los años 50 para crear una película moderna que satirizaba la América de la Era Reagan. Por desgracia para nosotros, el film es tan relevante hoy día como en el momento en que se estrenó.

Los 80 se caracterizaron por la llegada de los yuppies, una nueva raza de economistas y brokers que alimentados una ambición sin límites no tenían problemas en apuñalar por la espalda a los compañeros para conseguir su objetivo final: obtener cuantas más riquezas y beneficios fuera posible. Las consecuencias de esa actitud las estamos viviendo todos ahora. Hace poco emitieron un documental en la televisón autonómica catalana que giraba en torno al timo de las acciones preferentes, una de las víctimas era una niña pequeña a la que el banco había dejado sin el dinero que había heredado de su abuela. Lamentablemente, el banquero HDP que le robó el dinero a la niña no era un extraterrestre malvado sino un tipo muy humano.

La avaricia desatada y maldad intrínseca de los yuppies fue tratada de diferentes maneras por el cine hacia finales de los 80. En comedias románticas como Armas de mujer (Working Girl, Mike Nichols, 1988), dramas del estilo de Wall Street (Oliver Stone, 1987) y thrillers como Ejecutivo ejecutor (A Shock to the System, Jan Egleson, 1990) (me centro ahora en películas del periodo, pero por supuesto no podemos olvidar American Psycho [Mary Harron, 2000]). Pero como suele ser habitual fue la ciencia ficción la que mejor supo poner el dedo en la llaga, con películas como Robocop (Paul Verhoeven, 1987) y la que nos ocupa hoy.

Carpenter estaba finalizando su periodo más fructífero y acababa de terminar la estupenda El príncipe de las tinieblas (Prince of Darkness, 1987) cuando empezó a trabajar en la adaptación del relato Eight O'clok in the Morning de Ray Nelson. Este cuento de Nelson cuenta como tras despertar de una sesión de hipnosis, George Nada puede ver a los Fascinadores, una raza alienígena que mantiene dominada la raza humana mediante mensajes subliminales e hipnosis. El relato fue originalmente escrito en 1963, muy adelantado a su tiempo, por desgracia el relato es muy breve y no llega a explotar y explorar la historia como se merece la intrigante premisa. El guion de Carpenter (escrito bajo el pseudónimo Frank Armitage) sí que desarrolla a fondo los elementos de la historia y añade además varios de cosecha propia.

Curioso póster francés de la película. La imagen es prácticamente la misma usada en el póster de Asalto a la comisaría del distrito 13 (Assault on Precinct 13, John Carpenter, 1976), añadiendo simplemente detrás la efigie extraterrestre. Fue en Francia donde Carpenter fue saludado como un nuevo autor gracias a Asalto, ya que en su país natal este director clásico fue considerado siempre un segundón. Algo así como el Woody Allen del cine fantástico.

La película se inicia no con un motivo de ciencia ficción, sino del western, cuando nuestro protagonista, un Hombre Sin Nombre encarnado por Roddy Piper que en los títulos de crédito es llamado simplemente Nada, llega a la ciudad en busca de trabajo. Acaba compartiendo trabajo y vivienda con los habitantes de un campamento de barracas. Todo sigue la misma desgraciada rutina de siempre hasta nuestro protagonista consigue unas gafas de sol muy especiales: le permiten ver el mundo tal y como realmente es. Y la realidad es que estamos dominados por una raza extraterrestre que nos mantiene a todos anestiados con la ayuda de unos cuantos corruptos humanos.

Siendo honestos, Están vivos no es perfecta. La escena de la pelea entre Piper y Keith David se hace muy larga y algo pesada, en algunos puntos falla el ritmo y los one-liners de Piper parecen algo fuera de sitio aunque no dejen de tener gracia, especialmente el ya clásico:

He venido a mascar chicle y patear culos. Y se me ha terminado el chicle.

Frase que aquellos que hayan visto la película doblada, junto con otras del estilo, no oyeron ya que en el pobre doblaje castellano fue sustituida por:

Encomendad vuestra alma al creador. He venido a aniquilaros. Porque ya estoy hasta las pelotas.

Dejando de lado destrozos del doblaje,  el resto está tan bien solucionado que los pequeños fallos de Carpenter no tienen demasiada importancia. Especialmente brillante resulta el inicio, donde poco a poco se van dando indicaciones y pistas, creando una atmósfera de opresiva paranoia muy adecuada a la historia. La construcción de esta atmósfera culmina con la genial escena en la cual Piper se pone las gafas por primera vez y hecha un primer vistazo a su alrededor. Dólares en los que se lee "este es tu Dios"; anuncios por todas partes donde se lee "consume", "obedece", "mira la TV" y, por supuesto, la repetición de estos mensajes a través de la televisión e incluso los semáforos.

Fantástico nuevo póster creado por Shepard Fairey para una proyección reciente de la película.

Entonces se entra en la dinámica de rebeldes contra extraterrestres, pero los toques de sátira continúan a lo largo del metraje hasta el final. Carpenter había utilizado la sátira política y social en la primera aventura de Snake Plissken y volvería a hacerlo en la segunda, pero es aquí donde creo que está más acertada. Además, la película también funciona en los aspectos de pura ciencia ficción, en los que domina un regusto clásico habitual en el cine de Carpenter, reciclando los motivos que reinaban en las películas que seguían el tema "están entre nosotros" tan populares en los 50.

Un clásico indispensable, especialmente en los tiempos que vivimos, que imagino todo el mundo conoce. A aquellos que no la conozcan, les recomiendo que vean esta película para disfrutar de un clásico que no sólo no ha envejecido, es que es más actual que nunca.

19 jul 2011

Mi cosa


PRÓLOGO

En retrospectiva, nunca me he quedado satisfecho con ninguno de los posts que he hecho sobre mis películas favoritas. Siento que no he sabido transmitir lo que siento cuando las veo. La razón principal radica precisamente en lo mucho que me apasionan, haciendo que sea incapaz de coger cierta distancia y hacer un buen análisis. Soy consciente de que tengo un estilo hiperbólico que hace que casi cada película de la que hablo sea mi favorita o la más tremenda o la más fantástica. Pero eso es porque una vez me pongo a escribir me empiezo a emocionar y a entusiasmar. Lo cierto es que son pocas mis películas favoritas y menos aún las que he comentado aquí (¿qué cuáles son? tendrás que averiguarlo tu mismo/a). Teniendo eso en cuenta, decidí no escribir más sobre mis favoritas y simplemente ir remirando por mi filmoteca para ir sacando títulos curiosos que valiesen la pena comentar.

Desde hace un tiempo, La cosa (The Thing, John Carpenter, 1982) me pedía que la comentase con insistencia. Yo me negaba ya que no sólo es un gran clásico que todo el mundo conoce y ya ha sido comentada y explicada hasta la saciedad, es que además es la número uno en mi lista de películas favoritas. En palabras de la teniente Ripley, ha estado conmigo tanto tiempo que no recuerdo nada más.

Tampoco tenía bien claro (ni tengo en este momento, mientras escribo) como enfocarlo. Hacer algo técnico, explicando la historia de como se llegó a rodar, tal vez. O tal vez enfocarlo desde un punto de vista más personal, biográfico. Anteriormente me evité el problema mencionándola sólo de pasada en el post que hice sobre El enigma de otro mundo, sorteando la cuestión algo cobardemente. Por cierto, ¿cuando se parte de material literario o de otro que no sea una película, se puede hablar realmente de remake? ¿El término remake no se debería aplicar sólo a películas que son nuevas versiones de otras películas?

En todo caso, a finales de año se estrenará la precuela de La cosa. Hace poco leí una entrevista a John Carpenter donde, entre otras cosas, hablan de este clásico. Detalles que han vuelto a ponerme la película en la cabeza de forma insistente.

No es que haya salido alguna vez.


MI COSA

No recuerdo exactamente cuántos años tenía, pero no podían ser más de nueve o diez. El caso es que una noche, viernes o sábado, grabé La cosa que en aquel momento daban por TVE1 (las privadas todavía no existían). Recuerdo que en aquel entonces tenía un vídeo Beta que no tenía mando a distancia, así que para sacar los anuncios me quedé sentado en una hamaca de camping al lado del vídeo, bajo la televisión, un modelo enorme con carcasa se madera, de modo que las transformaciones se desplegaban justo encima mío.

No sé por qué decidí grabarla o cómo supe que la daban, el caso es que me dejó aterrado de principio a fin. Quedé absorbido por la historia de unos hombres enfrentados a una entidad metamórfica monstruosa. La película tenía algo, algo que no podía identificar, que iba más allá de la simple paranoia y el miedo, pero que resonó dentro de mi con fuerza.

No identifiqué ese algo hasta que, el año siguiente, mis padres me fueron comprando, mientras estábamos de veraneo en un camping de la Costa Brava, unos libros que iban de promoción con El Mundo. Los libros siempre llegaban, el periódico se quedaba en alguna papelera entre el pueblo y el camping. Un par o tres de los libros estaban escritos por H. P. Lovecraft: la novela El caso de Charles Dexter Ward y recopilaciones de relatos.

En estas historias de Lovecraft encontré lo que me había llamado tanto la atención de La cosa: el horror cósmico. Un horror cósmico que se me hacía tremendamente real entonces, bajo un manto estelar infinito que contrastaba con el cielo oscuro sin apenas estrellas al que estaba acostumbrado en Barcelona.

Bajo aquellas estrellas no era difícil imaginar cualquier cosa antigua y monstruosa aguardando a que llegara su momento de alzarse.

La cosa parte de un referente literario que poco tiene que ver con Lovecraft. Se basa en el relato o novela breve Who goes there? de John W. Campbell, que escribió bajo el pseudónimo Don A. Stuart en 1948. Campbell era partidario de la ciencia ficción más científica y racional, presentando siempre como victoriosos y moralmente superiores a sus protagonistas humanos. En el relato, hay una inmediata reacción a considerar que el extraterrestre hallado en la nieve es malvado basándose simplemente en su expresión y aspecto físico, lo que provoca una discusión entre los partidarios de descongelarlo para estudiarlo y los que prefieren dejarlo tal y como está.

Este es un aspecto que sí aparece en la versión de Howard Hawks. Así como el enfrentamiento de la cosa con los perros, el descubrimiento de la nave y la criatura en el hielo con la accidental destrucción de la nave y la ejecución del extraterrestre electrocutándolo. Aspectos del relato que aparecen en la versión de John Carpenter son la capacidad metamórfica de la criatura, de nuevo el enfrentamiento con los perros, el nombre de algunos personajes, la prueba de la sangre y Blair construyendo una nave sólo en su cabaña. Así, mezclando las dos versiones os podéis hacer una idea de como es la historia de Campbell en el caso de que no la hayáis leído. También os digo que, desde mi raramente humilde punto de vista, las dos versiones son superiores al relato. Es de suponer que algunos elementos argumentales también aparecerán en la precuela.

Cuando nos compramos un vídeo VHS lo primero que hice fue buscar una copia de La cosa. Por suerte conservaba el Beta, porque no fue hasta mediados de los noventa que encontré una copia en VHS. Por desgracia, habían decidido aumentar la imagen para que no aparecieran las barras negras habituales en el formato panorámico. A pesar de todo, seguía manteniendo toda su fuerza. Hay algo que me llamó la atención de esta versión: en la que grabé de TVE1, en panorámico, hay una escena en la que suena la canción de Stevie Wonder Superstition. Pero cuando me puse a ver la versión en VHS, Superstition había sido sustituida por una horrible canción instrumental genérica desconocida. Un misterio para mí.

También me sorprendió la dificultad de encontrar una copia en vídeo de la película. Para mí es la epítome del horror y la paranoia, del suspense más absorbente y el miedo en estado puro. ¿Cómo era posible que no fuera más conocida?

La película en su momento fue un gran fracaso tanto de público como de crítica (supongo que muchos críticos que en su momento la condenaron son los mismos que hoy la califican de clásico). En una entrevista en Ain't It Cool, el entrevistador le comenta a Carpenter que vista hoy día parece increíble que La cosa no fuese un gran éxito de taquilla en el momento que se estrenó. Carpenter explica que el fracaso de la película fue tan grande que estuvo a punto de acabar con su carrera. Posiblemente sea uno de esos casos en los que el público simplemente no estaba preparado para el despliegue de increíbles efectos especiales que tiene lugar en el filme, llevados a cabo por un joven Rob Bottin, con alguna ayuda de Stan Winston.

La idea de llevar a cabo una versión que fuese más fiel al relato original y se apartase de "la planta espacial" del filme de Hawks partió del estudio. Ya en 1978, la Universal le propuso a William F. Nolan escribir un tratamiento cinematográfico basado en el relato y que se alejase de la versión Hawks. Nolan, co-autor de la novela La fuga de Logan que había sido llevada al cine recientemente con gran éxito, escribió un tratamiento que se parecía más a La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, 1956) de Don Siegel que al relato de Campbell, un tratamiento en el cual la criatura va dejando cáscaras de cuerpos una vez imitados que va escondiendo. Aquel mismo 1978 se estrenó La invasión de los ultracuerpos de Philip Kaufman, la segunda y mejor de las varias adaptaciones que existen de la novela de Jack Finney Los ladrones de cuerpos, que fue otro incomprensible fracaso de taquilla, así que la Universal decidió prescindir de la versión Nolan e ir en otra dirección. Por fortuna para nosotros, fue la dirección que los llevó al guion de Bill Lancaster que acabó dirigiendo Carpenter.

La primera película que me compré en DVD fue La cosa. Para entonces era ya un fanático absoluto y total de la versión original, así que estaba tremendamente excitado por ver La cosa en versión original. Descubrí dos cosas curiosas: en el doblaje se habían eliminado todas las palabrotas que aparecen en la versión original y mientras que la canción Superstition sí aparece en la VO, no lo hacía en la versión doblada donde seguía la horrible canción instrumental genérica que había descubierto en la versión VHS.

Para cuando me compré el DVD, la película había adquirido ya el estatus de clásico del que disfruta ahora. Como se puede comprobar simplemente viendo lo exhaustiva y completa que era la edición para coleccionistas. Era una de las primeras películas que se editaba en DVD, así que no estaba adaptada para 16/9 ni tenía subtítulos en castellano, algo que no se corrigió en reediciones posteriores.

A pesar de todo lo que había visto y leído, La cosa mantenía todo su poder intacto. Desde los títulos de crédito y la atmosférica banda sonora de Ennio Morricone (que normalmente me pongo de fondo para leer libros de terror ya que es realmente una gran banda sonora cargada de suspense y tensión) la película me sumerge fácilmente en un estado de suspense y miedo que se verá de forma irrevocable aumentado a medida que avance el filme.

Las secuencias que más me impresionan son las que supongo llaman la atención de todo el mundo: la muerte del doctor y la transformación de Norris, el test de la sangre y, por supuesto, el enigmático y nihilista final, un broche de oro a una película sublime. Pero toda la película se mantiene en alto gracias a las geniales interpretaciones de todo el reparto, destacando Keith David como Childs y, claro, Kurt Russell como MacReady. Una interpretación que creo supera la que Russell hizo como Snake Plissken, más que nada porque MacReady es realmente un personaje de carne y hueso, más que un gran héroe, lo que lo hace más interesante.

Es en esta época donde la popularidad de La cosa permite que se empiece a hablar de una secuela. Carpenter llevaba tiempo con la idea de hacer una continuación y, de hecho, en una entrevista, también en Ain't It Cool, de la época, comenta que tiene un guion y está listo para rodar. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se materializó nunca esa continuación? Al parecer la aprobación del proyecto dependía del éxito de otra secuela que Carpenter hizo de otro de sus clásicos: 2013: Rescate en L.A. (Escape from L.A.) que se estrenó en 1996. Esta película no funcionó demasiado bien en taquilla por lo que la secuela de La cosa quedó aparcada.

Se hicieron continuaciones en cómic, vía miniseries, editadas por Dark Horse, editorial especializada en continuar franquicias cinematográficas. Estas miniseries no fueron demasiado destacables. Aunque en el departamento artístico son realmente fantásticas, los guiones dejan bastante que desear. Una especie de secuela se creó en formato videojuego en el 2002. Y aunque no soy muy aficionado a los videojuegos, éste sí que me lo compré.

En el videojuego eres el encargado de una misión dedicada a averiguar que ha sucedido en el campamento. Tras ver los restos del campamento destruido empieza la habitual trama de instalaciones subterráneas y experimentos fallidos a la Resident Evil. El juego tiene algún detalle divertido, como introducir la paranoia como elemento clave del juego y las súbitas transformaciones de miembros de tu equipo. Puede resultar interesante para los fans de la película como servidor, pero no sé hasta que punto puede atraer a jugadores expertos.

La primera película que me compré en Blu-ray fue La cosa. Ver las transformaciones en alta definición fue como ver la película por primera vez, descubriendo detalles y colores que no se apreciaban en las demás encarnaciones de la película que había visto/disfrutado. Por curiosidad, comprobé si la horrible canción instrumental en lugar de la clásica de Stevie Wonder seguía en el doblaje en castellano y así era. También he comprobado que esa horrible canción sólo aparece en el doblaje castellano, las pistas en francés, italiano y alemán incluyen la canción de Stevie Wonder.

Algo que siempre procuro hacer al ver esta película, y algunas otras, es desconectar mi parte más analítica y simplemente dejarme llevar por las emociones. Creo que si empiezo a analizar los encuadres, la fotografía, el guión, en definitiva: si la desmonto, perderá la fuerza primigenia que ejerce sobre mí. Una fuerza primigenia que puede resultar incomprensible y absurda para cualquiera que no sea yo, de la misma manera que yo tendría problemas para entender la fascinación y obsesión que alguna otra película puede ofrecer sobre vosotros y vosotras.

Y cuando no tengo tiempo de ver la película, tengo una manera alternativa de disfrutarla: la novelización que escribió Alan Dean Foster. Basada en una versión del guion anterior a la que se rodó, resulta fascinante por las escenas distintas y el final diferente que podemos leer en el libro. Una de mis posesiones más preciadas.

No importa el tiempo que pase, La cosa me sigue dando miedo. Toca algún nervio, alguna fibra que hace que me recorra un escalofrío por la espalda cuando la cámara se empieza a pasear por esos pasillos vacíos. Tal vez sea por la pesadilla lovecraftiana hecha carne, tal vez por la manera en que administra el suspense. No lo sé.

Lo único que sé es que en el puesto de investigación 31 en la Antártida hay alguien que no es quién dice ser. Que no es lo que dice ser. Alguien que no es humano. Ahora, tal vez sólo sea uno, pero por la mañana podrían ser todos. Y, entonces, nadie podría parar a La cosa.




7 jul 2011

El héroe idiota


Para aquellos que no lo sepan, recientemente fui el flamante ganador del concurso que se organizó en el blog Ojete Films (donde podéis leer el relato que escribí) y este fue mi fantástico premio: el Blu-ray de The Green Hornet (2011), una comedia de acción creada por Michel Gondry y Seth Rogen. Nombres que sorprendió a muchos que estuvieran involucrados en lo que parecía ser una más en la larga lista de recientes estrenos superheroícos.

Hacía tiempo que Gondry iba detrás del personaje. En 1996 Gondry intentó llevar adelante un proyecto para filmar una película del Avispón Verde que no tiró adelante y desde entonces se fueron sucediendo los proyectos para llevar el personaje al cine. Incluso durante un tiempo, Bruce Campbell estuvo a punto de encarnarlo. Finalmente, el proyecto se convirtió en realidad con la dirección de Gondry y el guion de Evan Goldberg y Seth Rogen.

Van Williams y Bruce Lee
El Avispón Verde fue creado a mediados de los años 30 por George W. Trendle, como protagonista de un serial radiofónico. El personaje no era muy diferente del resto de vigilantes enmascarados de la época, como La Sombra, pero tuvo suficiente éxito como para protagonizar, aparte del serial radiofónico, novelas y un serial cinematográfico en los años 40. Sin embargo, la encarnación más famosa, y en la que se inspiraron para la película, fue la serie de TV que se emitió en los años 60, con Van Williams como Avispón Verde/Britt Reid y el gran maestro Bruce Lee como Kato.

Lo que más sorprendente de The Green Hornet es ver como dos sensibilidades tan diferentes como las de Seth Rogen y Michel Gondry se complementan tan bien. Por un lado, el Britt Reid de Rogen y el Kato de Jay Chou son como si los adolescentes de Superbad (Greg Mottola, 2007) se hubiesen convertido en vigilantes enmascarados al hacerse mayores. Si bien Kato es un experto en artes marciales y un genio mecánico y Reid desea hacer el bien y ayudar a la gente, no tienen mucha idea de como llevarlo a cabo. Es necesaria la inteligencia de Lenore Case (Cameron Diaz) para dirigirlos, ya que nuestros héroes no son precisamente los más brillantes vigilantes enmascarados que te puedas encontrar. Por otro lado, muchas de las características de los personajes que aparecen en las películas de Gondry, especialmente de La ciencia del sueño (La science des rêves, 2006) y Rebobine, por favor (Be Kind Rewind, 2008), se repiten en Britt Reid y Kato. Además, el estilo visual de Gondry eleva el contenido de la película y se traduce en algunas secuencias muy gondryanas.

The Green Hornet es muchas cosas pero desde luego no es la típica película de superhéroes. El guion de Goldberg y Rogen no tiene un argumento especialmente original, pero es usado para desmontar y darle la vuelta a todos los tópicos que se han hecho habituales en estas películas desde el trato a los personajes femeninos a la relación entre el héroe y su padre. Todo ello regado con el humor de Rogen y Goldberg, que llenan los diálogos de chistes y situaciones que te hacen reír, en ocasiones a carcajadas. Los cazafantasmas (Ghost Busters, Ivan Reitman, 1984) y Regreso al futuro (Back to the Future, Robert Zemeckis, 1985) son dos de las películas favoritas de Gondry, por lo que no es de extrañar que domine el tono de una película que mezcla comedia y acción.

Tal vez sea por la comedia, que suaviza las cosas, pero resulta sorprendente también lo violenta que es la película, especialmente para una calificada PG-13 y que en España fue calificada para mayores de 7 años: un villano aplastado por una excavadora, otro por medio coche, varios muertos en explosiones de coches y a uno le clavan en cada ojo una pata de mesa. Obviamente, me sorprendió positivamente y son algunos de los momentos que me provocaron carcajadas, pero no me lo esperaba teniendo en cuenta la oleada puritana que parecía asolar el país.

En un principio temí que, siendo un héroe clásico surgido del pulp, optaran por adoptar el tono y estilo de La sombra (The Shadow, Russell Mulcahy, 1994) o The Phantom: El héroe enmascarado (The Phantom, Simon Wincer, 1996), dos fracasados intentos de llevar héroes pulp a la pantalla. Sin embargo, la película de Gondry actualiza la historia y, con la coartada de la comedia, analiza los aspectos más extraños de la relación entre sus protagonistas surgida de la serie de TV. El resultado final es muy entretenido y satisfactorio, aunque intuyo que tendrá que pasar un tiempo hasta que la gente la sepa apreciar, como le sucedió a un clásico de culto que comentaremos a continuación.




Mientras veía The Green Hornet me vino a la cabeza otra película en la cual el supuesto héroe es un torpe y su compañero hace todas las acciones alucinantes: el clásico de John Carpenter Golpe en la pequeña China (Big Trouble in Little China, 1986), una película que en su momento fue un fracaso de taquilla pero que el tiempo la ha puesto en el pedestal que merece.

La película se basaba en intercambiar los roles habituales de las películas de acción y aventuras convirtiendo el secundario gracioso en el protagonista y el que sería habitualmente el protagonista en un personaje secundario. Así nace Jack Burton, un bocazas y no muy brillante héroe que es casi la antítesis del gran héroe de acción  Snake Plissken, protagonista de 1997: Rescate en Nueva York (Escape from New York, 1981) y 2013: Rescate en L.A. (Escape from L.A., 1996), interpretados ambos por Kurt Russell.

Originalmente concebida como un western, fue llevada al San Francisco actual (de 1986) cuando John Carpenter se hizo cargo del proyecto, siendo la adaptación llevada a cabo por W. D. Richter. La película mezcla comedia y acción para contar una historia que bebe de las leyendas chinas, creando escenas de acción con cables que se adelantaron casi 20 años a la fiebre cableadora que surgió a partir de Matrix (The Matrix, Andy y Lana Wachowsky, 1999).

Creo que los franceses fueron los que mejor entendieron de que trataba la película, ya que la titularon (traducido del francés): Las aventuras de Jack Burton en las garras del Mandarín. Un título que encapsula a la perfección uno de los objetivos de la película: darle un toque nostálgico de aventuras pulp. Sin embargo, esto fue algo que el estudio no entendió, igual que no entendió el chiste principal que encarnaba Jack Burton ya que pedía que se añadiesen escenas que lo hicieran parecer más "heroico". Como el estudio no entendió la película y no supo promocionarla fue un fracaso de taquilla, pero en cuanto salió en vídeo se convirtió en un gran éxito, adquiriendo el estatus de película de culto del que disfruta en la actualidad.

Si bien a juzgar por la reacciones de diversas ex puede que todavía resulte para algunos una película algo extraña, la encuentro tan divertida, emocionante y entrañable que la recomiendo encarecidamente a todo aquel y aquella que todavía no la haya visto. Especialmente disfrutable por los burtonismos que llenan la película.

27 jun 2011

La niebla (John Carpenter's The Fog)


"Una modesta película de miedo", así definió John Carpenter su clásico de 1980 La niebla (John Carpenter's The Fog) en la presentación que hizo de la misma en DVD. Carpenter también ha comentado que esta fue una de las películas más difíciles y complicadas de su carrera.

Tras el gran éxito de La noche de Halloween (Halloween, 1978), en lugar de repetir la fórmula que le había dado éxito, Carpenter y su productora y coguionista Debra Hill decidieron crear una historia de fantasmas que bebiese tanto de elementos clásicos como de los cómics EC. Pero si la historia que escribieron no era excesivamente complicada, si lo fue su realización. O más bien, su posproducción, ya que Carpenter se vio en la necesidad de re-editar, filmar escenas adicionales y rehacer la banda sonora cuando estaba claro que el producto original no funcionaba. El director culpa su propia inexperiencia y el no tener claro como conseguir su objetivo final.

El objetivo final era la estupenda película de miedo que es hoy La niebla.

La película cuenta como en el centenario del pueblo Antonio Bay, una misteriosa y sobrenatural niebla trae consigo extraños fenómenos y unos resucitados hambrientos de venganza. Esta sencilla historia permite llenar la película de una inquietante atmósfera que atrapa al espectador. La inspiración para la niebla sobrenatural surgió durante un viaje que hizo Debra Hill a Stonehenge en el cual vio el monumento cubierto de niebla. Hill y Carpenter empezaron a elaborar una historia que les permitiría crear una película que fuese, básicamente, una historia de fantasmas de la vieja escuela.

Carpenter puebla su cinta con un gran reparto, todos veteranos ya del maestro: Tom Atkins (el cual también aparecerá en 1997: Rescate en Nueva York [Escape from New York, 1981]), un gran actor de carácter; Jamie Lee Curtis y su madre Janet Leigh, Nancy Loomis, Hal Holbrook y la estupenda Adrienne Barbeau, en aquel momento esposa de Carpenter.

Todo el reparto consigue darle realismo a las diferentes secuencias de suspense de las que disfrutamos. Especialmente destaca Adrienne Barbeau como Stevie Wayne, dueña y locutora de la radio local que se enfrenta sola a los habitantes de la niebla en un faro en la que es para mí la secuencia más tensa de la película.

La elección del formato panorámico le da cierta clase a lo que era una producción de bajo presupuesto, pero también es el formato preferido por Carpenter, el cual compone cada encuadre de forma excepcional, aprovechando al máximo el formato llenando el plano. Su estilo resulta especialmente efectivo en la secuencia de los títulos de crédito, cuando muestra como toda una serie de extraños fenómenos se producen en el pueblo, y cuando muestra la muerte de los pescadores del Seacrest al principio, colocando a uno de los personajes a la izquierda del plano dejando el resto a oscuras, aumentando así la sensación de amenaza de la oscuridad ya que tiene más peso que si el personaje se encontrase en el centro de la pantalla. Además, toda la maestría visual de Carpenter se ve realzada por una tremenda banda sonora (podéis bajarla en The Inferno Music Vault) muy efectiva y, de nuevo, atmosférica compuesta por el director.


También destaca el prólogo, en el cual vemos a un grupo de muchachos a los que el veterano actor John Houseman les cuenta una historia de fantasmas, muy importante para la trama, y que sirve para ejemplificar lo que Carpenter quiere hacer con nosotros.

Aquí no tenemos subtexto, alegorías o complejas tramas. La niebla es una sencilla y efectiva película de miedo que se ha mantenido todos estos años porque consigue transmitir una auténtica sensación de suspense y tensión. El director llena la película de referencias y homenajes (tanto a compañeros de profesión como a clásicos del cine de terror), una serie de guiños que acaban de redondear el conjunto.

Doy por supuesto que la mayoría conoce o le resulta familiar la película. En caso contrario, podéis verla en Blu-ray, aunque la edición no tiene ningún extra de modo que si tenéis la edición especial en DVD, con comentarios de John Carpenter y documentales y demás, guardadla como oro en paño.