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22 nov 2024

El futuro ya no es lo que era: Pathos - Segreta inquietudine

 


 

Hace diez años, en este mismo blog, escribí una reseña de Obsession: A Taste for Fear (Pathos - Segreta inquietudine, Piccio Raffanini, 1987). La reseña leída hoy día me parece bastante mala, así como entonces tenía una opinión bastante pobre de esta película. Pero mi opinión se basaba en haber visto Pathos en una terrible copia en VHS, el audio era malo pero la imagen era peor: no solo era un máster que oscurecía bastante la imagen, estaba recortada para adaptarla a las antiguas televisiones cuadradas. Ahora, gracias a Vinegar Syndrome, he podido ver esta película lo más cerca posible de cómo se estrenó en cines ya que el este sello la ha incluido en su pack Forgotten Gialli vol. 7.

El argumento de Obsession: A Taste for Fear recuerda bastante al de Ojos (Eyes of Laura Mars, Irvin Kershner, 1978): Diane (Virginia Hay) es una famosa fotógrafa especializada en obras polémicas con un fuerte componente erótico. Cuando desaparece Teagan (Teagan Clive), una de las modelos con las que ha trabajado, Diane descubre que se ha convertido en la obsesión de un asesino que se dedica a asesinar a las personas de su entorno y enviarle vídeos de los crímenes. ¿Podrá descubrir quién es el asesino antes de que ella se convierta en su última víctima?

El argumento es bastante estándar, pero lo que no es estándar es su ambientación, ya que la película transcurre en una ciudad sin especificar en algún momento del futuro. Por supuesto, vista hoy día no resulta futurista, sino más bien como una versión desmadrada de la imagen que se tiene de los años 80 del siglo XX. Pero eso no le quita interés a la película, todo lo contrario. Ahora se puede apreciar los esfuerzos de Piccio Raffanini en darle una estética única al film. Raffanini fue un pionero en Italia en la dirección de videoclips y aplica lo aprendido en su experiencia en cada plano. También se cuida mucho la banda sonora, con canciones que sorprende consiguieran los derechos para utilizar.

Ver esta película cómo se había hecho en el pasado era como no verla. Aquello que la hace peculiar e interesante no se podía apreciar. Sigue siendo una película con problemas, hubo tensión entre el director y el estudio que quería hacer algo más convencional. Y ya he mencionado que el guion no es nada del otro mundo. Pero el mundo que presenta es fascinante y consigue de este modo mantener el interés.

Durante mucho tiempo Pathos estuvo desaparecida. No fue un éxito de taquilla ni cuenta con grandes estrellas en papeles destacados. Era bastante extraña para la época en que se realizó, por eso hoy día resulta interesante. El reparto es también hoy día bastante interesante, aparte de Virginia Hay, nos encontramos nombres con atractivo para el espectador aficionado al cine de culto como Gioia Scola.

Esta es una película divisiva. Es decir, hay gente que la apreciará y otros que la odiarán, pero por lo menos serán opiniones basadas en la película vista como se merece. El tráiler parece de otra película porque no cuenta nada de lo que trata realmente Obsession.


29 mar 2024

Play Motel

 
 
¿Buscando algo sórdido? ¿Buscando algo perverso? ¿Buscando algo que te dé ganas de darte una ducha después de verlo? He aquí Play Motel (Mario Gariazzo, 1979), una película que solo se puede ver de noche.

Roberto (Ray Lovelock) y Patrizia (Anna Maria Rizzoli) son un matrimonio que decide experimentar yendo a pasar unas horas a un "hotel para parejas". Cuando están regresando descubren que alguien ha colocado el cadáver de una mujer en el maletero de su coche. Implicados de esta manera, Roberto y Patrizia serán reclutados por el comisario De Sanctis (Anthony Steffen) para investigar una trama de chantajes y asesinatos que tienen el Play Motel como origen.

Play Motel se estrenó en las pantallas italianas cuando el giallo había perdido popularidad entre los espectadores debido al gran número de títulos estrenados durante los 70, la excepción eran las películas de Dario Argento que continuaban siendo éxitos de taquilla. Para atraer a más espectadores, películas como Play Motel mezclaban el giallo con otros géneros. En este caso, se le añadieron unas gotas de poliziotteschi (thrillers policiales a la italiana) y bastante erotismo. Por si eso fuera poco, se hizo otra versión a la que se le añadieron insertos pornográficos. Estos insertos fueron realizados a instancia de los productores sin que el director ni el reparto supiera nada. Mario Gariazzo se mostró muy ofendido cuando lo descubrió (se entiende más sabiendo que Gariazzo había dirigido principalmente melodramas para toda la familia) y también se lo tomaron mal la pareja protagonista, Ray Lovelock y Anna Maria Rizzoli, especialmente Rizzoli ya que podía afectar muy negativamente a su reputación como actriz si daba la impresión que había participado voluntariamente en una película porno.

Esta costumbre de la doble versión con insertos porno era bastante común en la época. Pero mientras se puede entender, hasta cierto punto, que se añadieran en una película como Malabimba (Posesión de una adolescente) (Malabimba, Andrea Bianchi, 1979), que era una película principalmente erótica, en Play Motel están fuera de sitio, aunque haya más escenas sexys de lo que era habitual en el género. Pero, por el argumento solo, lo cierto es que Play Motel es bastante clásico. La idea de la policía reclutando a un matrimonio para investigar de incógnito los crímenes que tienen origen en un motel es bastante absurda, lo que le da un toque juguetón a lo Agatha Christie que contrasta bastante con las escenas sórdidas que tienen lugar dentro del motel. A lo que se le ha de añadir los toques perversos que uno solo puede encontrar en el giallo, como la escena en que una víctima de chantaje llama a su abogado buscando ayuda, caso que el abogado comenta sin problemas con la mujer con la que comparte la cama que resulta ser la esposa de la víctima. Por suerte, la edición en Blu-ray incluye los insertos porno aparte como una curiosidad y no insertados en la película, porque podían romper el ritmo de este giallo que se mueve bastante rápido a pesar de su retorcida trama.

Play Motel no es, de ningún modo, un clásico a descubrir. Pero para el fan que disfruta con la fórmula del género, el film de Gariazzo resulta bastante entretenido, gracias también a unas buenas interpretaciones y a una pegadiza banda sonora.

16 ene 2024

Murder Obsession (Follia omicida)

 

Esta fue la última película que dirigió Riccardo Freda, que fue uno de los pioneros en introducir de nuevo el cine fantástico en la cinematografía italiana tras la dictadura de Mussolini. Freda decidió mezclar los motivos por los que su obra era más conocida con los motivos más populares entonces en las salas de cine para desarrollar su retorcida historia. Murder Obsession (Follia omicida) (1981) se convirtió así en el testamento cinematográfico del director.

Michael (Stefano Patrizi) es un actor que sufre una crisis durante un rodaje, provocado por su traumático pasado. Es por esto que decide pasar un fin de semana, acompañado de su novia Debora (Silvia Dionisio), en la villa que tiene su madre (Anita Strindberg) en el campo. Al fin de semana campestre se unirán unos cuantos amigos del rodaje en lo que podrían ser unos días divertidos si no fuera porque empiezan a morir uno a uno de forma horrible. ¿Está Michael asesinando a sus amigos debido a su trauma de infancia o está ocurriendo algo más siniestro?

Murder Obsession pasó desapercibida durante su estreno a principio de los 80 del siglo XX, y hasta tiempos recientes no ha empezado a ser apreciada. El problema es que es una película que no es fácil de categorizar, mezclando elementos del giallo, las muertes gore que el slasher americano estaba popularizando y el terror gótico que el director más disfrutaba desarrollando. Esta mezcla que resultó problemática para aquellos que querían categorizar la película yo la veo como una virtud. Es lo que hace que la trama mantenga el interés y sorprenda continuamente, introduciendo incluso elementos sobrenaturales a medida que la historia avanza.

Es una mezcla posible también porque su argumento contiene elementos en los que se entrecruzan los mencionados subgéneros del terror y el suspense. Traumas del pasado que se introducen en el presente, asesinatos brutales y sangrientos, erotismo perverso, soterrado incesto, una mansión que esconde muchos secretos... Freda le saca el máximo provecho a los 97 minutos que dura la película. De este modo, aunque el espectador acostumbrado a este tipo de películas ya espera que aquel más señalado como culpable no suela serlo, no deja de tener sus momentos brillantes y chocantes. Los impactantes asesinatos con hacha y sierra mecánica son memorables, pero también otros momentos (alguno protagonizado por la actriz de culto Laura Gemser) que no puedo desarrollar aquí para no destripar el film, pero que enlazan con el perverso gusto que Freda ya había mostrado en títulos como El horrible secreto del doctor Hitchcock (L'orribile segreto del Dr. Hichcock, Riccardo Freda, 1962).

Este es un film peculiar que no es para todo el mundo, está claro. La mezcla de géneros así como la introducción de toques sobrenaturales puede que sea demasiado para algunos. Pero se ha de admirar la actitud de Freda de "voy a hacer lo que me salga de los privados", creando así una experiencia distinta y única.

21 jun 2023

Deep Murder


 

¿Alguna vez os habéis preguntado qué pasaría si los personajes típicos de una película porno se viesen envueltos en una trama propia de una película de terror? Si es así, Deep Murder (Nick Corirossi, 2018) es la película para vosotros.

Las cosas avanzan con normalidad en casa de los Dangler. Babs Dangler (Katie Aselton) y su cuñado Doug Dangler (Jerry O'Connell) estás inmersos en una maratón sexual, mientras el marido y hermano de ambos, respectivamente, Richard Dangler (Christopher McDonald) está ocupado con sus negocios a través del teléfono. Hugh Dangler (Quinn Beswick) está preocupado porque sigue siendo virgen y su mejor amigo Jace Bigman (Chris Redd) le intenta convencer que se apunte a un trío con la canguro (Jessica Parker Kennedy). Es entonces que llega a la casa de los Dangler la doctora Bunny Van Clit (Stephanie Drake) para anunciar que se han perdido la evacuación por la llegada de un huracán y que todos deberán permanecer encerrados en la mansión. Esto coincide con que se descubre el cuerpo sin vida de Doug. La llegada del detective Cross (Josh Margolin) no parece que sea de mucha ayuda debido a su extremada incompetencia. Mientras los cadáveres se empiezan a acumular, los ocupantes de la casa intentarán descubrir quién es el asesino antes de convertirse en una de las víctimas.

Esta comedia absurda parte de un concepto interesante. Parodiar los clichés de los misterios a lo Agatha Christie, del giallo y del slasher pero, en lugar de hacerlo utilizando como base los personajes típicos de este tipo de películas, hacerlo utilizando los personajes típicos de una película porno. Esto provoca que los personajes empiecen a ir más allá del cliché y poco a poco romper el molde que los constriñe. El reparto es fundamental en este aspecto y se ha de reconocer que el de Deep Murder hace un buen trabajo. Los actores mantienen la realidad de los personajes para transmitir mejor el absurdo de la comedia, sin exagerar la parodia, dándoles entidad a personajes cliché que se supone no tienen personalidad más allá de su habilidad para convertir cualquier situación en un encuentro sexual.

Pero por muy bueno que sea el reparto, reconozco que la película es algo irregular. En ocasiones repite demasiado un mismo chiste y se puede hacer algo larga. Dicho esto, también he de admitir que tiene momentos muy divertidos. El personaje de la canguro en particular fue la que me hizo reír más con dos momentos en concreto. El primero es cuando empieza a cuestionarse su papel en la vida y se dice: "últimamente he empezado a preguntarme las grandes incógnitas de la vida, como ¿sueñan los osos?". El otro es cuando, tras varios asesinatos y peripecias se dice a si misma: "empiezo a sospechar que en esta casa no hay niños que cuidar, ni siquiera hay una guardería". El otro personaje que también me hizo reír bastante fue la doctora Van Clit y su peculiar manera de concebir la ciencia.

Las partes positivas pesan más que las negativas, así que aunque me pareció irregular también me divirtió. De modo que no es que la recomiende, pero la presento como una comedia interesante.

12 may 2023

Crimen sin huella (Giallo a Venezia)

 

Hacia finales de la década de los 70 del siglo XX, el ciclo del giallo en Italia estaba llegando a su fin. Se producían menos títulos, con presupuestos más bajos, y para llamar la atención de los espectadores se aumentaron significativamente las dosis de sexo y violencia. Tanto el sexo como la violencia se hacían mucho más explícitos con la esperanza de atraer un mayor número de espectadores. Un perfecto ejemplo de este tipo de gialli es la controvertida película de culto Crimen sin huella (Giallo a Venezia, Mario Landi, 1979).

El inspector Angelo de Pol (Jeff Blynn) investiga un caso complicado: el asesinato del matrimonio formado por Flavia (Leonora Fani) y Fabio (Gianni Dei). Presionado por las autoridades para que solucione rápidamente el caso para que el turismo no se vea afectado, De Pol va desentrañando la complicada vida del matrimonio, esperando encontrar la pista que evite que se cometan más asesinatos.

Giallo a Venezia es una de las películas más infames dentro del género. 98 minutos de pura sordidez, una de esas películas que tienes la sensación de necesitar una ducha después de verla. Esto no resulta particularmente sorprendente si tenemos en cuenta que Mario Landi era un experto en este tipo de películas, al fin y al cabo estamos hablando del director de Patrick vive todavía (Patrick vive ancora, 1980). La trama dedicada a explorar el pasado de Flavia y Fabio está diseñada para explotar el morbo del espectador. Fabio obliga a Flavia a llevar a cabo distintos juegos sexuales (exhibirse desnuda y masturbar a un repartidor, permitir que les observen mientras ella y Fabio mantienen relaciones sexuales en un rincón apartado en público, que otro hombre le meta mano a Flavia mientras Fabio también lo hace en la oscuridad de una sala de cine, obligar a Flavia a hacerse pasar por prostituta para tener relaciones con distintos hombres), juegos que se llevan a cabo sin que Flavia quiera ni obtenga placer en ellos, lo que lleva a un par de violaciones. Es decir, el film hace gala de una fuerte misoginia. Resulta aún más grumosa la sensación de ver la película cuando en las distintas violaciones se utiliza la misma música que en otras escenas de sexo. El efecto de ver a Flavia violada por su marido mientras suena música ligera de ascensor es ciertamente perturbador.

Esta película también es notoria por la brutalidad de la que hace gala. Son asesinatos que lo que les falta en estilo y savoir affaire cinematográfico lo suplen con gore y sadismo. Hay un par de escenas que resultan especialmente impactantes: el asesinato de una prostituta con un plano de la vagina sangrando con unas tijeras clavadas por el asesino asomando y el asesinato de Marzia (Mariangela Giordano), a la que el asesino decide desmembrar. Mientras le está cortando una pierna, Marzia se desmaya por el dolor pero el asesino la despierta de nuevo para que vea como sigue cortando.

La intriga del film no está bien desarrollada y el inspector protagonista no parece especialmente competente. Las interpretaciones son exageradas o pobres. La banda sonora es muy inapropiada. Teniendo todo esto en cuenta, es innegable que es un film memorable. La acumulación de morbosidad y sadismo hace de Giallo a Venezia una película difícil de olvidar. Las escenas de diálogos dirigidas sin gracia se ven compensadas por escenas pasadas de vueltas que buscan despertar las emociones más bajas del espectador. De hecho, es casi un alivio las mundanas escenas de investigación realizadas de forma plana y funcional, para prepararte para el próximo momento ojiplático. Desde luego, no es una película que se pueda recomendar, pero imagino que por la descripción ya os podéis hacer una idea de si es el tipo de película que os interesa.

16 sept 2022

La orgía de la sangre (Un bianco vestito per Marialé)

 

El giallo fue instrumental en la creación del slasher. Existe una innegable conexión entre ambos géneros que se hace evidente en películas como La orgía de la sangre (Un bianco vestito per Marialé, Romano Scavolini, 1972), cuya estructura sería luego repetida en incontables títulos del slasher: un prólogo en el pasado, un grupo de personajes que se reúnen en un lugar aislado y que luego son eliminados uno a uno.

Por supuesto, el giallo tiene sus propias influencias, como el género gótico y la novela de Agatha Christie Los diez negritos, que en La orgía de la sangre son bastante evidentes. El prólogo arranca cuando una pequeña Marialé es testigo de cómo su padre asesina a su madre y al amante de esta, tras lo cual el padre se suicida. Veinte años más tarde nos encontramos ante una adulta Marialé, interpretada por Evelyn Stewart (conocida también por su nombre real Ida Galli), que no tiene una muy feliz existencia. Su trauma infantil la ha llevado a casarse con Paolo (Luigi Pistilli), quien con la ayuda de un inquietante mayordomo (Gengher Gatti), intenta mantenerla sedada y encerrada en casa. A pesar de ello, Marialé se las arregla para enviar varios telegramas invitando a varios de sus amigos a una cena en el castillo del matrimonio. Entre los amigos se encuentra Massimo (Ivan Rassimov), antiguo amante de Marialé que la sigue queriendo.

El inicio del film es donde se muestra una mayor influencia gótica, culminando con los invitados deambulando por un tétrico sótano iluminado por relámpagos. En este sótano encontrarán distintos disfraces y Marialé encontrará el vestido blanco que llevaba su madre cuando fue asesinada, poniendo en marcha toda una serie de violentos asesinatos. A partir de aquí el film cambia, en una larga escena en la que los personajes dan rienda suelta a su hedonismo y salen a la luz deseos y odios reprimidos, con una cena que parodia la Última Cena, algo bastante habitual entonces entre los cineastas que buscaban provocar al espectador. Entre toda esta decadencia desatada el único personaje que se mantiene al margen es el Massimo de Rassimov, al que los demás personajes se refieren de forma despectiva como "el poeta". Massimo es el único honesto: está allí porque quiere a Marialé, no lo oculta y lo hace explícito. Es posible que al ser un artista, lo que deduzco por el apelativo que le colocan, es el único personaje que se mantiene "puro", el único que merece ser salvado.

Pero no hay salvación en una historia que reflexiona sobre cómo estamos condenados a repetir la historia, en particular unos personajes atrapados en un ciclo de violencia. Un tema interesante que no se explota a fondo en una película que se centra en contar su historia de suspense, posiblemente ya que el director no tuvo mucho tiempo para reescribir un guion que le fue dado y que Scavolini ha comentado en entrevistas que era terrible.

Un bianco vestito per Marialé queda así como un giallo atípico, muy interesante, que podría haber sido un clásico si se hubiera trabajado un poco más en el guion. La fotografía de la que también se ocupó Scavolini le da a la película un aspecto fantástico y el reparto también hace un gran trabajo, si bien los aficionados al cine de culto ya saben que Stewart, Massimov y Pistilli suelen siempre cumplir y dar memorable vida a sus personajes.

15 ago 2022

El asesino ha reservado nueve butacas (L'assassino ha riservato nove poltrone)

 

Un grupo de personas atrapadas en un antiguo teatro son eliminadas una a una por un misterioso asesino enmascarado. No, esto no es el clásico de culto de Michele Soavi Aquarius aka Stage Fright (Deliria, 1987), sino que nos encontramos en la interesante encrucijada de géneros El asesino ha reservado nueve butacas (L'assassino ha riservato nove poltrone, Giusseppe Bennati, 1974).

Patrick Davenant (Chris Avram) lleva a su hermana Rebecca Davenant (Eva Czemerys) y a su hija Lynn (Paola Senatore), acompañadas de sus respectivas parejas y amigos, a un antiguo teatro, guiados por un misterioso personaje (Luigi Antonio Guerra). Una vez dentro, las puertas se cierran y descubrirán que no pueden salir. Cuando los asesinatos empiezan a tener lugar, los nueve se enfrentarán entre ellos para averiguar quién es el misterioso asesino.

Por el argumento, esta película de Giuseppe Bennati parece el clásico giallo, ciertamente fue producido cuando el género empezaba a decaer, produciéndose menos títulos. Sin embargo, El asesino ha reservado nueve butacas es un film que resulta interesante por su mezcla de géneros, lo que lo convierte en un atípico giallo, utilizando, al mismo tiempo, elementos habituales del género. El punto de partida es, obviamente, Los diez negritos de Agatha Christie, siguiendo el mismo esquema: reunir un grupo de personajes en un lugar aislado para ir eliminándolos uno a uno. Pero en su desarrollo del argumento, Bennati y los guionistas Paolo Levi y Biagio Proietti utilizan temas del terror gótico, incorporando un toque sobrenatural a la trama. Esta mezcla de terror gótico y clásico misterio hace que esta película pueda ser considerada un proto-slasher, haciendo evidente la conexión entre estos dos géneros, especialmente en las escenas en la que el asesino enmascarado acecha a sus víctimas.

Este cóctel hace que la película tenga personalidad propia, ofreciendo los elementos habituales que son de esperar en el género y, al mismo tiempo, haciendo algo diferente de lo que se estaba haciendo entonces, algo indispensable para sobrevivir en taquilla. Tenemos los personajes de clase alta corruptos y decadentes, que aparentan más que tienen, desnudos para atraer distribuidores, la explotación de tabúes y los indispensables asesinatos. Pero esto también lo ofrecían el resto de títulos que inundaron los cines italianos a principios de los 70, a medida que el público fue perdiendo interés por la gran cantidad de títulos que se estrenaron en poco tiempo, los cineastas empezaron a explorar que incorporar al género para seguir siendo viable económicamente. Básicamente, esto se tradujo en hacer el sexo y la violencia más gráficos. Esto también lo encontramos en este film, pero, como ya he dicho, lo que hace que esta película sea memorable es la mezcla de una trama clásica de misterio con el terror gótico.

Durante mucho tiempo, este film era bastante difícil de encontrar, pero hoy se puede encontrar editado en blu-ray, como otros títulos más oscuros de la época que empiezan a ver la luz.

30 jul 2022

El sexo de la bruja (Il sesso della strega)

 

A veces, la línea que separa la genialidad de la torpeza es muy fina. Por ejemplo, el film de Elo Pannacciò El sexo de la bruja (Il sesso della strega, 1973). Sobre el papel, debería tratarse de un giallo con un argumento bastante común, pero la manera en que se desarrolla este argumento no es nada ortodoxa, por decirlo suavemente, lo que hace de su visionado una experiencia única.

El patriarca de la familia Hilton muere en su gran mansión, rodeado de la familia que le queda. La lectura del testamento implica que la mayor parte de la riqueza va a parar al hijo mayor, pero en caso de muerte se iría repartiendo con el resto de hijos. Por supuesto, esto da a pie a que un misterioso asesino empiece a podar las ramas del árbol familiar. Hasta aquí, todo normal, una trama giallo o de intriga bastante habitual. Pero el desarrollo es de todo menos habitual. En una entrevista, la actriz Camille Keaton, una de las protagonistas, lo único que recordaba del rodaje de esta película es hablar con el resto del reparto para ver si alguien sabía de qué iba la historia. Al parecer, ningún miembro del reparto tenía ni idea de qué trataba la película, simplemente rodaban las escenas que les indicaban y seguían adelante con el rodaje, que teniendo en cuenta el presupuesto no debió ser muy largo.

Uno de los detalles que añade mayor confusión al desarrollo, además de contar con uno de los inspectores más inútiles que recuerdo ver en una cinta del género, es el añadido de escenas supuestamente eróticas, muy atrevidas para la época. Si bien unas gotas de erotismo eran habituales en el giallo, en el caso de El sexo de la bruja, el grueso de estas escenas, protagonizadas por Franco Garofalo, al que muchos recordaréis por su memorable papel en Apocalipsis caníbal (1980) de Bruno Mattei, y Marzia Damon, los criados de los Hilton, parecen añadidas a posteriori para alargar el metraje y hacerla más atractiva a los distribuidores. A diferencia de las otras escenas, las de Garofalo y Damon no tienen ningún impacto en la trama ni se trata de personajes principales, las escenas son encajadas entre otras sin que haya relación aparente. Esto hace que el ya confuso desarrollo lo sea aún más, por eso, el hecho de que en muchas versiones estas escenas fueran cortadas casi parece más un intento de "normalizar" el film que de censura, que también claro.

Pero lo que hace esta película realmente especial son los elementos própios del género gótico y terrorífico que la llevan hacia una conclusión psicotrónica y delirante de la que no quiero revelar nada para que sea una sorpresa como lo fue para mí. El ojiplático tramo final es el que hace que esta película sea realmente memorable y que quede grabada en la memoria de aquellos que la han visto. Este tramo final, sumado a los sangrientos asesinatos y las inconexas escenas softcore, convierten El sexo de la bruja en un título a buscar no solo por los amantes del giallo, sino también por aquellos amantes del cine bizarro.

25 may 2022

Dos menos uno, tres (La morte ha fatto l'uovo)

 

Antes de que Dario Argento fijara la fórmula del giallo, a finales de los 60 se produjeron diversos títulos que, dentro del género, jugaban con el formato y la estructura de las historias que contaban. Pocos gialli, sin embargo, llegaron al nivel de experimentación de Dos menos uno, tres (La morte ha fatto l'uovo, Giulio Questi, 1968).

Desde el principio, el film de Giulio Questi busca desorientar al espectador en su objetivo de deconstruir el giallo. Questi quería usar el género para transmitir conceptos más propios del cine de autor, pero sin dejar de utilizar los personajes y recursos típicos del mismo. El film arranca con Marco, el personaje de Jean-Louis Trintignant, asesinando a una prostituta en un hotel de carretera, observado por un misterioso personaje interpretado por Jean Sobieski. Marco llega a casa donde le esperan su esposa Anna y Gabrielle. Personajes interpretados, respectivamente, por Gina Lollobrigida y Ewa Aulin, en un momento en que ambas gozaban de una glamourosa popularidad. La razón por la que Gabrielle vive con el matrimonio no está del todo clara, si bien no es difícil adivinar que es amante de Marco y realiza tareas de secretaria, pero hasta una línea de diálogo hacia la parte final no queda claro al espectador por qué Aulin vive con el matrimonio. En todo caso, cuando Marco regresa descubrimos que el matrimonio es propietario de una granja de gallinas completamente automatizada, lo que ha llevado al despido de los antiguos trabajadores. Estos, obviamente, no están muy contentos con el cambio y realizan protestas y lanzan amenazas al matrimonio. Luego, seguimos a Marco a la compañía para la que produce la granja de gallinas, donde el director introduce una fuerte sátira del capitalismo.  Se revela aquí que el misterioso personaje de Jean Sobieski ha sido escogido para trabajar a las órdenes de Marco como publicitario. Y mientras seguimos a Marco, además de su afición a asesinar prostitutas en habitaciones de hotel,  descubrimos sus fantasías asesinas respecto a Anna y que siente una extraña paranoia: nota una amenaza a su alrededor pero sin saber de dónde viene. Además, se encuentra con Luigi, personaje de Renato Romano que desapareció en la versión recortada del film, probablemente porque es de los elementos más extraños: un hombre que busca redescubrir su pasado deambulando por la ciudad después de que haya perdido la memoria debido a que se le aplicó un tratamiento de electroshock.

Con todos estos elementos, la mezcla de intriga, paranoia y sátira del capitalismo, Questi construye un film extraño y en ocasiones surrealista, en el que hay sitio incluso para el horror y la ciencia ficción con la aparición de unos pollos mutantes que son solo carne, sin cabeza ni alas. El espectador se encuentra atrapado por la trama de la misma manera que Marco se ve perseguido por su paranoia, intentando descubrir qué sucede. Lo más sorprendente es que todo acaba tomando sentido, con generosas dosis de ironía y humor negro.

Como hemos mencionado de pasada, el film perdió alrededor de veinte minutos de metraje, cortados por los distribuidores con la intención de que la película fuera un giallo "más típico". Un ejercicio de suspense sexy, al fin y al cabo contaba en su reparto con dos de las actrices más sexys de la época, pero los cortes no eliminaron el mensaje de Questi. Ahora, por fortuna, se puede disfrutar de los 105 minutos de la película como fue originalmente concebida con toda su extrañeza y surrealismo intacto.

Desde luego, no es un giallo para todo el mundo, tiene toques que predicen el estilo de David Lynch. Pero el atractivo La morte ha fatto l'uovo reside en que es una experiencia completamente distinta y única, en momentos casi experimental, disfrazado de sexy giallo utilizando a la bella Ewa Aulin, y al igualmente atractivo Trintignant, como cebo.

8 ene 2021

La bestia mata a sangre fría (La bestia uccide a sangue freddo)


Hay pocas cosas en la vida que me proporcionen tanto placer como un giallo SSSS: setentero, sórdido, sangriento y sexy. Elementos que ofrece en abundancia La bestia mata a sangre fría (La bestia uccide a sangue freddo, Fernando Di Leo, 1971), un film excesivo en el mejor sentido.

La acción transcurre en una especie de casa de reposo para mujeres ricas con problemas psicológicos. Una noche, una misteriosa figura empieza a asesinar pacientes, utilizando una serie de armas medievales. Y así se desarrolla este atípico ejemplo del género. Tras la presentación de los personajes, la parte central del film se dedica a alternar entre escenas eróticas y de asesinatos. El tramo final es cuando se descubre que hay un asesino y la policía se pone en acción, lo que lleva a una memorable masacre con la que concluye el film. El film fue dirigido por Fernando Di Leo en el momento que el giallo explotó y se puso de moda, pero Di Leo no parece interesado en reproducir la fórmula establecida por otras películas, que habitualmente nos mostraban a un detective amateur o no tratando de descubrir quién está llevando a cabo los brutales asesinatos. Más bien La bestia mata a sangre fría está pensada como un asalto a los sentidos, ofreciendo escenas eróticas o sangrientas de forma continua. Di Leo se hizo famoso más tarde por sus estilizados filmes de acción policíaca, pero aquí opta más bien por un enfoque más directo, dejando solo que asome su inclinación por la acción en algunos momentos de edición frenética.

Este enfoque más morboso y visceral trajo consigo la existencia de distintas versiones de la película. Dependiendo de dónde se estrenara, se enfatizaba más la sangre o el erotismo. Para la versión francesa se utilizaron dobles para filmar explícitos insertos, sorprendentes por el momento en que se estrenó el film, mucho antes de que el porno se pusiera de moda en los cines. Estos insertos provocaron la ira de las actrices protagonistas, las bellas Rosalba Neri, Margaret Lee y Monica Strebel, aunque hoy día es fácil ver que las partes pudendas son de obvios dobles sin la participación de las actrices principales. La versión más completa del film, sin ninguna censura, ha sido editada en Blu-ray por 88 Films.

He mencionado el destacado reparto femenino, repleto de populares nombres dentro del género en aquella época, destacando Rosalba Neri que domina la película con su personaje de una incestuosa ninfómana. En el departamento masculino destaca la presencia de Klaus Kinski, interpretando a uno de los doctores que trabaja en la clínica. Por supuesto, Kinski tiene más aspecto de ser uno de los pacientes que uno de los médicos, esto hace que sea utilizado como obvia maniobra de despiste. Como es habitual en el género, el personaje que más se empeña la película en hacernos creer que es el culpable es inocente, lo que hace que en este giallo se adivine de forma casi inmediata quién es el asesino. Por suerte, el film es tan entretenido y ofrece tantos grandes momentos, entre asesinatos y las enfermeras y las pacientes mantiendo actitudes deliciosamente inapropiadas, que es imposible aburrirse.

Con su manicomio lleno de bellas mujeres de clase alta, su uso de Klaus Kinski y sus asesinatos con armas medievales, tan prácticas y fáciles de usar, esta claro que La bestia mata a sangre fría es pura fantasía. No está interesada en ofrecer nada cercano al realismo, sino que es una película destinada a satisfacer nuestros placeres más básicos. Y lo consigue de forma magistral.
 

30 dic 2020

La brigada del inspector Bogart (Casa d'appuntamento)


Si buscáis una película delirante, aquí tenéis una película delirante y fantástica: La brigada del inspector Bogart (Casa d'appuntamento, Ferdinando Merighi, 1972), una de esas películas que una vez vista, ya no puedes "desver".

En el burdel de Madame Colette (Anita Eckberg) es asesinada la prostituta Francine (Barbara Bouchet). El inspector Fontaine (Robert Sacchi) detiene al que parecer ser el seguro culpable: Antoine Gottvalles (Peter Martell). Gottvalles muere decapitado después de escapar de la cárcel y jurar venganza sobre sus acusadores. Y, efectivamente, el juez que lo condenó y los testigos empiezan a ser asesinados. El inspector Fontaine investiga el caso sin mucha suerte. Mientras, el profesor Waldemar (Howard Vernon) mantiene la cabeza de Gottvalles para sus experimentos y su hija Eleonora (Evelyne Kraft) tiene extraños sueños que puede que estén relacionados con las muertes.

Bueno, no sé por dónde empezar. Tal vez lo más llamativo: el curioso título español, escogido sin duda por la presencia del actor Robert Sacchi. Sacchi se ganaba la vida como imitador de Humphrey Bogart, debido a lo mucho que Sacchi se parecía físicamente a Bogart. Así que tenemos un giallo en el que el inspector protagonista es un doble de Bogart, lo que indica que este no es el típico ejemplo del género. Lo cual se confirma con la historia, que gira continuamente, insinuando elementos sobrenaturales para luego descartarlos. Su reparto, que incluye bellezas habituales del género como Barbara Bouchet y Rosalba Neri, nos regala a Howard Vernon, un habitual de Jess Franco, interpretando a un mad doctor cuyo nombre nos remite a Edgar Allan Poe, aunque escrito con W en lugar de V. No es casualidad entonces que su hija se llame Eleonora, otro nombre que también alude a Poe.

La brigada del inspector Bogart, más conocida como The French Sex Murders, está cargada de toques delirantes que no se reducen solo a su reparto ni a su retorcido argumento, también visualmente. Los asesinatos, por algún motivo, se repiten tres veces con diferentes filtros de colores. De este modo se intenta dar más espectacularidad a los efectos de maquillaje, que no son muy destacados pero tienen sus momentos de esplendor como la decapitación con espada que se nos ofrece en el último tramo.

No sabría decir si es un giallo punk o un sueño enfebrecido plasmado en celuloide. Es diferente, desde luego, y entretiene de principio a fin. Una pequeña maravilla que recomiendo a los amantes del cine más iconoclasta.

29 dic 2020

Girl in Room 2A (La casa della paura)


¿Alguna vez habéis ido a un buffet libre y empezado a acumular platos sin sentido, llenando vuestra bandeja con un plato de ensaladilla rusa, otro de pasta, otro de carne y un par de trozos de pizza? Esta mezcla para saturar los sentidos es la que ofrece Girl in Room 2A (La casa della paura, William Rose, 1974).

Margaret Bradley (Daniela Giordano) sale de prisión tras ser injustamente acusada. Intenta rehacer su vida en la casa de la señora Grant (Giovanna Galletti), un hogar al que acuden jóvenes mujeres salidas de prisión. A Margaret le toca la habitación 2A, en la que hay una perenne mancha de sangre en el suelo y en la que tiene terribles alucinaciones. Entonces, Margaret conoce a Jack Whitman (John Scanlon), que está investigando la desaparición de su hermana Edie (Anna Liberati). Todo apunta a que la desaparición de Edie está relacionada con una secta y con la casa en la que se aloja Margaret.

Girl in Room 2A es un film que mezcla distintos géneros, pero su personalidad empieza a desarrollarse desde el hecho de que fue producida por el americano Dick Randall. Randall estaba afincado en Roma durante la explosión giallo, de modo que decidió apuntarse a la moda con un film cuyo argumento evoca Todos los colores de la oscuridad (Tutti i colori del buio, Sergio Martino, 1972). Al frente, Randall puso a William Rose, un director cuya especialidad era la sexploitation. Así que tenemos a un productor y un director produciendo un giallo en Italia con actores y actrices italianas, a través de su perspectiva americana. El guion fue coescrito por Rose junto a Gianfranco Baldanello, ambos nos ofrecen una historia que mezcla elementos del terror gótico, en un ambiente urbano, con elementos del giallo y toques de sexploitation. Lo interesante de la historia es que nos ofrece una secta obsesionada con tomarse la justicia por su mano, que está convencida de estar haciendo el bien. Su obra se nos muestra durante los títulos de crédito del inicio, en los que Edie es secuestrada, desnudada, torturada y asesinada. Así se presenta la amenaza a la que se enfrenta Margaret, acosada por la secta como Edwige Fenech en el mencionado clásico de Sergio Martino.

El film funciona gracias a esta mezcla de elementos: el gótico con el giallo con el erotismo de mazmorra. También sus toques políticos, con sus sectarios obsesionados en imponer su moral y su sentido de la justicia. La casa della paura es, definitivamente, un film para aquellos que consideren "sórdido" y "morboso" adjetivos positivos. Yo desde luego lo hago y disfruté tremendamente con el film. El tráiler no tiene nada que ver con cómo es la película.

22 jul 2020

El asesino está entre los trece


Hay puristas que creen que solo las películas italianas pueden ser consideradas auténticos gialli. Lo cual siempre me ha parecido absurdo, ya que dejaría fuera del "verdadero" género títulos tremendamente interesantes como El asesino está entre los trece (Javier Aguirre, 1973).

Lisa Mandel (Patty Shepard) prepara un especial fin de semana en su aislada casa de campo. Sus invitados tienen todos una cosa en común: Lisa sospecha que uno de ellos fue el asesino de su marido. Después de que Lisa les cuente a todos que ha planeado averiguar quién de ellos mató a su marido, los invitados serán víctimas de un misterioso asesino.

Sobra decir que el argumento se inspira en la clásica novela de Agatha Christie Los diez negritos, igual que otros muchos gialli y slashers. Lo que hace interesante esta variación del tema es, primero, el increíble reparto. No solo hay nombres como Carmen Maura y Eusebio Poncela que empezaban entonces, también tenemos grandes nombres dentro y fuera del género como Patty Shepard, Simón Andreu, Jack Taylor y Paul Naschy. Y lo segundo es la particular estructura del film, que mezcla lo que sería una historia de intriga con toques de drama gótico con el giallo. Esto significa que los casi primeros 55 minutos de la película se dedican a desarrollar las historias de los distintos invitados, las intrigas y romances de cada uno, y las metafóricas puñaladas traperas que se dan entre sí mientras intentan aclarar quién pudo asesinar al marido de Lisa. Los siguientes cuarenta minutos son un festival de asesinatos, con varias puñaladas reales, hasta la solución del misterio.

Este desarrollo puede que haga que muchos nuevos espectadores, recién llegados al género o al cine de los 70, encuentren la película aburrida y no aguanten hasta el final. Personalmente, entre el talento del increíble reparto, que interpreta unos geniales personajes decadentes y perversos, y la ágil dirección de Javier Aguirre, director la obra maestra El jorobado de la morgue (1973), disfruté cada minuto de la película. Por eso la recomiendo pero, al mismo tiempo, entiendo que no es una película para todo el mundo.

Fue editada en DVD por Filmax, pero esa edición, además de agotada, tenía una calidad de imagen muy pobre. Vinegar Syndrome ha incluido esta película dentro del pack Forgotten Gialli, en una edición en Blu-ray que hace una maravillosa restauración del film.

21 jul 2020

La polizia brancola nel buio aka The Police Are Blundering in the Dark


Recuerdo leer una entrevista a la pareja de directores Hélène Cattet y Bruno Forzani, aunque no recuerdo dónde la leí, en la que Forzani comenta que incluso el peor giallo tiene algo interesante que lo separa de otras películas. Perfecto ejemplo de esta afirmación es el extraño giallo La polizia brancola nel buio (Helia Colombo, 1975), incluida en el pack Forgotten Gialli con el título The Police Are Blundering in the Dark.

Cuando la modelo Enrichetta Blond (Margaret Rose Keil) falta a su cita con el periodista Giorgio D'Amato (Joseph Arkim), este empieza a investigar, ya que sospecha que puede ser la nueva víctima de un asesino que acecha hermosas modelos. La investigación le lleva a la villa del profesor Edmondo Parisi, que ha hecho un descubrimiento revolucionario. Este descubrimiento le da unos toques de ciencia ficción a este giallo, el único trabajo como director y guionista de Helia Colombo, pseudónimo del productor y compositor Pasquale Elia Palumbo.

La polizia brancola nel buio se rodó en 1972 pero no se estrenó hasta 1975, y entonces solo en Italia, donde pasó completamente desapercibida. Fue un fracaso comprensible, teniendo en cuenta la fiebre giallo de la época y la cantidad de títulos mucho mejores que había a disposición del espectador. Pero el film ha sobrevivido, primero siendo distribuido en vídeo, transfer que pasó a internet y se subtituló de forma amateur. La piratería ha acabado salvando esta película. Y fue una suerte.

Esto no es lo yo llamaría una buena película, pero tiene detalles tan bizarros y extraños, un desarrollo a la vez previsible e imprevisible, que resulta un visionado fascinante. La película fue obviamente rodada con pocos medios y la mayoría del reparto no hizo mucho más (no he sido capaz de encontrar qué actor es el que interpreta a Edmondo Parisi ya que no se especifica en los créditos). A esto se le suma un director inexperto y el resultado es un film entretenido aunque no por las razones que uno se esperaría.

El film contiene algunos detalles muy interesantes, como una máquina capaz de fotografiar el pensamiento humano, mezclados con un desarrollo claramente inexperto. El protagonista Giorgio no hace mucho, ni siquiera averigua quién es el culpable de los asesinatos, lo que lo hace el protagonista más inútil de la historia del giallo. Pero este es uno de los motivos por los que el film me pareció tan entretenido, ya que no estaba seguro de lo que pasaría a continuación.

Si no eres fan del giallo o el cine trash, posiblemente La polizia brancola nel buio no es para ti. Pero si sí lo eres, dale una oportunidad.

20 jul 2020

Trauma aka Violación fatal

 
Las buenas gentes de Vinegar Syndrome han editado Forgotten Gialli vol 1, pack formado por tres oscuros gialli muy suculentos para el aficionado. Empezamos el repaso de los títulos que forman este pack con Trauma aka Violación fatal (León Klimovsky, 1978).

Daniel (Henry Gregor alias de Heinrich Starhemberg) es un escritor que llega a un parador llevado por Verónica (Ágata Lys), una bella mujer que actúa a veces de forma un poco extraña, con un marido (Aparicio Rivero) inválido que vive recluido en el ático. Al poco de llegar Daniel empiezan a llegar otros huéspedes al parador, huéspedes que no llegan vivos a la mañana siguiente. Decir más y ya sabéis de qué va la película. Bueno, de hecho, tardaréis dos segundos en adivinar el giro final, pero a pesar de ello Trauma resulta un film que no aburre y te mantiene interesado hasta el previsible final. Aunque luego hay un giro del giro al que todavía le estoy dando vueltas.

León Klimovsky puede que no fuera un gran director de actores, pero sabía crear secuencias de suspense. Así, aunque el reparto no es que esté muy brillante, con interpretaciones algo irregulares (si bien siendo la época del destape tampoco se le pedía mucho a las actrices), los asesinatos y la presentación de las escenas hacen que el film pase bastante rápido. Si bien es posible que al espectador le resulte increíble que el pálido y fofo Daniel despierte pasiones en los personajes femeninos.

Para el aficionado, seguramente Trauma resultará interesante como un ejemplo de giallo tardío que, al mismo tiempo, parece un proto-slasher. De hecho, la estructura del film se parece bastante a la de los slashers ochenteros que estaban a punto de invadir las pantallas de todo el mundo. La mayoría de los personajes simplemente aparecen para quitarse la ropa, hacer travesuras horizontales y ser asesinados, hasta que el protagonista finalmente se da cuenta de que pasa algo raro.

Trauma, o con su más sensacionalista título Violación fatal, no parece que haya tenido mucha distribución, más allá de las ediciones en vídeo, así que es todo un acontecimiento verla en alta definición, en una edición en Blu-ray editada con el castellano original. En definitiva, este film de Klimovsky está hecho con poco medios pero muchas ganas de proporcionar al espectador sórdidas satisfacciones. Recomendada solo para los muy fans del género.

5 mar 2019

El día negro (Giornata nera per l'ariete)


El día negro (Giornata nera per l'ariete, Luigi Bazzoni, 1971) está considerado uno de los mejores títulos dentro del periodo más fértil del giallo, cuando imitaciones de El pájaro de las plumas de cristal (L'uccello dalle piume di cristallo, Dario Argento, 1970) empezaron a inundar los cines de todo el mundo.

Franco Nero es Andrea Bild, un periodista alcohólico que intenta descubrir quién es el responsable de una serie de asesinatos cuyas víctimas coincidieron con él en una fiesta de fin de año. El asesino deja un guante negro con un dedo recortado junto a cada cadáver, señal de que no son asesinatos casuales. El interés de Bild también es personal: la policía cada vez parece más convencida de que él es el asesino.

Al contrario que la mayoría de títulos de la época, el film de Bazzoni no es particularmente sexy ni contiene gotas de erotismo para atraer a los espectadores. Su argumento es bastante enrevesado, pero es muy sencillo averiguar quién es el asesino. Tampoco contiene los asesinatos brutales y violentos característicos del género. Entonces, ¿por qué está considerado como uno de los mejores gialli de la época? Por la dirección, la manera en que está narrado y transmite su mensaje al espectador, y la fotografía de Vittorio Storaro.

Por supuesto, el trabajo de Storaro es sobresaliente (más aún en la edición en Blu-ray de Arrow), pero sigue la dirección de Bazzoni a la hora de crear un mundo solitario, en el que los personajes se encuentran solos caminando en masivos paisajes urbanos. La soledad urbana es un tema que el director exploraría más a fondo en Huellas de pisadas en la luna (Le orme, 1975), pero ya aquí vemos cómo Bazzoni aisla a sus personajes en edificios semivacíos y calles desiertas. Casi parece que los personajes sean los supervivientes de algún desastre postapocalíptico. Además, también se juega mucho con los reflejos, incidiendo en el misterio central que investiga Andrea Bild, en el que nada es lo que parece y todo se ve a través de ventanas, escaparates, entre rendijas de persianas.

Parafraseando a McLuhan, el estilo se convierte en el mensaje. Mientras desarrolla la típica trama de misterio, Bazzoni utiliza cada plano y cada ángulo de cámara para reflexionar sobre la soledad urbana y existencial. Gracias también al trabajo del editor Eugenio Alabiso y la banda sonora de Ennio Morricone, esta reflexión sobre la soledad resulta tremendamente entretenida y absorbente.

Teniendo en cuenta el talento delante y detrás de las cámaras reunido en esta película, realmente lo mejor de cada casa, no es de extrañar la calidad del producto final. Bazzoni utiliza los recursos del género para expresarse artísticamente en lugar de simplemente crear un producto de consumo rápido para aprovechar una moda. Y una vez considerado todo el conjunto, es fácil entender porqué tiene un sitio de honor entre los mejores gialli de la historia del género.


13 dic 2018

La corta noche de las muñecas de cristal (La corta notte delle bambole di vetro)


Aunque el giallo es un género con unas muy marcadas características, eso no significa que no hubiera sitio para la experimentación y la mezcla de géneros. Un perfecto ejemplo de ello es La corta noche de las muñecas de cristal (La corta notte delle bambole di vetro, Aldo Lado, 1971), una intensa mezcla de suspense y terror.

Se descubre el cadáver del periodista George Moore (Jean Sorel) entre unos arbustos y es llevado a la morgue, donde se quedará hasta que le hagan una autopsia. Pero lo que los forenses no saben es que George no está muerto, sino paralizado. Sin modo de comunicarse, George frenéticamente intenta desentrañar el misterio que ha hecho que acabe así, un misterio que empieza con la desaparción de su novia Mira Svodoba (Barbara Bach).

Aldo Lado mezcla distintos elementos de distintos géneros. La idea de la persona que sigue viva pero es tomada por un muerto procede de la literatura, convertido en un tema retomado muchas veces desde El enterramiento prematuro de Edgar Allan Poe. Este recurso que enmarca la trama de suspense sirve para que desde el principio la película tenga una atmosfera angustiante. La investigación de la desparición de Mira entra dentro del thriller clásico, pero va evolucionando hacia el terror según George avanza en su investigación.

Y todo ello al servicio del mensaje del director. Aldo Lado denuncia las dictaduras y los gobiernos totalitarios, ambientando la película en la Praga comunista, lo que le añade un toque kafkiano al suspense y el terror. Este mensaje se hace más explícito en la escena final, recortada en algunas versiones de La corta noche de las muñecas de cristal.

La manera en que se mezclan géneros, la atmosfera asguntiante y el subtexto hacen de este uno de los títulos más notables del género. También por su final, muy inusual e inesperado para la época. Estéticamente barroco como cualquier título de Dario Argento o Sergio Martino, pero algo más profundo en conjunto, en su film que con el tiempo va siendo más y más apreciado. Por desgracia, la edición en DVD española es muy pobre, así que, por sus extras y su calidad de imagen y sonido, yo recomendaría la edición en Blu-ray alemana de Camera Obscura, para los que no tengan problema con el inglés.


3 dic 2018

Las lágrimas de Jennifer (Perché quelle strane gocce di sangue sul corpo di Jennifer?)

 
Tras el éxito de La perversa señora Ward (Lo strano vizio della Signora Wardh, Sergio Martino, 1971), Edwige Fenech, la reina del giallo, y George Hilton repitieron como pareja protagonista en Las lágrimas de Jennifer (Perché quelle strane gocce di sangue sul corpo di Jennifer?, Giuliano Carnimeo, 1972). Un giallo cargado de suspense y sazonado con unas pocas gotas de erotismo.

La inquilina de un gran edificio de apartamentos es asesinada en el ascensor. Su piso queda vacío, pasando a ser ocupado por las modelos Jennifer Lansbury (Edwige Fenech) y Marylin Ricci (Paola Quattrini). Los asesinatos no tardan en reanudarse, centrándose en Jennifer, que se ha convertido en una obsesión para el asesino. El arquitecto Andrea Antinori (George Hilton) investiga los asesinatos tras iniciar un romance con Jennifer y ser acusado de ser el asesino.

No es de esperar un giallo tan interesante y visualmente atractivo del director de El hombre rata (Quella villa in fondo al parco, 1988), pero Las lágrimas de Jennifer, recientemente editada en Blu-ray con el título inglés The Case of the Bloody Iris, es uno de los títulos más logrados de la primera oleada de directores que quisieron apuntarse al éxito de Dario Argento. Detrás del film de Carnimeo tenemos al productor Luciano Martino y al guionista Ernesto Gastaldi, así que no es de extrañar que tenga muchos puntos en común con los gialli de Sergio Martino La perversa señora Ward y Todos los colores de la oscuridad (Tutti i colori del buio, Sergio Martino, 1972).

Como sucedía en las películas de Sergio Martino, aquí Edwige Fenech se ve de nuevo acosada por una anterior relación, que la había involucrado en un culto hippie sexual, y convertida en el centro de la obsesión de un asesino que va eliminando a los que la rodean. Por suerte, no se hace repetitivo, ya que la historia también se centra en el personaje de George Hilton investigando los asesinatos.

El espectador actual puede encontrarse con una esquizofrénica mezcla de elementos progresivos y retrógados. Por ejemplo, se enfatiza la liberación femenina pero una broma de mal gusto por parte del personaje interpretado por Paola Quattrini es respondida con un sonoro tortazo por parte de George Hilton. Hay un subtexto contra la homofobia y al mismo tiempo nos encontramos un personaje gay representado como la típica "mariquita mala". Es un film que tiene ya 46 años, así que no ha de ser juzgado en este sentido, como se haría con un film contemporáneo, sino que se ha tener en cuenta el contexto y la época en que fue realizado.

En su aspecto puramente giallo, ya hemos mencionado que es un film visualmente atractivo, con interesantes hallazgos y planos cuidados. Destaca seguramente la escena en el ascensor que abre el film, por su influencia en la película de Brian De Palma Vestida para matar (Dressed to Kill, 1980). Es también bastante entretenido, dando vueltas y giros hasta su improbable conclusión. Un título recomendado a los fans del género.


24 sept 2018

El ojo en la oscuridad (Gatti rossi in un labirinto di vetro)

 
Umberto Lenzi se despidió del giallo por todo lo alto con El ojo en la oscuridad (Gatti rossi in un labirinto di vetro, 1975), que, como sucede con los mejores gialli, nos presenta una historia con sangrientos asesinatos y oscuros traumas del pasado.

Ante esta película hay dos posibles reacciones: o te dices: "es absurda y no tiene sentido, no la soporto" o te dices: "es absurda y no tiene sentido, me encanta". Mi reacción, obviamente, fue la segunda. Me enamoró desde el principio, no solo por su historia y sus asesinatos, sino también por su ambientación: la ciudad de Barcelona que me ha visto nacer.

La historia nos presenta a un grupo de turistas de visita en la Ciudad Condal. Mientras se encuentran de paseo por la Rambla uno de ellos es asesinado. Y no será el último, pronto empiezan a caer uno a uno, mientras la policía intenta descubrir quién es el asesino que mata salvajemente y se lleva un ojo de la víctima de recuerdo.

Póster americano del film
Como es habitual, se nos presenta una multitud de sospechosos y se juega continuamente al despiste. También se juega bastante con los tópicos del género, utilizando las expectativas del espectador en su contra. Por supuesto, a muchos les sorprenderá que, tras el primer asesinato, el grupo de turistas continue con su tour por la ciudad, pero ya que la policía les hace quedarse no tiene sentido desperdiciar una visita a Barcelona por unos cuantos asesinatos. No podemos olvidarnos tampoco del detective amateur que lleva una investigación paralela a la de la policía. En este caso se trata de Mark Burton, interpretado por el pétreo John Richardson, que decide reunirse en Barcelona con su amante Paulette Stone, interpretada por Martine Brochard, integrante del grupo de turistas.

Richardson no es un protagonista muy interesante, por suerte el resto del reparto sí lo es, ofreciendo un grupo colorido de personajes como carne de cañón para el asesino. Y si no fuera así, Lenzi mantiene el interés del espectador con fantásticas escenas de suspense y asesinatos sangrientos. Lo consigue a pesar del bajo presupuesto con que contó para realizar el film. Además, el giallo se encontraba ya de capa caída, con menos títulos de interesantes realizados, y la industria enfocanda hacia el poliziottescho. Género al que Lenzi se dedicaría en los años siguientes hasta 1979.

Gatti rossi in un labirinto di vetro, también conocida como Eyeball, tal vez no esté a la altura de los grandes clásicos del género, pero es un film tremendamente entretenido y absorbente. Tiene momentos absurdos y sin sentido, es cierto, sin embargo creo que es precisamente lo que le añade interés a este film de Lenzi.


27 ago 2018

Corrupción de menores (La polizia chiede aiuto)

 
El director Massimo Dallamano regresó a su proyectada trilogía de colegialas en peligro con Corrupción de menores (La polizia chiede aiuto, 1974), un angustiante y perturbador film que mezcla elementos del giallo y el poliziottescho.
 
Cuando se descubre el cadáver de la joven Silvia (Cheryl Lee Buchanan), se empieza a investigar como un suicidio. Pronto se descubre que no fue un suicidio, sino un asesinato, y la asistente del fiscal Vittoria Stori (Giovanna Ralli) y el inspector Silvestri (Claudio Cassinelli) descubren una complicada trama de prostitución de menores. Paralelamente, un misterioso asesino va despachando posibles testigos de forma brutal y sangrienta.

Esta película es una encrucijada de caminos. Por un lado, sigue una serie de películas con La polizia en el título como La policía agradece (La polizia ringrazia, Stefano Vanzina, 1972) y La policía detiene, la ley juzga (La polizia incrimina la legge assolve, Enzo G. Castellari, 1973). Ambos títulos pertenecían al poliziottescho, un género policíaco a la italiana, con énfasis en la acción y las persecuciones. Por otro lado, como hemos mencionado al principio, era la segunda entrega de una proyectada trilogía de Dallamano que giraba en torno a colegialas en peligro, cuya primera entrega fue el giallo ¿Qué habéis hecho con Solange? (Cosa avete fatto a Solange?, Massimo Dallamano, 1972). Película de gran éxito, lo que explica que en mercados anglosajones Corrupción de menores se conozca como What Have They Done to Your Daughters? Esta trilogía fue completada por Alberto Negrin con la inferior Tráfico de menores (Enigma rosso, 1978), un par de años después de la muerte de Dallamano en un accidente de tráfico.

Así se explica que esta película tenga elementos de ambos géneros. Del giallo, toma el asesino sanguinario, las muertes llamativas y las escenas de suspense cuando el asesino acecha a sus víctimas. Del poliziottescho, toma el realismo al representar el trabajo policial y el desarrollo lineal de la trama, así como la inclusión de un trasfondo político. La decadencia y la corrupción de los poderosos son los temas sobre los que se basa la película, alejándose de la explotación de la erótica adolescente que habíamos visto en ¿Qué habéis hecho con Solange?
 
El estilo y la manera en que Dallamano trata la temática hace que esta película se eleve por encima de otros títulos del mismo estilo, como la mencionada Tráfico de menores. El muy efectivo trabajo de cámara, la genial banda sonora de Stelvio Cipriani y las estupendas interpretaciones de los protagonistas son también elementos que contribuyen a enganchar al espectador, atrapado por la terrible trama a medida que esta se desarrolla. Un gran clásico que no decepcionará a los aficionados al género.