31 ago 2018

Teen Titans Go! La película (Teen Titans Go! To the Movies)


Ya podéis leer mi crítica de Teen Titans Go! La película (Teen Titans Go! To the Movies, Aaron Horvath, Peter Rida Michail, 2018) en Underbrain Mgz:

https://underbrain.com/cine/teen-titans-go-la-pelicula/

Es curioso, no esperaba nada de esta película pero acabé pasándolo muy bien. Me hizo reír bastante, en particular con las constantes puyas al universo cinematográfico DC. Una agradable sorpresa.


29 ago 2018

Nightflyers, la nave viviente (Nightflyers)


Basada en la novela corta de George R. R. Martin, este otoño se estrenará la serie Nightflyers producida por SyFy y Netflix. Uno de los productores de esta serie es Robert Jaffe, el cual ya produjo y fue guionista en 1987 de una adaptación de esta obra de Martin. El resultado fue Nightflyers, la nave viviente (Nightflyers, Robert Collector como T.C. Blake, 1987).

Un grupo de científicos va a estudiar la llegada de una entidad extraterrestre. Por desgracia para ellos, las muertes no tardan en empezar a producirse, pero no por el contacto con ningún ser alienígena sino por la nave psicótica que los lleva de camino. Este es el argumento tanto de la novela corta como de la película. En la adaptación se respeta bastante la trama, las modificaciones a la hora de trasladar la historia a la pantalla vienen dados por el cambio de raza de la protagonista, que en la película está interpretada por la caucásica actriz de culto Catherine Mary Stewart, e ignorar la liberal sexualidad futurista que Martin describe por otra más típica.

Los principales problemas de Nightflyers no son de guion sino de ejecución, lo cual ya se puede intuir cuando el director Robert Collector se negó a que su nombre apareciera en los títulos de crédito, sustituido por el pseudónimo T. C. Blake. Para empezar, el diseño de producción es horrible. Uno de los peores diseños de nave espacial que he visto, parece más un balneario de baja categoría que un futurista vehículo para viajar por el espacio. Lo cual resulta sorprendente ya que el diseñador de producción John Muto ha trabajado en estupendas cintas de ciencia ficción. La dirección de arte de Mike Bingham, la decoración de decorados de Anne H. Ahrens y el vestuario de Brad R. Loman también contribuyen a que el look del film sea hortera y feo, incluso para finales de los 80.

Otro problema es que se intentó darle un aspecto onírico al film, pero lo que consiguieron es que parece que los personajes están envueltos en una espesa niebla londinense, lo cual tampoco contribuye a que el espectador disfrute con la acción.

Finalmente, el montaje tampoco es muy brillante, dando la sensación de que el film es lento y muy largo, a pesar de durar solo 90 minutos.

En definitiva, hay ocasiones en que los remakes no son algo negativo, sino muy positivo. Y si la serie consigue hacer justicia a la obra de George R. R. Martin de una forma que la película no consiguió, será una victoria para los amantes de la ciencia ficción.


27 ago 2018

Corrupción de menores (La polizia chiede aiuto)

 
El director Massimo Dallamano regresó a su proyectada trilogía de colegialas en peligro con Corrupción de menores (La polizia chiede aiuto, 1974), un angustiante y perturbador film que mezcla elementos del giallo y el poliziottescho.
 
Cuando se descubre el cadáver de la joven Silvia (Cheryl Lee Buchanan), se empieza a investigar como un suicidio. Pronto se descubre que no fue un suicidio, sino un asesinato, y la asistente del fiscal Vittoria Stori (Giovanna Ralli) y el inspector Silvestri (Claudio Cassinelli) descubren una complicada trama de prostitución de menores. Paralelamente, un misterioso asesino va despachando posibles testigos de forma brutal y sangrienta.

Esta película es una encrucijada de caminos. Por un lado, sigue una serie de películas con La polizia en el título como La policía agradece (La polizia ringrazia, Stefano Vanzina, 1972) y La policía detiene, la ley juzga (La polizia incrimina la legge assolve, Enzo G. Castellari, 1973). Ambos títulos pertenecían al poliziottescho, un género policíaco a la italiana, con énfasis en la acción y las persecuciones. Por otro lado, como hemos mencionado al principio, era la segunda entrega de una proyectada trilogía de Dallamano que giraba en torno a colegialas en peligro, cuya primera entrega fue el giallo ¿Qué habéis hecho con Solange? (Cosa avete fatto a Solange?, Massimo Dallamano, 1972). Película de gran éxito, lo que explica que en mercados anglosajones Corrupción de menores se conozca como What Have They Done to Your Daughters? Esta trilogía fue completada por Alberto Negrin con la inferior Tráfico de menores (Enigma rosso, 1978), un par de años después de la muerte de Dallamano en un accidente de tráfico.

Así se explica que esta película tenga elementos de ambos géneros. Del giallo, toma el asesino sanguinario, las muertes llamativas y las escenas de suspense cuando el asesino acecha a sus víctimas. Del poliziottescho, toma el realismo al representar el trabajo policial y el desarrollo lineal de la trama, así como la inclusión de un trasfondo político. La decadencia y la corrupción de los poderosos son los temas sobre los que se basa la película, alejándose de la explotación de la erótica adolescente que habíamos visto en ¿Qué habéis hecho con Solange?
 
El estilo y la manera en que Dallamano trata la temática hace que esta película se eleve por encima de otros títulos del mismo estilo, como la mencionada Tráfico de menores. El muy efectivo trabajo de cámara, la genial banda sonora de Stelvio Cipriani y las estupendas interpretaciones de los protagonistas son también elementos que contribuyen a enganchar al espectador, atrapado por la terrible trama a medida que esta se desarrolla. Un gran clásico que no decepcionará a los aficionados al género.


17 ago 2018

Mujeres violentas (Wonder Women)


Solo en los 70 se podía hacer una película como Mujeres violentas (Wonder Women, Robert O'Neill, 1973) y que se estrenara calificada como apta para todos los públicos. A pesar de que empieza con tres mujeres en top-less nadando en una piscina y la gran cantidad de escenas violentas, apta para todos los públicos. Como ya he dicho, solo en los 70.

Un grupo de misteriosas mujeres se dedica a secuestrar personalidades del deporte. Se trata del ejército femenino de la doctora Tsu (Nancy Kwan), en el que encontramos veteranas de la serie B y la exploitation como Roberta Collins. Un detective que trabaja para una compañía de seguros, Mike Harber (Ross Hagen), es contratado para averiguar quién está llevando a cabo estas acciones. Harber se enfrentará entonces al poder de la doctora Tsu y sus mujeres maravillosas. Sid Haig tiene un breve papel como villano.



Rodada durante la época en que Las Filipinas se convirtió en el Hollywood de la exploitation, la mayoría del reparto ya se encontraba allí rodando otros títulos del mismo estilo, el film aprovecha las ventajas económicas que les ofrecía rodar allí para ofrecer generosas dosis de acción. La trama avanza de la manera en que es habitual en este tipo de historias, con Ross Hagen interpretando al típico héroe macho de la época, acabando con todo los esbirros que se le ponen por delante y seduciendo a las féminas con igual facilidad. Hagen también fue productor de la película, así que eso facilitó que se presentara a su personaje como un gran héroe de acción.

La acción mencionada incluye una elaborada persecución y distintas peleas, así como un explosivo clímax. Pero realmente esta película resulta entretenida por su aire setentero. La estética, la banda sonora, los diálogos, el cutre fu... Un conjunto difícil de resistir para los amantes de esta década. Aunque los máximos elementos de exploitation se quedan en los distintos pósteres hechos para promocionar el film.


No es un clásico perdido del género, pero su delirante historia, alrededor del robo y transplante de órganos que le da un toque de ciencia ficción, es suficiente para mantener al espectador interesado. Y, además, no es muy complicada de seguir, lo que es una ventaja teniendo en cuenta lo fácilmente que se distrae uno ante peinados antigravedad, vestuarios imposibles y decorados "futuristas".

Si habéis llegado hasta aquí, supongo que ya sabréis si es el estilo de película que va con vosotros. En todo caso, el tráiler os convencerá definitivamente.


16 ago 2018

Tonight She Comes

 
Ayer, fue escogida. A medianoche, fue sacrificada. Esta mañana, la enterraron. Pero esta noche... Ella llega y todos los demás morirán. Al menos, eso decía el tráiler que, hace un par de años, presentaba Tonight She Comes (Matt Stuertz, 2016), un mezcla de terror y comedia ideada como homenaje al cine de género de los 80.

Dicho tráiler fue suficiente para llamar mi atención, aunque luego me acabé olvidando de la película. Salto un par de años cuando, hace unos meses, el anuncio de una edición sin censurar (hay una barata de funda negra que está cortada) en Blu-ray alemana me recordó su existencia. La compré sin pensar, siguiendo un impulso, algo que me ha traído muchas alegrías pero también muchas penas. Por suerte, esta vez ha sido una alegría.

El film queda perfectamente resumido en el tráiler. Una mujer regresa de la muerte convertida en otra cosa y con la intención de matar a todo el que se ponga por delante. Una premisa minimalista, que encaja con la única localización y el reparto reducido, a partir de la cual Matt Stuertz construye un divertido espectáculo sangriento.

La mezcla de comedia y terror resulta muy efectiva, especialmente en los momentos más surrealistas. A pesar del mínimo argumento, Stuertz se las arregla para ser relativamente impredecible. Algo que, a estas alturas como aficionado, agradezco enormemente. Sin embargo, es evidente que no es una película para todo el mundo. Su primera mitad, más humorística, se puede hacer larga si no entras en la comedia. Su segunda mitad, la terrorífica, se aparta del desarrollo habitual y tiene cierta calidad enfebrecida que puede sentar mal a los que esperan algo más estándar. Pero si os han gustado otros títulos como Tarnation (Daniel Armstrong, 2017), es posible que Tonight She Comes sea de vuestro agrado. Pero recordad: la versión sin censurar.


14 ago 2018

El espía que me plantó (The Spy Who Dumped Me)

 
Publicada mi crítica de El espía que me plantó (The Spy Who Dumped Me, Susanna Fogel, 2018) en Underbrain Mgz:


Como ya menciono en la crítica, si no la podéis seguir en versión original, tenéis que ser conscientes de que muchos diálogos se han cambiado y no a mejor. Por mi parte, pasé un buen rato con esta comedia perfecta para estos días de agosto.


13 ago 2018

El pacto

 
Publicada mi crítica de El pacto (David Victori, 2018) en Underbrain Mgz:


Un nuevo ejemplo decepcionante de este subgénero llamado "Belén Rueda lo pasa mal".

10 ago 2018

Saga Posesión infernal


Para todos aquellos que, como yo, sean fans de la franquicia Evil Dead de Sam Raimi, he escrito un artículo que va de la A a la Z de la saga que se inició con la clásica Posesión infernal (The Evil Dead, Sam Raimi, 1981). Lo podéis leer en Underbrain Mgz:


Si os quedáis con ganas de más, clicad en la etiqueta "evil dead" y veréis más material sobre la saga que escribí en este blog.


Megalodón (The Meg)

 
Publicada mi crítica de Megalodón (The Meg, Jon Turteltaub, 2018) en Underbrain Mgz, solo a un clic de distancia:


¿Qué puedo añadir? Es exactamente el tipo de peli que os podríais esperar teniendo en cuenta la premisa. Pura diversión de serie B con presupuesto de serie A.


1 ago 2018

Los virtuales años 90


La década de los 90 tiene pocos fenómenos propios que no fueran heredados de décadas anteriores. El principal es, sin duda, el cine basado en la popularización de Internet y la llegada de nuevos efectos visuales realizados por ordenador. Un ciclo que terminó con la llegada del año 2000. En este artículo nos fijaremos en tres películas claves del cine futurista de los 90, no por su calidad sino por cómo representaron una época. Dejaremos de lado películas que trataban Internet y las nuevas culturas que trajo consigo que adoptaban un punto de vista exterior (transcurrían en el mundo real), como Hackers (Piratas informáticos) (Hackers, Iain Softley, 1995) y La red (The Net, Irwin Winkler, 1995), y no introducían al espectador en ningún mundo virtual.


Obviamente hay títulos pioneros, como Juegos de guerra (WarGames, John Badham, 1983) y Tron (Steven Lisberger, 1982), que exploraban el futuro de las computadoras. Pero este ciclo de cine futurista virtual empieza con El cortador de césped (The Lawnmower Man, Brett Anderson, 1992).

Brett Anderson vivía en una zona de California en la que también vivían muchos informáticos, a través de los cuales conocía muchas nuevas herramientas tecnológicas. Una de estas herramientas fue la realidad virtual. Anderson quedó fascinado por este nuevo desarrollo tecnológico y tenía ganas de rodar una película sobre el tema. Paralelamente, unos productores le pasaron un guion sobre un asesino en serie que se dedicada a mutilar prostitutas, basado en el relato de Stephen King El cortador de césped. Anderson desechó la idea del asesino en serie y decidió convertir el guion en la historia sobre realidad virtual que quería hacer.

Como muchos ya sabéis, esto hizo que Stephen King pusiera una demanda exigiendo que se retirara su nombre de la película, ya que no representaba para nada su relato y lo veía como una herramienta de propaganda a su costa. Y tenía razón, aunque escenas del relato aparecen en la película, esta no podía estar más alejada de las intenciones y el espíritu del cuento de King.

La primera vez que vi El cortador de césped en el cine, en 1992, me pareció una correcta historia de terror que explotaba el miedo tecnológico a lo Frankenstein. Sin embargo, recientemente tuve la oportunidad de ver el montaje del director, una versión que dura 140 minutos (media hora más que la versión cinematográfica) incluida en la edición en Blu-ray de Scream Factory (zona A). Esta versión es, definitivamente, un film mucho más interesante que la versión que recordaba. Sigue siendo una historia clásica de "ciencia que va demasiado lejos", pero las interpretaciones y una historia mucho más redonda, en su versión completa, elevan la película por encima de la media.

Cuando se estrenó, la mayoría de la población desconocía lo que era la realidad virtual y lo supo a través de esta película. Muy entusiasta y optimista por su desarrollo, no es hasta ahora que la realidad virtual empieza a tener cierta popularidad social, pero todavía resulta demasiado cara como para ser de uso generalizado. Curiosamente, muchos aparatos inventados para la película se han acabado convirtiendo en realidad. La animación realizada por ordenador resulta hoy día anticuada, obviamente, pero se mantiene porque no buscaba el realismo fotográfico sino un aspecto más irreal. Y resulta notable que lograra el nivel máximo de calidad de la época con un presupuesto bastante bajo.

Fue seguido de una secuela pésima y muy olvidable, El cortador de césped II: Más allá del ciberespacio (Lawnmower Man 2: Beyond Cyberspace, Farhad Mann, 1996). El film de Anderson se ha conservado bastante bien, más allá de la primitiva animación, y el montaje del director es muy recomendable.




Johnny Mnemonic (Robert Longo, 1995) se basa en un relato de William Gibson, que él mismo se encargó de adaptar junto al director Robert Longo, más conocido por su faceta como pintor y escultor. Originalmente, Johnny Mnemonic iba a ser una película de bajo presupuesto en blanco y negro, pero el interés de Keanu Reeves por interpretar al protagonista hizo que se convirtiera en un producto de gran valor comercial para el estudio.

El rodaje estuvo cargado de tensiones entre Longo y el estudio. Escuchando el audiocomentario, le doy la razón en algunas cosas (como el innecesario texto del inicio que se vieron obligados a incluir) pero en otras no. Se queja de un exceso de textura y artefactos en los decorados, pero creo que es una de las cosas que le aporta personalidad a la película.

La historia mezcla ciencia ficción con argumentos clásicos del género negro, como era habitual en Gibson en sus inicios. En este sentido, el film funciona muy bien, construyendo una entretenida cinta de acción, centrada en un interesante protagonista. La versión estrenada en Japón, incluida en la edición en Blu-ray alemana, es algo más larga y violenta, una interesante versión alternativa.

Al espectador actual puede que le llame la atención los aspectos en los que el film se ha quedado anticuado, como las cantidades de información manejadas, que hoy día no ocuparían más que un simple USB. Personalmente me llamó la atención la ausencia de teléfonos móviles, que en 1995 ya empezaban a ser de uso común, mientras se mantienen los videoteléfonos tan populares en la ciencia ficción de décadas anteriores. Este aspecto anticuado choca con la versión de Internet que presentan, un mundo virtual por el que los navegantes viajan en lugar de mirar una anticuada pantalla.

Entre los aciertos del film encontramos una sociedad dominada por grandes corporaciones, en las que hay enormes diferencias sociales. Tal vez su mayor acierto es su reparto, que además de Reeves incluye a Takeshi Kitano, Udo Kier y Dolph Lundgren. También resulta interesante ver a Reeves en esta película, teniendo en cuenta que unos años más tarde protagonizó la película definitiva sobre realidad virtual: Matrix (The Matrix, Lana y Lilly Wachowski, 1999). Pero el film de las hermanas Wacowski no comparte la estética y el estilo de estas películas y pertenece más al siglo XXI.




Resulta significativo que el mismo director que iniciara este ciclo de películas lo cerrara con Virtuosity (Brett Leonard, 1995). Es un film que resume todas las características de las películas de esta época: una estética futurista muy de los años 90, explotación de la animación por ordenador como nueva herramienta sin un ápice de realismo y utilización de tramas clásicas aplicándoles una capa de ciencia ficción.

Virtuosity es la típica historia de policía persiguiendo psicópata asesino, con la novedad de que el asesino psicópata en cuestión es un programa de realidad virtual, formado a partir de la personalidad de diversos asesinos en serie. Un asesino interpretado por un entonces desconocido Russell Crowe. El policía que lo persigue fue interpretado por Denzel Washington. Es decir, una típica producción hollywoodiense.

Es la película que peor ha envejecido de este grupo, aunque tiene alguna escena entretenida y no se hace aburrida. Las escenas con Russell Crowe son siempre divertidas, si bien el film está plagado de tópicos del cine de acción.

Los ojos de la ley (Terminal Justice, Rick King, 1996) llegaría un año más tarde, pero realmente Virtuosity marca el fin de una época. Entre medio quedan otros títulos, como Juego mortal (Brainscan, John Flynn, 1994), pero creo que estos tres son los más representativos de una época y un estilo de representar la realidad virtual que forma parte del pasado. Ya sea por razones nostálgicas o por su calidad, son los títulos que creo son ideales para revisitar y comprender cómo vio Hollywood la realidad virtual, Internet y la CGI en sus inicios.