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29 dic 2023

No hay nada fuera (There's Nothing Out There)

 

Esta comedia terrorífica es casi una parodia de las películas de terror con monstruo suelto. Durante mucho tiempo se mantuvo escondida en las estanterías de los videoclubes, hasta que fue adquirida por la Troma que la distribuyó en DVD a principios del siglo XXI. Con el tiempo, No hay nada fuera (There's Nothing Out There, Rolfe Kanefsky, 1991) ha conseguida que la apoyen un gran número de seguidores, lo que la convierte oficialmente en una película de culto.

Un grupo de amigos decide pasar el fin de semana en una casa al lado de un lago. Por desgracia, coincide con el fin de semana en el que una criatura del espacio exterior ha llegado para alimentarse. Aunque uno de ellos, Mike (Craig Peck), está obsesionado con el cine de terror e intenta avisar a sus amigos señalando lo parecida que es su situación a la de una película de terror, el grupo no tardará en caer presa de la criatura.

Esta película de Rolfe Kanefsky se ríe de los tópicos del género, al mismo tiempo que los explota en su argumento, con generosas dosis de desnudos gratuitos y algunos efectos gore. Pero esta película ha ido ganando prestigio con el tiempo debido a la presencia de Mike, el personaje que comenta continuamente lo que les sucede en relación a una película de terror, destacando todo el mundo que "lo hizo antes que Scream". Y es cierto que la carta metalingüística la jugó el film de Kanefsky antes que el clásico de Wes Craven. Pero es que antes de There's Nothing Out There, esa misma carta ya la habían jugado películas como Terror en el instituto (Return to Horror High, Bill Froehlich, 1987) y El retorno de Martin (Evil Laugh, Dominick Brascia, 1986), por nombrar un par. Y lo hicieron mejor, ya que Mike se acaba convirtiendo en un personaje bastante irritante, por no decir pesado, que tampoco logra nada con su conocimiento del género.

Por tanto, felicidades por el esfuerzo, aunque la ejecución no acabe de funcionar. Algo que se aplica a toda la película, no solo a su aspecto "meta". Es decir, es una película bastante divertida, con varios momentos que me hicieron reír, pero se nota que es una película "primeriza". La dirección es muy rígida, muy de "storyboard", le falta frescura y algo de ritmo. Las interpretaciones no destacan, pero por lo menos no son terribles, algo que también se puede decir de los efectos especiales.

Por suerte, el hecho de que, en su mayor parte, la comedia funcione ayuda a que sus defectos no impidan el disfrute de la película. El resultado final es un film interesante, aunque lo que claman sus fans que era original no lo sea.

8 jul 2022

Beware! Children at Play

 

La polémica Beware! Children at Play (Mik Cribben, 1989), distribuida en su dia por Troma, se ha convertido, merecidamente, en una película de culto. Es una especie de versión punk y destripada de ¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador, 1976) pero con suficientes toques originales para darle personalidad propia.

El escritor John DeWolf (Michael Robertson) va, acompañado de su familia, a visitar a su amigo Ross Carr (Rich Hamilton), sheriff de un pequeño pueblo de oscuro pasado en el que están desapareciendo los niños del lugar, presuntamente secuestrados. La situación irá empeorando hasta culminar en una de las masacres más demenciales del cine de terror.

Mik Cribben escribió el argumento de Beware! sin entrar en detalles, centrándose principalmente en la memorable parte final. Fred Scharkey, amigo de Cribben, escribió el guion completo a partir de lo escrito por el director. Scharkey era un hombre culto, profesor de literatura, de ahí que decidiera añadir referencias literarias a lo que fue ideado como una película de terror gore de bajo (bajísimo) presupuesto. Añadir referencias a Beovulfo a la trama, más otros detalles propios del folk horror, es lo que hace que esta película destaque como algo más que un festival de mutilación y asesinatos.

Otro punto a favor de la película es la mezcla de comedia y terror, que hace que las limitaciones propias del bajo presupuesto se puedan ignorar y no impidan que se disfrute de esta sangrienta joya. Porque se disfruta enormente con la locura desatada de esta película, como ¿Quién puede matar a un niño? pero sin alegorías sociales ni nada. No es de extrañar que Troma no se lo pensara dos veces para distribuirla cuando Cribben les llevó la película a Lloyd Kaufman y Michael Herz.

Actualmente editada en Blu-ray por Vinegar Syndrome, la película estuvo mucho tiempo perdida en la tierra de los VHS. Pero su historia, con canibalismo y asesinatos indiscriminados, fue ejecutada de forma lo bastante punk y psicotrónica como para asegurar su supervivencia. Cribben siguió trabajando en el mundo del cine, principalmente como cámara y técnico de sonido, pero esta es la única película que dirigió. Una lástima, ya que habría sido interesante ver que otros demenciales ataques al buen gusto podría haber lanzado sobre los exploradores del cine de culto.

27 sept 2021

Los surfistas nazis deben morir (Surf Nazis Must Die)

 

La película es Los surfistas nazis deben morir (Surf Nazis Must Die, Peter George, 1987) y fue distribuida por la Troma. Esa es casi toda la información que uno necesita para saber si le puede interesar o no verla. Para aquellos que necesiten algo más, es el momento de coger la tabla de surf y la ametralladora para adentrarnos en la peligrosa playa de los surfistas nazis.

Un terremoto ha convertido la costa de California en una zona catastrófica en la que las bandas surferas se han hecho con el control. Y los surfistas nazis luchan por hacerse con el control de las bandas surferas, liderados por Adolf (Barry Brenner). Pero los surfistas nazis cometen el error de matar a Leroy (Robert Harden), el hijo de Eleanor "Mama" Washington (Gail Neely), una jubilada que se embarca en una misión de venganza contra la banda de Adolf. Para Eleanor, los surfistas nazis deben morir.

Este es uno de los títulos, y quiero decir literalmente título, del catálogo ochentero de la Troma más memorables. Y un título llamativo es a veces todo lo que necesita una película para convertirse en cinta de culto. Eso y un póster igualmente memorable. Por suerte, la película de Peter George ofrece lo que promete: una serie B pasada de vueltas, con las indispensables interpretaciones sobreactuadas y generosas dosis de violencia gratuita.

La idea se le ocurrió a Peter George cuando, surfeando, se topó con una banda de surfistas que le increpó por meterse en su territorio. George pensó que sería divertido ver a una mujer mayor enfrentarse a una banda callejera pero trasladada al ambiente surfero. De hecho, el término "surfista nazi" se venía empleando desde mediados de los 50 para referirse a los surferos territoriales obsesionados con el surf. Fue cuestión de añadirle la ideología para dar forma a este grupo de adolescentes surferos que han adoptado motes nazis para crear su banda. El guionista Jon Ayre fue quien tuvo la idea de trasladar la acción al habitual "futuro cercano", un escenario posapocalíptico en el que la presencia de estos nazis surferos fuera menos (o no tan) absurda. Fue asi como el film se acabó convirtiendo en una mezcla imposible entre Los amos de la noche (The Warriors, Walter Hill, 1979), Mad Max: Salvajes de la autopista (Mad Max, George Miller, 1979) y El gran miércoles (The Big Wednesday, John Milius, 1978).

La película peca de ser algo lenta al principio, la acción tarda bastante en arrancar. Pero no deja de ofrecer momentos absurdos y divertidos, haciendo todo lo posible por resultar entretenida dentro de las limitaciones del bajo presupuesto. A veces los momentos divertidos son buscados, como la búsqueda de Hook (Joel Hile) por el garfio perfecto que sustituya a su mano ausente, y otras veces son involuntarios, como que la única caracterización de Gail Neely como jubilada sea simplemente ponerle una peluca de pelo gris. ¿Y no es precisamente esto lo que buscan los amantes de la serie B o Z? Así es Los surfistas nazis deben morir: pura serie B para lo bueno y para lo malo, lo que significa que la línea que separa lo bueno y lo malo queda bastante difuminada.

17 feb 2017

Abuelas rabiosas (Rabid Grannies aka Les mémés cannibales)


Abuelas rabiosas (Rabid Grannies aka Les mémés cannibales, Emmanuel Kervyn, 1988) es una mezcla de comedia y terror que hoy día es recordada básicamente por sus escenas con abundante gore pasado de vueltas.

Victoria y Elizabeth Remington (Anne-Marie Fox y Danielle Daven) son dos venerables hermanas que deciden hacer una gran cena con sus sobrinos y sobrinas con motivo de su cumpleaños. La familia no tarda en acudir, ya que todos desean verlas muertas y hacerse con la herencia de las ricas hermanas. Pero lo que tendría que ser una noche de avaricioso peloteo se convierte en una noche de terror cuando las dos ancianas se ven poseídas y convertidas en demonios sedientos de sangre.

Emmanuel Kervyn hizo una película que parece más interesante contada que lo que es la película realmente. Famosa por sus escenas gore, estas escenas están ejecutadas copiando el estilo de Sam Raimi. De hecho, el film parece una copia de Posesión infernal (The Evil Dead, Sam Raimi, 1981) pero sin el talento de Raimi ni Bruce Campbell. Kervyn, al parecer, era seguidor de la Troma y quiso hacer una película que interesara a la productora. Y así fue, aunque lo extraño es que Troma decidiera cortar gran parte del gore, por lo que sus ediciones en DVD y, especialmente, Blu-ray es mejor evitarlas.

Las escenas de las hermanas Remington convertidas en demonios mutilando a sus avariciosos familiares son bastante divertidas y los efectos están muy bien hechos. Por desgracia, todo lo demás es bastante aburrido, las interpretaciones no son nada del otro mundo (se decidió doblarla al inglés para distribuirla más fácilmente) y la historia no es más que una excusa para acumular escenas con gráficos efectos especiales hasta llegar a una insatisfactoria conclusión.

Me reí un par de veces con algunas escenas, pero en su mayor parte el film me dejó indiferente aunque, repito otra vez, los efectos están muy bien hechos. Tal vez alguno de vosotros la disfrute más siempre y cuando vea la versión sin cortar.

4 feb 2016

Esto SÍ es la guerra


Tras disfrutar de un enorme éxito con El vengador tóxico (The Toxic Avenger, Michael Herz, Lloyd Kaufman, 1984) y Mutantes en la universidad (Class of Nuke 'Em High, Richard W. Haines, Lloyd Kaufman, 1986), Troma's War (Michael Herz, Lloyd Kaufman, 1988) iba a sumarse a esta lista de éxitos pero acabó siendo una decepción. Pero Troma's War resurgió años después como el fénix de entre las cenizas y ahora disfruta de su merecido lugar entre los mejores títulos creados por Troma.

Un avión procedente de Tromaville se estrella en una misteriosa isla. Los supervivientes descubren que no están solos en esta isla: allí se han concretado todos los grupos terroristas imaginables con la idea de asaltar Estados Unidos. Quedará en las manos de los buenos ciudadanos de Tromaville acabar con este gigantesco ejército y defender los valores que han hecho América grande.

Troma's War es una divertida sátira de las cintas de acción pasadas de vuelta de los 80 como Rambo III (Peter McDonald, 1988) o Invasión USA (Invasion U.S.A., Joseph Zito, 1985) (su argumento es bastante parecido al de esta última). No solo satiriza sus exageradas escenas de acción, también la ideología que en la era Reagan se propagaba en estas películas. Por supuesto, una película como Invasión USA es bastante ridícula y delirante de por sí (yo la recomiendo por lo que te ríes con ella, aunque su trasfondo ideológico me repugne), por lo que una sátira o parodia de este tipo de cine ha de intentar ser más delirante y absurda si cabe. Algo que Troma's War consigue de forma genial. Cosa que no se pudo ver en el momento que se estrenó a finales de los 80, gracias a la censura que sufrió.

Comparando la violencia que se mostraba en su película con la que se veía en la citada Rambo III o la genial RoboCop (Paul Verhoeven, 1987), Lloyd Kaufman pensó que no tendría problemas con la censura americana. Pero la censura atacó la película de forma absurda, especialmente si tenemos en cuenta el tono de comedia que tiene el film. Los cortes que ordenaron hacer eran increíblemente ridículos (como cortar el momento en que un personaje escupe en su mano tres dientes obviamente falsos en una mano tras recibir un puñetazo), lo que me hace pensar que simplemente atacaron el film por ser Troma. Perder casi veinte minutos de película provocó que Troma's War fuera un fracaso, una decepción para los fans y perdiera toda su garra satírica.

No es hasta unos años más tarde, con la llegada del DVD, que finalmente se pudo ver el film tal y como querían sus creadores. Es entonces que empieza su renacimiento y, poco a poco, empieza a ganar popularidad y adquirir su estatus de film de culto actual, siendo considerada una de las mejores películas de la Troma tras El vengador tóxico y Tromeo and Juliet (Lloyd Kaufman, 1996). Algo con lo que estoy completamente de acuerdo.

Es posible que algunos elementos de la película no acaben de hacer gracia a algunos espectadores, como el malvado Señor Sida y su brigada de sidosos, pero he de decir que en mi caso nunca falla en hacerme reír de principio a fin. Si al humor negro le sumamos su banda sonora cutreochenta, la violencia y la acción, un memorable grupo de personajes y su subversivo mensaje; el resultado final es un fantástico film que no aburre ni un minuto.


15 ene 2014

Screamplay

 
Son películas como Screamplay (Rufus B. Seder, 1985) las que me recuerdan la razón por la que originalmente empecé este blog. Para hablar de películas curiosas, oscuras y olvidadas esperando ser descubiertas por algún espectador inquieto. Screamplay es este tipo de película.

El inocente Edgar Allan (Rufus B. Seder) llega a Hollywood con la esperanza de convertirse en un reputado guionista. Circunstancias demasiado complejas para detallarlas aquí hacen que Edgar acabe trabajando de conserje en un edificio de apartamentos. Allí, los asesinatos que escribe en su guion se convierten en sangrienta realidad, así que el pobre Edgar debe descubrir qué es lo que sucede antes de que la policía se lo lleve detenido o acabe él mismo convertido en una víctima más del asesino.

Hecha con muy poco dinero pero mucha imaginación, Screamplay es un homenaje al cine de terror y misterio de los años 30 y 40 y al cine de terror mudo que hicieron los expresionistas alemanes. Rodada en blanco y negro, en el film se utilizan los mismos trucajes usados en las épocas mencionadas. Aunque el film se ambienta en unos imaginarios años 50, el estilo de interpretación intenta reproducir la manera expresiva ligeramente exagerada de los años 20 y 30. Pero los asesinatos están hechos de forma sangrienta y contemporánea, así como un muy contemporáneo desnudo.


La película recuerda en espíritu la intención original que tenía el film de Sam Raimi Ola de crímenes... ola de risas (Crimewave, 1985), pero sin caer en el slapstick y siendo algo más extrema en su ejecución. Es esa misma ejecución la que hace que el público potencial del film sea más bien reducido. Pero más allá de los homenajes al cine en blanco y negro, la película ofrece una divertida mezcla de terror y comedia, así que es posible que, aunque no le interese el tipo de cine al que hace homenaje, un espectador casual acabe disfrutando de la película por su historia y peculiar ejecución.

No sé hasta que punto este film es conocido, pero si no has oído hablar de él y te gusta el cine que se aparta de la norma, es posible que te sorprenda. De todos modos, como he dicho antes, esta es una película que imagino tendrá una audiencia reducida pero espero poder aumentarla aunque sea con solo un espectador más.


2 ene 2014

Tromeo and Juliet

Hay gente que odia todo lo que hace Troma y hay gente que adora todo lo que hace Troma. En mi caso, depende de la película: algunas me han parecido geniales, otras me han parecido enormes truñacos. En el caso de Tromeo and Juliet (Lloyd Kaufman, 1996), me parece una película genial.

Para los que no lo sepan, Troma fue fundada a mediados de los 70 por Lloyd Kaufman y Michael Herz como compañía distribuidora de humildes filmes de terror, comedias sexuales, acción... Además del ocasional filme europeo de arte y ensayo. Poco a poco, también empezaron a producir sus propias películas, El vengador tóxico (The Toxic Avenger, Michael Herz, Lloyd Kaufman, 1984) probablemente sea de las más populares. Con el tiempo, estas producciones acabaron formando un universo propio, al estilo Marvel, centrado en la ciudad de Tromaville. Todas sus producciones se caracterizan por su abundancia de sangre, violencia, desnudos y humor grueso.

Tromeo and Juliet llegó con gran pompa al festival de Sitges cuando se estrenó, precedido por un inusitado éxito -para una película Troma- en festivales. Para mí fue el momento ideal, ya que hacía poco que me había empezado a aficionar a la Troma gracias a la edición en vídeo de sus películas más famosas por parte de Manga Films. Más tarde esta afición se enfrió debido a que algunas de sus películas me parecieron infumables y ahora, como he dicho, depende de la película pero ya no sigo todo lo que hacen. De todas formas, ya digo que Tromeo and Juliet llegó en un momento en que era particularmente receptivo a lo que hacía la Troma.

Punk, violenta, sangrienta, desagradable, obscena y muy divertida: Tromeo and Juliet es Troma en su mejor momento, cuando la mezcla de todos estos elementos funciona, creando un film provocador pero sin que parezca un niño de cinco años gritando "¡caca!" para escandalizar a sus padres. El guion de James Gunn (ver comentario de Kaufman abajo) transforma la clásica tragedia de Shakespeare en una épica llena de momentos surrealistas, fetichistas y demenciales, dando como resultado una de las versiones más originales que se han hecho nunca de una obra del clásico autor. No será tan buena como la versión de Franco Zeffirelli, pero desde luego le da un millón de vueltas a la versión de Baz Luhrmann (en algunos cines proyectaron Tromeo and Juliet pensando que era el film de Luhrmann, os remito de nuevo al comentario de Kaufman para más detalles).

Vista hoy día, la película se sigue manteniendo muy bien. Por lo menos, eso me parece a mí ya que sigue haciéndome reír. Pero si bien a mí me gusta mucho, me temo que no puedo recomendarla a todo el mundo, su naturaleza extrema la hace recomendable solamente a aquellos que les guste ver películas que no tienen miedo de ir demasiado lejos (aunque el tono de comedia pasada de vueltas suaviza los momentos más salvajes).



1 ene 2014

El día de la graduación (Graduation Day)

El día de la graduación (Graduation Day, Herb Freed, 1981) es un slasher estrenado en el momento álgido del género, que hoy día es solo disfrutable gracias a sus altas dosis de cutreochenterismo. Fue distribuido en 1981 por la Troma, en sus días en que la distribuidora de filmes de serie B y arte-y-ensayo empezaba a darse a conocer también como productora. En esta ocasión repito que simplemente ejerció tareas de distribución, El día de la graduación no tiene el toque tromático que caracteriza las producciones de la última auténtica productora independiente.

Como he dicho se estrenó en 1981, eso quiere decir que básicamente es una película que aprovechaba el éxito de La noche de Halloween (Halloween, John Carpenter, 1978) y copiaba el modelo Viernes 13 (Friday the 13th, Sean Cunningham, 1980); básicamente el film es un whodunnit: un asesino misterioso acaba con los personajes uno a uno, hasta que al final se revela su identidad en un enfrentamiento con el/la último/a superviviente.

El film empieza en la última carrera que hace Laura Ramstead (Ruth Ann Llorens): muere de un coágulo en el cerebro después de darle la victoria al equipo de su instituto. Dos meses después, la hermana de Laura, Anne (Patch Mackenzie), vuelve a casa para recoger el título y el trofeo de su hermana y hacerle un homenaje. Su regreso coincide con una serie de misteriosas muertes: alguien está asesinando al equipo de atletismo del instituo, y no se detendrá hasta que estén todos muertos.

Las interpretaciones que nos ofrece el reparto de Graduation Day no son nada del otro mundo. Christopher George interpreta al entrenador George Michaels, aunque al principio me costó reconocerlo ya que no aparece fumando su habitual cigarro, y es el único que destaca, así que ya os podéis imaginar el nivel del resto. Linnea Quigley aparece en un breve papel, esta fue una de sus primeras apariciones, pero tiene tiempo de hacer aquello por lo que se ha convertido en una Scream Queen.

El desarrollo del argumento tampoco es particularmente interesante, a pesar de la multitud de falsos sospechosos que nos presentan, el interés por averiguar la identidad del asesino mientras dura la película es más bien bajo por parte del espectador.

Pero, como he dicho al principio, lo que hace de Graduation Day un film entretenido son cualidades que poco tienen que ver con su calidad cinematográfica. Los asesinatos, aunque no muy espectaculares, están bien hechos y bien rodados, con algunos muy exagerados y divertidos. A lo largo de la película, el director Freed y el editor Martin Jay Sadoff deciden experimentar con la edición para transmitir emociones y sensaciones al espectador, lo que se traduce en un estilo epiléptico y videoclipero con momentos bastante tronchantes. La banda sonora es deliciosamente ochentera, llegando el clímax durante la fiesta de graduación en la que los estudiantes se montan una especie de disco de patines y ameniza la función una banda llamada Felony: malísimos y superkistch.

También destaca el muy logrado tramo final que le da a la película una muy buena conclusión. Por supuesto sin ninguna lógica ni sentido común, es lo que la hace buena.

Si os gustan los slashers y las películas malibuenas, echadle un vistazo a Graduation Day. Puede que os proporcione unas cuantas risas.


10 may 2010

El día de la madre (Mother's Day)


La compañía Troma fundada en 1974 por Michael Herz y Lloyd Kaufman es, posiblemente, la última compañía de cine realmente independiente que queda en Estados Unidos. Financian, producen y distribuyen sus películas sin la intervención de ningún estudio ni ningún gran conglomerado, además de distribuir títulos europeos. Es por ello que, aunque no me gusten todas las películas que hacen, siempre tendrán mi humilde apoyo y el de todos mis seguidores. El de los dos.

Esto viene a colación porque voy a comentar un título Troma: El día de la madre (Mother's Day), dirigida en 1980 por Charles Kaufman y escrita por Kaufman y Warren Leight. Las películas Troma se caracterizan por la mezcla de comedia y terror, escenas gore, la violencia y cierta mezcla ideológica. Cuando digo mezcla ideológica quiero decir que en ocasiones nos encontramos mensajes de ecologismo y no a las drogas pero, en otra, se denota cierta misoginia como en el caso de la aburrida, torpe y cutre Sardú (Bloodsucking Freaks aka The Incredible Torture Show, dir. Joel M. Reed, 1976).

En el caso de El día de la madre tenemos tres amigas que deciden pasar juntas unos días de acampada en la montaña. Allí serán secuestradas por dos hermanos pirados que siguen las órdenes de su no menos chalada madre. Las chicas serán humilladas, torturadas y finalmente asesinadas. Entonces, llega el momento de la venganza.

Como decía, nos encontramos una mezcla de intenciones. Por un lado, hay una denuncia contra la telebasura: la familia de pirados tiene televisores por toda la casa, en todas las habitaciones, continuamente encendidos; sugiere así que la base de la locura familiar tiene su origen en la televisión. Por otro lado, a través de flahsbacks se nos explica que las tres amigas tienen un historial de pesadas bromas destinadas a humillar a diversos hombres del pasado de cada una. Juntando los flahsbacks con lo que les sucede más tarde a las chicas a uno le queda la impresión de que todo ello forma parte de un castigo por haberse burlado en el pasado de los hombres.

En fin, ¿hasta que punto son todo elucubraciones personales o intención de los cineastas? Juzgad vosotros mismos. De lo que no hay duda es que El día de la madre es una película incorrectamente divertida y que marcará el tono de las posteriores producciones Troma como El vengador tóxico. Parece ser que Darren Lynn Bousman (Saw II, Repo! The Genetic Opera) prepara un remake de esta película.